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Artículo de Arturo Huerta González

Artículo de Arturo Huerta González

ALTERNATIVA ECONÓMICA  

 La política fiscal instrumentada acentuará la crisis y el desempleo

 

ARTURO HUERTA GONZÁLEZ

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha señalado que habrá restricciones presupuestales en 2010, y que se tomarán decisiones difíciles para asignar recursos limitados. Informó que habrá un faltante financiero de 300 mil millones de pesos, pero en la Cámara de Diputados se habla que será de alrededor 600 mil millones de pesos.

Tal situación es resultado de la gran dependencia en que se cayó desde hace décadas de los ingresos petroleros, los cuales el año pasado cubrieron el 40 por ciento del total de ingresos del sector público. Se pensó que siempre nuestro país contaría con tales recursos, y de ahí que ha predominado una política tributaria que no grava al capital financiero, y donde los grandes capitales y empresas han contado con bajos impuestos, con la creencia que ello impulsaría la inversión y la actividad económica. Sin embargo, ello no se ha dado. Los grandes excedentes de la cúpula empresarial han pululado en la esfera financiera–especulativa, llevando ello a la crisis que económica y fiscal que actualmente enfrentamos.

Nuestro país ya no contará con los ingresos petroleros en la proporción que se dio en los años pasados, pues la producción y las exportaciones petroleras están disminuyendo, y además, con la reforma tributaria aprobada recientemente, gran parte del excedente irá para las empresas privadas que controlan los proyectos de inversión en dicha empresa.

Como el gobierno se empecina en la disciplina fiscal, y quiere evitar caer en crecientes déficit fiscales, a fin de no mandar señales “negativas” al capital financiero, en el sentido de que ello pueda ocasionar inflación y mayor devaluación, se ha avocado a restringir el gasto e inversión pública, como a tratar de incrementar impuestos.

 El problema es que no se pueden aumentar ni introducir nuevos impuestos en un contexto de recesión. Los ingresos de empresas e individuos están disminuyendo, y no tienen capacidad de pago de impuestos. De ahí que esté decreciendo la captación tributaria.

Si en realidad el gobierno quiere cerrar ese hueco fiscal, sin afectar el nivel de vida de las grandes mayorías, podría establecer impuestos especiales que gravaran al sector financiero y bancario (que son los que han ganado con la política actual), y además introducir el impuesto patrimonial, en la perspectiva de que pague el que más propiedades, más activos reales y financieros y más ingresos tienen. Pero eso no pasa por la mente de quienes nos gobiernan, a fin de no afectar al gran capital.

El ajuste que proponen se concentrará en la disminución del gasto e inversión pública, y en impuestos  que gravarán sobre todo al consumo, lo que afectará el poder adquisitivo de la población.

Se contraerá así más la inversión y el consumo, y la actividad económica. Es decir, a la caída de exportaciones, de las remesas, de la inversión y consumo del sector privado, se le sumará la reducción del gasto público, por lo que la contracción económica en el 2010, no será muy diferente a la de 2009.

El Secretario de Hacienda ha reconocido que “la economía mexicana no participará de la recuperación global pronosticada en 2010”, pero lo que ellos no aceptan, es que esto es consecuencia de la crisis que enfrentamos, como resultado de la política predominante. La crisis externa sólo vino a precipitar nuestra crisis, la cual ya venía gestándose, y de ahí el bajo crecimiento, no obstante los grandes recursos con que contó el país. El problema es que no quieren cambiar dicha política, sino que la siguen defendiendo y aplicando. Ahí está el discurso de Calderón en Uruguay, al afirmar que la amenaza real contra el crecimiento de la región, es el proteccionismo. El cual, según él, “es una respuesta incorrecta que responde a apetitos políticos de carácter interno de los países, pero que exacerba los problemas y las dificultades de nuestros pueblos”. Y añadió que “somos un país que está convencido de los beneficios del comercio”. ¿Dónde están esos beneficios señor Calderón? Ese libre comercio nos ha llevado a tener menos industria, menos agricultura, menos empleo formal, presiones crecientes sobre el sector externo y una gran dependencia de la entrada de capitales.

No se puede seguir con tal política, que favorece a aquellos países que nos venden sus productos, y que se apropian de los activos nacionales. La Constitución señala que hay que anteponer los intereses nacionales, frente a los internacionales.

El Señor Calderón afirmó que ya se está acabando el punto más crítico de la crisis y que los mexicanos deberán enfrentar un shock económico en 2010, a raíz de los problemas de las finanzas públicas. La problemática nuestra es tal que a la crisis fiscal, se le sumará la crisis bancaria, ya que la contracción económica recrudecerá la cartera vencida, que llevará a otra quiebra bancaria, y demandará otro Fobaproa. A la crisis económica, fiscal, bancaria, se le sumará la crisis del sector externo, pues habrá salida de capitales, que ahondarán el déficit externo y disminuirán las reservas internacionales, que llevarán a mayores presiones sobre el tipo de cambio. Hemos insistido aquí que de continuar el gobierno con la política económica que ocasionó la crisis, se tendrá más crisis, y desgraciadamene, los datos lo corroboran.

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