Artículo de Jaime Ornelas Delgado

Un país en quiebra

Jaime Ornelas Delgado Si esto no es crisis, como se le parece Tal vez lo mejor que ha ocurrido en este mes sea que, por fin, no hubo “informe de labores” del Ejecutivo el 1 de septiembre. Se acabó el día del presidente, como dieron en llamarle algunos a ese día que de ceremonia republicana devino pleitesía a quien se le hacía creer que era omnipotente, omnisapiente y omnipresente. Era el día de quien si decía que los cocodrilos volaban, los cortesanos sumisos lo aceptaban, aunque dijeran que “no más tantito”. No huno informe y nadie lo lamentó, ni lo extrañó porque el rito con que se rendía el informe no servía ya para nada.  Sin embargo, el 1 de septiembre habría sido el segundo informe de labores de Felipe Calderón –el artículo 69 constitucional asienta que el Ejecutivo presentará un informe por escrito en el que manifieste el estado general que guarda la administración pública del país– y con ese motivo conviene hacer un breve balance de lo que han sido estos primeros 21 meses de gobierno de quien llegó a la presidencia de la República bajo sospecha de fraude. Una primera observación es que la economía ha mostrado un débil crecimiento. En efecto, en 2007 el Producto Interno Bruto (PIB) creció en 2.5 por ciento y en el primer semestre de este año en 2.7 por ciento. Pobre comportamiento que hizo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe observar que, al finalizar 2008, la mexicana será la economía que menor crecimiento tenga en América Latina, incluso menor que el de Haití, uno de los países más pobres del mundo. De la debilidad del crecimiento se deriva la falta de empleo. El IMSS reporta que en 2007 se crearon sólo 529 mil empleos, cifra muy lejana del millón 300 que se requieren; aún más, en el primer semestre de este año, se han creado 373 mil puestos de trabajo, lo que viene a elevar el déficit acumulado de empleo necesario en el país. Por supuesto, el fracaso de la política laboral es evidente. Por ejemplo, el Programa del Primer empleo no ha servido para nada, sólo se han acogido a ese programa en lo que va del “gobierno” de Calderón 26 mil 176 trabajadores, cuando la meta era 300 al año. Así mismo, los salarios han perdido poder adquisitivo pues mientras, en promedio, se elevaron 4.85 por ciento, la inflación fue de 5.39 por ciento. De esta manera, a lo largo de los 21 meses que van del sexenio el poder adquisitivo del salario mínimo ha disminuido 24por ciento.  Finalmente, resulta preocupante que el Indicador Global de la Actividad Económica muestre que este año la economía mexicana haya crecido apenas 1.1 por ciento en términos anuales, resultado de la caída de la manufactura que registró un cifra negativa de –0.5 por ciento; mientras que las actividades primarias crecieron sólo 1.2 por ciento y los servicios 2.2 por ciento. De esta manera, la economía mexicana ha dejado de sustentarse en la actividad productiva –aquella que genera valor– y, hoy, su crecimiento depende de los servicios, la mayor parte de ellos de baja calidad. Ante esta desesperada situación, no extraña que en los primeros 21 meses del “gobierno” de Calderón un millón 300 mil compatriotas hayan abandonado el país en busca no de mucho sino de apenas una esperanza de vida digna. Mientras tanto, muchos mexicanos habrán de seguir luchando por cambiar el rumbo del país para darle sentido social a la economía que tendrá que propiciar la equidad en el disfrute de la riqueza nacional.    Hágame usted el favor Ya vamos entendiendo la amenaza panista de guanajuatizar el país. Vea usted: en tan sólo seis años los presidentes municipales de León, Guanajuato, han regalado a la iglesia católica 11 predios, cuyo valor asciende a 36 millones y medio de pesos... Y para seguir con el proyecto, Jalisco ya fue guanajuatizado por el PAN. El gobernado de aquella entidad, Emilio González Márquez, hace tres años le aseguró en amistosa charla a la cónsul estadunidense en Guadalajara, que su candidatura a la gubernatura “contaba con todo el apoyo de la Iglesia católica.” Y con esto ahora se comprende mejor como, en agradecimiento al apoyo recibido, el ahora gobernador dio una generosa limosna (estuve a punto de escribir propina), con recursos públicos por supuesto, de 30 millones de pesos a quien con piadosa enjundia lo apoyó en su propósito de llegar al gobierno de Jalisco. Pero conociendo la avidez de los neopanistas por el poder, era imposible que las cosas quedaran ahí y para lograr más apoyos, en la misma conversación el guanajuatizado González Márquez le aseguró a la diplomática que de llegar al gobierno estatal “serviría al interés de Estados Unidos”. Y, finalmente, ganó las elecciones y hoy sirve fielmente a sus dos amos... Ya las gasolinas en México tienen precios de primer mundo, aunque nuestros salarios sigan siendo del tercer mundo... Dice Felipe Calderón que su gabinete “no es de cuates”, pues que se los vayan presentando para ver si así logra coordinarlos, por lo menos hacer coherentes sus declaraciones... Pena ajena provoca Noé Peñaloza, quien a los problemas que enfrenta en San Martín Texmelucan, agrega ahora el apoyo que le brindó Jorge Kahwagi, ex boxeador y antes miembro del Verde Ecologista y ahora presidente de la Junta Ejecutiva Nacional del partido que regentea la miss Gordillo... Que según una encuesta nacional de Mitofsky, el 69 por ciento de los mexicanos estamos insatisfechos con nuestro ingreso. Pues quien sabe como se levantan esas encuestas, pero a no ser Slim y algunos cuantos adláteres millonarios, al 100 por ciento de los habitantes de este país nuestro ingreso nos resulta cada vez más simbólico pues ya no alcanza para mucho, o lo que es lo mismo cada vez alcanza para menos.