Artículo de Virginia González Melgarejo

Suprema Corte de... ¿Justicia?

 

VIRGINIA GONZÁLEZ MELGAREJO

 

Después de sus vacaciones veraniegas, la Suprema Corte de Justicia de la Nación en una votación dividida, ocho votos a favor y tres en contra, decidió ejercer su facultad de realizar investigaciones y lo hará respecto del incendio ocurrido el pasado 6 de junio en la Guardería ABC de Sonora.

El ministro Sergio Aguirre Anguiano, en su dictamen se opuso a que el caso fuera atraído por la Corte, argumentó que no podía, aunque quisiera, impartir justicia. Y dijo: “Lamentó en extremo que a los padres de los críos fallecidos o de los pequeños lesionados se les engañe diciéndoles que la Corte puede y debe, conforme a esa atribución, impartir justicia. Nada más falso”. Además, del cinismo, según su análisis, el caso no tiene trascendencia en la vida de la nación. ¡Hágame usted el favor! Si la muerte de 49 niños no tiene trascendencia, que habrá de suceder ¿o cuántos muertos se necesitan para que sea un asunto trascendente? Su postura fue respaldada por dos ministros más; los ocho restantes estuvieron de acuerdo en esclarecer los lamentables hechos, formando una comisión que investigará sobre el régimen jurídico de la subrogación, averiguará si las autoridades inspeccionaban y vigilaban que se cumplieran sus observaciones en la Guardería ABC; sobre la intervención de autoridades de Sonora y Hermosillo en la expedición de permisos del inmueble, y si el incendio pudo haberse evitado. Tendrán 15 días para presentar su proyecto de investigación y seis meses para llevarla a cabo.

Desalentador y vergonzoso ha sido el desempeño de la Corte, su proceder ha dejado mucho que desear. Ahí está el caso de la periodista Lydia Cacho, en el que el gober precioso y Kamel Nacif gozan de total impunidad con el aval de los ministros; y lo mismo ocurre en el caso de Atenco y Oaxaca, donde el máximo tribunal mostró su vocación de servicio a favor de quienes detentan el poder político y económico.

Esperemos que en esta ocasión los culpables sean sancionados y se ponga orden en el funcionamiento de las guarderías, para que nunca más sucedan tragedias como la ocurrida en esa estancia subrogada a particulares sin escrúpulos y cercanos al poder.