La consulta a los ciudadanos
No cabe la menor duda, la consulta sobre la reforma energética que se llevó a cabo en Puebla y seis estados más de la República el domingo pasado es no solamente una saludable ampliación de la democracia, sino un logro del movimiento ciudadano, ese que está decidido a levantar la voz pues no cree, ni acepta, que el presente y el futuro de la nación quede sólo en manos de los “expertos”.
Pese al vacío informativo y la campaña en contra de la consulta, miles de ciudadanos en Puebla salieron el domingo a emitir su opinión y lo hicieron pacíficamente demostrando que el ciudadano es insustituible en la democracia. La consulta y la participación ciudadana mostraron, también, que se está superando el pesimismo que difunde la clase gobernante –a la que horrorizan las expresiones de autonomía ciudadana haciéndonos creer que nada se puede cambiar, que ya todo está decidido y que la movilización social es inútil. Contra ese pesimismo, que todavía invade a muchos sectores de la sociedad bajo le influjo de las tendenciosas campañas mediáticas, emergen sectores y personas en el análisis de la realidad cuyos resultados las mueven a exigir participar en las decisiones y en las protestas. Ahora sí, este movimiento no lo para nadie porque no pertenece a nadie sino a todos.
Fue también emocionante ver, en distintos puntos de la ciudad, a jóvenes y adultos atendiendo a los ciudadanos que se acercaban a las urnas para dar su opinión; el pueblo se organizó para que el pueblo pudiera expresar su punto de vista sobre la reforma energética. No se necesitaron las instituciones gubernamentales para llevar a cabo la consulta ciudadana. Ahí estaban los ciudadanos, anotando el nombre de los ciudadanos que llegaban a las urnas y pintando su pulgar, todo organizado por otros ciudadanos que los que se debe reconocer su enorme esfuerzo para hacer de la consulta ese ejercicio democrático de los que tanto necesita esta democracia mexicana que languidece en manos de una burocracia incompetente.
A todos esos ciudadanos que participaron en la organización de la consulta, dedicando tantas horas después de sus labores cotidianas, les debemos una enrome gratitud quienes tranquilamente pudimos llegar hasta las urnas para expresar nuestra opinión. Detrás de esa tranquilidad había una enorme esfuerzo organizativo de cientos de ciudadanos hoy más ciudadanos que nunca. De verdad, la democracia está en deuda con ellos.
¡Viva Bolivia!
También el domingo pasado 10 de agosto, en Bolivia se convocó a los ciudadanos a expresarse sobre la continuación en sus cargos del presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera y ocho de los nueve prefectos departamentales.
Pese a las acciones de la derecha para evitar el referendo, que incluyó un llamado del alcalde de la ciudad de Santa Cruz a los militares para “tumbar” a Evo Morales, los ciudadanos acudieron masivamente a las urnas y refrendar en su cargo al presidente y al vicepresidente con un apoyo superior al que obtuvieron cuando ganaron las elecciones que los llevó a ocupar esos cargos. Aquella, Evo y Álvaro García obtuvieron el 53 por ciento de los votos, el domingo superaron el 63 por ciento, lo que legitima no sólo su mandato, sino las acciones que sigue el gobierno en rescate de los recursos naturales para ponerlos al servicio del desarrollo nacional independiente y soberano de Bolivia.
No hay duda, el neoliberalismo en América Latina se derrumba pese a la persistencia de ese modelo en México y Colombia donde los daños siguen siendo incalculables.
El aumento de la pena no disuade a los criminales
En un acto mediático, bien seleccionado el momento dada la sensibilidad que los medios generaron en la sociedad por le secuestro y asesinato del joven Fernando Martí, cuyo crimen recibió una gran atención de los medios. Felipe Calderón anunció la implantación de cadena perpetua para los secuestradores.
He consultado con algunos abogados y juristas y, en general, todos coinciden que el aumento de la pena para los delitos no disuade a quienes los cometen. Lo que puede desalentar la comisión de los delitos es la aplicación irrestricta de la ley. En otras palabras, lo que más alienta el delito es la impunidad, es decir, es decir, la elusión del castigo previsto en la ley, elusión facilitada por la corrupción del sistema judicial. Mientras los delitos queden impunes poco efectivas serán las penas que establece la ley.
Es el caso de los regidores del ayuntamiento de Puebla que decidieron mantener el nombre de Gustavo Díaz Ordaz a un bulevar en la zona de Plaza Dorada. De esta manera, los regidores optaron por mantener el reconocimiento que es una forma de impunidad al responsable histórico, legal y ético del asesinato de cientos de mexicanos aquel infausto dos de octubre de 1968.
Eso, eso sí alienta la comisión de delitos.
0 comentarios