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Artículo de Jaime Ornelas Delgado

Artículo de Jaime Ornelas Delgado

 TENDAJÓN MIXTO  

Hay que saber perder

 
Jaime Ornelas Delgado

La hora de los hornos

Tres grandes movilizaciones ciudadanas vivió el país el pasado fin de semana. La primera, convocó a miles en demanda de mayor seguridad. La violencia, pasó del temor a la irritación y a las exigencias de mayor eficacia de las autoridades para enfrentar al crimen organizado que nos agobia. Sin embargo, esta convocatoria parecía que tenía como propósito exigir endurecer las acciones violentas del Estado para combatir la violencia criminal.

Eso es lo que mucho mexicanos no compartimos. Por el contrario, creemos que es preciso reconocer que la violencia se encuentra estrechamente vinculada con la pobreza, la injusticia social y, sobre todo, con la impunidad y la corrupción generalizada que vive el país. Esas son las causas y, en consecuencia, no todo depende de aplicar mayores medidas coercitivas. El endurecimiento policiaco–militar, así como la guerra que declaró Calderón al crimen organizado sólo desató la inseguridad y aumentó la violencia y, ahora lo único que se le ocurre es seguir amenazando con mayor dureza, lo que provocará la elevación de los niveles de violencia. Mientras tanto, las debilidades estructurales de la economía seguirán impidiendo el crecimiento, la creación de empleos, aumentarán la desesperanza de miles de jóvenes que ven frustrados sus anhelos de cursar estudios superiores, de millones de campesinos que no vislumbran un futuro digno y de muchos otros millones de pobres que no alcanzan a vislumbran una salida a su situación, porque el neoliberalismo ha cancelado para ellos cualquier alternativa. Todo esto, forma un ambiente de descomposición social que alienta a muchos a seguir el camino de las conductas antisociales.

El domingo, otros tantos miles de mexicanos salieron a las plazas públicas de toda la República para segur expresando su férrea voluntad de sostenerse en la defensa del petróleo. Es muy sencillo comprender su postura: hay que refinar el petróleo en México, el problema es quién debe hacerlo y millones demandamos, de acuerdo con la consulta levantada en todo el país, que la siga haciendo Pemex, empresa nacional creada para ese fin.

Finalmente, el lunes 1 de septiembre los trabajadores salieron a expresar su rechazo a la política económica, empobrecedora y facciosa del gobierno de Felipe Calderón. Las calles retumbaron con las voces proletarias que se preparan para seguir dando la batalla a un régimen que los arroja al desempleo, cuando no al empleo precario.

El país se mueve y empieza a cambiar a pesar de todo.

 

Fascismo corriente

El lunes pasado, tuve le mal gusto de ver por televisión la convención del Partido Republicano que postula a John McCain a la presidencia de Estados Unidos. La reunión, al escuchar el discurso del ex senador Fred Thompson, me dio la impresión de que así se escuchaban los discursos que pronunciaba Adolfo Hitler. Thompson llamó a Obama, el candidato de la “izquierda furibunda” a la que había que derrotar. Pero eso fue lo de menos, su discurso fue la mayor apología al militarismo norteamericano, a la conducta y postura bélicista de McCain, de su valor y experiencia militar y de ser el mejor candidato para su país “que está en guerra”.

Ese fue el tono de toda la reunión, enaltecer el pasado, el presente y el futuro régimen militar estadunidense para “salvar a la humanidad”. Hoy, dijo Laura Bush, la esposa del presidente, “más de 30 millones de personas en Irak y Afganistán, viven en libertad” gracias a la intervención norteamericana. De verdad, estremece pensar que gane el tal McCain. 

 

Hágame usted el favor...

Hay un tipo de mentiras sobre las que conviene insistir: las estadísticas. Una de ellas circuló la semana pasada y se refería al ingreso por persona en México, que asciende a 11 mil dólares anuales, esto es, aproximadamente 110 mil pesos al año. Este es el mejor ejemplo de las mentiras estadísticas, que Bernard Shaw explicaba de la siguiente manera: si mi vecino tiene dos pollos y yo ninguno, la estadística dice que cada uno tenemos un pollo.

Los diputados federales apenas iniciaron el 1 de septiembre el periodo ordinario de sesiones, pudieron ponerse de acuerdo en un punto trascendente para la República Mexicana: decidieron darse una semana de vacaciones y reanudar sus actividades legislativas el martes 9 de septiembre.

Verdad contundente: quien no puede manejar una bicicleta, mucho menos puede dirigir un país... Los ciudadanos debemos saber, con claridad, las causas de la renuncia “con carácter irrevocable” de Roberto Campa Cifrián a la secretaria ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Si es porque no pudo, ¿quién cerrará la puerta por dentro?

Las contradicciones entre las autoridades económicas de país son cada vez mayores y el pato lo pagan los ciudadanos. Así, mientras Secretaría de Hacienda programa un aumento del gasto público para el año próximo del 30 por ciento para estimular el crecimiento de la alicaída economía mexicana, el Banco de México aplica una política restrictiva, elevando la tasa de interés que desalienta el crecimiento. Así se las gastan.

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