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Artículos de Jaime Ornelas y de Luis Javier Garrido

Artículos de Jaime Ornelas y de Luis Javier Garrido

TENDAJÓN MIXTO  

El fracaso del libre mercado

 
Jaime Ornelas Delgado

Desde que, mediante la traición, la violencia y la ilegalidad asumió el poder Augusto Pinochet en Chile, hasta el renegado neoliberal Carlos Salinas de Gortari y el espurio Felipe Calderón, pasando por Ronald Reagan y Margaret Thatcher y todos los neoliberales, se condenó al Estado a la inactividad y las privatizaciones –es decir, el remante de los bienes públicos–, la desregulación –dejar hacer dejar pasar– y la liberalización –la apertura de la economía a las mercancía y los capitales externos–, se convirtieron en los principios que sustentaban el fundamentalismo del mercado proclamado como solución al intervencionismo estatal en la economía.

Lo público, incluida la educación, se hizo sinónimo de ineficaz y mala calidad, a cambio lo privado era lo que se producía con eficacia y la mayor calidad. El mercado, se difundía alegremente, era el mecanismo más eficaz para asignar los recursos productivos, el Estado sólo dilapidaba la riqueza puesta a su disposición. La inversión privada, proclamaban los neoliberales, hará crecer la economía como ocurre en los países donde impera el libre mercado, es decir, aquellos que no sufren la intervención estatal.

Y aunque los llamados “tigres asiáticos” o más recientemente China y la India, habían mostrado la necesidad de dar espacios a la iniciativa pública para alcanzar el desarrollo, nadie creía que eso fuera cierto se seguía viendo hacia EU y su economía que se convertía en la mayor consumidora del mundo, aunque su productividad dejara mucho que desear.

Sin embargo, hace poco más de un año comenzaron los problemas crediticios en Estados Unidos. El derrumbe de bancos como Bear Stearns y de los gigantes hipotecarios Fannie Mac y Fredi Mac, empezaron a cuestionar la pertinencia de la desregulación del mercado crediticio dada la irresponsabilidad con la que habían actuado esas empresas.

Hoy, George Bush plantea un salvamento del sistema financiero de su país que costará al fisco 700 mil millones de dólares, enorme  suma que socializa los costos del rescate para sostener las ganancias privadas. Pero las cosas no son tan sencillas, pues los demócratas en el Congreso exigen que no sea sólo un rescate financiero sino que el gobierno intervenga a las instituciones crediticias, lo que daría un sentido distinto a la intervención gubernamental y abriría las puertas a la la regulación estatal en ese y en otros campos de la economía.

Hoy más que nunca, en el mundo y particularmente en nuestro país crece la certeza de que la economía de mercado ha sido ineficaz para impulsar el crecimiento de la economía, además de mantener a muy amplios sectores de la población en condiciones de pobreza y pobreza extrema; tampoco ha quedado demostrado que con el retiro del Estado de la actividad económica los agentes privados respondan con mayor eficacia a las nuevas condiciones de la acumulación y, mucho menos, se ha hecho fehaciente que los recursos productivos se asignen, ahora, con mayor eficiencia que antes, como también sostuvieron los abogados de las reformas estructurales de orientación al mercado. Los hechos muestran que dejar al mercado actuar libremente, termina por apresurar las crisis económicas y acentúa su profundidad.

En fin, a casi 30 años de haberse impuesto el neoliberalismo y el libre mercado, su fracaso es estruendoso y trascendente que, sin duda, equivale al derrumbe de la URSS. 

 

Hágame usted el favor

Ahora que estamos en el mes de la patria y cunde la desesperación entre la población por las crecientes dificultades para sobrevivir al neoliberalismo, recordemos que este país si bien ha sido mezquino con millones de mexicanos, ha sido generosísimo con algunos, por lo menos con los siguientes 10 honestos y esforzados empresarios y una empresaria, que en este aciago 2008 son los más ricos de la nación. Ahí le van los nombres, por si alguno resulta su primo o su compañero de banca en el kinder: 1. Carlos Slim, dueño de de Telmex, American Móvil y del Grupo Carso, entre otros negocitos y ahora inversionista en diarios de Estados Unidos, en el último año aumentó su fortuna en 11 mil millones de dólares. Se dice que su riqueza se incrementó a razón de 1.25 millones de dólares por hora, con lo que su fortuna, que supera los 60 mil millones de dólares, equivale al 6.3% del PIB; 2. Alberto Bailleres, de Peñoles y el Palacio de Hierro, casi duplicó su riqueza en el último año, al pasar de 5 mil millones de dólares a 9.8 miles de millones de dólares. Es el segundo hombre más rico del país, aunque muy lejos de Slim; 3. Germán Larrea. Presidente ejecutivo de Grupo México, se colocó en el tercer sitio entre los multimillonarios mexicanos. Según Forbes, la fortuna de Larrea asciende a 7.3 miles de millones de dólares; 4. Jerónimo Arango, de Walmex mantuvo la fortuna que se le calculó en 2007 y que asciende a la nada despreciable cantidad de 4.3 miles millones de dólares; 5. María Asunción Aramburuzabala, accionista de Grupo Modelo y la empresaria más poderosa de México y de América Latina, tiene una fortuna calculada en 2.3 mil millones de dólares; 6. Isaac Saba Raffoul, de Casa Saba, subió en unos 300 millones de dólares su fortuna al pasar de 1.8 miles de millones a 2.1 miles de millones; 7. Ricardo Salinas Pliego, que hace negocio con los autos chinos, aumentó su fortuna a 1.7 miles de millones de dólares, aunque el empresario dueño del Grupo Salinas y de TV Azteca bajó en el ranking mexicano del sitio tres al siete; 8. Roberto Hernández, aunque no pagó los impuestos correspondientes a la venta de Banamex, vio disminuir su fortuna en unos 300 millones de dólares, pues su riqueza descendió de 2 mil millones de dólares a 1.7 miles de millones de dólares; 9. Emilio Azcárraga Jean, de Televisa, también vio bajar su fortuna de 2.1 miles de millones de dólares a 1.6 miles de millones de dólares; 10. Alfredo Harp Helú del Grupo Martí, posee en 2008 la misma riqueza que en 2007: 1.6 miles de millones de dólares; 11. Otro cuya fortuna dicen que descendió en el último año, fue Lorenzo Zambrano propietario de Cemex. Forbes calculó en su lista 2007 que Zambrano tenía 1.7 miles de millones de dólares, pero ahora estima que su fortuna asciende a 1.5 miles de millones de dólares... es probable que la próxima semana, cuando muchos mexicanos cobren su quincena, esta lista crezca de manera desorbitante, si no para qué pusieron a Sojo en el INEGI. 

 

Luis Javier Garrido

El efecto jazz

La peor crisis económica y financiera de Estados Unidos en más de medio siglo se está agravando en este otoño de 2008 y amenaza a los países sin capacidad de decisión autónoma y uncidos a Washington, como México, que se halla, por otro lado, enfrentando una situación política y social crítica derivada de las políticas del gobierno de facto de Felipe Calderón, que en menos de dos años ha creado un clima de inseguridad y de violencia sin precedentes con el pretexto mentiroso de estar luchando contra el narcotráfico.

1. El gobierno ilegítimo de Felipe Calderón ha entrado antes de cumplir dos años en un escenario de desastre sin precedentes, derivado tanto de su incompetencia y de sus tentativas privatizadoras antinacionales, que lo han llevado de fracaso en fracaso, como del escenario caótico creado por él mismo al lanzar anticonstitucionalmente a las fuerzas armadas a aparentar una lucha contra el crimen organizado, que lo único que ha producido es un inútil derramamiento de sangre, y éste ahora se agrava por la crisis financiera internacional, sin que se vislumbre una salida.

2. El país requiere con urgencia un cambio radical –de otras políticas que privilegien los derechos del pueblo por sobre los intereses de las trasnacionales, y de otros hombres para ejecutarlas, muy distintos a los yuppies extranjerizantes con los que Calderón pretende inútilmente gobernar–, pero las exigencias provenientes de todos los sectores se están multiplicando sin que el gobierno panista parezca tener otra prioridad que proseguir con una serie de manipulaciones tendientes a imponer una mayoría panista en la Cámara de Diputados en las legislativas de 2009.

3. El escenario actual de México requiere una lectura muy diferente de la que muchos analistas están haciendo, influidos por la propaganda oficial. La violencia generalizada que prevalece es consecuencia de las políticas deliberadas que instauró el gobierno de Calderón desde el primero de diciembre de 2006 para crear un escenario de caos que le permitiese mantenerse en el poder, a pesar de su ilegitimidad, e imponer los programas privatizadores, y no de los traficantes que tienen sus propios códigos, y que el pueblo ve claramente. En México no existe una violencia derivada de la lucha de los cárteles entre sí, como no hay tampoco, según se pretende, un narcoterrorismo.

4. Ese interés del gobierno panista en mantener el clima de violencia para amedrentar a la población y desmovilizarla, es lo que explica que lejos de tomar las medidas conducentes pretende arrojar aceite al fuego. Y es lo que explica también que lejos de prever medidas drásticas frente a la crisis financiera que está germinando, se pretenda ignorarla creyendo que puede contribuir al escenario del caos.

5. Las señales que vienen del Potomac y de Wall Street no dejan, sin embargo, lugar a dudas de cuál va a ser el escenario inmediato. Los republicanos y los demócratas de Washington están dando ya evidencias de que una vez más van a hacer recaer el costo de su crisis a la clase trabajadora estadunidense y, sobre todo, a los países subordinados a sus políticas como México, y esto va a ser así ocupe quien sea la Casa Blanca a partir del 20 de enero. De la misma manera que el gobierno panista de México, sometido por completo al exterior, va a pretender seguir haciendo lo que hasta ahora ha hecho: hacerle pagar el costo de sus erráticas políticas al pueblo y pasarle a las capas medias de la población, sobre todo al pueblo empobrecido, la factura de lo que ya se llama a nivel internacional el efecto jazz.

6. México estará destinado, en consecuencia, a pagar en parte el costo de la crisis del sistema financiero estadunidense de no cambiarse de políticas, y esto es responsabilidad de Calderón, pues no hay una fatalidad en el porvenir inmediato. Cualquier salida que le puedan dar a la crisis mexicana los grupos que actualmente pretenden gobernar, de seguir las cosas como están, va a ser, por consiguiente, dentro del modelo actual y del insignificante margen de acción que les dejan a quienes mandan en México tanto la Casa Blanca como los organismos financieros a los que han aceptado someterse.

7. La disputa que está aflorando entre los sectores más retrógrados del país sobre las medidas que ha de tomar el gobierno calderoniano para que la violencia que el mismo desató conduzca a algo o para que el efecto jazz no afecte demasiado al sector empresarial no refleja más que la miopía, la ineptitud y el entreguismo de los grupos oligárquicos que se han apoderado del poder en México. Y poco importa si Guillermo Ortiz (director del Banco de México) se opone al titular de Hacienda, Agustín Carstens, pues ambos obedecen dócilmente las directrices de Washington.

8. Las medidas que deben tomarse de urgencia para poner un alto a la debacle nacional no implican, sin embargo, más que algo muy sencillo: respetar el marco jurídico establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Es urgente que el gobierno de facto calderonista detenga su frenesí privatizador lo mismo de industrias estratégicas que del sector educativo, que el ejército y la Marina regresen a sus cuarteles y no realicen tareas policiacas y represivas que les están tajantemente prohibidas, que el gobierno cese de derrochar los recursos de la nación para poder imponerse de manera fraudulenta en 2009. Y, ¿por qué no?, que se establezca un gobierno que trabaje para los mexicanos y no para los intereses trasnacionales.

9. La dinámica política de los últimos meses de desastre del segundo gobierno panista no apunta, no obstante, a que exista en él talento ni voluntad política para darle salida a la grave crisis económica, política y moral a la que ha llevado al país, y sí, por el contrario, hay evidencias de que puede empecinarse en ahondar el escenario de caos que el mismo forjó, y para el que le sirven lo mismo la crisis política que la financiera.

10. Hay que recordar ante esto, y por lo mismo, que al margen de lo que decidan en las próximas semanas las cúpulas empresariales y políticas la salida no se halla arriba; está abajo.

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