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Artículo de Jaime Ornelas Delgado

Artículo de Jaime Ornelas Delgado

TENDAJÓN MIXTO 

Quien encuentre a la izquierda, favor de devolverla

 
Jaime Ornelas Delgado

Respecto de la jornada electoral del pasado domingo, quién más, quién menos, tiene su opinión, y a la primera provocación la suelta en ocasiones, con un cierto dejo de suficiencia con el cual aparentan sabiduría e inteligencia política, cualquier cosa que eso signifique.

A más de los lugares comunes tan socorridos por los locutores de Televisa y Tv Azteca, saltan sin embargo, algunas cuestiones de cierta trascendencia. Por ejemplo, en Puebla nos enteramos de la existencia de encuestas mentirosas que, sin más, daban triunfador al PAN en algunos distritos de los 16 existentes; incluso, se decía que iban a ser ocho  o más para Acción Nacional pues el PRI había perdido la delantera que tenía a principio del año. Finalmente, el dato duro fue: “cero para Acción Nacional”.

Algo más. Pocos se refieren a la elección como un referéndum al gobierno de Felipe Calderón. Pero su partido así la planteó, votar por el PAN para apoyar al presidente en su “heroico” combate contra la delincuencia organizada. En realidad, la votación nacional debe ser reconocida como el repudio mayoritario de los votantes respecto al gobierno de Calderón, tan ineficiente e ineficaz para enfrentar cualquier problema.

Por otra parte, los promotores del voto anulado dicen que su votación fue muy alta y, ahora sueltan una sarta de sandeces como que eso significa aprobar la reelección de diputados, senadores y presidentes municipales; disminuir el número de diputados y senadores; eliminar los diputados de representación proporcional y un monto de zarandajas más. En realidad, del voto anulado nadie sabe su significado, y habrá que preguntárselo a quienes lo llevaron a cabo.

Finalmente, pueden o no gustarnos los resultados, causarnos beneplácito o malestar, hasta asombro si se quiere, pero da gusto que en Campeche el electorado no haya favorecido a los panistas, a la familia de Mouriño que apoyaba al candidato del PAN, quien pretendió financiar su campaña electoral a costa de los recursos de la Lotería Nacional. Regocija también ver desesperados a los “analistas” de la televisión, de las dos cadenas monopólicas, desencajados pretendiendo hacernos creer que los resultados para la derecha, que ellos representan, no son tan malos. Y no hay duda, la mayor felicidad, si puede haberla, es el retiro de Germán Martínez de la política, actividad que con su arrogancia, sus provocaciones y sus desplantes de pequeño Hitler se encargó de deteriorar ante los ciudadanos. Si con él, otros personajes del mismo talante abandonan la política, las elecciones del pasado 5 de julio habrán servido como una especie de purga al sistema, que ahora será más benévolo.

No podemos dejar este comentario, sin lamentar el hecho evidente de que las fuerzas democráticas no hayan sido protagonistas del proceso. En varias entidades de la República, simplemente, la izquierda desapareció del mapa electoral y es una vergüenza política que el Verde haya obtenido, en varias partes del país, una votación superior a la del PRD, y de ninguna manera consuela, por insuficiente, que el PT y Convergencia hayan podido mantener su registro. Y es por lo menos  lamentable que en este proceso los ciudadanos no hayan podido conocer los planteamientos de la izquierda y que se haya perdido el enorme caudal de sufragios obtenido en 2006 a favor del proyecto alternativo de nación propuesto por la Coalición por el Bien de Todos. En este caso, hay muchas cosas que explicar y sobre las cuales reflexionar.

Ante esto, urge convocar a un foro para discutir a fondo y sin complacencias, las perspectivas del movimiento democrático en Puebla y en México, tan atrasado en relación a lo que ocurre en otros países latinoamericanos.

Por último, sólo la unidad de la izquierda democrática, podrá frenar la tendencia al bipartidismo que ya se expresa con fuerza en el país y que los medios masivos de comunicación se han encargado de reforzar haciéndonos creer que sólo hay dos opciones posibles. Si eso llega a ocurrir, si desaparece la opción democrática de izquierda, habrá llegado la barbarie.

 

Hágame usted

el... favor

 

Apenas había escrito la semana pasada las mayores loas sobre Río de Janeiro, cuando me tuve que merendar mis palabras.

Ese día, al concluir la sesión del seminario al que asistí invitado por la Asociación de Académicos de la Universidad Federal de Río de Janeiro, eran las 7 pm y nos invitaron a cenar, la mayor parte de los invitados alegamos que era muy temprano, que la cena era a las 9 o 9:30 pm  y los anfitriones, con una sonrisa medio socarrona, nos reiteraron la invitación. Así, subimos a la camioneta que nos llevaría a nuestro destino a donde llegamos a las 9:15 pm, es decir, hicimos dos horas con 15 minutos en un recorrido que por la mañana no tarda más de 20 o 30 minutos, el tráfico es infernal, desesperante y, nos dicen, todos los días es así... De todos modos Río es una fiesta desbordada de color, mar y mujeres bellas, que lucen con descaro los dones que les concedió la naturaleza o los que han adquirido en el gimnasio y en las largas caminatas por Copacabana e Ipanema y, lo más sobresaliente, nadie, nadie las molesta con un “mamacita”...  “Pide el PAN al IFE el recuento en 2 mil casillas”. ¿Se acuerda usted de 2006, cuando millones de ciudadanos exigían recontar “voto por voto, casilla por casilla”, y se les respondía que no era posible, pues los votos ya habían sido contados por los ciudadanos y el recuento sería desconfiar de quienes habían sido funcionarios de casilla? ¿Cuál es ahora el argumento para pedir lo que hace tres años rechazaron? “Seis de cada 10 poblanos desaprueban a Felipe Calderón”. Son pocos ¿o no?...

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