Blogia
pueblapeje

Artículo del Profesor Wulfrano Torres Pérez

Artículo del Profesor Wulfrano Torres Pérez

OPINIÓN 

Del “haiga sido como haiga sido” al “no pasa nada” (al menos, por la cabeza de Calderón)

 
*WULFRANO TORRES PÉREZ

Los presidentes se convierten
en gerentes de empresas ajenas.
Los ministros de Economía
son buenos traductores.
Los industriales se
convierten en importadores.
Los trabajadores pierden sus trabajos.
Los campesinos pierden sus tierras
Eduardo Galeano.

 

Se ha vuelto una absurda costumbre que el presidente en turno hace todo lo que esta a su alcance para superar a su antecesor, pero en incapacidad y corrupción. En los poco más de 40 años de estos mal–gobiernos hemos tenido que padecer desde presidentes genocidas (Díaz Ordaz y Echeverría) hasta mandatarios tan corruptos, inmorales como incompetentes y descaradamente al servicio de una pequeño grupo que domina la economía nacional. En estas cuatro décadas perdidas nuestra moneda se ha devaluado en más de un mil por ciento, con el Fobaproa cargamos una de las deudas más altas del mundo, y gracias a nuestra clase política ocupamos uno de los primeros lugares a nivel mundial en corrupción, así como en la injusta distribución de la riqueza.

El modelo neoliberal que el PRIAN nos ha impuesto, obedeciendo los mandatos del FMI y del BM, privilegia los intereses del mercado y pone al Estado al servicio del poder económico. Son 11 los mexicanos, encabezados por Slim, los que sin vergüenza alguna aparecen en las revistas pornofinancieras mundiales; su riqueza supera los 155 mil millones de dólares, lo que equivale al 15 por ciento del PIB nacional. La fortuna de estos exitosos hombres de negocios creció en el año 2007 en 29.8 por ciento, mientras que el salario mínimo logró un “jugoso” incremento del cuatro por ciento.

Una pequeña muestra del amasiato entre el poder político y el poder económico en nuestro país es que durante el gobierno del “cambio” que resultó ser un fraude (“un gobierno de empresarios para empresario”, Fox dixit), la devolución de impuestos a los principales consorcios ascendió a 680 mil millones de pesos. Para refrendar dicho compromiso, y como un pago más por los servicios de campaña recibidos por esa clase depredadora (más que emprendedora), el “presidente del empleo” (que surgió de dicho fraude) les regresó el año pasado, por el mismo concepto, más de 130 mil millones de pesos. “Casualmente” dichos beneficiarios apoyaron “desinteresadamente” a Felipe Calderón para lograr “haiga sido como haiga sido” la presidencia de la República y de paso salvarnos de “un peligro para México”.

Para poder “crecer” (me refiero a la economía del país, no al que nos prometió “Un México ganador”), en los primeros 76 días del gobierno de Calderón, la deuda interna aumentó en 134 mil millones de pesos; la tasa de desempleo abierto a nivel nacional en enero de 2007 pasó de 3.96 por ciento (la más elevada para un inicio de año desde 2001) a 4.25 por ciento en el mes de septiembre pasado; asimismo, entre 2005 y 2008 el desempleo entre las mujeres jefas de familia aumentó en un 34 por ciento; hoy, cerca de 12 millones de mexicanos trabajan en la informalidad, y para rematar, en lo que va del presente año, la canasta básica ha aumentado más del 30 por ciento en promedio, además de los permanentes incrementos a los combustibles.

Abusando de la “ingenuidad” y generosidad selectiva del gobierno panista a favor de los empresarios “para vivir mejor”, un pequeño grupo de especuladores adquirió en condiciones ventajosas casi 10 mil millones de dólares de la reserva internacional de divisas del país, lo que provocó una devaluación de nuestra moneda, según el Banco de México, superior al 30 por ciento. Si un secuestrador que atenta contra la integridad, la dignidad y la vida de una persona y su familia merece cadena perpetua, ¿no debería pedirse la misma pena para los delincuentes que cometen los fraudes, la especulación, las privatizaciones de los recursos públicos en condiciones ventajosas para los particulares, la corrupción, el tráfico de influencias, etc. con lo que contribuyen a mantener sumidos en la pobreza a millones de mexicanos?

Otro gran “logro” de Calderón, por si lo anterior fuera insuficiente, para reconocer sus dotes de estadista, es el incremento significativo de la violencia e inseguridad en la que vivimos todos los días los mexicanos; de tal suerte que para el próximo año este es el rubro que absorberá la mayor partida presupuestal, a diferencia de los recortes que sufrirán la salud y la educación. 

Con base en esta pequeña lista de “promesas cumplidas y logros alcanzados” por este gobierno y que los mexicanos estamos “disfrutando”, ¿cuál debería ser el salario del “presidente del empleo” si se aplicará un pacto para mejorar la calidad del gobierno, tal como se lo quieren aplicar a los maestros?

Y sin embargo, aunque usted no lo crea, “en este país, no pasa nada”.

*Profesor de la Facultad de Psicología UAP torresw55@hotmail.com

0 comentarios