Dos hechos llaman la atención en la vida nacional: uno de ellos se refiere a la ilegal situación de Banamex, uno de los dos bancos más importantes del país, y el otro a los cambios ocurridos en el gabinete de Felipe Calderón.
Resulta, en el caso de Banamex, que a finales de febrero el gobierno estadounidense adquirió el 36 por ciento del capital accionario del grupo financiero Citigroup, que a su vez es el propietario del Banamex.
Hasta aquí no pareciera haber ningún problema. Para salvarlo de la quiebra, el nuevo gobierno estadunidense compra acciones y se hace propietario mayoritario de uno de los grupos financieros más importantes de Estados Unidos, todo se apega a la normalidad capitalismo, y si Banamex se ve involucrado en este asunto se debe a la política de apertura financiera seguida por los gobiernos neoliberales que ha permitido la entrega al capital extranjero de las tareas de intermediación financiera ejercidas por los bancos. Hoy, gran parte del mercado bancario está en manos del capital extranjero.
Sin embargo, la adquisición del Citigroup ha colocado automáticamente a Banamex en una situación absolutamente ilegal... en México. En efecto, de acuerdo con el artículo 13 de la Ley de Instituciones de Crédito que regula al sistema bancario mexicano, establece con precisión: “No podrán participar en forma alguna en el capital social de las instituciones de banca múltiple personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad”.
Para decirlo con precisión, ningún gobierno extranjero puede ser propietario de ningún banco que opere en México. La razón es simple: es un asunto de soberanía nacional no permitir a un gobierno extranjero manejar el ahorro social y decidir sobre la orientación del financiamiento en el país.
La situación tiene una solución compleja en tanto está implicada la relación política y económica con Estados Unidos; sin embargo, el hecho abre una estupenda oportunidad para rescatar, ahora sí de verdad, y no como ocurrió con el Fobaproa, una institución bancaria que pueda ser puesta al servicio de los intereses nacionales y sacarla del círculo mercantil, donde se atiende sólo al lucro. En pocas palabras, ¿por qué no proceder a la nacionalización de Banamex? La ley y la razón estarían de parte de esa acción; pero no será el gobierno ilegítimo de Felipe Calderón el que tome esa decisión, que permitiría iniciar a México en un camino diferente al neoliberal. De verdad, hoy cuánto lamentamos no tener un gobierno capaz de tomar esa decisión histórica y patriótica.
Hágame usted el... favor
¡Cuidado! Triste futuro espera al país si el Vaticano empieza a imponer los criterios de las leyes que rigen la vida nacional... ya preparan los panistas un sonoro festejo cuando caiga el primer aguacero del año, y esperan se inunden sin remedio los negocios del Centro Histórico, donde la remodelación no incluyó banquetas, y dicen, las aguas de la lluvia inundarán los locales comerciales... pues el domingo fue el “Día Internacional de la Mujer” y mire que las podrán incluir en los festejos oficiales, pero su situación no la van a poder remediar. Imagínese, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que la presente crisis económica global podría provocar que otras 22 millones de mujeres en todo el mundo pierdan sus empleos este año. En su informe “Tendencias de empleo para las mujeres”, la OIT destacó que aunque la recesión golpea primero a los hombres, las mujeres no podrán escapar del revés económico, sobre todo las que viven en países en desarrollo, en especial en América Latina y el Caribe, porque el desempleo ya se ha extendido a las actividades de servicios, como las ventas y el turismo, donde dominan las mujeres. Y en esos países van a ser afectadas las mujeres que trabajan en agricultura o en áreas como en el servicio doméstico o empleos temporales, porque en esos sectores no tienen beneficios laborales que las protejan. “Ellas no tienen protección social y son especialmente vulnerables en tiempos de recesión económica”, señala la OIT... la sonora y prolongada rechifla a Agustín Carstens el domingo en el beisbol es lo menos que se merece este secretario de Hacienda incapaz de comprender la realidad económica del país.
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