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Debates en el senado, sesiones 1 y 2

 

PRIMER DÍA DE DEBATES

 

Versión estenográfica del “Primer Foro de los Debates sobre los Principios que deben regir la Reforma Energética”, convocado por las Comisiones Unidas de Energía y Estudios Legislativos, presidida por el C. Senador Francisco Labastida Ochoa, realizada en el edificio de Xicoténcatl 9, patio central, hoy por la mañana. (10:00 horas)

-EL C. SENADOR SANTIAGO CREEL MIRANDA, Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República: Muy buenos días tengan todos ustedes. En primer lugar, a nombre del Senado de la República, les doy la más cordial bienvenida a los presidentes de los partidos políticos nacionales aquí presentes, senador Manlio Fabio Beltrones Rivera, Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República; licenciado Germán Martínez Cázares, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional; licenciada Beatriz Paredes Rangel, Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, bienvenida; ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, igualmente bienvenido; diputado Jorge Emilio González Martínez, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Verde Ecologista de México; señores coordinadores de los grupos parlamentarios, tanto del Senado de la República como de la Cámara de Diputados; senador Francisco Labastida Ochoa, presidente de la Comisión de Energía; senador Alejandro Zapata Perogordo, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos; doctor Carlos Elizondo Mayer Serra, bienvenido; licenciado David Ibarra Muñoz, bienvenido; doctor Lorenzo Meyer Cosío, bienvenido; licenciado José Agustín Ortiz Pinchetti, bienvenido.

También deseo saludar a las señoras y señores legisladores que se encuentran presentes aquí con nosotros; y en forma particular a los representantes de los medios de comunicación que cubren estos foros de debate y que el día de hoy nos acompañan; señoras y señores.

Hoy, con la reunión de los presidentes y líderes políticos de los diversos partidos políticos, así como de académicos y de expertos en la materia, comienza de manera formal los foros de debate sobre la Reforma Energética.

El acuerdo que los hizo posible establece, con toda claridad, que su objetivo principal es que tenga una amplia difusión a escala nacional. Y estoy seguro que este objetivo se cumplirá plenamente.

Si bien, hoy se da inicio a estos foros. Hace apenas algunos días la secretaria de Energía y el Director General de Petróleos Mexicanos, entre otros servidores públicos del sector, acudieron al Senado a fundamentar, analizar y a debatir los pormenores de la iniciativa de reforma que presentó el Presidente Felipe Calderón.

Sé que durante el desarrollo de este ejercicio habrá propuestas, habrá planteamientos diversos que además se podrán sobre la mesa problemas y sugerencias de toda índole.

Sé que los debates serán sin duda intensos y apasionados; no me los imagino de otro modo, pero creo que se trata precisamente de eso.

Sin debates, sin discusión, sin exponer y defender cada cual sus ideas, sus puntos de vista, no hay avance posible.

El acuerdo político que permite llevar a cabo estos debates surgió por la indiscutible importancia que el petróleo tiene en México y también en el mundo.

Tanto en el ámbito del desarrollo nacional como en las relaciones internacionales, el petróleo adquiere gran importancia por su carácter estratégico.

Al hablar de petróleo no solamente se hace referencia al energético que aporta beneficios a la economía; se habla sin duda también de un producto sin el cual la capacidad industrial y comercial de las naciones enfrentaría dificultades casi imposibles de superar.

Para los mexicanos el petróleo es incluso más que eso. En México el petróleo es historia, es orgullo y nos identifica como país.

En marzo de 1938, al expropiarse las empresas petroleras a favor de la nación, los mexicanos de ese tiempo encontraron que ante ello se habría el futuro, un mismo futuro para todos. Esa fue la grandeza de la expropiación petrolera del 38, esa es precisamente la grandeza que debemos de preservar.

Los foros que hoy comienzan son, sí, efectivamente para que los partidos políticos, los grupos parlamentarios y la sociedad civil fijen posiciones, pero son, hay que decirlo con claridad, más que eso, son también las instancia para analizar los planteamientos de la propuesta del titular del Poder Ejecutivo Federal.

Incluso hay que subrayar que su importancia va más allá, porque aquí se van a contrastar posiciones, se eliminarán planteamientos sin sustento y se defenderán, sobre todo, principios políticos.

Además, estos foros constituyen el espacio para presentar nuevas propuestas, inclusive nuevas iniciativas.

Con todo ello, la importancia de estos foros es mucho mayor, puesto que deben de servir como punto de partida para construir entre todos la mejor Reforma posible, la mejor desde todos los ángulos y puntos de vista.

Aquí lo económico, lo político y lo social deben de reunirse y armonizarse para transformar nuestra industria petrolera.

Con la misma grandeza de miras que hace 70 años nos hizo dueños indiscutibles del petróleo, el Poder Legislativo tiene hoy ante sí al responsabilidad de acordar la mejor reforma posible que permita incrementar la plataforma petrolera para los mexicanos de hoy, y en forma particular que asegure la de las generaciones futuras.

Igualmente tenemos el deber de construir la mejor reforma posible para fortalecer a Petróleos Mexicanos a fin de que continúe sirviendo como instrumento y motor del desarrollo económico y social de México.

En suma, hoy comienzan los foros en un contexto eminentemente legislativo, cuyos trabajos servirán como herramienta insustituible en el trabajo que llevaremos a cabo como legisladores cuando dictaminemos las iniciativas que se han presentado y las que en su caso se presenten más adelante.

Todos los grupos parlamentarios han reconocido la necesidad de llevar a cabo una Reforma Energética. Ese debe ser precisamente el sentido del ejercicio que iniciamos el día de hoy.

El objetivo final consiste en dar a México la mejor Reforma Energética que seamos capaces de convenir.

Gracias.

(Aplausos)

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Queremos dar la más cordial bienvenida a los presidentes de los partidos y agradecer muy formalmente la presencia del senador Santiago Creel Miranda y del senador Manlio Fabio Beltrones, quienes junto con los coordinadores de los grupos parlamentarios, nos hacen el honor hoy de esta presentes. Muchas gracias por su presencia. Carlos, muchas gracias por tu presencia. Señores presidentes de los partidos.

El día de hoy damos formalmente inicio a esta serie de foros de debate sobre la Reforma Energética que ha convocado el Senado de la República.

Valoramos la presencia de los dirigentes de los partidos y de los coordinadores de los grupos parlamentarios, así como de tan distinguidos intelectuales que hoy nos hacen el favor de acompañarnos.

Las reuniones que realizarán con intervenciones que tienen un máximo de 30 minutos, hasta 30 minutos.

Enfrente de ustedes tienen un reloj que irá marcando cómo transcurre el tiempo. Y como los primeros relojes que hemos conseguido no registran hasta 30 minutos, tendrán 20 minutos marcados, a los cuales se les agregarán, en su oportunidad, otros 10.

Me permito comentarlo porque en su momento quien se exceda se les quitará el uso del micrófono.

Después de las intervenciones de los cuatro dirigentes políticos y presidentes de los partidos, tendremos oportunidad de disfrutar de un intercambio de opiniones y debate entre ellos.

Las primeras intervenciones serán de 5 minutos con derecho a réplica y contra réplica hasta por 3 minutos, y después de ello civilizadamente haremos un receso de 10 minutos, para pasar a la segunda ronda del debate, en donde también los ponentes tendrán derecho del micrófono hasta por 30 minutos con un debate posterior y cerraremos con preguntas de los senadores y de los diputados, pero me están informando que ya cambiaron el reloj, ya conseguimos unos de 30 minutos, los avances de la tecnología están alcanzando el Senado.

Cerraremos, como les comentaba, con intervenciones de senadores y de diputados, con preguntas hasta por cinco minutos, respuestas hasta por cinco minutos y contrarréplica hasta por 3 minutos.

Hecha esta introducción y después de haber realizado un sorteo de quiénes harían uso de la palabra y el orden en los cuales lo expresarían, le pediría al Licenciado Germán Martínez Cázares, que exprese su exposición hasta por 30 minutos, como ustedes saben, el Licenciado Germán Martínez Cázares, dirige el Partido de Acción Nacional y le damos la más cordial bienvenida.

-EL C. LIC. GERMAN MARTINEZ CAZARES: Muchas gracias senador Francisco Labastida Ochoa, saludo y agradezco la invitación del senador Santiago Creel, del Senador Manlio Fabio Beltrones, también saludo al senador Carlos Navarrete, coordinador del Partido de la Revolución Democrática.

Asimismo saludo a la licenciada Beatriz Paredes, Presidenta del Partido Revolucionario Institucional, al Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Jorge Emilio González Martínez y a los representantes de todos los partidos políticos en este foro y a los intelectuales que esta mañana participan en este foro.

El Presidente de la República, Felipe Calderón presentó el 7 de abril pasado una iniciativa de reforma al sector de hidrocarburos, el PAN, inmediatamente y sin reserva hizo suyas.

La deliberación que hace Acción Nacional en general, y en este caso sobre PEMEX, siempre la hará razonando con entusiasmo la oferta propia, pero escuchando y poniendo su voluntad política por delante, para encontrar bondades para la nación en el argumento ajeno.

Queremos hacer de PEMEX un instrumento efectivo del desarrollo del país, queremos con claridad de propósito y con la mirada puesta en el mañana, sin nostalgias tan claras en falsos tabús, fortalecer a Petróleos Mexicanos; PEMEX y el petróleo pertenece a los mexicanos y así se mantendrán.

El gobierno del Presidente Calderón y el Partido Acción Nacional nunca han pretendido la transferencia a particulares de los activos bienes o del dominio sobre la renta petrolera.

Miente quien afirma que el Presidente o el PAN queremos convertir a PEMEX en una empresa privada; miente quien afirma que queremos vender PEMEX al capital extranjero, el Gobierno de la República y Acción Nacional han construido una alternativa para hacer de PEMEX una empresa pública fuerte, financieramente viable, tecnológica y corporativamente moderna, competitiva, sustentable y transparente a la altura de otras empresas públicas como la brasileña “PETROBAC” o la Noruega “Stadoy”, con la fuerza de esa convicción de futuro defenderemos a PEMEX de la verdadera amenaza privatizadora, de esa privatización política que algunos buscan para desestabilizar a la democracia mexicana y para conseguir lo que no obtuvieron en las urnas.

Esa privatización política que placea el fantasma de la privatización económica y que busca cancelar de tajo la posibilidad de cualquier discusión racional sobre los mejores diseños institucionales para garantizar la seguridad energética y fortalecer a la industria petrolera de México.

La privatización política de hoy no es lejana en intención ni finalidad a la quema de pozos petroleros de hace un par de décadas o a la reciente colocación de explosivos en los ductos de PEMEX, se privatiza a PEMEX cuando se busca conseguir fines políticos propios, cuando se afijan los resentimientos de derrotas electorales, se privatiza PEMEX cuando se usa el petróleo, que es de todos como medio para conquistar el liderazgo de un partido, se privatiza y se traiciona a PEMEX cuando se usa el petróleo para fomentar odio, división y violencia entre mexicanos. Esa privatización política prefiere la debilidad de PEMEX antes que perder una bandera de movilización social, prefiere que el petróleo se agote antes que perder la oportunidad de enconar a los mexicanos, PEMEX no debe ser rehén ni botín de nadie, Acción Nacional no pretende la privatización económica, ni permitirá la privatización política de los recursos que pertenecen a todos.

La primera condición de entendimiento político, de convergencia totalmente útil en la pluralidad democrática es aceptar que PEMEX y el petróleo mexicano son recursos estratégicos para el desarrollo de la nación, es asumir que PEMEX y el petróleo mexicano no son capillas de interesada veneración ideológica, el tema del petróleo es un recurso gastado y premoderno del paso nacionalismo que algunos vehementemente insisten en proclamar.

La identidad nacional para el PAN está cifrada en la capacidad de los mexicanos de construir una sociedad justa, el paso nacionalismo como ideología se inventa enemigos para desplazar la conciencia de los desafíos internos, el falso nacionalismo como ideología inventa fantasías, conspiraciones y complots para dejar las cosas como están y seguir lucrando políticamente con PEMEX. Desde ese nacionalismo falsario, se ha intentando combatir a la iniciativa que ha presentado el senador Felipe Calderón y que respalda sus reservas el Partido Acción Nacional, ese falso nacionalismo que en el fondo qué paradoja es un argumento conservador, no permite tocar ni reformar nada, no propone nada, no busca nada, desde ese vacío, durante más de dos meses, sólo se escucha un eco de resentimiento por la derrota electoral del 2006, sería deseablever redactada y presentada una iniciativa de reforma a PEMEX de los que se oponen a la iniciativa del Presidente Calderón, y están dispuestos a presentarla, deben ser discutidas y votadas en el Congreso, frente a esos teólogos del petróleo, es ocioso hilvanar gastos de gestión de PEMEX, es innecesario formular proyecciones sobre la demanda mundial de energéticos, es una pérdida de tiempo calcular la posibilidad real de enfrentar esa demanda y medir objetivamente la capacidad instalada de Petróleos Mexicanos.

Para los pontífices del petróleo no es relevante que al ritmo actual de producción las reservas probadas sólo alcancen para nueve años, para ello, la producción del petróleo crudo en 472 mil barriles diarios entre 2004 y el primer trimestre de 2008 es mera necedad de tecnócratas sin sensibilidad social, la pérdida de poco más de 150 mil millones de pesos anuales que esto representa, es decir, casi 4 veces el Fondo Nacional de Infraestructura para 2008 ó 4.5 veces el presupuesto anual del programa de Oportunidades es simplemente anécdota financiera, el PAN cree que la cuestión social de los mexicanos depende de la eliminación de la injusticia y por tanto PEMEX debe ser reformado para aumentar su potencial transformador de la riqueza natural en bienes y servicios.

PEMEX debe ser instrumento de Política Pública para combatir la pobreza, para ensanchar la cantidad y la calidad de la infraestructura productiva, para generar empleos en México, para dinamizar a nuestra economía, de ese falso nacionalismo se suele afirmar que para aumentar la rentabilidad de PEMEX y en particular para ampliar las reservas probadas y la producción en regiones potenciales como aguas someras y profundas, no es necesario diversificar las fuentes de financiamiento, sino que basta con otorgar autonomía presupuestal a la paraestatal y a sus organismos subsidiarios.

Hagamos cuentas, según estimaciones de la Secretaría de Hacienda, las entidades federativas reciben cerca de 124 mil millones de pesos anuales por concepto de participaciones en los ingresos petroleros estimados en la Ley de Ingresos de la Federación, al menos para el ejercicio del 2008.

Debemos preguntarnos con honestidad si los habitantes del Distrito Federal están dispuestos a renunciar a los más de 15 mil millones de pesos anuales que recibe la ciudad de ingresos petroleros estimados en la Ley de Ingresos.

O bien, si los habitantes del Estado de México están dispuestos a aportar su participación de más de 14 mil millones de pesos anuales para sufragar los 225 mil millones de dólares que cuestan los mil 500 pozos exploratorios que se necesitan para extraerle potencial disponible en aguas profundas.

En el presupuesto público un peso dispuesto a un destino se sacrifica de otro destino, las demagogias nacionalistas generan aplausos en el Zócalo, pero no logran alterar las reglas de la aritmética; uno de cada tres pesos que gasta el gobierno federal y los gobiernos estatales y municipales proviene de los ingresos derivados del petróleo.

En efecto, Pemex aporta aproximadamente 850 mil millones de pesos al presupuesto total de todo el país. De mantenerse las cosas como están, el dinero que se requiere para exploración y desarrollo de nuevos yacimientos de petróleo y gas tendría que restarse de los fondos que Pemex aporta a la inversión en infraestructura, a la inversión en seguridad público o al gasto social.

Permitir que Pemex pueda contar con el apoyo económico que requiere, es un medio para hacer más con menos, es el camino para aumentar la renta petrolera, la productividad de Pemex sin sacrificio de la capacidad del estado para atender las necesidades básicas de la población, y sin reabrir la irresponsable receta populista del endeudamiento público que perversamente traslada el pago del costo a las futuras generaciones.

La soberanía nacional no se afianza conservando la situación actual de Pemex, por el contrario, las limitaciones de Pemex son riesgosas para la independencia económica de México y de su viabilidad en materia de energía. La verdadera amenaza a la soberanía es nuestra dependencia a las compras de gasolina y otros petroquímicos básicos en el extranjero.

La capacidad de refinación de Pemex es insuficiente para atender la creciente demanda de petroquímico. Hoy en día provienen de importaciones cuatro de cada diez litros de gasolina que se consumen en nuestro país, de no atender esta situación en el año 2015 las importaciones serán equivalentes a la mitad de la demanda nacional; en 2028 dichas importaciones duplicarán a la producción nacional.

México necesita aumentar su capacidad de refinación con el propósito de cerrar la brecha de importaciones y por tanto de reducir significativamente la dependencia del exterior. El Sistema Nacional de Refinación puede ser un instrumento de política pública para generar empleos en México y aumentar la recaudación del estado, para lograr dichos objetivos e incrementar la seguridad del suministro se requiere concluir la reconfiguración de Minatitlán, invertir en conversión tecnológica de tres de las seis refinerías en la instalación de al menos seis nuevas en territorio mexicano en los próximos veinte años, y en la ampliación de la red de ductos y de plantas de almacenamiento.

Estas actividades tienen un valor aproximado de 85 mil millones de dólares, sin diversificar las fuentes de financiamiento Pemex tendría que destinar el equivalente a cuatro veces los recursos petroleros excedentes que recibieron las entidades federativas durante 2007; es decir, sólo la inversión en materia de refinación equivale a dejar sin excedentes petroleros a la totalidad de las entidades federativas durante cuatro décadas, y aún haciendo lo anterior el reto no sólo es financiero, sino también de desarrollo tecnológico y ejecución y operación de proyectos.

A diferencia de lo que se suele afirmar desde otras trincheras, también paradójicamente la participación del sector social y privado en actividades de Pemex puede ser exitosa. Por ejemplo, en 1993 Pemex, en ese entonces dirigida por Francisco Rojas Gutiérrez, adquirió el 50% de los derechos de propiedad de la refinería Deer Park, en Texas, con un contrato de 30 años que vence hasta el 2023 con un doble propósito: por una parte, desarrollar un mercado para la oferta de crudo Malla proveniente de Cantarell y, por otra, complementar la oferta de combustibles del mercado interno.

Fue, sin duda, una decisión explicable en el contexto de las restricciones legales para concertar en territorio mexicano esquemas similares de asociación en coparticipación con el sector privado. Esa asociación estratégica con la transnacional Shell se ha traducido en utilidades cercanas a los mil millones de dólares anuales, el 78% del crudo que procesa Deer Park es petróleo mexicano; las refinerías y las plantas petroquímicas asociadas generan más de mil 700 empleos directos y más de 4 mil empleos en total en Tecas, y ha pagado al gobierno de los Estados Unidos impuestos por un monto de alrededor de 500 millones de dólares anuales en los últimos tres años, es una de las empresas más eficientes, según el índice de desempeño de “Solomon”.

Pregunto: ¿Qué no sería bueno que esos empleos y esa recaudación fiscal estuvieran en México? ¿Qué nacionalismo es ese que defiende empleos en Estados Unidos y defiende generación de impuestos en Texas? Por eso apoyamos la iniciativa del Presidente Calderón para que el beneficio social de Pemex lo reciban los mexicanos.

Porque, en efecto, la iniciativa del Ejecutivo recalca que Pemex es de y para los mexicanos. El falso nacionalismo también es nocivo y hasta inútil para defender el petróleo, los altos precios del petróleo están acelerando la transición hacia fuentes alternativas de energía, la escalada mundial de precios del petróleo le ha dado viabilidad comercial y económica a energías distintas al petróleo.

Ya existen tecnologías que permiten transitar a un mundo casi sin petróleo, el momento oportuno para aprovechar nuestra riqueza petrolera es justamente ahora cuando el petróleo juega un papel relevante en la economía internacional. El momento es ahora, no es tiempo de apostarle a la política de la penuria, no es tiempo de regatearle un futuro de aprovechamiento del petróleo a las nuevas generaciones.

Ningún gobierno ni tampoco ningún partido tiene derecho de perder el patrimonio nacional con rabietas, leyendas ni consignas de ocasión. Otra paradoja que se asoma en el horizonte es la que se nos ofrece desde los que se dicen guardianes de la constitucionalidad, que son los mismos, algunos de ellos, los que encabezaron la violación al espíritu y a la Constitución al tomar las tribunas del Congreso de la Unión e impedir éste debate sobre la Reforma de Pemex.

Debemos hacer memoria constitucional, la Constitución del XVII permitía la explotación a través de concesiones de todos los recursos naturales sujetos al régimen de dominio directo de la nación. La Reforma Constitucional de 1940 introdujo una excepción: no se expedirán concesiones para el petróleo y carburos de hidrógeno sólido, líquidos o gaseosos, y remitió a la ley la definición de las modalidades de explotación alternativas a la Constitución.

Dice literalmente la Reforma de 1940, inmediatamente después de la prohibición a las constituciones, que, cito: la ley reglamentaria respectiva determinará la forma en que la nación llevará a cabo la explotación de esos productos. Es decir, la Reforma Constitucional de 1940 no implicó abandonar la colaboración del sector social y privado, sino que esa colaboración tendría que realizarse en el futuro dentro de formas jurídicas diversas de la concesión, tal como decía la exposición de motivos de esa misma ley reglamentaria petrolera de ese año de 1940.

La Reforma de 1960, recordemos, estuvo motivada para fortalecer la industria minera, incorporó a la prohibición específica en materia de petróleo e hidrocarburos la figura de contratos; pero también distinguió la actividad de explotación de las actividades de uso y aprovechamiento. Es decir, conscientemente el poder revisor de la Constitución amplió el régimen de concesiones para uso y aprovechamiento de recursos de dominio directo de la nación, y mantuvo la prohibición absoluta de concesionar la explotación, subrayo, la explotación y sólo la explotación del petróleo y de los hidrocarburos.

Otra reforma constitucional también en 1960 modificó el régimen de la energía eléctrica para distinguir entre las actividades de generación, de conducción, de transformación, de distribución y de abastecimiento. La reforma propuesta por el Presidente en modo alguno contraviene en lo dispuesto por el texto constitucional, la prohibición de otorgar concesiones o contratos establecidos para el petróleo e hidrocarburos solamente está relacionada con la actividad de explotación; es decir, la extracción de recursos del subsuelo, no así con otras actividades relacionadas con el mismo objeto.

Si el Constituyente hubiera querido que la participación de particulares en actividades distintas a la explotación estuviera bajo un régimen de prohibición, claramente hubiese listado las actividades sujetas a ese impedimento constitucional. No lo hizo hoy así. El Constituyente optó por reservarlo a la ley reglamentaria respectiva.

La iniciativa del Presidente Calderón, bajo ninguna circunstancia transfiere a los particulares la posibilidad de explotar para sí la riqueza natural del petróleo y de los hidrocarburos, ni compromete un solo peso de la renta petrolera.

Si bien es cierto que los cambios legales propuestos tienen como finalidad permitir la participación de la sociedad, a través de figuras como la “prestación de servicios” o el “régimen de permisos”, en ningún caso la iniciativa abre la puerta a que PEMEX o el Gobierno Federal concesiones o contraten la explotación de los yacimientos de petróleo o de hidrocarburos, como lo orden la Constitución y la propia historia de la Constitución.

La contraprestación que, en su caso, recibirán los particulares, será siempre en efectivo y, como tal, forma parte de los gastos de operación, como por ejemplo los salarios de todos los trabajadores. No así, nunca lo será, formarán parte de la renta petrolera.

Quiero subrayar que muchas de las referencias al artículo 27 constitucional en el debate político, suelen olvidar la última frase del párrafo correspondiente, cito: “La Nación llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos que señala la ley reglamentaria respectiva”.

Técnicamente esa expresión constituye una reserva de ley. La constitución ha ordenado al legislador democrático que defina las modalidades y términos de la explotación del petróleo y de los hidrocarburos, así como las condiciones de realización de las actividades relacionadas con el uso y aprovechamiento de esos recursos naturales.

Al trasladar al legislador esa responsabilidad, la Constitución ha habilitado a la mayoría a decidir, según la realidad y la necesidad, sobre los derroteros institucionales y normativos que la nación demanda.

Los representantes de 1917, 1940, de 1958 y de 1960, cada uno en su época y bajo sus circunstancias históricas, actuaron como hombres de su tiempo, viendo hacia adelante y procurando la construcción de un país próspero.

Es responsabilidad de nosotros actuar como lo hicieron ellos. Nuestras circunstancia histórica nos obliga a poner la mirada en las nuevas generaciones. Que quede claro, la propuesta del Presidente Calderón, que apoya el PAN, es una propuesta de futuro. Los frutos de esta reforma no reportarán beneficios a este gobierno. Es una propuesta que tiene un compromiso con el México del mañana. No está construida desde el egoísmo de la renta electoral inmediata. Está hecha como se debe hacer una política pública, viendo con generosidad por todos y para todos.

Toca, pues, a esta representación nacional decidir entre el falso nacionalismo que promueve el regreso al pasado o en nacionalismo de una soberanía que utilice al petróleo para promover un futuro en desarrollo.

Toda al Congreso optar entre dejar las cosas como están o hacer de México una nación audaz, moderna y competitiva.

En suma, el Congreso tiene la disyuntiva de decidir entre el inmovilismo conservador o el progreso.

Como en otros momentos de la historia, Acción Nacional está seguro de que el Congreso de la Unión volverá a estar a la altura de las nuevas circunstancias y a favor de un México para el futuro.

Muchas gracias, señores senadores. (Aplausos).

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Agradecemos muy cumplidamente al licenciado Germán Martínez Cázares, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional, su intervención.

Y le solicitamos, respetuosamente, a la licenciada Beatriz Paredes Rangel, Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, haga su presentación y posicionamiento del Partido.

- LA LIC. BEATRIZ PAREDES RANGEL: Muchas gracias.

Señor senador Santiago Creel, Presidente de la Mesa Directiva; señor Presidente de la Junta de Coordinación Política, senador Manlio Fabio Beltrones; señores senadores coordinadores de los grupos parlamentarios representados en el Senado de la República y de los partidos políticos que participan en el Senado; señor Presidente de la Comisión de Energéticos del Senado de la República, de Energía; amigos ponentes; señores presidentes de los partidos políticos que se encuentran aquí; señoras y señores legisladores; señoras y señores:

Participo en este Primer Foro de Debate sobre la “Reforma Energética”, organizado por el Senado de la República, para dejar constancia del respeto del Partido Revolucionario Institucional por las instituciones legítimamente constituidas y por quienes las integran.

Expreso mi admiración personal por el Senado. Valoro su pluralidad y reconozco en la mayoría de los senadores mexicanos el propósito de impulsar el desarrollo del país por la vía pacífica y en el marco de una convivencia democrática, regida por las leyes.

Desde diversas trincheras, con ideologías y visiones distintas, legisladores de diferentes partidos defenderán principios y posiciones en debates que deseamos sean profundos y respetuosos, por ásperos o encontrados que puedan presentarse.

El Poder Legislativo es espacio de discusión y divergencia, pero también de diálogo y encuentro, de construcción de afinidades. Son los legisladores, en el sistema de democracia representativa que nos rige en quienes la sociedad delegó su representación. Finalmente a través de ellos son las mayorías las que deciden.

La responsabilidad de legislar es, exclusivamente, de ellos. A ustedes, señoras y señores legisladores, compete ese gran honor; a ustedes también el juicio de la historia.

Como dirigente del PRI, ratifico solidaridad y plena confianza en la bancada priísta en el Senado de la República y en quienes nos representan en la Cámara de Diputados.

Los legisladores priístas provienen de diferentes extracciones. En un partido tan grandes, con diversas fuerzas, corrientes y personalidades hacia su interior, con una auténtica representación regional en su seno que reflejan la heterogeneidad nacional, temas de trascendencia tal como la reforma energética generan opiniones y puntos de vista diversos que fluyen en el debate interno consustancial a todo partido democrático.

Participan en el PRI, además con representación en la Cámara de Diputados, legisladores que provienen del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, por lo que reitero lo que he dicho en repetidas ocasiones: Para el PRI es fundamental que el criterio de los trabajadores de PEMEX, sea considerado en la reforma.

El PRI tiene una posición histórica respecto de la cuestión energética. Somos la corriente política que acompañó al General Lázaro Cárdenas en la Nacionalización como partido de la Revolución Mexicana. Es un honor compartir este Foro con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, mexicano, al que respeto y aprecio.

Con la conducción de gobiernos priístas, PEMEX se convirtió en una de las empresas paraestatales de rango internacional de mayor jerarquía en el orbe; y vinculada con la empresa, se desarrolló una ingeniería petrolera de gran calado y prestigio en todas las latitudes.

Se estableció el Instituto Mexicano del Petróleo como centro de excelencia en la formación de especialistas y en la investigación y formulación de proyectos.

Durante muchos años, gobiernos priístas resistieron embates que pretendían la privatización de PEMEX con diversas argumentaciones. El deseo de que los recursos del subsuelo pudiera privatizarse, es una constante que viene de varios lustros atrás y ha sido el priísmo, sin manipulaciones ni estridencias, sin usos electoreros ni oportunismos el que evitó el que esas intenciones prosperaran, por convicción, por la visión que tenemos sobre el estado mexicano y por racionalidad económica.

El PRI tiene, además de un anclaje histórico en el tema energético, una definición contemporánea que se deriva de su comprensión del México actual y de su perspectiva sobre el desarrollo nacional.

Tenemos una posición a partir de nuestro compromiso con el bienestar social, la satisfacción de las necesidades populares, el crecimiento económico y la soberanía nacional en la era de la globalización.

La declaración de principios y el programa de acción del PRI, aprobados en la IV Asamblea Extraordinaria de 2007, señala:

Declaración de Principios.- “El PRI en materia energética se pronuncia en contra de todo intento de privatización del patrimonio de los mexicanos y reconoce que es necesario y revisar y transparentar las formas y los medios, a través de los cuales se administra.

“Apoya todo lo necesario para que se garantice en la fortaleza financiera y operativa de las instituciones responsables de su explotación y administración.

“Y postula la soberanía sobre el recurso y su control eficaz por el pueblo para supeditar todo género de intereses al superior de la nación.

En el programa de acción el PRI propone una reforma energética que fortalezca la soberanía nacional, de seguridad y certidumbre al desarrollo de la nación bajo la rectoría del estado, y propicie la modernización de las empresas públicas responsables del área.

Es indispensable impulsar una reforma integral y a fondo con el propósito de que México cuente con seguridad energética de largo plazo y pueda ejercer plenamente su soberanía. Que optimice los beneficios de las diversas actividades del sector a favor del país; que los recursos energéticos se utilicen como palanca de desarrollo, que favorezca una auténtica política de estado y que permite impulsar y utilizar fuentes alternas de energía.

Es necesario emprender acciones que permitan la recuperación financiera de PEMEX; establecer un régimen fiscal para que le asegure contar con recursos propios y suficientes para cumplir sus objetivos. Hasta aquí las citas de nuestros documentos básicos.

Con este encuadramiento y límites, derivados de nuestros documentos básicos, estoy segura de que la participación de los representantes populares del PRI proyectará la convicción nacionalista y el compromiso con el desarrollo del país, que nos identifica y ha identificado como partido.

Mi intervención aporta algunos elementos para la valoración de los señores legisladores. La reforma que se necesita debe ser integral, con visión de largo plazo, que permita una transición ordenada y gradual para los próximos 30 años, que resuelva los problemas inmediatos y en donde se combine el mejor aprovechamiento de los combustibles fósiles con las energías alternativas.

Esta debe partir de los siguientes principios fundamentales: Mantener la propiedad de los hidrocarburos en el poder de la nación y para beneficio de todos los mexicanos. Liberar a PEMEX de su actual crisis, establecer las condiciones que permitan sea una gran empresa que disponga de los recursos y la autonomía de gestión necesarios para desplegar todo el potencial que México tiene en la materia, que la renta petrolera y el usufructo del valor agregado del mercado interno sea para los mexicanos de esta y las siguientes generaciones.

Que PEMEX garantice la seguridad energética y apoye la competitividad de la economía mediante el abasto oportuno, suficiente y de calidad de los combustibles requeridos.

Lograr mayor crecimiento económico y creación de empleos, para ello tenemos en el petróleo, en la proveeduría nacional de bienes y servicios, en la industrialización de los hidrocarburos un potencial que hasta el momento se ha desperdiciado.

Nuestro partido va a luchar para que esto no continúe así.

Defender los legítimos intereses de México en sus reservas petroleras frente a los riesgos que enfrenta en las zonas fronterizas, particularmente del Golfo de México.

Lo recalco: mi reforma al artículo 27, ni privatización abierta o disimulada de la industria petrolera nacional, el petróleo le pertenece y le seguirá perteneciendo a la nación y al pueblo de México.

A diferencia de lo expresado en las iniciativas presentadas por el Ejecutivo el PRI propone encarar con transparencia y de frente a la ciudadanía las circunstancias internacionales y nacionales que son el contexto de la reforma energética factible, para acometer este desafío histórico con visión de Estado.

Para ello debemos considerar tres grandes elementos que incluyen sobre la necesidad de restablecer la fortaleza de PEMEX y del sector energético en su conjunto.

La situación mundial de reservas, los altos precios y la demanda energética de los próximos 30 años; la presión geopolítica para asegurar el abasto oportuno. Por lo que respecta a los hidrocarburos existen tres principales cuencas petroleras en el mundo: Medio Oriente, Siberia y el Golfo de México.

La primera de ellas con la inestabilidad política conocida, la segunda con grandes retos tecnológicos y altos costos de explotación; por la que el Golfo de México es la más segura, en términos geopolíticos para los Estados Unidos.

Al respecto, estos se enfrentan con prohibiciones para explotar en su territorio, y limitaciones para hacerlo ene Alaska, por lo que han incentivado la exploración y el desarrollo de las aguas del Golfo de México.

Los Estados Unidos han perforado en los últimos diez años 824 pozos exploratorios con un éxito de apenas el 13 por ciento; actualmente se produce un millón de barriles diarios que esperan duplicar en cinco años más.

Sin embargo, a pesar de que llevan 18 años avanzando gradualmente en la perforación de aguas profundas, no han podido descubrir campos gigantes y la producción promedio por pozo es de mil barriles diarios. Lo anterior probablemente incide en la presión para que México se lance de inmediato al desarrollo de aguas profundas.

Asimismo, esto aumenta la situación de riesgo en los llamados Yacimientos Transfronterizos.

El otro factor es haber llevado a PEMEX a una situación extrema. Mediante un confiscatorio de sistema fiscal PEMEX se descapitalizó y varió sus objetivos. Importamos el 40 por ciento de la gasolina que consumimos debido a que no se han construido refinerías desde 1979.

Subsidiar desde finales de 2005 el consumo de petrolíferos le ha costado al erario público más de cien mil millones de pesos. De los 60 mil millones de dólares invertidos en el sexenio pasado, la mayor parte de destinó a sobreexplotar los yacimientos para cumplir compromisos de abasto y libera al fisco de su obligación de ser eficiente.

La exploración se descuidó, la producción por pozo declinó, las reservas cayeron 27 por ciento restándonos únicamente diez mil millones de barriles de reservas probadas desarrolladas.

Se jubiló tempranamente y se despidió a personal calificado, al mismo tiempo que se descuidó la investigación y el desarrollo tecnológico; se debilitó al Instituto Mexicano del Petróleo; se obligó a PEMEX endeudarse mediante Pidiregas financiamiento oneroso que favorece por sus características a las grandes empresas internacionales.

Las circunstancias antes mencionadas deben encontrar, sin soslayar, las respuestas creativas en la reforma energética que se apruebe. Por ello estamos participando con seriedad y con responsabilidad en este foro de debate convocado por el Senado de la República.

La reforma energética debe comprender medidas legislativas y acciones administrativas, y contar con capacidad pública y voluntad política para efectuarlas.

Las debilidades de un estado de derecho que debiera ser sólido e independiente frente a los poderes fácticos, la carencia de una adecuada capacidad regulatoria, y las experiencias sufridas con las privatizaciones anteriores, aconsejan que una de las primeras acciones sea clarificar y normar las relaciones entre los formuladores de la estrategia, los reguladores, y los operadores del sistema energético en su conjunto.

Por ello proponemos se realicen las reformas necesarias a las iniciativas presentadas para que la Secretaría de Energía proponga una política sectorial que atienda la generación y consumo racional de todo tipo de energías, y se coordine con otras áreas tales como las de Finanzas Públicas, las cadenas productivas, el uso del suelo y el agua, el desarrollo del campo, la preservación del medio ambiente, y las medidas preventivas respecto del cambio climático a fin de asegurar un desarrollo sustentable para México.

Entre sus funciones estarían las de establecer las líneas estratégicas del sector y la coordinación y congruencia de las políticas respectivas.

La política sectorial deberá ser regulada por un ente autónomo, ajeno a lo vaivenes políticos, integrado por consejeros de reconocida experiencia y valía que no tengan conflicto de intereses.

El nombramiento de sus integrantes se realizará a propuesta del Ejecutivo Federal y con ratificación del Congreso de la República, de manera escalonada en períodos de cinco años.

Es indispensable una modernización efectiva de Petróleos Mexicanos. Si bien la propuesta de una nueva ley orgánica de Petróleos Mexicanos es la manera sensata de modernizar y transformar a PEMEX en una entidad eficiente y funcional, habida cuenta del proceso de deterioro al que ha sido sometido, particularmente en el acceso a recursos de manera ágil y suficiente, habrá, por ello, que otorgarle autonomía de gestión financiera, presupuestal, administrativa y operativa, esto de a de veras.

Mientras tanto, es necesario que se gobierne por un consejo de administración al que se le incorporen consejeros profesionales como un perfil predeterminado sin conflicto de intereses, los que serán propuestos por el Ejecutivo Federal y con voz y voto equivalente para todos.

La figura de consejeros profesionales propuestos por el Ejecutivo Federal deberá ser ratificada o rechazada por el Congreso, en cuyo caso el Ejecutivo habrá de realizar nuevas propuestas.

Con una visión federalista, y atendiendo el impacto que la explotación de hidrocarburos tiene en los estados de la República, se propone que al Consejo de Administración de PEMEX, se incorporen algunos consejeros propuestos por los gobernadores de los estados, en acuerdo con sus pares, y cumpliendo los requisitos de los consejeros profesionales.

Las funciones del órgano de gobierno se determinarán en la Ley Orgánica de PEMEX. Será plenamente responsable de sus actos, y de los cuales responderá ante el Ejecutivo Federal y el Legislativo.

Contaría, para su adecuado funcionamiento, con diversos comités, como los de auditoría, nominación y compensación, adquisiciones, obras y servicios, finanzas y planeación.

Un comité que incorpore a representantes de gobiernos estatales para darle seguimiento al impacto de PEMEX en las entidades federativas. Estos comités responderían ante el conejo, todos sujetos a las leyes aplicables y debidamente acotados.

Por su parte, el órgano interno de control, estaría supeditado al Consejo de Administración, y el comisario seguiría dependiendo de la Secretaría de la Función Pública.

Convertir a PEMEX en una entidad competitiva, moderna y de clase mundial, que siga siendo pilar del desarrollo, económico y social, significa:

A).- Dotarlo de recursos financieros suficientes; llegar a los acuerdos necesarios para que PEMEX pueda erogar sus cuantiosas disponibilidades, sin alterar los equilibrios macroeconómicos; revisar el destino de los excedentes petroleros y evitar la discrecionalidad en su distribución para destinar más recursos para la inversión de PEMEX, y aumentar las participaciones a los estados.

Es indispensable que los excedentes petroleros, derivados del incremento al precio de petróleo en relación a lo programado por el presupuesto, no sean parte de una caja negra.

Es indispensable que la sociedad, los legisladores tengan acceso a la información sobre el volumen, el destino y la ubicación de esos recursos.

Revisar el destino de los excedentes petroleros y evitar la discrecionalidad en su distribución.

Despetrolizar paulatinamente las finanzas públicas sin descuidar el gasto social, ni las participaciones a los estados, ni los gastos de inversión en infraestructura, estableciendo un nuevo régimen fiscal que obtenga la máxima renta petrolera y no afecte la rentabilidad de PEMEX. Un pendiente es el análisis que corresponda, de la Iniciativa de Ley de Derechos que deberá mandar el Ejecutivo.

Que se reduzca sensiblemente el período para que PEMEX pueda ejercer la plena autonomía presupuestal, y se le considere, a parte del Presupuesto de Egresos de la Federación, con metas de balance financiero adecuadas a sus requerimientos de inversión.

En relación a la deuda de PEMEX, será indispensable definir una estrategia de liberación paulatina de la misma, a la empresa. Esta deuda, en mucho ha sido incrementada por el uso excesivo de pidiregas, en contrapartida a las enormes restricciones para que la empresa haya podido ejercer recursos propios.

La deuda por pidiregas y el pasivo laboral, deberá resolverse con un diseño en que el Gobierno Federal coadyuve a una solución estructural, que dé solidez financiera a PEMEX, y evite la quiebra de la empresa.

Mejorar la capacidad de administración y ejecución de PEMEX, restableciendo la planta técnica, incrementando la investigación y desarrollo con la participación de institutos y centros de enseñanza superior, y contratando la asesoría necesaria para cortar la curva de aprendizaje y asimilación de nuevas tecnologías y administración de proyectos.

Se deberá destinar un porcentaje prefijado para investigación y desarrollo científico y tecnológico en materia energética.

Que se vuelva a restablecer en México un programa de fomento a las firmas de ingeniería, de construcción y servicios, y a las cadenas productivas nacionales proveedoras de partes, tal como lo hacen en otros países, con una política energética integral.

Otorgarle efectiva autonomía de gestión y financiera, modificando las leyes correspondientes para darle flexibilidad operativa, agilidad y oportunidad en la respuesta ante la problemática que se presente.

Tendrán metas y compromisos susceptibles de controla y evaluar, tanto por el Ejecutivo como por el Congreso, con plena transparencia y rendición de cuentas.

En el marco de la autonomía de gestión, PEMEX deberá rendir cuentas al Ejecutivo y al Congreso de la Unión, presentando anualmente un informe pormenorizado de lo realizado hasta ese momento, y estableciendo los parámetros financieros y actuariales de desempeño probable para el siguiente año, a efecto de ser considerados en la elaboración de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación.

Al asumir un nuevo régimen fiscal, PEMEX requerirá administrar su patrimonio de manera que cuente con garantías para financiar su operación y desarrollo. Al respecto, la nueva Ley Orgánica de PEMEX, habrá de requerir la creación de una unidad de inversiones que, con características de profesionalismo, transparencia, honradez y rendición de cuentas, administre las remesas actuariales, laboral, operativa y de contingencia, de que habrá de ser dotada la entidad paraestatal.

En sentido similar, para desarrollar de mejor manera sus actividades, y atendiendo las características propias de una moderna industria petrolera, Petróleos Mexicanos deberá contar con la facultad de crear las empresas filiales necesarias, informando de las razones al Ejecutivo y al Congreso, para garantizar la soberanía nacional en el suministro de gas y petrolíferos, y para otras prioridades del sector.

Las decisiones en esa materia, corresponderán a la planeación estratégica de PEMEX.

Los gobiernos de los estados, cuando sea pertinente, podrán participar en paraestatales locales de servicios.

Considerando el interés legítimo de las entidades federativas que tienen actividades relacionadas con la industria petrolera, el PRI habrá de cuidar y garantizar que los recursos participables provenientes de la renta petrolera, por ningún motivo se vean disminuidos.

No vamos a caer en un falso debate. No es necesario sacrificar el gasto público para el desarrollo social, para la inversión en infraestructura y para el fortalecimiento del federalismo, para destinarle recursos a PEMEX. Hay suficientes recursos derivados de los excedentes petroleros y de las condiciones macroeconómicas, como para que se invente un falso debate que ponga a los mexicanos a pelear por el erario que debe servir para el desarrollo nacional.

Considerando el interés legitimo, habremos de velar también para que en las entidades federativas que producen hidrocarburos, existan políticas públicas, con participación de la Federación, PEMEX y los estados, que permitan atender legítimas demandas ciudadanas en cuanto al impacto ecológico que la actividad de PEMEX ocasiona, así como en el caso de contingencias.

Debo ser enfática. No aceptamos la privatización abierta o encubierta de las refinerías. Conocemos los problemas que las refinerías tienen.

Es necesario encontrar una solución en esta materia, que le está costando al país 45 mil millones de pesos al año; y 55 mil millones de pesos más durante el primer trimestre de este año al importar gasolinas con un precio mucho más alto que con el que PEMEX las vende en México.

El destino de los excedentes derivados de los precios del petróleo, el ahorro de las Afores, los bonos en los que participe la ciudadanía, bien podrían apoyar la rehabilitación de las refinerías existentes y la construcción indispensable de otras nuevas.

No apoyaremos cambio alguno que signifique compartir la renta petrolera con empresas privadas, nacionales o extranjeras, ya sea por la vía directa o por los llamados contratos de riesgo.

Los planteamientos que hacen las iniciativas en materia de contratos, son oscuros, confusos, y se prestan a interpretaciones discrecionales.

Solicitamos a los legisladores del PRI realicen una revisión exhaustiva de este articulado, y precisen términos claros, transparentes y acordes con los principios constitucionales que defendemos.

Que detallen con precisión las prohibiciones y restricciones para evitar la entrega del patrimonio nacional a los contratistas. Y por otra parte, hay que establecer esquemas, que sin ser violatorios de la normatividad nacional e internacional, favorezcan el que la pequeña y mediana empresa mexicana, el empresariado mexicano participe prioritariamente en el suministro de bienes y servicios PEMEX para que el sector energético de México, como sucede en otros países con su industria local, coadyuve a la expansión de empresas y tecnologías mexicanas, y la creación de empleos.

Señores legisladores;

Señoras legisladoras;

Señoras y señores:

Difícilmente se puede abordar en una intervención, la complejidad y el detalle que implica el análisis de cinco iniciativas y la conjunción de valoraciones, cuestionamientos, aportaciones, que los militantes de mi Partido han hecho en todos estos meses.

Desde luego, en muchos aspectos que no esbocé, en este texto, el priísmo tiene definiciones, y en el curso de estas consultas y del proceso legislativo, nuestros correligionarios las aportarán.

Agradezco a los legisladores de mi Partido, integrantes de las comisiones de Energía, en ambas cámaras, su responsabilidad y patriotismo; a la Fundación Colosio, sus aportaciones; a todos aquellos, intelectuales, políticos, dirigentes sociales que con responsabilidad, compromiso con las instituciones y compromiso con el destino de México, participan en la libertad de un país, que defiende la libertad de expresión y la libertad de conciencia.

Muchas gracias, por su atención. (Aplausos)

-EL C. PRESIDENTE LABASTIDA OCHOA: Agradecemos muy cumplidamente a la licenciada Beatriz Paredes Rangel, presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, su presentación, muchas gracias.

Y le pedimos al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, destacado dirigente político de nuestro país, haga el uso de la palabra.

-EL C. INGENIERO, CUAHTEMOC CARDENAS SOLORZANO: Muchas gracias.

Señores senadores, señores diputados, amigos todos: Agradezco a la Junta de Coordinación Política y las comisiones de Energía y de Estudios Legislativos del Senado de la República, la invitación que me han hecho para participar en este encuentro, que tratará de los principios que deben regir la reforma energética.

La convocatoria, a la serie de encuentros que se inicia hoy, confirma la necesidad, expresada reiteradamente en distintos sectores de la vida pública, desde hace tiempo, de un cambio de las políticas energéticas vigentes, durante las últimas administraciones federales, que han puesto los recursos petroleros del país, al servicio de intereses ajenos a los nacionales.

En este foro, dado que lo que aquí se trate aterrizará, para bien o para mal, en las decisiones del Congreso, habrá que argumentar, principalmente, sobre los cambios de la política petrolera, las facultades, campos de acción y estructura operativa de Petróleos Mexicanos, así como las relaciones del organismo con otras áreas de la Administración Pública; todo ello, de acuerdo a los objetivos que se considere, debe asignar el Estado a este organismo y de lo que pretenda hacerse de la industria petrolera nacional; teniendo, en otras referencias, a las cinco iniciativas que el Ejecutivo remitió al Senado el pasado 8 de abril, y diagnóstico, que poco antes de esa fecha hizo público la Secretaría de Energía.

Desde los inicios de la explotación petrolera en el país, hasta que se decretó la expropiación de las compañías, el petróleo mexicano se explotó en el esquema de una economía dependiente de enclave; enviándose la mayor parte de la producción a mercados del exterior y sólo utilizaba una parte menor en la producción de combustibles y otros petrolíferos destinados a los consumos internos.

De 1938 hasta 1976, la actividad de Petróleos Mexicanos se orientó preferentemente a satisfacer las demandas nacionales de petrolíferos y apoyar el crecimiento económico del país.

En los seis años siguientes, además de atender a los objetivos anteriores, la explotación de petróleo se constituyó, también, en una importante fuente generadora de divisas, que principalmente se utilizaron para impulsar los procesos de industrialización del propio hidrocarburo.

Entre 82 y 88, la administración frenó y prácticamente abandonó el esfuerzo de integración y alargamiento de las cadenas productivas petroleas y destinó las divisas obtenidas de la exportación de crudo, al pago de deuda externa.

De 1998 para acá, se aceleró, consciente e intencionadamente el desmantelamiento y la obsolescencia de la industria petrolera estatal, centrando la atención y las inversiones en la explotación y exportación del petróleo crudo, apropiándose la Secretaría de Hacienda, del producto de su venta por la vía de derechos, impuestos, etcétera, para nutrir los recursos fiscales del Estado.

Los objetivos que debieran asignarse a Petróleos Mexicanos, a mí juicio, son los de devolver a la industria petrolera y a Pemex mismo, el papel de impulsores del crecimiento económico y la industrialización; motores de la formación de capital nacional, proveedores de energéticos baratos para la economía del país, contribuyentes en una balanza de pagos sana, convirtiendo a Pemex, con esa visión, en un ente productivo de alcance globales, que obtenga sus ingresos principales de la venta de producto con alto valor agregados, tecnología y capacidad empresarial.

Del diagnóstico que dio a conocer la Secretaría de Energía sobre Pemex y la industria petrolera. Lo primero que debe decirse, es que presenta una visión falaz, pretendidamente catastrófica de Pemex y las actividades que realiza.

Destacando supuestas ineficiencias y carencias en su capacidad de ejecución, falta de recursos para invertir e indisponibilidad de tecnologías para el trabajo en aguas profundas. Señala, también, que producciones que abastecen el mercado mexicano, generan empleos y derramas económicas en el extranjero, pero no da las razones de cómo y por qué se llegó a esta indebida situación.

De manera alarmista, el diagnóstico da cuenta de la declinación de los yacimientos y la caída de la producción; de la magnitud, supuestamente inalcanzable para Pemex, de los trabajos ha realizar en las diferentes áreas de la industria; sin hacer consideración alguna de los recursos necesarios y sus fuentes de origen, para hacer lo que tenga que hacer; ni de la necesaria distribución de actividades e inversiones en el tiempo, y sin plantearse un cambio a las políticas vigentes, salvo que en determinadas actividades a realizar, requieren de la inversión de particulares.

Independientemente del diagnóstico, el Gobierno a estas alturas, tendría que haber presentado sus ideas y, en su caso, más bien una propuesta de plan de desarrollo, plan de trabajo, plan de negocios de Petróleos Mexicanos de la industria petrolera y de la industria energética, en el corto, mediano y largo plazos; señalando con precisión las actividades a realizar y su dimensión, los tiempos de ejecución considerados y los recursos necesarios para ello.

Proporcionar esta información, a más de que lo considero una obligación del Gobierno, contribuiría de manera positiva al debate petrolero.

La solución a los problemas de Petróleos Mexicanos y de la industria petrolera, de acuerdo a los planteamientos oficiales, empezarían a darse a partir de que se aprobaran las iniciativas, que el 8 de abril remitió el Ejecutivo al Senado, las que, según expresó en este mismo escenario la secretaría de Energía, no demandan reforma constitucional alguna y se enmarcan de manera absoluta en lo dispuesto por nuestra Carta Magna.

La importancia de estas iniciativas, la más importante de estas iniciativas, por sus trascendencias, según se apruebe tal como está, según se modifique o se deseche, es la relativa a la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional, en el ramo del petróleo; ya que al través de ella, el Ejecutivo pretende se cambie el marco regulatorio que actualmente rige a la industria petrolera.

El artículo cuarto que se propone en esta iniciativa, de aprobarse, abriría el paso franco para la violación de la Constitución.

Dice el texto de este artículo: -cito- “Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios y los sectores social y privado, previo permiso, podrán realizar las actividades de transporte, almacenamiento y distribución de gas; de los productos que se obtengan de la refinación de petróleo y de petroquímicos básicos”

Y continúa: “Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios podrán contratar con terceros los servicios de refinación de petróleo”.

Esas líneas dejan ver con toda nitidez, a partir de qué instrumento se darían las violaciones a lo dispuesto por el artículo 27 de la Constitución, aunque ciertamente, como aquí lo expresó la secretaría de Energía: “El Ejecutivo no esta proponiendo ninguna reforma constitucional”.

“No se propone reformar la Constitución, simplemente, sin alterar su texto, se alienta y se está dispuesto a permitir su violación”. Eso planteado, por el Ejecutivo y expresado por sus representantes en este foro, resulta tanto o más grave, todavía que reformarla.

Vuelvo al caso, decía que el texto propuesto del artículo cuarto de la iniciativa, contradice al 27 constitucional, que establece: “que tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno, sólido, líquidos o gaseosos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la nación llevará a cabo la explotación de esos productos.

Entonces, al expresarse que la nación directamente o por conducto de PEMEX pudiera celebrar contratos con terceros para maquilar la refinación de hidrocarburos y otorgar permisos a personas en calidad de constructoras, operadoras y/o propietarias para el transporte por ductos, el almacenamiento y la distribución de hidrocarburos, petrolíferos y materias primas petroquímicas, según la interpretación del Gobierno no se está haciendo en la iniciativa referencia a los contratos y concesiones de los que trata la Constitución, sino a otros, y pregunto entonces ¿a contratos y concesiones que no son ni contratos ni concesiones, según la definición Constitucional?

El Estado directamente o por conducto de cualquiera de sus agentes está constitucionalmente impedido, desautorizado para contratar o conceder concesiones a personas físicas o morales, tratándose del petróleo y todos los hidrocarburos. Que no se pretenda con el subterfugio de llamar de contrato de maquila al contrato concesión y permiso a la concesión, violar impunemente la norma constitucional.

Habrá que poder también atención a lo que expresa la Iniciativa en su Artículo Segundo que introduce la categoría de áreas estratégicas en la industria petrolera, para diferenciarlas de aquéllas donde cabe la inversión privada, así como en el 11, apartado tres, en el que se pretende facultar a la Secretaría de Energía para regular las actividades estratégicas y actividades permisionadas en la industria petrolera; esto es, en las áreas industriales reservadas en exclusivas a la nación.

Está una cuestión más que hace ruido en este tema. En el Artículo Tercero, inciso 5) de la Iniciativa para crear la Comisión del Petróleo, de aprobarse, se facultaría a ésta para otorgar y revocar los permisos de trabajos relacionados con la exploración y explotación de hidrocarburos dentro de los proyectos de inversión previamente autorizados por la Secretaría de Energía.

Nos está diciendo ese texto que sería esa dependencia de nueva creación la que otorgara o revocara los permisos de exploración y explotación que por disposición constitucional solo puede llevar a cabo la nación y que ésta ha venido realizando al través de PEMEX. Esto es, PEMEX es el único titular de los permisos de exploración y explotación y evidentemente la autoridad tiene facultades para revocárselos. Sin embargo de este texto se desprende la idea que puede haber otros concesionarios, lo que legalmente es posible si se trata de entidades estatales, pero en ningún caso puede ser inversionistas particulares. O es que se trata de una vuelta más que se quiere dar a la Ley para violar la Constitución.

Al respecto, pues, debiera quedar claro para todos que en la industria petrolera definida como tal en el Artículo Tercero de la Ley Reglamentaria del 27 vigente, no caben los contratos ni las concesiones otorgadas a personas, ni caben en consecuencias las áreas permisionadas, ya que todas esas actividades tienen el carácter de estratégicas.

Debía quedar claro también que la reforma a esta Ley en 58 tuvo, entre otros, el propósito de dar precisión sobre las actividades que quedaban reservadas a la nación de manera exclusiva que la exploración, explotación, la refinación, la elaboración, el transporte, almacenamiento, la distribución y las ventas de primera mano del petróleo y los productos de su refinación, el gas y los denominados petroquímicos básicos.

El Gobierno está proponiendo que se admitan dineros de inversionistas privados para mover actividades estratégicas de la industria petrolera. Las razones que aduce para ello carecen de solidez.

De acuerdo al diagnóstico y a las disposiciones del Gobierno que aquí se escucharon el jueves pasado, no se dimensiona la capacidad de ejecución de la que supuestamente carece PEMEX o la que se consideraría necesarias para llevar a cabo lo que se estima deba hacerse en la industria del petróleo. Tampoco se señala la magnitud de origen de los recursos necesarios para ejecutar lo que según criterios oficiales hace falta, y sólo se hace ver que se requeriría de créditos, seguramente se piensa en más pidiriegas, o de inversiones de particulares y tampoco se precisa cuáles son las tecnologías a las que debe accederse para trabajar aguas profundas con las que no cuenta PEMEX o no están disponibles en los mercados nacionales o internacionales, a no ser en el esquema de asociación y compartir riesgos.

Se habla de urgencias aunque los tiempos están ausentes de las consideraciones oficiales.

Respecto a las tecnologías para trabajar aguas profundas y ultraprofundas, debe aclararse que no se trata de tecnologías patentadas, de fórmulas que se apliquen con carácter universal. Cada proyecto reclamara un diseño, una ejecución particulares y organizar la realización de uno y otra está al alcance y en las capacidades de Petróleos Mexicanos. Un argumento más que se maneja falazmente para sustituir dineros de la nación por dineros privados en una actividad en la que estos no caben.

Por otro lado ¿Dónde es que no hay capacidad de ejecución? ¿En PEMEX en general o en cuáles de sus áreas de Trabajo? ¿En la empresa nacional o en la internacional? ¿En que ramos específicamente? El Gobierno tiene la obligación de responder a estas preguntas.

Se nos ha dicho también que existen rezagos. Desde luego. Han pasado 3 décadas sin que se construya una refinería a pesar de tenerse conciencia que aumentaba día a día la necesidad de importar refinados. Lo mismo sucede en la exploración, en el mantenimiento y extensión de las redes de ductos, en las terminales de almacenamiento, las plantas petroquímicas y en toda la industria estatal. Ese abandono ha sido intencionado. Se prefirió ceder mercados que pudo haber cubierto la industria mexicana, de haber recibido los apoyos que se si han dado a productores extranjeros. Se ha aplicado concienzudamente la estrategia ordenada a los últimos gobiernos del país por organismos financieros internacionales de poner a PEMEX a punto de privatización y las últimas administraciones han sido obedientes y en extremo eficientes en hechos.

Un primer paso para recuperar la industria petrolera para el país, debiera ser el de enmarcar las asignaciones presupuestales de PEMEX en criterios técnicos, económicos y estratégicos para su modernización y expansión y no seguir dejando que la política petrolera la decida la Secretaría de Hacienda en función de maximizar la aportación de PEMEX a los ingresos fiscales que recauda el gobierno.

Una política sana sería de buscar que PEMEX financiera sus actividades principalmente a partir de los ingresos que genera. ¿Cómo puede aceptarse que no ha habido, no hay y no habrá dinero cuando se está viendo que en los últimos años el excedente petrolero ha ido de 10 mil a 18 mil millones de dólares y que este año seguramente rebasará los 20 ó 22 mil?

Con mucho menos que esa cifra se pueden construir las refinerías que evitarían una sangría económica al país, que sólo el año pasado alcanzó los 16 mil millones de dólares o cubrir pasivo de mantenimiento estimado aquí, el jueves pasado, por el Director General de PEMEX, en 3 mil millones de dólares. Y con precios altos del crudo que se prevén aún para años próximos deliberar esos excedentes a PEMEX se le liberaría de problemas, carencias e insuficiencias.

Y en función de recursos y concretamente en materia de legislación, debiera preverse que en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria se estableciera que los excedentes petroleros quedaran a disposición de PEMEX para invertirlos en los programas que se le autoricen, y preverse que la Ley de Ingresos no le imponga la obligación de congelar el llamado superávit primario que en estos momentos debe rondar los 400 mil millones de pesos.

Ahora bien, en lo que hace a los programas de trabajo de PEMEX estos debieran realizarse bajo el esquema de compromiso plan con autonomía de gestión, como lo han venido proponiendo profesionales conocedores de esta industria; compromiso plan que debiera concebirse con carácter multianual y estar aprobado y supervisado en su ejecución, no sólo por dependencias del Ejecutivo sino también, y prioritariamente, por el Poder Legislativo.

Una función más que es imperativo se asigne al Legislativo, es la de aprobar anualmente la plataforma de explotación y la de fijar la relación que debe guardar la producción con respecto a las reservas probadas que constituyen la base misma del diseño y la ejecución de la política petrolera.

El Gobierno nos informa que la producción de nuestros yacimientos más importante ha declinado de 2004 a la fecha en 472 mil barriles diarios; que es preciso mantener una plataforma de explotación que se mueve en el orden de los 3 millones de barriles por día. Que el país dispone de reservas probadas para satisfacer el consumo interno y aportar el resto a la exportación de crudo solo para 9 años.

No nos dice cuáles son las razones para mantener o incluso aumentar esa plataforma de producción tal como lo plantea ni que con 1 millón 700 mil barriles diarios se satisfacen las demandas nacionales ni tampoco que se esté buscando sustituir los recursos que aporta al fisco la exportación de crudo por recursos procedentes de otras fuentes.

Si el potencial de producción disminuye, si no se ha dado la reposición de reservas necesarias, racional y responsable; si resulta obvio que los recursos explotables en la próxima década difícilmente podrán sostener la actual plataforma, sin conocer el potencial de los recursos prospectivos, aquellos que todavía no se conocen apenas detectados y en su mayor proporción ubicados en aguas profundas y empezar a obtener producción de ellos requiere de 8 ó más años, y los porcentajes de éxito en la perforación de aguas profundas son el mejor de los casos del orden del 10 por ciento.

Si la tasa de restitución de reservas se ha situado en 25 por ciento y no en el 100 por ciento como debiera de ser, de acuerdo a lo que aquí expuesto el director de PEMEX, es preciso no seguir dejando en manos irresponsables a las que no importan generaciones ni presentes ni futuras la determinación de la plataforma de producción, la que se ha estado alcanzando, aunque sobre explotando en muchos casos los depósitos ni la determinación de los índices de reposición de reservas respecto a los cuales los representantes del Estado sólo han sido contemplativos constatando simplemente el acortamiento de la vida de nuestros recursos potenciales.

La determinación de la plataforma de explotación y de la tasa de reposición de reservas deben obedecer, en primer lugar, a garantizar la seguridad energética del país; es decir, el abasto suficiente de petrolíferos que reclama la economía nacional en previsiones de corto y largos plazos, y si sólo es afuera la razón sería más que suficiente para facultar al legislativo para establecerlas.

El artículo 46 de la iniciativa de nueva Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos debe verse con preocupación, dice su texto que PEMEX podrá celebrar contratos, cito, “sujetos al buen desempeño y generación de resultados”, contratos en los que se pacte una remuneración fija o variable, determinada o determinable, con base en las obras y servicios especificados al momento de la contratación o que el desarrollo del proyecto con posterioridad y que Petróleos Mexicanos podrá pactar incentivos tendientes a maximizar la eficiencia o el éxito de la obra o servicio, es decir, contratos que se vinculan a que Petróleos Mexicanos fije un premio, o quiero entender, no pague al contratista por el trabajo que le encomendara, según el desempeño de éste, según sea el resultado.

¿El resultado en qué?

En que haya más producción, en que el trabajo se ejecute en menos tiempo del estimado al contratar, en que cueste menos, pero como premio se pague al contratista por trabajo no ejecutado.

Se busca con ese texto claramente que se pueden autorizar los contratos que en la iniciativa se llaman de desempeño que no son otra cosa que los contratos de riesgo, contratos cuyo pago se vincula a los resultados obtenidos, prohibidos expresamente por nuestras leyes. Por cierto, violadas una y otra vez a los ojos y con la complacencia; o mejor dicho, la complicidad de las autoridades en las perforaciones y trabajos que se vienen realizando desde hace algunos años con base en los llamados comúnmente contratos de servicios múltiples en los bloques de la Cuenca Gasífera de Burgos, donde en la práctica rigen ya contratos de desempeño, o sea, de riesgo. Este artículo no debe pasar y los contratos de servicios múltiples deben ser cancelados.

México comparte con los Estados Unidos una frontera submarina de 2 mil 900 kilómetros. Se ha detectado que existen yacimientos de hidrocarburos en aguas profundas que atraviesan esa frontera. Su aprovechamiento, de acuerdo a la práctica internacional, debía de llegar beneficios para ambas naciones.

En el lado norteamericano, se explotan ya depósitos submarinos en aguas cercanas a la frontera y se prevé que zonas situadas a escasos kilómetros de ella inicien producción en el año 2010.

Frente a esta situación, independientemente de que de lado mexicano se pudieran intensificar los trabajos tendientes al mejor conocimiento y en su momento a la explotación de esos recursos, es urgente que el gobierno mexicano lleve a cabo negociaciones con el norteamericano para establecer los términos en base a los cuales debiera realizarse su explotación, fijando con claridad cómo debieran compartirse los beneficios que por derecho pudieran corresponder a cada país, independientemente que la explotación se realice desde uno o desde el otro lado de la frontera.

En los tratados que se celebren para establecer las condiciones y explotación y los beneficios que por derecho correspondan a México, está una trascendente tarea para el Senado de la República.

En fin, mucho más habría que decir de la industria petrolera y de Petróleos Mexicanos, de la puesta en práctica de un verdadero sistema de planeación para el sector energético, de no dejar a PEMEX fuera de la industria del gas licuado ni de los proyectos de regasificación o como proveedor de gas para la Comisión Federal de Electricidad, de la estructura, facultades y campos de actividad de PEMEX que se plantean en la iniciativa de su nueva Ley Orgánica, de la integración desequilibrada que se pretende dar a su consejo de administración, del manejo que en esa misma iniciativa se propone de los excedentes petroleros que cuando PEMEX pudiera disponer del cien por ciento de ellos sólo tendría acceso efectivo a no más del 10 por ciento, de los bonos ciudadanos que no serían sin un instrumento más de riesgo, de los pasivos ambientales y laborales que se presentan y contabilizan como si el organismo se encontrara en liquidación, del fomento a la utilización de las energías renovales y no convencionales, del estímulo y prioridad que a partir de la actividad petrolera debe darse la industria de la construcción y en general a la empresa mexicana, del fortalecimiento del Instituto Mexicano del Petróleo, de la creación de un organismo especializado en el comercio y desarrollo del gas natural, en el que participen PEMEX y la Comisión Federal de Electricidad.

De reconocer que los ahora clasificados como petroquímicos básicos no son petroquímicos, sino petrolíferos y que debieran recuperarse como básicos lo que efectivamente lo son.

De la necesidad de revisar y dar racionalidad a los precios de transferencia entre subsidiarias de PEMEX, del fomento a las prácticas de ahorro de energía, etcétera.

En fin, mucho más se dirá en estos foros que confío sea de utilidad para una mejor información de nuestros legisladores, en quienes recae la responsabilidad de fijar los principios que deban orientar la política energética para que esta sea efectivamente útil a la construcción de un México mejor, más equitativo y más justo para todos.

Muchas gracias.

(Aplausos)

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Agradecemos muy cumplida y formalmente al señor ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano su intervención. Y le pediríamos a continuación al señor diputado Jorge Emilio González Martínez, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Verde Ecologista de México, que hiciera uso de la palabra para fijar la posición de su partido. Muchas gracias.

-EL C. DIPUTADO JORGE EMILIO GONZALEZ MARTINEZ: Muchas gracias. Agradezco la invitación por parte del presidente del Senado, del senador Santiago Creel; del presidente de la Junta de Coordinación Política, del senador Manlio Fabio Beltrones; y del presidente de la Comisión de Energía, del senador Francisco Labastida; así como la participación de todos los actores políticos, senadores, senadoras, diputados y representantes de los partidos, a todos muchas gracias.

Llevamos más de una década conscientes de que el marco jurídico del sector energético requiere una profunda transformación. Venimos arrastrando una serie de vicios en la generación de energía, los cuales no sólo afectan nuestra calidad de vida en la competitividad, sino también resultan en prejuicio el medio ambiente y la salud de todos los mexicanos.

Pero para este necesitamos una reforma energética, no una reforma petrolera. Y para tener una reforma energética necesitamos avanzar en el tema de energías renovables.

Para poner un ejemplo, en México contamos con menos del 3 por ciento de la generación de energía en energía renovables. Y en la Unión Europea cuentan, en el conjunto de todos los países, con más del 10 por ciento de este tipo de energías, en 20 ó 30 años que no es nada de tiempo para un país, probablemente alguno de nosotros ya no sigamos viviendo, pero las futuras generaciones seguirán trabajando por nuestro país.

La Unión Europea va a contar con entre el 50 y el 70 por ciento de sus energías con energía renovables. El precio del petróleo seguramente va a bajar y parece…

(Sigue 10ª parte)

. . . el precio del petróleo seguramente va a bajar y para eso nuestro país debe y tiene que estar preparado con este tipo de energías para competir con el mundo, tenemos que aprovechar nuestra riqueza petrolera ahora y en eso estamos conscientes, tenemos que aprovechar los precios del petróleo para invertir en infraestructura, en salud, en educación, en medio ambiente, pero sobre todo en energía renovables, para estar preparados para un futuro.

Las iniciativas del Presidente de la República buscan fortalecer al sector dedicado al aprovechamiento de los hidrocarburos, en términos generales estamos de acuerdo, pero dejan de lado otras fuentes de generación de energía, esta situación resulta grave si tomamos en cuenta que el petróleo es un recurso natural no renovable, cuya explotación y consumo generan impactos negativos sobre el ambiente y los elementos naturales que lo conforman, los legisladores no debemos de pasar por alto una serie de razones fundamentales que hacen imperativo complementar estas iniciativas con otras que fomenten el uso de fuentes renovables de energía, entre ellas destaca el hecho refutable que las reservas probadas de hidrocarburos como ya se ha dicho, han disminuido drásticamente en los últimos años, situación que resulta del todo inevitable, porque como he mencionado, se trata de un recurso natural no renovable y tarde o temprano tendremos que enfrentar su agotamiento.

Mientras que en el año 2002 contábamos con reservas probadas de 20 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente, en el 2007 dichas reservas sólo sumaron 14 mil millones, en el periodo comprendido entre los años citados, nuestro país sufrió una pérdida del 27 por ciento de sus reservas probadas, contando actualmente con hidrocarburos asegurados, como ya lo dijeron para los próximos 9 años, de los ritmos actuales de extracción.

Es lamentable que la estrategia nacional para atender la demanda de energéticos, se centre únicamente en la administración de un recurso que por su naturaleza es limitado, lo cual contraviene el concepto mismo del desarrollo sustentable que demanda satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin poner en riesgo esa misma posibilidad para las generaciones futuras.

Tengamos en cuenta uno de los principios de la política ambiental que ordena utilizar los recursos no renovables de manera que se evite su agotamiento, así como la generación de efectos ecológicos adversos.

Es necesario tomar en cuenta que la generación de energía y los transportes son los principales consumidores de hidrocarburos, éstos comprenden la primera y segunda fuente de misiones de gases de efecto invernadero en el país y en el planeta.

Por ello es preciso promover la diversificación de las fuentes de energía, lo que reducirá nuestra dependencia en los hidrocarburos y a la vez mitigará los impactos que éstos generan en el medio ambiente.

En el Partido Verde promovemos una reforma integral que considere un mayor abanico de posibilidades energéticas, fuentes renovables como la solar, la eólica, la geotérmica y la hidráulica, tomando en cuenta que en el país existen las condiciones para su aprovechamiento, en el caso de la energía eólica, la geografía nacional los ha privilegiado con el Istmo de Tehuantepec, región que cuenta con enorme potencial para el desarrollo de esta fuente, donde actualmente se producen 85 megawatts, empero, se estima que México tiene un potencial superior a los 40 mil megawatts.

Por lo que respecta a la generación de energía solar, el potencial de México es de los más altos del mundo, ya que contamos con una insolación media en las tres cuartas partes del territorio nacional que supera el promedio mundial.

Finalmente, en términos de energía e origen geotérmico, México destaca ocupar el tercer lugar mundial en su generación con 960 megawatts, no obstante aún existe un potencial para producir 2 mil 400 megawatts utilizando esta fuente de energía.

Si comparamos el potencial citado con los esfuerzos emprendidos, queda claro que enfrentamos un serio rezago en el campo de energía renovable.

Esta situación se hace evidente si tomamos en cuenta que actualmente en nuestro país la producción total de energía primaria a partir de fuentes renovables representa tan sólo el 3 por ciento, cuando en países con mucho menor potencial de generación de esta energía como son Suecia, Finlandia y Noruega, actualmente se genera el 25 por ciento de su energía primaria con este tipo de fuentes.

Por las razones señaladas, los diputados del Partido Verde presentaron el pasado 24 de abril la iniciativa de ley para el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía, como su nombre lo indica, dicho proyecto de ley tiene por objeto regular y fomentar el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía. En ellas se determina las modalidades de participación de los sectores público y privado, así como los instrumentos regulatorios y de financiamiento que permitirán el aprovechamiento de dichas fuentes.

De esta forma no sólo se incrementa la corresponsabilidad del sector privado en la materia, además se otorga certidumbre jurídica para su participación en dichas actividades, dispone que el aprovechamiento de este tipo de energías es de interés público y se llevará a cabo en el marco de una política energética integral, aclara que la energía nuclear no será considerada como fuente renovable de energía en congruencia con los riesgos inherentes a dicha tecnología.

Se le encarga a la Secretaría de Energía la elaboración y coordinación del programa para el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía, el cual deberá establecer objetivos y metas específicas, así como definir las estrategias y acciones necesarias para alcanzarlas, establece la obligación de dicha dependencia para elaborar una metodología que permita evaluar las ventajas económicas y representa la estabilidad de precios en el largo plazo y las tecnologías para el aprovechamiento del as fuentes renovables de energía.

Se determinan las facultades que tendrá la Comisión Reguladora de Energía, entre las que destaca la expedición y aprobación de los procedimientos de intercambio de energía, los requerimientos técnicos y los sistemas correspondientes de compensaciones para los sistemas de autoabastecimiento que estén conectados en las redes del sistema eléctrico nacional.

En lo referente al acceso a las fuentes renovables de energía, se faculta a los tres órdenes de gobierno para reservar zonas con alto potencial eólico y solar, a fin de garantizar una adecuada planeación del uso del suelo que permita el aprovechamiento sustentable de estos recursos.

Con esta disposición se fortalece el federalismo y se toma en cuenta a la facultad constitucional de los municipios de formular, aprobar y administrar la zonificación y los planes de desarrollo.

En lo que respecta al aprovechamiento de las fuentes renovables de energía, se propone que la Secretaría de Energía en coordinación con las entidades y dependencias de la administración pública federal, establezcan incentivos para fomentar el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía.

Nuestro objetivo es establecer estímulos que fomenten el uso de las fuentes renovables de energía, es un principio de la política ambiental, incentivar a quién realiza acciones a favor del medio ambiente, se incluye el establecimiento del fideicomiso para el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía, para garantizar la disponibilidad de recursos económicos a los fondos considerados, entre los que se encuentra el fondo verde, a través del cual se otorgan incentivos orientados al desempeño de los proyectos de aprovechamiento de las fuentes renovables por un monto y periodos fijos y predeterminados, con el fin de cubrir en su caso la diferencia que existe entre los recursos requeridos para alcanzar su viabilidad financiera de dichos proyectos y los costos de la opción convencional no renovable de menor costo.

También contempla otros mecanismos financieros tales como el Fondo General de Energía Renovable, el Fondo de Tecnologías Emergentes, el Fondo de Electrificación Rural, y el Fondo de Investigación y Desarrollo Tecnológico de las energías renovables, los cuales facilitan la ejecución de los proyectos mencionados en la ley y al cumplimento de sus objetivos sociales y ambientales.

La planeación del sistema eléctrico nacional debe incluir los proyectos de expansión de las redes de transmisión y distribución que sean necesarios para asegurar el cumplimiento de las metas que establezca el Programa para el Aprovechamiento de las Fuentes Renovables de Energía, obliga a la Comisión Federal de Electricidad y a la Luz y Fuerza del Centro a adecuar la operación del sistema eléctrico nacional a las condiciones particulares, atendiendo sus responsabilidades de garantizar la calidad y la estabilidad en el suministro.

Respecto de la responsabilidad social, proponemos que en todo proyecto de generación de electricidad, con una capacidad mayor a los 2.5 megawatts se asegure la participación de las comunidades locales y regionales, de los grupos potencialmente afectados, de las personas interesadas en el seguimiento de dichos proyectos; de manera complementaria se apoyará con al menos 2% los incentivos del fideicomiso al desarrollo de las comunidades aledañas a éstos proyectos.

En este mismo sentido, se promueve el fortalecimiento de las empresas del sector social con el fin de que lleven a cabo proyecto de aprovechamiento de las fuentes renovables de energía mediante su inclusión en los programas de desarrollo rural.

Por lo anterior, la iniciativa de ley para el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía es económica, social y ambientalmente viable, y complementa las propuestas que hoy nos ocupan. La regla de oro de los países exitosos en la exploración y comercialización de la industria petrolera ha sido conciliar los aspectos productivos con la sólida preservación del medio ambiente.

De ahí que la reforma energética debe otorgar una especial atención al cumplimiento de la legislación ambiental en vigor por parte de Pemex y organismos subsidiarios. Esto supone incorporar un apartado ambiental, que ahora falta, en cada una de estas iniciativas, lo anterior con el objeto de que se establezcan claramente las obligaciones y compromisos que tiene cada una de las instituciones involucradas en materia de preservación del medio ambiente.

El fortalecimiento de esa legislación deberá traducirse en una constante y constructiva relación con las autoridades ambientales para el estricto cumplimiento de las posiciones, ya que si Pemex opera en un marco de deterioro del medio ambiente, su futuro industrial económico estará en un grave riesgo, y con ello la de todo el país.

Por tanto, el Consejo de Administración propuesto deberá fortalecerse con la presencia de consejeros ambientales, representantes de las autoridades en la materia y con facultades suficientes para imponer el cumplimiento de la legislación en medio ambiente. De ahí la importancia de que Pemex y sus organismos subsidiarios incorporen dentro de sus estrategias fundamentales en todo momento la preservación y protección al medio ambiente, no sólo para asegurar su propio éxito y el fiel cumplimiento a la legislación, sino para garantizar su apoyo fundamental al verdadero desarrollo económico y social de éste país.

No podemos entender ésta reforma si no se impulsa a fondo y en paralelo la investigación, promoción y desarrollo de energías renovables, limpias y basadas en recursos naturales, de los cuales somos ricos y que nuestro país se encuentra con un retraso considerable en cuanto a su potencial de desarrollo.

Para el Partido Verde es importante que los recursos adicionales que se generen a partir de ésta reforma se manejen con transparencia y un estricto control que permita dar una adecuada rendición de cuentas a toda la sociedad, respecto a cantidad de ingresos provenientes del recurso natural que es y que seguirá siendo de todos los mexicanos.

Pero también debe priorizarse un mayor gasto al medio ambiente, en especial derivado del gran impacto ambiental que genera Pemex en nuestro país. A pesar de que se han señalado que esta paraestatal procura la implementación de mecanismos que cuidan al medio ambiente, es fundamental que Pemex asuma la responsabilidad ecológica que tiene, y el gobierno federal incluya también dentro de su propuesta energética el desarrollo de un mercado financiero en el que exista una generación de bonos ecológicos que incidan directamente sobre la cantidad de emisiones que genera Pemex y otras industrias contaminantes.

Esperamos que los mercados financieros y el gobierno federal instrumenten nuevos mecanismos para el bienestar ambiental. Los bonos ecológicos, conocidos también como bonos de descontaminación o Permisos de Emisión Transables, son un instrumento económico que permite que la descontaminación se realice de manera eficiente y a menores costos.

El proyecto de bonos ecológicos constituye el mayor esfuerzo realizado hasta ahora por implementar instrumentos económicos como una herramienta fundamental para gestión de la descontaminación. Este instrumento será fundamental para cumplir con las normas de calidad del aire.

Quienes reducen sus emisiones pueden vender el excedente de su cupo, creándose de ésta forma un mercado para intercambiar bonos de descontaminación entre distintas fuentes; permite que compense emisiones entre ellas sin aumentar los niveles globales de contaminación. En su diseño el sistema de bonos ecológicos contempla, a grandes rasgos, los siguientes elementos:

Mayor eficiencia económica, a quien le sale más barato descontaminar no se le crea un incentivo para así hacerlo.

Mayor certeza en el cumplimiento de las metas, al fijar un cupo global se asegura el cumplimiento de las metas definidas por la autoridad.

Los miembros del Partido Verde Ecologista de México reiteramos que México como signatario y habiendo ratificado la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático no puede ser ajeno a esta realidad mundial y al esfuerzo internacional por cuidar el medio ambiente a través del fomento de fuentes renovables de energía, tales como: el viento, sol, flujo de agua, entre otras.

Además a través del mecanismo de desarrollo limpio del Protocolo de Kioto de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático, tenemos la oportunidad y posibilidad de obtener importantes recursos económicos para financiar el desarrollo de proyectos de fuentes renovables de energía.

Nuestro país tiene una ubicación estratégica que favorece el aprovechamiento de varias energías alternativas. Baja California y Sonora son de las regiones con mayor insolación en todo el mundo, y existen regiones con grandes vientos, como son: Oaxaca, Tabasco, Chiapas o Hidalgo.

En materia energética estamos obligados a realizar un cambio estructural, ir más allá, brindar un auténtico sentido de sustentabilidad a largo plazo. Tenemos que pensar en las generaciones futuras, y para finalizar voy a presentar ante ustedes una síntesis de una iniciativa que próximamente presentaremos en la Comisión Permanente para tratar de hacer de ésta iniciativa de Reforma Petrolera una verdadera Reforma Energética a largo plazo que contemple las energías renovables.

Nuestro marco legal existente permite la generación de energía por particulares solamente para consumo interno o para la venta de la Comisión Federal de Electricidad. La propuesta del Partido Verde va a ser en el sentido de que los particulares puedan comercializar la energía que generan solamente si es proveniente de energías renovables no contaminante, así lograríamos tres cosas: la primera es bajar los precios de la Comisión Federal de Electricidad al abrirla a la competencia; la segunda y muy importante es combatir el cambio climático; y la tercera es estar listos para cuando en algunos años se empiece a terminar el recurso de todos los mexicanos, que es el petróleo.

Queremos una Reforma Energética, no solamente una Reforma Petrolera.

Muchas gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Agradecemos al señor diputado Jorge Emilio González Martínez, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Verde Ecologista de México, su intervención. Y a continuación pasaríamos al debate entre los cuatro ponentes que han hecho uso de la palabra.

Les quiero proponer a ustedes que en el mismo orden en el cual fueron realizadas las exposiciones, sean realizadas las intervenciones de los señores ponentes. Le pido, en este sentido, al licenciado Germán Martínez Cázares, que haga uso de la palabra para hacer las preguntas o cuestionamientos que él considere pertinentes; y posteriormente les preguntaría a los ponentes que han sido aludidos o cuestionados si desean hacer uso de la palabra para ejercer su derecho de réplica.

-EL LICENCIADO GERMAN MARTINEZ CAZARES: Muchas gracias, senador Labastida Ochoa.

Sólo para subrayar que el dinero del petróleo no es dinero de PEMEX, es dinero de la nación.

Nadie le quita dinero a PEMEX. PEMEX paga a la Nación el derecho por extraer hidrocarburos y más del 40 por ciento, más del 40 por ciento del gasto total del Estado, no del Gobierno Federal, de los más de 2500 municipios, de los 32 estados y del Gobierno Federal viene del petróleo.

Por lo tanto, cualquier autonomía presupuestaria de PEMEX, debe hacerse a la luz de cuidar las finanzas de los municipios, de los estados y del Gobierno Federal.

En segundo lugar, para Acción Nacional los contratos de riesgo son aquéllos donde el contratantes paga con parte de la producción esos contratos, con parte de la producción de barriles de petróleo en este caso el trabajo de exploración o de explotación. Como, por ejemplo, lo hacen las empresas contratadas en Cuba.

La iniciativa del Presidente Calderón, bajo ninguna circunstancia, transfiere a los particulares la posibilidad de explotar para sí la riqueza y, en ningún momento, pone contraprestación parte del producto de la renta petrolera.

Dije en mi intervención y lo quisiera subrayar, que la contraprestación que, en su caso, la hará la recibirán los particulares será en efectivo, que eso forma parte de los gastos de operación y que es como los salarios de los trabajadores que trabajan en PEMEX y no comprometen la renta petrolera.

El artículo 27 constitucional debe leerse de manera integral. Y en el artículo 27 hay 3 niveles de identificación de objetos distintos y que tienen actividades distintas y que tienen un régimen o una prohibición distintas.

Así, por ejemplo, los bienes del dominio de la Nación, en general, se pueden explotar o se pueden usar o se pueden aprovechar. Se permite la concesión a los particulares.

El ejemplo típico son las minas. Pero es distinto el objeto del petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos, en donde se habla exclusivamente de la actividad de explotación; y en donde, con toda claridad, la Constitución dice que “están prohibidas las concesiones o los contratos exclusivamente” y no se habla de usos o aprovechamientos.

Por si faltara poco o por si no fuera suficiente, la energía eléctrica, que es el otro objeto que regula el artículo 27, detalla, como no se detalla en el petróleo o en los carburos de hidrógenos, líquidos o gaseosos, detalla la generación, la conducción, la transformación, la distribución y el abastecimiento en actividades relacionadas con la energía eléctrica. Y ahí están prohibidas las concesiones.

Desde 1940, y aquí tengo en mi mano la iniciativa que presentó el Presidente Lázaro Cárdenas, cuando se prohibieron las concesiones, literalmente dice la iniciativa firmada por el Presidente Lázaro Cárdenas, voy a leer literalmente que “no implica que la Nación abandone la posibilidad de admitir la colaboración de la iniciativa privada, sino simplemente que esa colaboración deberá realizarse en el futuro, dentro de las formas jurídicas diversas a la concesión”.

Aquí está una copia de la versión estenográfica que le entrego al historiador Lorenzo Meyer y que con eso concluyo mi intervención.

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Gracias, señor licenciado Germán Martínez Cázares.

Le pediría a continuación a la licenciada Beatriz Paredes Rangel, hiciera uso de la palabra hasta por 5 minutos.

- LA LIC. BEATRIZ PAREDES RANGEL: El diseño integral de una política energética de amplio espectro, es indispensable en todos los países y la circunstancia geopolítica de México y las condiciones de sus recursos naturales, nos permitirían desarrollar una estrategia que resolviera las cuestiones de corto, de mediano y largo plazo.

Creo que, independientemente de la polarización que en este tema se ha dado en la sociedad mexicana, es fundamental una discusión con objetividad, con veracidad que valore el cumplimiento de las responsabilidades que a cada sujeto público corresponde.

Por eso, en el PRI decidimos estar atentos a la iniciativa que el Presidente de la República presentara en esta materia, entendiendo que es en el ejercicio de su responsabilidad y que el Poder Legislativo, en el ejercicio de su responsabilidad puede modificarla, ampliarla, enriquecerla.

Pero para que este ejercicio de colaboración y de complementación entre poderes le sea útil a la sociedad mexicana, es fundamental que todos hablemos con veracidad; y que hagamos un esfuerzo de análisis fuera de descalificaciones y fuera de manipulaciones con propósitos de acentuar la división en México o de llevar agua para el molino electoral.

Este es un tema extraordinariamente trascendente para el México de hoy y para las nuevas generaciones.

PEMEX, efectivamente, recupera por las facultades constitucionales los recursos energéticos que son de la Nación y la Nación debe destinar la renta petrolera a impulsar el desarrollo generalizado de nuestro país. Sin embargo, en este diseño no se puede confiscar la posibilidad de que el eje de la obtención de esos recursos se debilite.

Detrás de la discusión de la política energética, hay una profunda discusión sobre política económica. Hay una discusión sobre cuál es la perspectiva de política económica que los mexicanos de nuestro tiempo requieren no solo para combatir la pobreza, no solo con estrategias asistenciales de desarrollo social, sino con un planteamiento que genere posibilidades de capacitación, de empleo permanente y de ingreso para la mayoría de los mexicanos.

Y esto supone un uso inteligente y una expansión de nuestra estrategia energética. Primero, resolviendo los problemas de abasto suficiente de petrolíferos a costos competitivos para el desarrollo de la industria y para la satisfacción de las necesidades populares.

Hay todo un tema complejo en torno a las tarifas eléctricas que la ciudadanía está demandando. Hay todo un tema que preocupa en cuanto a la economía básica por el costo de los energéticos.

Por eso, al discutir este tema, tenemos que abordar una mayor eficacia en la recaudación de fuentes diversas a la energética.

No puede ser que la economía mexicana esté diversificada y, en cambio, la economía fiscal mexicana esté petrolizada.

Sé que el pánel subsecuente destacados expertos en materia económica, plantearán alternativas a ello.

Y quiero comentar nuestro respaldo a los planteamientos presentados por el Presidente del Partido Verde Ecologista, el interés del Partido Revolucionario Institucional de explorar las posibilidades de legislar en materia de energías alternativas.

Muchas cosas ya se pueden hacer.

En materia de energías alternativas no es solamente el marco jurídico el que está inhibiendo, es la decisión pública y la decisión privada ahí en donde está perfectamente un campo anchuroso para inversión, también queremos que si de veras están preocupados por la energía vengan inversiones de toda la naturaleza. Gracias. (Aplausos).

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias por su intervención a la licenciada Beatriz Paredes Rangel. Le solicitaríamos atentamente al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano hiciera uso de la palabra.

-EL C. INGENIERO CUAUTHEMOC CARDENAS SOLORZANO: Yo haría una observación respecto a los contratos de desempeño. Efectivamente no está previsto en las iniciativas que recibió el Senado el día ocho de abril, que se pague a un contratista con barriles de petróleo, efectivamente eso no es lo que está previsto, no habría que esperar que el contratista formara sus pipas para recibir el pago; pero lo cierto es que sí están vinculados estos contratos al desempeño, esto es, PEMEX paga más o paga menos, según el comportamiento de un contratista, y en este caso me parece que el riesgo que corre PEMEX es pagar menos o pagar menos, independientemente de que lo pague en “bidones” de barril, de petróleo en pipas, o en cualquier otro producto en especie.

Por otro lado, me parece que habría que pensar que cuando se produce la expropiación en 1938, había efectivamente muchas carencias de carácter técnico y profesional en la industria petrolera del país, y esta me parece que fue una razón por la cual quedó abierta la posibilidad de que particulares participaran en actividades que al ir desarrollando Petróleos Mexicanos sus propias capacidades, se consideró en el 58, y aprobado finalmente en el 60, que lo que hoy está definido en la ley vigente como industria petrolera, fueran actividades reservadas de manera exclusiva a la nación, me parece que esta es la razón por la cual efectivamente las leyes, y particularmente la Ley Reglamentaria del 27 Constitucional, evolucionó a tener sus características actuales, y me parece que es totalmente innecesario que se haga una reforma a esta ley, simplemente aduciendo que por ahí es que van a llegar los recursos que PEMEX necesita para su desarrollo.

Yo haría una pregunta concreta al señor presidente del Partido de Acción Nacional: El se refería, en su exposición, y espero no equivocarme, que se requerían 85 mil millones de dólares para realizar las actividades que son de carácter urgente en PEMEX, bueno, de carácter urgente, a realizarse en 20 años.

Si hablamos de 85 mil millones de dólares en 20 años, y si la aritmética no me falla, estamos hablando de cuatro mil 250 millones dólares por año, y yo creo que esta es una cantidad accesible para los recursos que PEMEX genera, si hablamos de cuatro mil millones.

Y me parece que aquí lo más importante es decir que lo que está faltando por parte del gobierno es que nos diga cuanto necesita cada año, porque seguramente no van a ser ni cuatro mil un año, ni 85 mil concentrados en un día, sino necesitamos conocer cuál es la propuesta, en este caso del gobierno del plan de trabajo de Petróleos Mexicanos, cómo se distribuyen las actividades, como se dimensionan y cuáles son los requerimientos de recursos, y establecer también cuáles son las fuentes de esos recursos.

O preguntaría también si se está pensando que estos 85 mil millones de dólares, que se requieren en 20 años para actividades de Petróleos Mexicanos, deben ser todos de Pidiregas o de créditos que imponga una deuda a la nación. (Aplausos).

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, ya están funcionando sus palabras, y si ustedes estuvieran de acuerdo le solicitaríamos al señor diputado Jorge Emilio González Martínez que hiciera uso de la palabra.

A continuación, les preguntaríamos a los señores ponentes si desean hacer uso de la réplica para contestar las preguntas que les han sido formuladas, y expresar su opinión sobre algunos de los puntos que aquí han sido tratados. En uso de la palabra el señor diputado Jorge Emilio González.

-EL C. DIPUTADO JORGE EMILIO GONZALEZ MARTINEZ: Para este debate algo nos debe de quedar seguro a todos, que todos estamos aquí, y festejo que todos estemos sentados en la mesa de diálogo buscando el bien de México, buscando de que manera cómo le hacemos para tener más recursos de la riqueza del país, del petróleo, para que nuestro país puede crecer y podamos combatir todos los problemas, en especial el problema de la pobreza. Ese debe de ser el fin, y es el fin de todos los que estamos aquí.

Hace 80 años fue la expropiación de la industria petrolera de México, con lo cual pudimos llevar un desarrollo estabilizador por muchos años que generó un crecimiento importante en el país; con lo cual pudimos sortear muchas crisis financieras derivadas de irresponsabilidad en el manejo de las finanzas públicas.

Ahora estamos entrando a una nueva fase donde tenemos que transformar nuestro sistema energético para poder seguir creciendo y competir con el mundo de manera exitosa en los próximos años.

Hace 80 años fue la expropiación de la industria petrolera; ¿cómo nos vemos en 80 años? En 80 años nadie de nosotros va a estar en esta vida, el petróleo va a estar agotado, no va a haber absolutamente nada de petróleo en el país, y tampoco en el mundo, y todas las economías van a estar basadas en energías renovables.

Por eso es fundamental que aprovechemos esta reforma, el interés que hay en invertir en la extracción de petróleo en aguas profundas, el interés que puede haber y que seguramente hay en invertir en la generación de energías renovables para la venta a particulares, para sentar las bases de una economía que no esté basada en el petróleo en los próximos 20, 30 ó 40 años.

Yo quisiera hacer dos preguntas muy claras. Primero al presidente del PAN; en el entendido de que nosotros compartimos la idea de que es importante aprovechar los precios del petróleo, la riqueza que tenemos, y compartimos la idea de tener asociación con la iniciativa privada para la extracción del petróleo en aguas profundas, siempre y cuando se invierta en energías renovables.

¿El Partido Acción Nacional compartiría la idea en formar un fideicomiso con los recursos de la explotación de aguas profundas para que el Estado invierta en energías renovables? Y así que la Comisión Federal de Electricidad pueda avanzar en este tipo de generación de energía.

Y al representante del PRD, si su partido, o difícilmente pudiera contestar como todo el PRD, pero su visión personal y muy importante en el PRD y en México, ¿si estaría de acuerdo en una reforma constitucional para que la iniciativa privada pueda invertir en la generación de energías renovables, solamente renovables y así poder bajar los costos de la CFE y avanzar en el combate al cambio climático? Muchas gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al señor diputado Jorge Emilio González Martínez el uso de la palabra, y le pediríamos al licenciado Germán Martínez Cázares que hiciera uso de la palabra, en primer lugar, hasta por cinco minutos.

-EL C. LICENCIADO GERMAN MARTINEZ CAZAREZ: Gracias, senador Labastida Ochoa. Al presiente del Partido Verde, el compromiso de Acción Nacional por alentar energías renovables es claro, y estaría, por supuesto, comprometido.

En segundo lugar, al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, decirles que, efectivamente, hablé de este valor aproximado; pero también dije: que el reto no sólo era financiero, sino también de desarrollo tecnológico, de ejecución y de operación de los proyectos en Petróleos Mexicanos.

También quisiera decirle al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, que la referencia al desempeño para Acción Nacional, en esta materia, es también una medida dirigida, valga la redundancia, a medir la eficiencia en PEMEX, que a todos nos convoca.

Quiero, finalmente, ingeniero Cárdenas, aprovechar sus palabras de este último comentario, cuando afirma que en la expropiación de 1938, hubo algunas carencias, y quedó abierta la posibilidad para fortalecer a Petróleos Mexicanos, entonces. Creo que ese es el reto.

Acción Nacional quiere buscar las debilidades, juntos, de Petróleos Mexicanos para fortalecer, y que quede abierta la posibilidad, en la medida en que la entienda el Congreso de la Unión, para que el sector social y privado pueda participar en fortalecer a PEMEX.

Me queda claro, y quiero aprovechar el conocimiento que usted tiene del tema, el nacionalismo con el que usted se dirige en el tema, y nuestro reconocimiento desde Acción Nacional. (Aplausos).

-EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias al ingeniero Germán Martínez Cázares.

A continuación le solicitaríamos a nuestra amiga la licenciado Beatriz Paredes Rangel ¿si desea hacer uso de la palabra? le consultamos.

-LA C. LIC. BEATRIZ PAREDES RANGEL, Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional (PRI): Declino.

-EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Declina usted. Muchas gracias.

Al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.

-EL C. ING. CUAUHTEMOC CARDENAS SOLORZANO, Presidente de la Fundación para la Democracia: Me parece que, cuando se dice: que el problema de PEMEX no es únicamente el dinero, y se nos dice que el reto, lo acaba de expresar el señor Presidente de Acción Nacional, es de desarrollo tecnológico y de capacidad de ejecución, me parece que lo que está haciendo falta, justamente, es que nos dimensionen ese reto. Entonces, hace falta un ingeniero en ¿qué tipo de electrónica? O hace falta un especialista en proyectos en aguas profundas ¿O qué es lo que hace falta? Porque estamos hablando, un poco en el aire, no se no dice qué es lo que está haciendo falta, como reto tecnológico, y como reto en cuanto a capacidad de ejecución.

Entonces, sí es muy importante que se le mencione este reto para saber si esto se puede cubrir con lo que disponen ya de Petróleos Mexicanos; si se requiere reforzar a Petróleos Mexicano; si se requiere complementar el esfuerzo de petróleos con la empresa nacional; si se requiere complementarlo con la empresa extranjera.

En fin, es necesario saber ¿de qué tamaño es el reto?

¿En qué tiempo sería preciso llevarlo a la práctica o responderlo en la práctica? Y esto es lo que no nos están diciendo. Nos están asustando. Es decir, parece un poquito querernos asustar con que el reto es muy grande; con que no tenemos capacidad de desarrollo tecnológico; con que los ingenieros que están en petróleos no sirven, así lo quiero entender, y con que no saben hacer las cosas. Yo creo que es totalmente lo contrario.

Ahora, se nos dice también, el señor Presidente de Acción Nacional, que se trata, con estos contratos de desempeño, de medir la eficiencia de PEMEX. Pero se le paga al contratista. ¿Por qué no se premia a PEMEX, en ese caso?

¿Por qué no se le hacen reconocimientos públicos?

¿Por qué no se dice: cumplió su programa de trabajo, que debiera de ser un programa de trabajo, por cierto, aprobado por el Congreso? Pues cumplió el programa anual en once meses, o cumplió el programa anual en tanto tiempo; superó las metas establecidas. Pero entonces, que se premie a PEMEX, y no que se le haga correr a PEMEX los riesgos, que en todo caso, está corriendo a un contratista simplemente para que se le pague más o menos. Me parece, pues que, habría que dejar claro que sí se está tratando en esta Iniciativa de Ley de contratos de riesgo que están claramente prohibidos por nuestra legislación.

Respecto al señor diputado Jorge Emilio González. Primero le aclaro que vengo por una invitación que me hizo la Junta de Coordinación Política, no vengo representándome más que a mí mismo. Me parece que esta es una aclaración pertinente. Yo no puedo responderle más que por mis propios criterios.

Me parece que no cabe, no cabe, en este caso, modificar la ley. Me parece que es muy importante que haya estímulos, alientos, etcétera, para el desarrollo de todas las energías no renovabables y no convencionales; me parece que esto es muy importante que se le dé atención en el país. Pero no me parece que esto debiera significar un cambio a la ley, porque por ahí se empieza, y luego acabaríamos, efectivamente, entregando todo el resto: la hidroeléctrica, la termoeléctrica, etcétera, etcétera. Y me parece que hay que prevenir los riesgos, porque ya conocemos las experiencias de cómo se dan las cosas en el país. (Aplausos).

-EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, su intervención.

Y quisiera consultarle al señor diputado Jorge Emilio González Martínez ¿si desea hacer uso de su derecho de réplica?

-EL C. DIPUTADO JORGE EMILIO GONZALEZ MARTINEZ, Presidente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM): Primero que nada, muchas gracias, ingeniero, por la respuesta.

Desgraciadamente no coincidimos en este tema. Yo creo que es fundamental aprovechar el dinero de la iniciativa privada para avanzar en energías renovables, y sentar las bases para que nuestro país no dependa del petróleo, en un futuro, así como combatir el cambio climático, este debe de ser el sentido, en todos los países del mundo, si queremos preservar la vida. Y yo creo que tenemos que empezar por cuidar el futuro de nuestros hijos, nietos, y prever que en 70 años ojalá y tengamos un país que esté funcionando, como nos tocó a nosotros, y para eso necesitamos este tipo de energías.

Muchas gracias. (Aplausos).

-EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Quisiera comentarles a todos los presentes, al Presidente de la Junta de Coordinación Política, al Presidente, al señor senador Santiago Creel, a los presidentes de los partidos que, dado que esta es una reunión larga, el tema lo amerita por su profundidad, por su trascendencia, estimamos que nos vamos a tardar varias horas más aquí.

Por eso, en consulta con el señor senador Alejandro Zapata Perogordo, el señor senador Graco Ramírez y el senador Rubén Camarillo, acordamos proponerles a ustedes un receso de 10 minutos, para reanudar con posterioridad la reunión.

Los ponentes están en libertad, si desean quedarse, cosa que agradeceríamos, de retirarse o de quedarse, para escuchar posteriormente a los cuatro ponentes que nos hacen falta, y pasar a la sesión de preguntas y respuestas, que tanto senadores como diputados, van a formular.

Muchas gracias por su comprensión.

… -EL C. PRESIDENTE LABASTIDA OCHOA: Me han informado, que tanto el presidente del Partido Acción Nacional, como el presidente del Partido Verde Ecologista de México, por ocupaciones que ineludiblemente tenían que atender, no van a estar presentes.

Pero nos va a ser el honor de acompañarnos, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y la licenciada Beatriz Paredes Rangel.

Con la autorización del presidente de la Mesa Directiva del Senado, damos inicio a la segunda sesión.

Los ponentes en esta segunda sesión, no necesitan presentación. Pero me voy a permitir mencionar algunos de los trabajos y puestos más relevantes que han desempeñado.

El licenciado José Agustín Ortiz Pinchetti, quien haría uso de la palabra, en primer lugar, es abogados egresado de la Escuela Libre de Derecho; maestro de Derecho Económico de la Universidad Iberoamericana; profesor universitario, fue diputado federal; secretario de Gobierno del Distrito Federal; escritor y articulista, si me permite que mencione que lleva más de 20 años en ello; y le pido que haga uso de la palabra.

-EL C. LIC. JOSE AGUSTIN ORTIZ PINCHETTI: Gracias.

Voy a hacer una aclaración, que considero pertinente, vengo en representación del gobierno legítimo de México, y voy a dar lectura a una postura, a un documento preparado por el presidente, que es, el licenciado Andrés Manuel López Obrador.

Como se trata de definir los principios que deben de regir la reforma energética, me atrevo a señalar, los que para nosotros son fundamentales, ante de dar lectura al documento, elaborado por Andrés Manuel.

El primer de estos principios, para nosotros. Es que las iniciativas de la llamada reforma energética, en realidad contrarreforma petrolera; son un intento de privatización.

El segundo importante punto, importante. Que son, inconstitucionales.

El tercero, también, esencial, que el verdadero problema de Pemex, está en la corrupción. Y que mientras no se resuelva ese problema, que tiene por lo menos dos vetas; la veta interna y la veta en que se han saqueado a Pemex, por parte del Gobierno Federal, mientras que no se resuelvan esos problemas, no podemos pensar en que, en construir una verdadera reforma petrolera.

Y cuarto punto, que sí tenemos propuesta. Y que esa propuesta está basada en un concepto optimista. Nosotros sí creemos que México tiene los recursos y los hombres necesarios para aprovechar el auge petrolero.

Ahora doy lectura a la ponencia, que envía Andrés Manuel.

Empiezo por considerar el fundamento constitucional, que impide la privatización de la industria petrolera. El párrafo sexto del artículo 27, establece: “tratándose del petróleo y de los hidrocarburos de hidrógenos, sólidos, líquidos y gaseosos o minerales radiactivos, no se otorgarán concesiones, ni contratos, ni subsistirán aquellos que se hayan otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de sus productos, en los términos que señale la Ley Reglamentaria respectiva”.

Este fragmento, el artículo 27, no formó parte del texto original, como hemos visto en las intervenciones anteriores.

Fue reforzado a través de reformas al artículo 27 constitucional, que aparecieron, que fueron publicadas en 1960.

El decreto de expropiación del 18 de marzo de 1938, concentró en la Nación la propiedad de todos los bienes destinados a la industria petrolera. Esta propiedad a favor de la Nación, hizo posible que la industria petrolera, en todas sus etapas, quedara bajo su control. Así ocurrió, tanto, en la exploración, como en la extracción, en la refinación, en el almacenamiento, el transporte, la distribución del petróleo y de los hidrocarburos.

No obstante, con la precavida intención de evitar, en el futuro, malas interpretaciones legales, el Presidente Lázaro Cárdenas anunció en su informe del 1° de septiembre de 1938, al Congreso de la Unión, que enviaría una iniciativa de reforma constitucional, para que –según sus palabras— que no vuelva a darse concesiones del subsuelo, en lo que se refiere al petróleo y que el Estado sea el que tenga control absoluto de la explotación petrolífera.

En virtud de esta reforma publicada en el Diario Oficial del 9 de noviembre de 1940, se adicionó el párrafo del artículo 27, que dice: “tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógenos sólidos, líquidos o gaseosos, no se expedirán concesiones, y la Ley Reglamentaria respectiva, determinará la forma en que la Nación llevará a cabo las explotaciones de esos productos…”.

De esta suerte, la explotación de yacimiento de petróleo y de hidrocarburos, en su sentido de acción y de efecto de sacar utilidad en la industria petrolera, quedó en exclusivo al provecho propio de la Nación y reservada al control del Estado.

Pero ambas ambiciones, la de una minoría de potentados y las presiones internacionales, obligaron a que el Presidente Avila Camacho, al amparo de la Ley Reglamentaria del 27, en materia de petróleo, diera autorizaciones que evadían la prohibición constitucional, para otorgar concesiones mediante llamados contratos-riegos, de los que también se ha hablado aquí, en extenso.

Por esa razón el Presidente Adolfo López Mateos, promovió una nueva reforma, para agregar en su párrafo sexto: “que no se otorgarán concesiones, ni contratos, ni subsistirán los que se hayan otorgado”.

La mencionada reforma, tuvo, pues, el propósito obvio de determinar con… determinar con la indebida práctica de eludir la prohibición constitucional, para concesionar la explotación de los yacimientos petrolíferos, con la celebración de contratos de empresas privadas.

Posteriormente… posteriormente hubo reformas muy importantes, en materia constitucional, el artículo 25 y 26 se reestructuraron para definir perfectamente el control que sobre las áreas estratégicas tenía el Estado, con lo cual se remachó toda esta evolución.

Actualmente, es precisamente este mandato constitucional… estos mandatos constitucionales, que pretende violarse, con las iniciativas enviadas al Senado de la República, por el Presidente usurpador, Felipe Calderón.

Por ejemplo, en la iniciativa de Ley para la Creación de la Comisión de Petróleo, en el artículo 3, se dice: “que corresponde a dicha comisión, otorgar y revocar los permisos que la ejecución, funcionamiento y desmantelamiento de obras y trabajos relacionados con la exploración y explotación de hidrocarburos”.

Por lo que toca a la iniciativa, en materia de Ley Orgánica de Pemex, la propuesta de Calderón establece, en el artículo 46: “que Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios, podrán celebrar contratos en los que se pacte una remuneración fija o variable determinada o determinable, con base en obras y servicios especificados, al momento de la contratación o que el desarrollo del proyecto exija con posterioridad. Petróleos Mexicanos podrá condicionar, a que el proyecto genere ingresos para cubrir los costos correspondientes —dice la iniciativa— y podrá pactar incentivos pendientes a maximizar la eficacia o el éxito de la obra o servicios, los cuales serán pagaderos, únicamente en efectivo.

El ingeniero Cárdenas, ha expresado sus puntos de vista, respecto de este punto.

Si nos vamos a la Ley Reglamentaria del Artículo 27, en el ramo del petróleo, se abren las puertas a la iniciativa privada de actividades de la industria petrolera —hasta ahora— reservadas en exclusiva al Estado mexicano.

Privatizar es convertir actividades que en exclusiva estaban reservadas al Estado, al sector público, en actividades que pueden realizar los particulares, los privados; la cosa es tan obvia y tan evidente, tan gruesa que casi no valdría la pena, ponernos a discutir alrededor de ella. Las iniciativas de reformas y adiciones dejan fuera la exclusividad del Estado, el transporte, el almacenamiento de gas indispensable y necesarios para interconectar su explotación y su elaboración. También da oportunidad a la iniciativa privada de intervenir en la distribución y ventas de primera mano de aquellos derivados del petróleo y del gas que sean susceptibles de servir como materias primas industriales básicas y que constituyen petroquímicos básicos.

En el artículo cuarto del Proyecto establece que Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios y los sectores social y privado previo permiso podrán realizar actividades de transporte, almacenamiento y distribución de gas de los productos que se obtengan de la refinación del petróleo y petroquímicos básicos. Y propone Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios podrán contratar con terceros los servicios de refinación del petróleo y también consigna que las personas que pretendan realizar o prestar los servicios a los que se refieren los dos pasos anteriores, podrán construir, operar y ser propietarios de ductos, instalaciones y equipo. Qué falta para considerar que existe una privatización.

En suma, es evidente que las iniciativas de Ley propuestas por Calderón son violatorias de la Constitución y obedecen a los intereses creados que desde la expropiación del petróleo han estado en acecho para consumar el gran atraco de la privatización de la industria petrolera nacional.

Solo quisiera agregar que es lamentable, por inmoral, la actitud que han asumido los defensores de esas reformas al estar sosteniendo el modo cínico que estas modificaciones no pretenden violar la Constitución ni implican privatizar la industria petrolera.

Las iniciativas de Calderón cancelan la posibilidad de entrar de manera integrar al sector energético como palanca del desarrollo nacional. Es necesario señalar que al otorgarse permiso a los extranjeros y privatizar la exploración, perforación, refinación, la petroquímica y el transporte y los ductos y el almacenamiento de petrolíferos, se dejaría a PEMEX como simple administradora de contratos y abastecedora de petróleo crudo. Nos quieren quitar la posibilidad, afirma Andrés Manuel, de utilizar todo el potencial del sector energético para llevar a cabo el desarrollo económico independiente que necesita nuestro país. Nos quieren condenar a que solo vendamos materia prima y nunca podemos utilizarla a producir nosotros mismos la gasolina, los productos petroquímicos y la energía eléctrica y con ello industrializar a México, crear empleos, favorecer nuestro mercado interno, reducir los precios al consumidor del gas, la luz y las gasolinas y sobre todo elevar los niveles de bienestar de nuestro pueblo. Existe además un síntoma muy delicado por lo que toca a la entrega de la soberanía.

En el nuevo marco legal propuesto por Calderón se compromete la soberanía al aceptarse la obligación de acudir, en caso de controversias con las empresas extranjeras, a Tribunales Internacionales, lo cual como recordamos mucho estaba estrictamente prohibido en la Ley de Transferencia de Tecnología que tenía otra dimensión muchísimo menos importante.

Por ejemplo se dice en el Artículo 44 que “cualquier controversía relacionada con licitación, adjudicación y ejecución de contratos se resolverá de acuerdo con las Leyes mexicanas y se someterán a la jurisdicción de los Tribunales competentes en México o a Tribunales Nacionales e Internacionales”. Y en el Artículo 49 se dice “que tratándose de actos jurídicos de carácter internacional, Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios podrán convenir la aplicación del derecho extranjero y la jurisdicción de Tribunales Extranjeros en esos asuntos mercantiles y celebrará acuerdos arbitrales cuando así convenga al mejor cumplimiento de su objeto”.

Tengamos presente que si perdemos la soberanía, como sueñan los entreguistas, será muy difícil por razones geopolíticas recuperar el dominio de la nación sobre nuestros recursos petrolíferos. ¿Cuánto faltaría entonces para dejar de ser un país y convertirnos en colonia? ¿Queremos que los gobernantes sean una burocracía al servicio de intereses externos? De estas dimensiones es el riesgo que corremos.

En primer término, se destaca otro tema en el documento de Andrés Manuel. Aunque todos sabemos que el principal problema de PEMEX es la corrupción, Calderón en vez de llevar a cabo acciones para enfrentarla, o al menos para plantearla, establece en sus iniciativas la creación de un régimen de excepción para alentarla y legalizarla. La iniciativa de la Ley Orgánica de PEMEX de manera abierta y descarada propone que Calderón obraría a los integrantes del Consejo de Administración de Pémex y que esos incondicionales tendrían facultades para excusarse de llevar a cabo licitaciones públicas y entregar los contratos de obras y servicios por asignación directa a sus empresas favoritas. Además podrían actuar sin informar a la sociedad, sin rendir cuentas, sin estar sujetos a otro régimen de responsabilidades como cualquier otro servidor público. También podrían conceder a su arbitrio sueldos fuera de presupuesto, autorizar incentivos adicionales a funcionarios y empresas y contratar deuda pública sin autorización del Congreso.

Si vamos al Artículo Octavo se propone que “como miembros del Consejo a cinco representantes del cuestionado Sindicato de Trabajadores Petroleros, y tanto ellos como los 10 restantes y el Director General de Pémex, tendría el privilegio de la impunidad, porque según el Artículo 37 de la Iniciativa, Petróleos Mexicanos contratará a favor de los miembros del Consejo y del Director General seguros, fianzas o cauciones que cubren el monto de las posibles indemnizaciones de daños y perjuicios”. Se trata ni más ni menos de legalizar la impunidad. De algo así como blindar jurídicamente los futuros pemexgate, más burocracia del cuello blanco.

En las 5 iniciativas que se proponen en notoria la creación de Consejos, Comisiones y Comités que engrosarían aún más la alta burocracia existente en todo el sector energético. No hay nada en las Iniciativas de Calderón para dotar a Pémex de geólogos, ingenieros petroleros o técnicos especializados para lograr operativas, sino solo se habla de contratación de financieros y administradores. Se quiere crear una superestructura tecnocrática. Las funciones importantes dependerán del Consejo, Comités, de la Comisión del Petróleo. Inclusive el Director General de Pémex se quedaría como un adorno. Al mismo tiempo se trata de un aparato centralizado donde todo dependería de Calderón y de la Secretaría de Energía.

Calderón nombra a los Consejeros. La Presidenta del Consejo es la Secretaría de Energía que tiene voto de calidad en caso de empate y propone al Secretario del Consejo. Además se crean 3 comités con 3 consejeros cada uno: el Comité de Transparencia, el Comité de Estrategia e Inversiones y el Comité de Remuneraciones. A estos Consejeros los propone la Secretaría de Energía. A su vez el Comité de Transparencia designa al auditor externo y decide sobre la contratación de otros auditores.

El Comisario de Pémex será nombrado también por el Ejecutivo Federal y dependerá de la Secretaría de Energía. Todos estos órganos, tanto el Consejo de Administración como los Comités y el Director General tendrán, por Ley, estructuras burocráticas y sueldos que será fijado de acuerdo con el mercado laboral.

Además se propone crear la Comisión del Petróleo integrada por 5 Comisionados quienes serán propuestos también por la Secretaría de Energía.

En la misma Iniciativa el Artículo Cuarto Transitorio dice que “la Cámara de Diputados ha propuesto, y les digo, asignará la Secretaría de Energía los recursos presupuestarios necesarios para la debida consecución del objetivo de la Comisión del Petróleo y en su caso se establecerán los derechos correspondientes para su financiamiento en la ley respectiva”. Y concluye Andrés Manuel: “en fin, una maraña burocrática discrecional, onerosa, que hará aún más ineficiente y corrupta toda la operación de PEMEX”.

Señoras senadoras, señores senadores.

Como es lógico, nunca aceptaríamos semejante agravio al pueblo de México y a la nación. Hablemos claro, las iniciativas de Calderón no tienen ningún propósito para fortalecer a PEMEX, sino para entregar la industria petrolera a los grandes tiburones de aguas profundas del mundo de los negocios.

Y finalmente esta es nuestra propuesta, que por cierto se ha dado a conocer desde el 18 de marzo y se ha vuelto a dar a conocer en innumerables instancias, por eso me sorprende muchísimo que se diga que no tenemos una propuesta.

Nosotros no planteamos ni permitiremos nada que signifique violar la Constitución y privatizar la industria petrolera ni comprometer la soberanía nacional.

Estos son nuestros cinco lineamientos básicos:

Uno. Que se destinen todos los excedentes por precios altos del petróleo al fortalecimiento de PEMEX para ser invertidos en exploración, perforación, refinación, petroquímica, mantenimiento, construcción de ductos e instalaciones petroleras, así como para el desarrollo tecnológico. Estos excedentes significarían para este año 20 mil millones de dólares adicionales que al ser entregados a PEMEX representarían más del doble del presupuesto actual de ese organismo público.

Sólo agregamos que desde el gobierno de Vicente Fox no hay transparencia ni se conoce el destino de estos recursos.

Segundo. Debe de fortalecerse el Instituto Mexicano del Petróleo para llevar a cabo, entre otras actividades, todas las investigaciones para exploración de petróleo en tierra y en aguas someras, fundamentalmente en el sudeste, donde realmente existen reservas posibles y probables hasta para 20 años en adelante.

El Consejo de Administración de PEMEX debe reducir su número de miembros que dependen del Ejecutivo Federal y del Sindicato; y en su lugar el congreso debe elegir por consenso de los partidos a representantes de la sociedad civil de inobjetable honestidad, cuya tarea primordial sería evitar la corrupción de los contratos públicos, los conflictos de intereses y el tráfico de influencias.

Que se fortalezcan las áreas sustantivas de PEMEX para atender sobre todos los problemas operativos que tienen que ver con la disminución de la producción de la sonda Campeche, donde no sólo disminuye el volumen extraído de petróleo crudo por la decadencia en yacimiento Cantarell, sino por problemas de contaminación de nitrógeno y de agua que han llevado a cerrar cien pozos y a quemar alrededor de 700 millones de pies cúbicos diarios de gas por falta de inversión y negligencia.

Quinta y última, que se reunifique PEMEX en una sola empresa de estado, revirtiendo su división artificial en diferentes subsidiarias para manejar de manera integral todo el sector energético desde la extracción del crudo y gas hasta la refinación.

La petroquímica y la generación de electricidad para aprovechar toda la cadena de valor que permite impulsar el desarrollo económico independiente que necesita el país y el bienestar del pueblo de México.

En unos días más presentaremos a la unión pública nuestra propuesta actualizada y detallada.

Por último, solicitamos, señores senadores y senadoras, que se contemple y analice desde ahora la posibilidad de llevar a la práctica una consulta ciudadana al pueblo de México sobre el tema del petróleo.

Como hemos venido afirmando, es posible que la última palabra sobre las reformas petroleras la tengan los legisladores; pero la primera palabra siempre la tendrá el pueblo de México.

Muchas gracias.

(Aplausos)

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al doctor José Agustín Ortiz Pinchetti su exposición. Y le daríamos a continuación, después de agradecer la presencia del señor presidente del Partido Verde Ecologista, en esta reunión, al diputado Jorge Emilio González Martínez, le daríamos la palabra al doctor Lorenzo Meyer, quien es doctor en relación internacionales del Colegio de México, en donde labora como profesor investigador, él tiene publicados dos libros sobre el tema del petróleo y participó en un tercero como coautor. Si nos hace usted el favor, doctor Lorenzo Meyer.

-EL C. DR. LORENZO MEYER: Mil gracias. Gracias por la invitación.

Me encuentro aquí, no a nombre de ningún partido, tengo mis simpatías, de ninguna corriente política, sino como académico, ciudadano, académico y alguien que en otros tiempos cuando no estaba la mar tan agitada se metió al tema de los orígenes de la política petrolera mexicana y que creo que desde esta perspectiva histórica puedo decir algo entorno a lo que se me invitó, se me dijo que debería discutir algunos de los principios, ciertos principios que deben regir la reforma petrolera. Y yo les propongo cuatro.

No son los únicos, pero sí creo que entre ellos están los principales.

Les propongo discutir rápidamente en estos minutos el tema del nacionalismo que me parece que es fundamental. Sin eso no se entiende ni lo que ha pasado ni lo que puede pasar con el petróleo.

Quiero, después también abordar en la medida en que el tiempo lo permita, el tema de la petrolización de los recursos fiscales mexicanos. Es uno que viene de mucho tiempo atrás y ha tenido sus vaivenes.

En tercer lugar, quiero poner a manera de pregunta la idea de México como exportador de petróleo. Lo fue, dejó de serlo y lo ha vuelto a ser, es conveniente.

Y por último, algo que ha quedado muy claro en la discusión histórica del tema del petróleo, este ha sido un tema de élites, ha sido el tema de unos cuantos, se ha tomado a este recurso natural no renovable y estratégico, se han tomado decisiones algunas buenas, otras no tanto, pero siempre teniendo a la sociedad al margen, como testigo más que como actor. Creo que sería bueno cambiar esa añeja política hacia el petróleo.

Vuelvo a mi primer punto, al del nacionalismo. Ya germán Martínez nos dijo aquí en la mañana que probablemente hay un falso nacionalismo en México.

Sí, sí ha habido falsos nacionalismos, muchos. Pero en materia del petróleo, por razones casi accidentales, se fue construyendo una red de relaciones entre nacionalismo y petróleo que no existe en Petrobras, que no existe en “Estatoi” de Noruega ni en otras empresas públicas petroleras.

En México no es posible separar nacionalismo de petróleo desde el inicio del Siglo XX, o incluso si se quiere desde el Siglo XIX, que es cuando esto empieza.

El tema del nacionalismo, el concepto es muy abstracto, muy inasible. Sin embargo, tomando a un colega muy citado en estos días, yo diría que el nacionalismo se refiere a la imaginación política colectiva que resulta o que da por resultado la existencia de una comunidad en una geografía concreta e inherentemente soberana, es la soberanía, imaginar a México como nación soberana costó mucho, yo no sé cuando, finalmente el grueso de los mexicanos se imaginaron pertenecer a una comunidad soberana, me sospecho que debe de ser en algún punto del siglo XX y está relacionado con el petróleo, no nada más con el petróleo, la idea de dar el petróleo al sector privado viene de Manuel González y sobre todo de Porfirio Díaz, donde domina una visión liberal del mundo en donde se debe lo que era un derecho de la nación y que viene de la legislación española se le cede a los privados, cuál era la razón, muy simple, muy parecida a la que se da ahora, el país lo requiere, hay que invertir mucho, es muy arriesgada la tecnología, el petróleo es complicadísima, y entonces hay que facilitar al sector privado, su presencia ahí porque México la requiere, fue por eso que se modificó una serie de leyes en el siglo XIX y principios del XX donde se le da la propiedad de los depósitos de petróleo al superficiario, luego por accidente estalla la Revolución justo cuando se empieza la gran producción petrolera, y la Revolución va par y paso con un deseo de recuperar el petróleo, en el documento que entrego, que es bastante extenso, que eran los momentos cumbres, pero hay ahí una derrota y una victoria del nacionalismo mexicano, es una mezcla de los dos avances, desde luego la Constitución del XVII, pero la imposibilidad de hacerla efectiva hasta que llega 1938, y ahí se mezcla la oportunidad internacional, el entorno nacional favorable con una voluntad política, voluntad política, lo subrayo, la voluntad política de ser soberano, México no puede ser un país soberano en el sentido profundo y absoluto del término, no tenemos la fuerza para eso, pero sí se escogió un punto central que fue el petróleo, y en el petróleo se tomaron las decisiones escalonadas, hasta llegar a ese momento, realmente cumbre del nacionalismo mexicano que es el 18 de marzo de 1938, pero no se quedó ahí, los retos fueron muchos, también se decía que no había tecnología, que no era posible una industria tan compleja que pudiera ser asimilada por el Estado Mexicano y llevada adelante por el Estado Mexicano.

En los 1940 y principios de los 50’s, el Gobierno de Miguel Alemán dio marcha atrás, parcial, pero dio marcha atrás, con los cinco contratos riesgos que se dieron a 5 empresas llamadas independientes norteamericanas a las cuales se asignó partes específicas de la geografía mexicana para que hicieran ahí su exploración y explotación, luego viene una reacción de ese nacionalismo, ya no como la del 38, pero que da como resultado la modificación del artículo 27, 1960 y ahora volvemos a proponer una privatización parcial de esta industria, es muy complicado, pero lo único que puedo subrayar ahora es que México tiene la necesidad de vivir un nacionalismo, y un nacionalismo real porque es vecino del país quizás con el mayor grado de nacionalismo que existe hoy, conduce su política totalmente en un espíritu de nacionalismo y a veces, no siempre, un nacionalismo agresivo, México necesita de un nacionalismo vivo, no agresivo, pero sí defensivo, no xenófobo, pero sí bien pensado y en PEMEX tiene una posibilidad, en el petróleo tiene una posibilidad de hacer de ésta otra vez una empresa exitosa que sirva como orgullo a esta imaginación colectiva, porque es una empresa estatal, es una empresa que refleja o debería reflejar la voluntad colectiva, de tener ahí, en ese punto que ya se creó desde hace un siglo, está poco a poco esta política petrolera, que sea motivo de orgullo y de soberanía, que sea capaz esa empresa de mostrarnos que desde el trabajo del obrero hasta desde el técnico más especializado que se puede, se puede dominar, como se dominó en algún momento la tecnología de punta, administrarla, administrarla bien y pensarla en función, no de los intereses de la globalidad ni del mercado mundial, sino en los intereses nuestros.

Entonces esta parte, insisto, es un capital que ya se creó, no lo hemos creado nosotros, se nos ha sido dado, se nos puede desperdiciar o se puede aprovechar para volver aquí a sentar las bases de un nacionalismo del siglo XXI que no tiene que ser incompatible con la globalización, pero sí tiene que ser real, no falso.

El segundo punto que quiero abordar, es el hecho de que la industria petrolera mexicana estuvo por un buen tiempo dedicada en el, bueno, en el momento inicial la justificación de todas las transformaciones legales del Porfiriato era para servir al mercado nacional, al mercado mexicano, particularmente a los ferrocarriles, para que ya no se importara combustible, pero luego se convirtió, gracias a que dominaban las empresas extranjeras y que el mercado era extranjero, la tecnología, la mercadotecnia, todo era del exterior, se convirtió en un enclave. México llegó en los 1922 a exportar el 99 por ciento de su producción y a dejar para el mercado interno el 1 por ciento. Por muchas razones eso se fue modificando, pero el día de la expropiación seguía siendo prácticamente un productor para las necesidades del mundo externo, para las necesidades de las economías centrales, cambió a partir de 38, por razones muy mezcladas, algunas buenas, otras malas, pero el petróleo mexicano se convirtió en un producto para México. Sin embargo cuando empieza la crisis del sistema económico posrevolucionario en particular a partir de 1982, pero desde antes, éstas empezaron con Echeverría, se vuelve a meter a México como país exportador.

Y yo propongo que nos hagamos la pregunta, ¿tiene México que ser un país exportador de petróleo? ¿Tiene que ser exportador de un recurso natural no renovable y estratégico o sería mejor como entre los años, fines de los 30’s y hasta mediados de los 70’s o fines de los 70’s, un país que use el petróleo básicamente para sí? La demanda norteamericana de petróleo es enorme, el 80 por ciento de nuestras exportaciones están concentradas ahí, el resto a Europa, América Latina y una pizquita a otras partes. Esa es una pregunta, no siempre México fue proveedor del exterior, existe la posibilidad ahora, estamos produciendo y exportando en cantidades fantásticas, por eso también se están agotando lo yacimientos mexicanos, pero, ¿es eso lo que nos conviene? Es una pregunta que propongo que se haga en el momento de reflexionar sobre la reforma energética, ¿es necesario?

Y entonces paso a un tercer tema, el de la dependencia de el gobierno federal de los ingresos que le extrae al petróleo. Ahí está en buena medida el origen del conflicto con las empresas internacionales a partir del gobierno de Francisco I. Madero, la necesidad del gobierno de adquirir recursos, sobre todo cuando viene la revolución, el estado está en quiebra, México siempre ha tenido un problema fiscal, alguien calificó de penuria la política fiscal de México en el siglo XIX, es una de las grandes debilidades del estado mexicano que sigue presente el día de hoy cuando no puede tener más que el 11%, en el mejor de los casos, del Producto Interno Bruto como parte de la recaudación; es muy baja, es vergonzoso el sistema recaudatorio mexicano.

Y en vez de enfrentar este problema de cara con una reforma fiscal real, no adecuaciones, entonces se recurre al petróleo, el petróleo cuyos precios están ahora aumentando es la salvación, es la tapa de salvación, ¿pero qué país que tenga una economía decente, funcionando bien, un país complejo? Claro, si vamos a unos países del Mundo Arabe, bueno, pues ahí tiene que ser, la vida del estado es la vida que le da el petróleo.

Pero en otros, con una economía compleja como la nuestra, tienen que sacar sus recursos de otra parte, pero esa otra parte requiere también voluntad política. Después de todo alguien ha definido a la política como la asignación por la vía de la autoridad de los recursos escasos, la política fiscal es política en el punto más profundo del significado de ese concepto, y en México se ha fallado y entonces se ha echado mano al petróleo.

Pero creo que no es justo esa dependencia, ni cuando las empresas eran extranjeras dependía el estado mexicano del petróleo, como depende ahora. Antes de la expropiación, en el momento cumbre, dependía el estado mexicano en alrededor del 33% de sus ingresos totales del petróleo, pero fueron bajando.

Una vez que viene la expropiación México no se petroliza, hay una contribución realmente baja del petróleo a los ingresos del estado, pero volvimos a eso, así como volvimos a ser país exportador para hacerle frente a las necesidades de otros, nos hicimos también dependientes fiscalmente del petróleo porque no se quiso, no se quiere, no se ha querido enfrentar el tema de la Reforma Fiscal.

Un tema que está en la agenda mexicana por lo menos desde 1960, se han hecho estudios y estudios, y se pidió al gran “Kaldor” que nos viniera hacer un diseño, faltó la voluntad política para hacerlo realidad. Y entonces hemos tenido, desde que es, medio siglo de estar luchando con este gran problema que muestra una de las debilidades estructurales del estado mexicano, y que se ha querido usar al petróleo para suplir algo que debería de haber sido enfrentado desde hace mucho tiempo.

Entonces la pregunta es a quienes vayan finalmente a aprobar esta legislación, realmente es justo que el petróleo que sea el que le dé esos recursos al gobierno federal, a los gobiernos estatales, a los gobiernos municipales, ¿Por qué los estados y los municipios no han también buscado sus propias fuentes? ¿Por qué le tienen miedo? Porque están enfrentando a intereses muy fuertes, a intereses, a actores que pueden poner muchos obstáculos a la clase política.

En lo que me queda quiero referirme a algo muy significativo y que es particularmente importante ahora. La política mexicana, como muchas políticas, ha sido de élites, sólo los poquitos han tomado las decisiones; pero en el caso del petróleo es particularmente notable.

Quien decidió cambiar toda la estructura legal del petróleo en el Porfiriato fue el Presidente, fue la Secretaría de Fomento, fue una academia de juristas, la Academia Mexicana de Jurisprudencia, creo que se llamaba, y un puñado de geólogos, que eran los técnicos los que sabían. La Sociedad Mexicana no entró para nada ahí, ni siquiera tenía idea del petróleo, si era una sociedad agrícola en donde la fuente de energía no tenía nada que ver con el petróleo.

Lo notable es que durante la Revolución Mexicana y cuando se crea la liga fuerte entre nacionalismo y petróleo sigue siendo un grupo muy pequeño. Carranza introduce la fracción IV del artículo 27 de la Constitución allá en Querétaro en 1916 sin que la mayoría del Constituyente se diera cuenta, no se discutió, fueron sus técnicos, “Pastor Rue”, por ejemplo, Luis Cabrera, ellos eran los que sabían. Y luego ya en los gobiernos de Calles, de Obregón, son muy pocos los que toman las decisiones; son también muy pocos los que al momento de sentir la presión tienen que regular la presión norteamericana que lleva a los acuerdos de 1923 de Bucareli o el acuerdo de 1927 entre “Morreau” y el Presidente Calles.

No es sino hasta 1938 cuando entra la sociedad mexicana, pero no entra antes de que se tome la decisión, entra ex pos facto. El General Cárdenas es el único que se atreve a meter a la sociedad mexicana y después de haber tomado la decisión fundamental; la mete como apoyo, porque tiene, por un lado, la voluntad de hacerlo y las organizaciones para hacerlo, y no le tiene miedo a introducir a esa sociedad que aquí ha estado siempre como testigo, pero no como actor.

Pasada la crisis del 38 se le vuelve a quitar, y Pemex es la provincia, el dominio del Presidente, de quien está al frente de la empresa, de la Secretaría de Hacienda, quizás de los técnicos de Pemex; pero a la sociedad mexicana que se dice que es la dueña del petróleo realmente ¿qué mexicano se siente dueño del petróleo, incluso hoy? El petróleo es un tema ajeno, somos objeto de la política petrolera.

Pero como sociedad es uno de los temas fundamentales en los que no se ha presentado. Entonces propongo que este tema se haga entrar, es más la sociedad mexicana ya entró en el tema, por primera vez entró antes de que se haga la legislación. Ya no se aprobó en abril de este año, ya se metió a la discusión, y se metió en serio.

Es ahora quizás el punto en donde se parte, más que en cualquier otra cosa, la posición política de los mexicanos. Entonces aquí lo que importa no es vencer, sino convencer; aquí hay que convencer a la sociedad mexicana de que ésta nueva legislación es lo que le conviene, que se necesita una legislación, un marco legal, y sobre todo una nueva voluntad política para enfrentar el tema energético en México, creo que no queda duda prácticamente a nadie.

Lo que se tiene que hacer es que introducir esto a la vida colectiva mexicana, probablemente en el pasado no había muchos ciudadanos en México. Los sistemas de gobierno no eran democráticos, los sistemas autoritarios no permiten la entrada del ciudadano; pero ahora sí, en la discusión que se dé ese puede ser un foro muy abierto. Pero para el ciudadano la manera de llegar a la información, no hay ciudadanía sin información y está mediada por la televisión, y la televisión tiene su propia agenda.

No se cómo hacer que el ciudadano mexicano tenga acceso a la información sobre un tema en donde le va mucho, aunque no se dé cuenta. Pero en fin, concluyo esa presentación volviendo al punto inicial.

El nacionalismo mexicano del siglo XXI es indispensable porque somos vecinos de una gran potencia, que es ahora la única gran potencia y que dirige su política hacia el exterior basado en el nacionalismo. Lo tuvo desde el momento mismo en que nació, al finalizar el siglo XVIII, y lo ha seguido teniendo con diferentes ángulos y variaciones, pero muy agudo.

México no es viable si simplemente se desintegra en la globalidad y quiere ser eficaz económicamente, pero no tiene ese sentido de comunidad soberana, esa imaginación. Entonces una industria petrolera cien por ciento mexicana, con capacidad de manejar la tecnología de punta, con la voluntad de hacer de esa industria un ejemplo, como lo fue, lo llegó a ser en los mil novecientos, fines de los treintas y cuarentas, costó mucho tener, recuperar la tecnología. Algunos se les fue la vida en eso. Los laboratorios explotaron, pero se logró.

El tetraetilo de plomo que ahora nos parece una cosa absurda, fue un gran logro tecnológico, era la punta de la tecnología y se pudo dominar en México. Bueno, por qué no se puede dominar la siguiente.

Se tienen los recursos y se tiene la voluntad, se tiene la honestidad para manejar esta industria como el mascarón de proa del nacionalismo mexicano, entonces, se puede hacer mucho; más allá de ser una fuente de energía, puede ser una fuente de energía política, de imaginación política y de éxito que bien le hace falta a México, que ha tenido una serie de fracasos y muy pocos éxitos en los últimos años. Gracias. (Aplausos).

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al doctor Lorenzo Meyer por su intervención.

Y le solicitaríamos a continuación al licenciado David Ibarra, que nos hiciera el favor de hacer uso de la palabra.

Quisiera comentar algo con ustedes.

Acostumbramos preguntarles a los señores ponentes cómo desean que los presentemos.

El licenciado David Ibarra me dijo: Sólo como universitario. Yo le dije: Oye, fuiste Director de Nafinsa, ¿no quieres que lo mencionemos? Fuiste Secretario de Hacienda, ¿no quieres que lo mencionemos? Fuiste Director de la CEPAL, ¿no quieres que lo mencionemos?

Me dijo: Sólo como universitario.

Entonces, un universitario mexicano, el licenciado David Ibarra, hace uso de la palabra.

- EL LIC. DAVID IBARRA MUÑOZ: Y aprendiz de escritor, aprendiz.

Muchas gracias por la invitación que me hacen. Saludo a todas las personas del presidium y a los señores legisladores y, sobre todo, a los líderes de nuestros partidos.

Déjenme decir algo para comenzar: No vengo a contradecir. Solo quiero aludir al salvamento de una empresa no en el sentido de los negocios, sino como componente vivo de la lucha emancipadora de los mexicanos para decidir en libertad su destino común, sea en términos económicos o políticos.

Eso es, señores, lo que ha representado, lo que representa y lo que puede representar PEMEX, tanto en la formación de la identidad nacional, del nacionalismo como dice Meyer, o como en la realidad histórica del desarrollo del país.

Sin la renta petrolera, no es explicable la industrialización, la saluda del feudalismo en el campo, la construcción del mejor sistema latinoamericano de carreteras o el gasto social de los gobiernos.

Y a pesar de todas estas virtudes, el patrimonio y las fortalezas de PEMEX se han debilitado en extremo, hasta impedirle desempeñar sus viejas funciones desarrollistas y alentadoras.

Hoy, apenas cumple con las tareas menores de equilibrar el presupuesto en la balanza de pagos. Y eso, señores, de modo cada vez más precario por no resultar sostenibles en el largo plazo.

Vean si no: En 1995 el patrimonio contable de PEMEX, ascendía a 83 mil miles de millones de pesos, del año 1993. Estos prácticamente han desaparecido. Desaparecieron para 2006, si no fuera por el salvamento de los últimos 30 mil millones que le dio la legislatura.

En contraste a este empobrecimiento, el endeudamiento se dispara casi 10 veces. La inversión propia incorporada al presupuesto, se ha reducido casi en 80% entre 1982 y 2006.

En contraste la inversión financiada con Pidiregas suma ya el 89% de la magra formación total de capital de la empresa.

El empobrecimiento de PEMEX es atribuible centralmente a dos factores. A las transferencias desproporcionadas de ingresos a las finanzas públicas y a un autoritarismo solapado que ha cambiado las reglas de juego a trasmano.

PEMEX tiene enormes utilidades antes de impuestos y pérdidas cuantiosas una vez que los cubre.

En los últimos 10 años, transfirió el 8% del Producto cada año. Esto es, casi el doble de la recaudación del Impuesto sobre la Renta de todas las empresas y todas las personas de este país.

Las exportaciones petroleras siguen ascendiendo debido, en gran parte del alza de los precios internacionales y al sostenimiento de una plataforma de ventas foráneas que no se compadecen con la incorporación limitadísima de las nuevas reservas.

En contraste importamos con una velocidad todavía mayor gasolina, gas, petrolíferos y petroquímicos. Pronto volveremos a especializarnos en la venta de crudos. Seremos importadores de productos con mayor elaboración y mayor agregado. Y veremos desaparecer poco a poco los superávit petroleros en la balanza de pagos.

El debilitamiento financiero de PEMEX ha llegado al extremo de trasminarse y limitar sus capacidades tecnológicas de diseño, preparación y administración de proyectos de inversión.

En esto, en esto hay acuerdo. Y también se nos dice en el diagnóstico que el 100% del levantamiento de la información sísmica tridimensional se encarga a terceros. Y lo mismo ocurre con dos terceras partes de los programas de perforación de PEMEX, dos terceras partes.

Aquí, señores, ya no deseo, ya no deseo identificar culpables. En más de un sentido casi todos los somos al avalar una distribución irracional de las rentas petroleras y al defender de modos distinto el estrato público.

Los empresarios lo hacen por disfrutar de impuestos bajos. Los gobiernos estatales por cuanto más de una cuarta parte de sus participaciones tributarias, reconocen su origen petrolero.

Los partidos políticos y el Fisco Federal por cuanto les ahorra los costos políticos de implantar reformas tributarias, siempre impopulares.

Y los inversionistas extranjeros por cuanto la crisis nuestra les abre las puertas para tomar más y más funciones rentables antes reservadas al Estado.

Entonces, el eslabón débil ha resultado ser PEMEX y sus intentos de invertir y modernizarse.

Hoy, políticamente, hemos avanzado de manera considerable al reconocer en público la realidad de esta crisis; y, sobre todo, en abrir la posibilidad de un debate y luego de un programa sensato de reconstrucción de PEMEX. Esta reunión así lo atestigua.

Sin embargo, señores, queda mucho por avanzar hasta formar los consensos políticos indispensables. El primer paso lleva a reconocer que la reforma energética no puede, no puede, no debe restringirse a PEMEX. Y menos a acomodos circunscritos al manejo y regulación de ese organismo.

Hay que llenar la ausencia crónica de una estrategia de desarrollo y de seguridad energética de largo plazo, puesta al día en términos tecnológicos y de la evolución de los mercados nacionales e internacionales que integre en un todo orgánico los programas de PEMEX, de la CFE y de otros organismos públicos; que investigue, que incorpore la producción en nuestro país de energéticos renovables.

Aun así, aun con estas limitaciones, en el ámbito de PEMEX cabría abundar en diagnósticos y en lineamientos orientadores de la acción futura. La tarea primaria de reconstrucción resultaría imposible si sólo se alude a los problemas de sí identificar las causas de los mismos. Decimos que PEMEX tiene muchos problemas, pero no decimos, en parte alguna, a que son atribuibles.

Cómo es explica entonces que PEMEX haya perdido junto con su patrimonio la capacidad de hacer, de invertir y de modernizarse, y esto nos invita a examinar algunos de los dilemas, de los problemas de PEMEX.

Parto de esto, a fin de multiplicar los ingresos transferibles al gobierno desde tiempo atrás se decidió acrecentar la plataforma de extracción, a la par que se limitaron los recursos destinados a exploración y reconstitución de reservas.

Señores, hoy habría justificación en revertir tales criterios, y cuidar escrupulosamente la extracción óptima de los yacimientos. La ampliación de las capacidades de refinación. Se ha diferido casi 20 años ya se importan alrededor del 40 por ciento del consumo de gasolinas y de muchos otros petrolíferos.

Había entonces que construir un par de refinerías de 300 ó de 400 mil barriles diarios a fin de abastecer al mercado nacional, reducir, abatir las importaciones, equilibrar nuestra balanza de pagos, dado los enormes cuellos del transporte que ya se están enfrentando en la importación, por ejemplo, de gasolinas.

Habría que hacer viables y a impulsar los programas conjuntos con la Comisión Federal de Electricidad para reducir los costos de la generación de energía eléctrica, y dar continuidad al abasto de insumos a la petroquímica, no parece y en esto quiero insistir, aconsejable, traspasar la refinación en empresas privadas, ello conduciría al país a especilizarse, como dije, en la producción de artículos sin elaboración.

De otro lado, se cedería una actividad estratégica en la formación de cadenas de valor agregado, sea hacia la petroquímica, sea hacia la electrificación, se incorporarían, además, criterios utilitarios de los inversionistas privados, incompatibles, nos guste o no, con una estrategia integrada de orden público.

Por último, PEMEX perdería los ingresos netos de un proyecto recuperable en plazos brevísimos, existiendo y en esto también quiero insistir, recursos públicos y márgenes financieros más que suficientes.

PEMEX es una empresa integrada, por fortuna, por fortuna no tiene el problema que las transnacionales resuelven a través de millonarios programas de fusiones y adquisiciones a escala mundial, o de costosas adquisiciones de reservas refinerías y facilidades petroquímicas en el ámbito de los hidrocarburos.

Por eso importa evitar la privatización a “retazos” de una de algunas de las funciones más importantes de PEMEX. Aquí debo reconocer que en el período inmediato, el de la transición, en el inicio de la reconstrucción de PEMEX podría justificarse el recurrir a servicios privados, siempre y cuando, lo subrayo, siempre y cuando no se les haga partícipes permanentes de las rentas petroleras, sino se le pague los servicios como costos de la empresa.

Para mí reconstruir a PEMEX y recobrar el papel de sector energético, en el desarrollo, supone liberar los “desalojos” macroeconómicos y necesarios, lograr lo interior significa dotar a PEMEX de autonomía empresarial de gestión, segregarlo del presupuesto y de las restricciones nacionales e internacionales, impuesto al mismo, así como dar participación al Poder Legislativo en la designación de los directores, y en los órganos, y como miembros de sus órganos de gobierno.

Significa también cambiar el sistema impositivo actual complicado, poco transparente, “espoliatorio” por un régimen combinado del Impuesto Sobre la Renta, de regalías normales en el ámbito internacional, y de distribución de dividendos, hasta donde alcancen las utilidades, sin comprometer el esfuerzo primario de inversión de PEMEX.

El escollo que pudiera surgir es el del reparto de utilidades a los trabajadores, cohesión que, a mi modo de ver, es negociable con el Sindicato y jurídicamente posible, sobre todo dados los enormes pasivos laborales aculados que están al desgobierno.

Otro ingrediente indispensable es la reconstrucción del patrimonio de PEMEX, sea mediante aportes de capital, o la asunción de pasivos, el gobierno federal debería de hacerlo no sólo para acrecentar la libertad inversora de PEMEX, sino como compensación por los excesos de endeudamiento a que e le obligó el régimen financiero vigente.

Parece igualmente indispensable establecer un sistema moderno de precios de transferencia, y devaluación rigurosa de las actividades de las filiales de PEMEX, con apego a los principales objetivos corporativos, como sería la maximización de las “utilidades” a lo largo de las cadenas de valor agregado.

Aquí quizás puedan encontrarse muchas de las causas explicativas de las pérdidas de PEMEX – Refinación y de PEMEX Petroquímica Básica.

Vale, por último, señalar tres criterios de incorporar en la reforma petrolera: Siendo inviable económicamente e imposible políticamente la privatización total de PEMEX, habría también que evitar que la desincorporación parcial, hormiga de funciones, siga creando con conglomerados de actividades privadas, con funciones cada vez más estratégicas y rentables, que junto a sangrar las finanzas petroleras dificultan imprimir orientaciones unitarias a las políticas públicas.

También como ya se ha señalado, vive aquí un dilema jurídico sobre los alcances de la Ley Reglamentaria del artículo 27 de la Constitución en cuanto a modificar libremente los linderos de las actividades estratégicas reservadas al Estado.

El segundo criterio se refiere a la prelación ineludible de abastecer al mercado nacional por encima de las demandas del exterior, que seguramente se intensificarán ante el desajuste crónico entre requerimientos y disponibilidades universales de hidrocarburos.

Y el tercer criterio, se asocia al a tarea de hacer renacer la capacidad "innovativa" de investigación y desarrollo de PEMEX como lo planteó Jesús Reyes Heroles al fundar años atrás al Instituto Mexicano del Petróleo.

Para terminar, señores, con buena fortuna creo yo se ha iniciado un debate formal, abierto, pausado sobre la reforma energética. Se abre entonces la oportunidad de recobrar muchos de los hilos perdidos del desarrollo, y usar para bien de México la principal ventaja comparativa del país.

También está la oportunidad de convenir en democracia entre ciudadanos, partidos políticos y gobierno, el componente más importante en la edificación del futuro nacional.

El tiempo de actuar con responsabilidad colectiva ha llegado. Compromete, querámoslo o no, nuestras voluntades.

Muchas gracias. (Aplausos).

-EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias al señor licenciado David Ibarra por su intervención.

A continuación le tocaría el turno al doctor Carlos Elizondo Mayer-Serra.

El doctor Elizondo Mayer-Serra, fue Director del (FIDE), fue embajador ante la (OCDE), y me prohibió que lo mencionara, pero de cualquier manera me tomo esa libertad.

Hoy es profesor en dicha institución, y es autor de distintas obras en política comparada, y economía política comparada.

Es Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Oxford. Y tiene a continuación el uso de la palabra.

-EL DR. CARLOS ELIZONDO MAYER-SERRA, Profesor-Investigador: Senador Labastida, muchas gracias, a todos ustedes, senadores, que fueron generosos en invitarme.

Agradezco realmente al Senado de la República la invitación para participar en este foro. Más aún, aplaudo la iniciativa de convocar a una discusión seria, profunda y plural al invitar a ciudadanos como a mí, como yo, como profesor que soy, a participar en el mismo.

Yo creo que la ocasión de este debate nos la tendremos que tomar con toda seriedad. Es, no sólo crucial para el desarrollo nacional el petróleo y lo que implica, sino va a ser una muestra de la capacidad que tienen las decisiones democráticas para tomar las decisiones óptimas, pensando en el mejor interés nacional de los mexicanos del futuro, y evitando restricciones auto impuestas.

Yo, en esta ponencia, es mucho más larga, y la distribuiré cuando terminemos, vengo a proponer un conjunto de ideas sobre la manera en la que considero debe de ser abordada la reforma que hoy nos convoca. En otras palabras, me voy a centrar en los métodos, que creo que nos debe de animar una discusión como éste, y tratar de distinguir entre los fines y los medios.

Y el primer punto que quiero subrayar, es que creo que tenemos que distinguir entre lo que es la renta petrolera y la administración de la industria del petróleo. Son dos cosas distintas, ejemplos nos pueden servir.

Corea del Sur tiene una de las mejores industrias de petroquímico, de refinación, de procesamiento de crudo, todas con empresas privadas, todas rentables; le da seguridad energética, le da calidad a sus productores, exportan e invierten fuera, y no tienen una gota de petróleo, se puede, sin petróleo, incluso.

Y viceversa, Irán tiene una situación de dependencia de importación de gasolina, de falta de infraestructura en la industria energética, aún peor que la nuestra, y tiene una extracción de la renta petrolera, incluso más abierta que la nuestra y la del gas con asociaciones con terceros.

Veámoslo mejor como temas separados. Claro que nos interesa una industria integrada, pero desde el punto de vista analítico, conviene separar las dos cosas.

La otra, como punto de partido, es que creo que tenemos que tener claro cuáles son los fines de una política petrolera.

Para el mí el fin de la administración de la renta petrolera, es maximizar los beneficios para los ciudadanos, en el presente y en el futuro, algo que no siempre estamos haciendo, y de lo cual hablaré más en el momento.

Y dos.- Tener una industria energética diversa, sofisticada, de calidad, que dependa lo menos posible de las importaciones, pero que nos venda a los consumidores y a los industriales, productos a precios de mercado, porque todo subsidio hoy, se paga mañana.

Ahora bien, yo creo que conviene distinguir entre los fines y los medios. Una buena parte de la discusión se ha centrado sobre la constitucionalidad o no de la reforma propuesta por el Presidente Calderón.

Nos podemos pasar horas en ese debate, y puede ser hasta un debate interesante. Yo me he metido un poco en las asociaciones jurídicas, y les confieso que me divierte, me parece un debate inútil, me parece un debate inútil en dos sentidos:

En el primer sentido, porque las leyes las hacemos los hombres. Las leyes no tienen que ser una restricción nexante. Nosotros, como mexicanos, ustedes como legisladores, lo que queremos es la mejor ley posible para administrar estos dos temas.

Y creo que el punto de partida no es la institucionalidad o una ley es, el punto de partida es ¿cuál el mejor marco institucional posible? y para eso aprovechemos lo que han hecho otros países, y de eso voy a hablar un poco más adelante, y una vez que tengamos claros los principios, lo que queremos incentivar, las formas que esto ha operado en otros lugares del mundo, veamos qué marco legal necesitamos. Si el final de cuentas necesitamos modificar la Constitución, señores, señoras, hagámoslo.

¿Cuántas veces se ha modificado la Constitución? 473 veces, no es un texto sagrado. Pensar que son textos sagrados, es propio de hombres dogmáticos, de sociedades que no asumen la soberanía como lo que es.

Ustedes, legisladores, son soberanos para tener las reglas que consideren mejores.

Ahora, ojo, no estoy diciendo que el Estado pierda la soberanía del petróleo, no es el tema, y de eso hablaré un poco más adelante, estoy diciendo: tenemos al mejor régimen posible legal modificando la Constitución, si es necesario, porque incluso este artículo 27 ya lo hemos modificado 16 veces, es perfectible, sin duda lo es.

Además, creo que restringí la discusión a la constitucional o no a la reforma, es inútil, porque el derecho no es álgebra. Vamos a encontrar abogados que dirán: “Lo que propuso el Presidente es brutalmente inconstitucional, y encontraremos otros que van a opinar lo opuesto. No enriquece mucho realmente el debate.

Hay sólo once abogados que les interesa saber ¿qué piensan sobre la constitucional de las leyes? Y son los miembros de la Suprema Corte de Justicia.

Si resultara que se aprueba una reforma, y resultara que esta es impugnada con las reglas que existen, se la mandaremos a la Corte, y ahí se decidirá.

Y no se olviden, señores y señoras, que las reglas del juego actuales les dan a ustedes, los legisladores, una deferencia por ser el poder electo, al contrario de los senadores, de los miembros de la Suprema Corte de Justicia que no lo son, y se requieren ocho de once miembros del Poder de la Suprema Corte de Justicia, que declarasen inconstitucional esta ley, para que nuestra reglas vigentes fueran inconstitucional.

Yo creo que hay que dejar lado la escolástica discusión entre la considerada o no de las posibles reformas, porque en el último caso, creo que enmascara el tema de fondo.

¿Cuáles son las propuestas concretas que se tienen para enfrentar algo que ya hemos visto, incluso en este foro? David Ibarra hizo un buen diagnóstico de los problemas, necesariamente con voto a las soluciones, pero ciertamente a los problemas; ha habido mucho dicho sobre dónde están los problemas, y yo, por supuesto, quiero un PEMEX más fuerte; yo, por supuesto, quiero un México más soberano; yo, por supuesto quiero un país más orgulloso de sí mismo, yo creo que nadie está en contra de eso, y tampoco vale la pena defenderlo demasiado.

La pregunta son los ¿cómos? Y a eso me voy a tratar de enfocar en la siguiente parte.

Y por la misma razón, que no vale mucho la pena discutir sobre la constitucionalidad o no de las leyes, esta discusión de la privatización o no de PEMEX, tampoco me parece muy interesante, no me parece, porque es semántica, no es de fondo, y voy a hacer algunas propuestas más adelante, que pueden ser un poco escandalosas, pero que las quiero subrayar, que no pasan por privatizar, pero sí por abrir, porque privatizar, en el sentido estricto del término, como lo usamos en los múltiples libros que estudian la privatización en México es, transferir activos del gobierno a los particulares, como fue el caso de Teléfonos de México, en los bancos, en la bicicletera aquella, en todo este proceso que se inició en los 80s.

Nadie está hablando hoy, y yo por lo menos no estoy defendiendo que haya nada similar a eso. PEMEX es de los mexicanos; los activos deben ser propiedad de los mexicanos.

La pregunta es. ¿Cómo la organizamos mejor, como empresa privada?

Discutir que si PEMEX va a contratar servicios de terceros, es una tributación, privatización. Sabemos que los contrata desde siempre, desde que era recién nacionalizada por el Presidente Cárdenas, en todo su período de vida lo ha hecho.

La pregunta es ¿Cómo se asocia mejor con los privados? Y ese es el siguiente tema del que quiero hablar.

A mí me sorprende mucho que a lo largo de esta discusión, no veamos que pasa en el mundo.

Por momentos pareciera que México realmente es el único país con petróleo del planeta.

Hay mucha evidencia nacional de ¿cómo se puede organizar la industria petrolera?

¿Cómo se puede extraer mejor rentas? Y tratar de hacer un comparativo sobre cómo funcionan los distintos regímenes institucionales, y el rendimiento de la extracción y de las otras partes de la industria petrolera; ya hay evidencia comparada, que nos permite ver que Pemex está muy rezagado en la materia.

Se les van a distribuir después, no se pudo proyectar por las condiciones de este magnífico inmueble, algunas gráficas; son sólo algunas; pero creo que, si yo estuviera en la posición de ustedes, señores senadores, encargaría un estudio, la información está ahí disponible, que nos permita poner en perspectiva, realmente, de qué tamaño es el problema de Pemex; en materia de eficiencia, en materia de rentabilidad; cuáles son los marcos institucionales que existen en otros lugares del mundo y qué rentabilidad han tenido.

Porque creo que encontraríamos cosas muy interesantes.

En el muy poco crítico en el autocomplaciente diagnóstico de Pemex, que hizo el Gobierno Federal, hay un solo dato comparativo. Una nota de pie de página, para ser exactos; es decir, duros sobre la industria, —bueno duro, es una muy mala traducción— exacto, preciso, sobre la operación de Pemex.

Compara, esto que es muy fácil comparar, que es la Cuenca de Burgos, porque un lado está en Estados Unidos, y otro está en México.

Y voy a citar el diagnóstico, en el que caso mexicano: el costo promedio por pozo, es 10 por ciento superior, su productividad promedio es de una tercera parte y su costo global de producción, es tres veces mayor.

Si esto es un indicador, de como está el resto de la industria petrolera, tenemos un problema. Y no es un problema, de que los ingenieros de Pemex, sean unos malos ingenieros; que los trabajadores de Pemex, sean unos malos mexicanos; yo estoy muy orgulloso de los mexicanos y creo que podemos resolver, de forma óptica nuestros retos, si ponemos las reglas del juego adecuadas.

El problema, con Pemex, esa relación perversa que tiene con el fisco, y esa relación perversa que tiene con un grupo de contratistas y trabajadores, porque no hay suficiente apertura y competencia en el sector.

De hecho, cuando uno ve los datos de Pemex, donde funciona mejor es dónde, donde hay competencia; hay pocos espacios de competencia, pero Pemex es una empresa bastante bien administrada que funciona muy bien como comercializador de petróleo; porque si no lo hiciera, no vendería su petróleo. Tiene que competir para hacerlo.

La parte de ductos, que hay cierta competencia con los privados, que es la de gas. Funciona mucho mejor, que la parte que no tiene competencia con los privados, que es la de la gasolina.

Y quiero decir algo sobre el caso de Petrobras, que se pasó un poco por arribita, en el caso del presidente del PAN, y lo mencionó, también, Lorenzo Meyer. Yo creo que nada me daría a mí más orgullo, como mexicano, que poder transformar a Pemex como los brasileños transformaron Petrobras, en sólo 10 años. Ojo, cambiaron la Constitución, pero dejaron claramente, que la soberanía del petróleo, es de la nación; que la soberanía reside en la nación.

Lo único que hicieron, que es un dato muy menor. La hicieron competir un poco. Y cuando las empresas compiten, y hay evidencia internacional abundante al respecto, desempeñan… se desempeñan de muchísimo mejor forma. Sigue siendo la empresa dominante, se le siguen asignando los mejores campos, cuando incluso, como en este último campo, descubren que hay más petróleo, lo retiran de la siguiente subastas; la soberanía reside en el control de la industria.

Uno puede asignar a empresas privadas, un cierto porcentaje de la explotación, y sin duda la refinación, y no se perdió soberanía, si tenemos un porcentaje amplio, claro, constitucionalmente definido, para la empresa nacional, y que eso la ponga a competir, que eso nos de a nosotros, como dueños de la empresa nacional, información para saber cómo se desempeña.

Señores y señoras: Pemex no le ha faltado dinero en los últimos tres o cuatro años; se ha endeudado, y es una política perversa, sobre la que hablaré en un momento más. Pero no le ha falto dinero.

Don Rogelio Gasca, tiene ahí unos cuadros fantásticos, en uno de sus estudios que ha hecho. Que muestra cómo ha ido incrementándose la inversión, pero la rentabilidad es muy baja. Pemex, de acuerdo a los datos comparados, que yo tengo, y se los voy a distribuir, tiene muchísimo menos porcentaje interesante, no trivial, de éxito, en su perforación; y quizás el dato más triste, el factor de recuperación, de lo que tenemos en el subsuelo, Pemex recupera en promedio según datos de una agencia ahí, soy debatible, pues son los que encontré, porque son muy pocos a comparada; recupera el 33 por ciento de lo que se tiene en el subsuelo, en el 2005. En el 95, recuperamos el 29, casi no hemos mejorado.

Estados Unidos, en el 95, recuperaba como nosotros, el 30; pero ahora recupera el 51. Se dan idea de cuánto estamos desperdiciando de recursos nacionales, porque no somos capaces de extraerlo.

Y no es una pregunta, de si los mexicanos somos hábiles o no. por supuesto, con las reglas adecuadas, somos habilísimos ingenieros; habilísimos profesionistas, comprometidos con nuestra patria.

Pero, claro, si le das todos los huevos, pones todos los huevos en una canasta, y esta canasta no tiene restricciones, es natural, que las cosas funcionen como funcionan. Así es, en todos los lugares del mundo.

Yo creo que tenemos que echar una mirada cuidadosa a esos regímenes que existen en otros países. Les voy a dar unos datos, que a mí me parecen muy curiosos.

De los 20 principales países refinadores, México es el doceavo, si recuerdo bien. Sólo en México las refinerías, son sólo, del Gobierno. En todos los otros países, son mixtas o privadas.

¿Qué le quita al país que haya dos refinerías? Ni siquiera maquilada, que me parece un régimen, ahí como encajonado por la restricciones políticas, sobre las cuales me propuse hoy no hablar, aunque entiendo que existan.

¿Qué le quita al país que hubiera dos refinadores privadas? Le quitaría, simplemente que dejaríamos de explotarla de los Estados Unidos, de la India, y estar generando empleos en estos países, y tendríamos dos refinerías privadas en México. No pasaría nada, Pemex seguiría siendo industria integrada, está del rezago en las refinerías en Pemex, que aún si la abocaran todos los recursos disponibles a la expansión de las refinerías mexicanas, no vamos a lograr evitar importar, porque son temas complejos y en muchos sentidos, pero sobre todo de gestión.

Ustedes saben que México inició una reconfiguración de sus refinerías en el 97, si no recuerdo mal. Los costos y tiempos de ese proceso de reconfiguración, se fueron por los cielos. Porque son procesos muy complicados.

Pongamos nuestros huevos en varias canastas. Con restricciones; restricciones constitucionales, los privados no podrán tener más de dos refinerías, y subastemos a los que nos den los mejores criterios y nos paguen una regalía por el uso de lo mismo.

Hay muchos mecanismos creativos que han utilizado otros países. Porque no están atados por la sombra de un pasado.

Yo creo que el general Cárdenas fue, digo, creo, porque nunca es concluyente, el mejor Presidente que ha tenido este país. Pero fue un hombre profundamente pragmático, tomó decisiones, no con base en ideología, sino con base en los mejores intereses de este país.

Y yo estoy convencido, que las restricciones que vivió en el 38, son radicalmente distintas a las que vivimos en el 2008. Y enfrentemos esas restricciones, las de hoy, con los instrumentos que hoy tenemos a nuestra disposición. Miremos hacia adelante, y no nos quedemos atrapados en el pasado.

Creo que en esta materia, no hay soluciones mágicas. Yo sé que todo reforma, al final de cuentas, tiene que ver con cómo la operamos. Lo más complicado es operar. Si las privatizaciones de teléfonos, hubieran tenido un mejor régimen regulatorio, hubieran salido mejor. Aún así creo que es mejor Telmex que Luz y Fuerza del Centro. Pero en fin, es una discusión que podemos tener en otra ocasión.

Porque Telmex, en la medida que tiene algo de competencia, es una empresa bastante más eficiente, que la que no lo tiene.

Pero el punto que les quiero invitar a reconsiderar es, esta reforma, aunque va en el sentido adecuado, me parece, muy estrecha.

Está encadenada. Y hay estar encadenando la reforma, estamos encadenando el bienestar de los mexicanos hacia adelante.

Pensemos fuera de la caja. Pensemos cuál es la mejor reforma. Por qué no asociarnos con contratos de riesgo, que suena a una cosa espantosa, pero limitados; limitados constitucionalmente en el número de contrato de riesgo, y al final veamos, qué nos dieron. Con un plazo definido, en seis años si no les gusta, los cancelemos. Pero aprendamos de lo que están haciendo los otros países, porque están haciendo cosas que nos están rebasando.

Ahora bien. Yo creo que hay tres temas, que querría decir, muy rápidamente.

El primero, es el régimen laboral de Pemex. Ha dicho aquí alguno de los que me han antecedido, que el régimen laboral de Pemex no hay que tocarlo.

Yo creo que es un tema que hay que enfrentar, con mucha claridad. A diferencia de una empresa privada, cuando en una empresa pública se le dan más ingresos, más pensión, mejores derechos, el que está pagando somos los ciudadanos. Ahí no podemos hablar necesariamente de justicia social. Si el ciudadano es un hombre muy rico, podemos decir, hubo una redistribución de ese rico a ese trabajador. Pero si la redistribución es a costa de los mexicanos más pobres, estamos siendo, estamos siguiendo una política regresiva.

Yo sé que es políticamente complicado. Lo entiendo muy bien, no soy ingenuo, pero si creo que si queremos tener el Pemex más sólido, que nos haga… nos permite tener orgullo sobre nuestras capacidades técnicas, nuestras capacidades de gestión, que podemos como Petrobras competir en el extranjero y ganar campo y sacarlo de forma eficiente. Vamos a necesitar repensar el régimen laboral de PEMEX y el régimen de pensiones que es mucho mejor que el del promedio de los mexicanos, pero mucho, y que me parece injusto que lo sea porque son mexicanos como otros y tendrían que tener derechos laborales similares.

El segundo tema se refiere a los precios de la gasolina y del diesel. Todos sabemos el enorme problema que se dio el gasolinazo llamado en noviembre del año pasado. Sin embargo la fórmula que tenemos para fijar los precios de la gasolina hoy y del diesel ha quedado completamente superado. Aquí se ha mencionado, que los excedentes petroleros son, decía el ingeniero Cárdenas, 22 mil millones de dólares, si tome bien su número, entre 20 y 22 mil. Este año vamos a subsidiar al consumidor porque les vendemos el precio de la gasolina por debajo de la que compramos en el exterior y al propio Pémex, porque Pémex el precio de referencia es el mismo del exterior. Aunque no lo importáramos la fórmula lleva a que de todos modos tengas que estárselo acreditando a sus otros pagos.

Vamos a estar pagando. El primer trimestre fueron más de 50 mil millones de pesos. A lo largo del año serán probablemente 150 mil millones de pesos. Ingeniero, ahí están casi todos los excedentes petroleros y los estamos tirando en subsidiar al consumidor de gasolina, además, que bueno que lo mencionó el Diputado Emilio González Martínez, es un crimen ecológico estar subsidiando la gasolina para aventar más gas, más carbón a la atmósfera.

Creo que ahí hay un tema que se vincula con el otro que han dicho muchos de mis colegas que han participado, el fiscal. Por supuesto Pémex ha sido explotado por el fisco. Creo sin embargo que hay que tener claro, que hay que distinguir entre dos aspectos de esa explotación. La primera es, la parte digamos que le saca como impuestos y la otra es la que le deberíamos de estar cobrando por los yacimientos que se le otorgaron. En general del Contraloría de Pémex no lo distingue y por eso pareciera que la carga fiscal es brutalmente alta. Por ahí tengo una gráfica que les voy a pasar que trata de ver, comparar las cargas fiscales en los principales países petroleros. La de México es más alta que Gran Bretaña, está por alrededor del 70 de las utilidades totales. Pero es menor que otros cinco o seis países. Es decir, no pensemos que necesariamente es un problema de dinero. Creo que tenemos que repensar el pacto fiscal de los mexicanos cualquiera que quiera darle más dinero a Pémex, que creo que hay que desendeudarlo, hay que hacer algunas cosas que se dijeron, tiene que también poner en la mesa claramente de donde van a obtener esos recursos, porque no se están escondiendo por ahí, se están usando en gasto corriente, en inversión, en maestros, en salud. Me parece muy mala estrategia como país subsidiar o pagar estos servicios como una renta que tendría que ser para todos, y este es mi tercer y último tema, creo que hemos estado convenciendo una profunda injusticia generacional. Aún si resolviéramos lo que aquí se dijo, estaríamos consumiendo el grueso de la renta petrolera en esta generación. La mayor parte de los países invierten una parte de esta renta en recursos financieros, quizá, para que les toque también a nuestros hijos, para que le toque también a nuestros nietos.

Creo que eso implicaría hacer un mayor sacrificio fiscal, gastar menos, subir los impuestos, y habrá que decir, de dónde, porque no puedo sugerir que aquí se haga así, hacerme cargo de si tiene consecuencias fiscales muy serias. Tengamos presentes a las generaciones futuras en ese sentido y en otro.

Aquí se ha dicho que a lo mejor debería dejar de exportar petróleo. Una misión complicada. No sólo por las implicaciones de corto plazo, nada triviales, fiscales y de divisas, sino porque hay un tema, y también lo mencionó el Diputado Emilio González. Hay un tema que es cuánto tiempo va a valer este petróleo. Los cambios tecnológicos avanzan a tal rapidez que no sabemos en qué momento el crudo deje de ser importante. Pueden ser 10, 20, 30 años. No sabemos. Pero dejarlo en el subsuelo y no sacarlo en el momento y utilizar ese dinero para invertir en el país no sólo para nosotros, sino para nuestros hijos, creo que es una responsabilidad que no podemos darnos el lujo de no enfrentar.

Creo que lo que está en juego no es sólo como maximizamos la renta petrolera para nosotros, para nuestros hijos, para nuestros nietos, está en juego no solo como tenemos una industria energética competitiva, de bajo costo, que lo que invirtamos tenga la mayor rentabilidad posible, sino lo que está en juego también es mostrarle a los mexicanos que los órganos de representación, el Senado, la Cámara de Diputados, si son capaz de tomar en este clima de civilidad extraordinario que felicito y sobre todo espero si somos capaces de tomar con nuestros órganos de representación las decisiones políticamente complicadas, pero entendiendo que la política no es “yo te gano a ti, yo te derroto a ti o tú me derrotas a mí”, sino la política es como definimos las mejores políticas en la matería, y yo insisto, experiencia internacional muy interesante, para de ahí hacer las leyes concretas que nos permitan aumentar el bienestar de los mexicanos y por tanto fortalecer a nuestro país.

Muchas gracias. (Aplausos).

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias al doctor Carlos Elizondo Mayer Serra por su intervención.

-Con la intervención del doctor Carlos Elizondo Mayer Serra, termina el segundo ciclo de ponencias, y pasaríamos a la tercera parte de cómo se ha diseñado esta reunión.

Esta tercera parte está integrad por 13 preguntas de Senadores y Diputados que están previamente registrados.

El orden en el cual vamos a proceder es un máximo de 5 minutos de pregunta por cada Senador o Diputado. 5 minutos de respuesta y si se desea hacer una contrarréplica, 3 minutos como máximo.

Les solicitaría atentamente a los señores Senadores y Diputados que van a hacer uso de la palabra que sólo se constriñan a las preguntas a uno solo de los expositores, con el propósito de hacer más ágil la reunión.

-El doctor Ortiz Pincheti quiere hacer una pregunta.

-EL C. DR. ORTIZ PINCHETTI: Señor Presidente, con todo respeto.

Estamos alterando las reglas del debate. Se nos dijo, y así fuimos invitados, que habría un debate después de nuestras intervenciones. Ahora se está cortando el debate en forma inexplicable. Los efectos sanos que podría tener el cambio de impresiones, incluso las contradicciones entre nosotros se están evitando para entrar ahora en un formato muy rígido.

Y yo con todo respeto pediría que al menos se nos diera a nosotros la misma oportunidad que se les dieron a los señores representantes de los Partidos. A mí me hubiera gustado que también ellos hubieran participado y participen en la discusión.

Pero meter en un cuestionario, licenciado, con todo respeto, no solo altera las reglas a las que fuimos convocados, y ahí está la Convocatoria, sino le quita vivacidad, le quita riqueza al diálogo.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: La única razón es beneficio del tiempo. Llevamos cerca de 5 horas, pero si los señores quieren tener una presentación o algún cuestionamiento entre ustedes, está disponible el uso del tiempo.

La primera vez hasta por 5 minutos.

El doctor Lorenzo Meyer o el doctor Ortiz Pinchetti, si usted prefiere.

-EL C. DR. ORTIZ PINCHETTI: A mí me ha impresionado la intervención del doctor Elizondo, porque por fin vemos surgir con toda crudeza la vocación por la privatización. Es decir, finalmente se nos dice lo que está pasando en forma confusa, oscura en las iniciativas de Calderón. Esta es un gran mérito como lo es también plantearnos las cosas sobre la cuestión petrolera con honestidad y con crudeza. México puede o no puede continuar con el pacto que ha venido ratificando generación tras generación y que apoya el PRI en su Declaración de Principios y que apoyamos los que estamos un poquitito más a la izquierda que el PRI.

Pero lo que sí me parece extremadamente difícil de aceptar es el planteamiento metodológico del doctor Serra. No podemos evitar a la historia, no podemos evitar a nuestras tradiciones, no podemos evitar el pacto constitucional, no somos un país de ciudadanos universales; somos muy distintos de los noruegos, de los brasileños.

La solución que se dé al problema del petróleo mexicano tiene que salir de nuestra raigambre. No hablo de un nacionalismo mal entendido, no hablo algo trasnochado, pero sin el análisis profundo de nuestras realidades dificilísimo que nos pudiéramos plantear una buena solución.

A mí sí me parece terrible que se sienta como que la constitución y las leyes son una especie de trapos que podemos poner y quitar.

Señores, la Constitución está ahí, es el pacto nacional que nos ha mantenido unidos y que ahora se está empezando a desquebrajar ante iniciativas como la que estamos considerando. Esa es la verdad.

La voluntad popular, la tradición, pero sobre todo la experiencia histórica de México, ya se nos olvidó que estos mismos planteamientos que hace el doctor ya se han hecho hace poco.

Se nos dijo que la prosperidad estaba a la vuelta de la esquina, ya se nos olvidó después de la crisis financiera tomó el mando del país una elite tecnocrática, se le dice, pero excelentes economistas, en su mayoría educados en el extranjero. Y qué decidieron, ver hacia fuera, imitar los modelos extranjeros. ¿Y cuál ha sido el resultado?

No estamos aquí en una especulación. ¿Saben cuál ha sido?

El crecimiento de México está muy por debajo del de Asia y de la mayoría de los países Latinoamericanos, la desigualdad social está creciendo, la población rural está empobrecida, ha emigrado 12 millones de gentes en los últimos 15 años.

Los monopolios se han apoderado de México porque sí las empresas extranjeras y los gobiernos extranjeros sí son nacionalistas y sí tienen un ímpetu agresivo que no podemos olvidar.

Es decir, tenemos que ubicar el problema del petróleo en la realidad de México y resolverlo de acuerdo con nuestras tradiciones, nuestras leyes, nuestro pacto y con la experiencia histórica que hasta ahora la imitación extralógica de las instituciones, la imitación extralógica de los pactos, como los del consenso de Washington es, como decía Toribio Esquivelo Obregón, el camino de nuestra ruina y de nuestra muerte.

Gracias. (Aplausos)

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Gracias al doctor Ortiz Pinchetti por su intervención. A continuación le damos el uso de la palabra, si es que así lo desea, al doctor Lorenzo Meyer.

-EL C. DR. LORENZO MEYER: Muy rápidamente. Como sugerencia se ha dicho que sería bueno comparar, tener parámetros comparativos.

México mismo es casi un caso de laboratorio entre 1910 y 1038 funcionó el petróleo absolutamente en manos privadas. Competencia sí había, el águila y la huasteca eran dos empresas que competían durísimo y había otras chiquitas. Entonces es una sugerencia.

Hay que ver, en el propio México tenemos las dos posibilidades, el petróleo en manos privadas con la lógica del mercado y muy competitivo, hasta 38. Y luego el otro paradigma.

Podemos intentar ver, no estoy diciendo de antemano cuáles son los resultados, pero sí podemos verlo. Es interesante, los legisladores podrían por lo menos también a la vez que compararse con otros países, comparar al mismo país en dos momentos distintos, es tan válido lo uno como lo otro.

Otro punto es lo de la exportación, se dice: …”o exportamos ahora o a la mejor luego nos quedamos con el “Petrolic” ni regalado lo van a querer”. Tengo mis dudas.

El petróleo es muy útil para mil cosas, además de gasolinas y disel, etcétera.

Pero a partir de los 80’s México se convirtió en un país exportador de petróleo. Yo pregunto, ¿cuál es el gran beneficio? Justamente es la época en la cual la economía mexicana perdió dinamismo.

México se hizo exportador y perdió dinamismo, son totalmente independientes las dos cosas.

Si fuera esa la exportación tan interesante como desde la perspectiva económica, México debió haber tenido un mucho mejor comportamiento económico del que tuvo.

Exportamos como nunca, desde luego se exportó más que en toda la historia de las compañías petroleras juntas. Se exportó en serio, se está exportando en serio, dónde está el buen resultado de esa exportación.

Gracias. (Aplausos)

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias por su intervención al doctor Lorenzo Meyer. Tiene el uso de la palabra el licenciado David Ibarra Muñoz.

-EL C. LIC. DAVID IBARRA MUÑOZ: Yo estoy un poco confundido, porque ahora resulta que la constitucionalidad de reformas y mandatos no es importante; esto es, el estado de derecho dejó de ser importante. Eso es verdaderamente notable. Pero ahí lo dejo.

También se nos dice que PEMEX siempre ha contratado servicios de terceros y esto es cierto, pero PEMEX casi nunca ha cedido de manera permanente a socios las rentas petroleras.

Bueno, que PEMEX, se nos dice, está rezagado. A la mejor siempre ha estado rezagado, depende con quién lo comparemos.

Pero si a una persona no se le da de comer y lo enflaquecen por inanición, difícilmente resulta competitivo en las Olimpiadas. Y además se hace una comparación extralógica con Petrobras con Noruega. Acaso las instituciones de ese país son semejantes a las nuestras. Acaso tienen los mismos problemas.

Sólo déjenme citarles dos datos.

Brasil tiene una carga impositiva de 36 por ciento del producto, más de tres veces la nuestra.

Noruega tiene aún más que eso, cerca del 50 por ciento.

Y los precios de las gasolinas de Noruega son tremendamente altos, tremendamente altos.

Bueno, entonces no hay que abundar demasiadas en estas cosas. Yo creo que PEMEX sí tiene problemas laborales. Tiene, por ejemplo, ya lo dije, unos pasivos laborales al descubierto enormes.

Pero aquí se olvida la historia. Los salarios de PEMEX durante muchos años fueron altos o comparativamente altos, cada vez lo son menos. Pero entonces cuando eran comparativamente altos era porque a PEMEX se le había asignado el ejercer liderazgo salarial para empujar hacia arriba los salarios de todas las actividades productivas. Si se nos olvida la historia estamos un poco perdidos.

Bueno, PEMEX innegablemente ha sido explotado por el fisco. Puede ser que haya otro país que sea todavía más explotado, pero eso no justifica que lo sigamos explotando.

Que hay muchos países que invierten en investigación y desarrollo sus recursos petroleros. Y hay otros muchos que han creado los llamados fondos soberanos precisamente para hacer eso.

Pero nosotros tenemos 85 mil millones de dólares inútiles en las reservas del banco central. Que me expliquen por qué.

Por qué los pidiregas pagan 1 ó 2 por ciento más de margen que los créditos del gobierno federal.

Que me expliquen por qué a PEMEX se le asignó un superávit primario este año de 15 mil millones de dólares que bastaría para financiar dos refinerías. Bueno, señores, si queremos entonces comparar a PEMEX con otras instituciones y con lo que hacen otros países, tenemos que nivelar el piso de la competencia, no comparar a troche moche. Muchas gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias al doctor David Ibarra.

Le pediríamos ahora al doctor Carlos Elizondo Mayer Serra que hiciera uso de la palabra.

-EL C. DR. CARLOS ELIZONDO MAYER SERRA: Muchas gracias, senador Labastida.

Primero al licenciado Ortiz Pinchetti, yo vengo en nombre propio, yo no estoy acostumbrado en textos de otros, entonces estoy aquí describiendo lo que yo pienso, no tiene nada qué ver con la política del gobierno, entonces no saque usted conclusiones que no debe sacar, yo puedo sacar conclusiones de su texto, porque usted dijo que lo había redactado alguien más. En mi caso no es así, es lo que pienso, es lo que he estado escribiendo y por favor, tómelo como tal.

El segundo tema tiene que ver con el estado de derecho, hacía referencia Ortiz Pinchetti, señores yo no dije que haya que violar la Constitución, yo no dije que la Constitución fuera un trapo, yo sólo dije lo siguiente:

¿Cuál es la mejor política que este país se puede dar? Si tenemos que cambiar la guía reglamentaria, cambiémosla y si necesitamos cambiar la Constitución, cambiémosla, lo que quiero decir es que la Constitución es un medio que nos damos los mexicanos para alcanzar un fin más amplio que es el bienestar de los mexicanos, y tan es así, que la hemos cambiado casi 500 veces, señor, entonces no estoy yo diciendo que no se respete la Constitución, estoy diciendo que no encadenemos el debate a una restricción autoimpuesta si resultara que hay una mejor política pretrolera que pasara por mover la Constitución.

Y creo sin duda que se pueden hacer muchas cosas mejor, en operación, pero a mí me parece que olvidamos que los incentivos cuentan, las reglas que enfrenta PEMEX son los que la han hecho una empresa menos eficiente de lo que podría, incluir a la extracción fiscal y muchos otros problemas, entonces démosle las mejores reglas posibles y David Ibarra, Ortiz Pinchetti, yo sí creo que las cooperaciones, nadie está diciendo y portemos la Constitución de Noruega y pongámosla en México, no, pero sí hay un caso o dos o tres de reformas interesantes, en Colombia, en Brasil, veamos qué hayan hecho, y ojo, yo no quiero privatizar PEMEX, lo subrayo porque a veces no es muy claro, lo único que estoy diciendo es, ensayemos formas distintas para maximizar el ingreso de la nación que está allá abajo en el subsuelo.

Eso significa refinerías, por qué no privado si lo pueden hacer más barato y nos quitan una carga administrativa de una empresa que tiene una enorme tarea enfrente, por qué no, a priori envolverme la bandara nacional. Por eso no lo voy a hacer, y no estoy privatizando nada. Hoy por hoy se están dando esos empleos en refinería en Estados Unidos, en la India y no sé cuántos lugares del mundo, parece mucho más nacionalista tenerlo en México, y la comparación que propone el profesor Meyer es históricamente muy interesante, pero irrelevante para los que estamos hablando, porque otra vez, profesor, yo no estoy queriendo un régimen donde haya puras empresas privadas, trataré de ser mucho más claro porque no lo fui, vamos a poner un límite, el 80 por ciento de todo lo que se explota en México lo va a explotar PEMEX, un límite claro, constitucional, del cual no nos movamos, simplemente creo que el modelo brasileño, un país que insisto, tiene problemas distintos al nuestro, sin duda, pero logró darle una transformación de fondo a su empresa petrolera y Colombia está un poco en ese sentido pasó por tener mecanismos más ágiles, más de mercado, que permitan una respuesta empresarial, rápida a temas que son muy difíciles, con todo respeto, de resolver en grandes consejos que no van a tener nunca como la capacidad de entender por dónde andan los grandes retos de la industria.

Yo no estoy proponiendo comparaciones tochas y mochas, creo que dijo don David Ibarra, tampoco estoy negando la historia, por favor, es una respuesta muy sencilla, aprendamos de nuestra historia, por supuesto, aprendamos lo que ha significado, no entrarle a los problemas con una visión de futuro, aprendamos de las razone que en su momento impulsaron al General Cárdenas y a los otros grandes presidentes que tomaron decisiones al respecto, aprendamos de los desastres de los 80’s y los 90’s que son muchos, no estoy diciendo que no, lo único que estoy diciendo es que tenemos que maximizar o ustedes como legisladores lo que tienen que maximizar es el bienestar de los mexicanos y plantéense todas las opciones posibles y no se autoimpongan una, porque la Constitución es muy importante, hay que respetarla, pero no es libro sagrado, se puede mover, se ha movido muchas veces, no siempre para el beneficio de los mexicanos, pero yo les tengo confianza a ustedes, y creo que hicieron un análisis serio, igual encontramos que se puede mover de forma tal que tengamos una mejor industria, muchas gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Quisiera consultar a los señores ponentes si desean hacer uso de su derecho de réplica.

En primer lugar al licenciado Ortiz Pinchetti.

-EL C. LIC. JOSE AGUSTIN ORTIZ PINCHETTI: Una pequeña observación, yo creo que una cosa es el reconocimiento retórico del respeto a la Constitución y otra cosa es entender lo que una Constitución como la mexicana es fruto de una lucha política, sangrienta y de un gran cambio de la historia del país significa, el día que se rompa ese pacto, los mexicanos ya no tendremos muchas razones para estar unidos, la polarización está creciendo en México, sería una irresponsabilidad olvidarnos de las tradiciones constitucionales de México, yo he venido a leer efectivamente un texto, parte de mi tarea política y así fue admitida mi presencia aquí, pero lo que he dicho al respecto de la imitación extralógica y de sus desastrosas consecuencias para la vida del país de la que todos somos testigos y a veces en cierta forma actores y víctimas, eso ya lo dije totalmente por mi cuenta. Muchas gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Gracias a usted.

Quisiera consultar en segundo término al doctor Lorenzo Meyer si desea hacer uso de su derecho de réplica.

-EL C. DR. LORENZO MEYER: Declino.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Declina. Al doctor David Ibarra.

-EL C. DR. DAVID IBARRA MUÑOZ: Declino.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Declina también.

Le consulto por último, Carlos Elizondo.

-EL C. DR. CARLOS ELIZONDO MEYER SERRA: Dos minutos, senador, si me lo permite.

Yo creo que nadie está pensando, porque es muy fácil concluir cosas que no se están diciendo, en que haya, y repito que cambiar el pacto fundamental de que el petróleo es propiedad de los mexicanos y así debe de estar en la Constitución, que quede claro, simplemente estoy diciendo, si hubiera que hacerle modificaciones a ese texto constitucional para tener una mejor capacidad de administrar la renta petrolera y la industria petrolera valdría la pena hacerlo y no ponernos autorrestricciones.

Gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Quisiera expresar a todos los señores ponentes nuestro reconocimiento y gratitud por sus intervenciones.

Pasaríamos a la tercera etapa que es la etapa de preguntas de los señores senadores y diputados, como mencionábamos hace un momento, la pregunta tiene un límite de cinco minutos, la respuesta, un término similar, cinco minutos y el derecho de réplica de tres minutos.

Procederíamos con la primer pregunta que le corresponde al señor senador Juan Bueno Torio.

-EL C. SENADOR JUAN BUENO TORIO : Gracias, señor Presidente, en nombre de mis compañeros legisladores del Partido Acción Nacional, deseamos agradecer la participación de los ponentes el día de hoy, que sin duda nos han traído planteamientos que influirán en la construcción del dictamen que estaremos por elaborar al terminar esta serie de debates.

De eso se trata este ejercicio, de mejorar la propuesta planteada por el Presidente Constitucional, Felipe Calderón Hinojosa en este Congreso de la Unión, ya que lo que queremos es que todas las propuestas abonen en un mejor desempeño de Petróleos Mexicanos y en un mejor desempeño de nuestras finanzas públicas.

En esta parte primera que la hemos destinado a los hidrocarburos, deberá estar seguida por reformas a la parte de energía eléctrica y desde luego a las energías sustentables, y señor Presidente, aquí quisiera hacer una moción para que en lo sucesivo de los foros estemos presentes los senadores y los diputados con lugares preasignados en esta reunión y no como sucedió el día de hoy, ya que seremos nosotros quienes vamos a dictaminar estas iniciativas.

Con respecto a la capacidad de ejecución que se mencionaba hace un rato, yo quiero mencionar que sí tiene Petróleos Mexicanos capacidad de ejecución, que son expertos nuestros técnicos, por ejemplo, en aguas profundas, que son expertos en producir gasolinas a partir de petróleo y de crudos, sin embargo en 1990 al 2000, PEMEX perforó 144 pozos; entre el 2000 y 2007 perforó 568 pozos promedio anuales; pero entre 2008 y 2021 requeriremos por lo menos, y dadas las circunstancias de los campos, perforar 1700 pozos anuales en promedio.

La pregunta es ¿Tiene Petróleos Mexicanos la capacidad para desarrollar ese proceso de exploración y producción? Yo particularmente pienso que no, por lo que requiere a refinación también. Entre el 90 y el 2007 se reconfiguraron dos refinerías y se construyeron 2 mil 300 kilómetros de ductos; entre el 2008 y el 2021 necesitamos hacer 13 mil kilómetros de ductos, hacer, reconfigurar tres refinerías y por lo menos hacer 6 nuevas refinerías.

Nuevamente la pregunta es ¿Pemex por sí solo puede hacer esto? En este período de tiempo yo particularmente pienso que no. Por ejemplo, tomando el caso de las aguas profundas, necesitamos hacer 200 pozos por año, lo que hemos hecho en los últimos años nos lleva a dos, y con las contrataciones que se han realizado de nuevos equipos vamos a poder hacer 5 pozos al año a partir del año 2010.

Entonces, nuestra capacidad de ejecución en ese sentido está limitada. Y por el otro lado mucho se ha hablado de la constitucionalidad de este asunto, la evolución del artículo 27 de la Ley Reglamentaria, del artículo 27 Constitucional, nos llevó en el año 58 a promover que el estado mexicano fuera exclusivamente quien hiciera todas esas actividades por tres razones: la primera, el Estado se comprometía a garantizar el abasto de petrolíferos; la segunda, no había inversionistas capaces de realizar estas inversiones, no había capital; y, por último tampoco había interés de inversionistas privados en realizarlo.

Así dice la exposición de motivos del Presidente Ruiz Cortines en 1958. A cincuenta años de esa etapa hoy hay capital en el mercado interesado en poder participar, hoy hay interés de los particulares en entrarle a la producción, y, además, hoy hemos visto a partir de los tiempos que el Estado mexicano no ha sido capaz de abastecer ni gas ni combustibles al país por los 40% que importamos de gasolinas y los 23% que hoy importamos de gas.

Necesitamos entonces irnos a definir qué queremos o qué es lo que estamos buscando con esta reforma. Los contratos que plantearon, que se plantearon en 1960 para el Presidente López Materos fue orientado exclusivamente a los productos del subsuelo, y eso tendrá que discutirse en la parte constitucional.

Esos negocios, la pregunta es: ¿Por qué se pudo hacer en el 2008, a los ponentes, las reformas al artículo 27, a la Ley Reglamentaria del 27 Constitucional sin modificar la Constitución? ¿Por qué, al señor Lorenzo Meyer, cómo podemos hacer un país soberano sólo por tener petróleo y al mismo tiempo sin ser competitivos en energía en el contexto mundial?

Y al ponente Carlos Elizondo, dadas las condiciones y la realidad de nuestra industria petrolera ¿Por qué, y el reto que éste representa, cuál debe de ser el primer paso para transformar nuestros recursos del subsuelo en inversiones, en empleos y en desarrollo social y regional?

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Quisiera proponerle a los señores senadores y diputados, a nuestros muy estimados ponentes, un cambio en el desarrollo de la reunión.

Tal como está diseñada la reunión, considerando la hora que ya tenemos, es una pregunta de un senador, una respuesta del ponente aludido, una réplica; y yo les quisiera proponer que las preguntas de todos los señores senadores las hiciéramos a continuación, de senadores y diputados, creo que esto le daría más agilidad al desarrollo de la reunión, si les parece a ustedes bien.

Así procederíamos entonces. Tiene el uso de la palabra el senador Rogelio Rueda.

-EL C. SENADOR ROGELIO HUMBERTO RUEDA SANCHEZ: Gracias. Agradezco por supuesto la presencia de los ponentes; de la dirigente de mi partido, su intervención y su confianza en los legisladores del PRI que, por supuesto, estaremos tomando decisiones de conformidad con nuestros documentos básicos y pensando en lo mejor para México.

Quiero iniciar planteando cuál es lo que creo es nuestra obligación en el tema de constitucionalidad, puede ser materia de polémica, pero creo que hay simplemente una precisión que puede ser útil. Cuando asumimos el cargo de senadores protestamos cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan, el caso que nos ocupa son cinco iniciativas de reforma legal.

Es cierto y se entiende, yo así lo entiendo, que el planteamiento es no limitado a ese contenido, que es el trabajo que tenemos enfrente como legisladores, sino tal vez al tema que está titulando esta reunión, que dice: principios que deben regir la Reforma Energética en México, y tal vez es útil ahí incorporar una reflexión, pero, sin duda, los legisladores tenemos la obligación de que al revisar iniciativas de reformas legales éstas se ajusten al contenido en su texto y en su espíritu de la Constitución.

Esa es nuestra obligación y entre tanto no estemos revisando para dictamen iniciativas de reforma constitucional estamos obligados a este ejercicio de revisar la constitucionalidad. Se planteó que hiciéramos preguntas a un solo ponentes, yo quisiera, de cualquier manera, pedir a la directiva de la Comisión de Energía que pudiéramos solicitar al gobierno respuestas a algunos de los planteamientos que hemos hecho y que no han sido satisfechos en las respuestas que ha habido, por ejemplo, en la reunión del jueves anterior.

Solicitamos en aquel momento, de mi parte por lo menos, alguna precisión de capacidades de ejecución, y ha sido tema que se ha tratado esta mañana, este día. Por eso creo que vale la pena que se recogiesen los planteamientos hechos, y cuando alguna información quede incompleta pedir que esto vaya siendo acompañado de más información que creo es necesaria.

Por supuesto, no es correcto, creo, que apliquemos modelos extranjeros a rajatabla, pero creo que tampoco que ignoremos sus experiencias. No creo que nos debamos cerrar a que las soluciones sólo pueden estar aquí en México y en nuestra propia historia; pero tampoco, por supuesto, abandonar lo que hemos vivido, lo que hemos construido.

Por supuesto, creo que la solución que asumamos ahora frente al reto de este tiempo será así una solución mexicana. El planteamiento que quiero hacer, la pregunta que quiero hacer es al doctor Elizondo, y se refiere a que no sólo creo que estemos buscando el objetivo de maximizar la renta petrolera, creo que un compromiso que debemos tener presente es que requerimos invertirla correctamente.

Y aunque es una discusión que se puede hacer a parte creo que vale la pena no perder de vista que de quién defina las prioridades y cómo se tomen las decisiones dependerá si la renta petrolera se aprovecha para cimentar el futuro o se desperdicia.

Recuerdo que el Plan Nacional de Desarrollo es elaborado por el Ejecutivo sin requerir aprobación del Legislativo. Y lo planteo sólo porque creo que entre tanto no esté garantizado el buen uso de los recursos que hemos estado teniendo y que esperamos seguir recibiendo en los próximos años, pretender extraer todo el petróleo posible en el más corto plazo posible parecería una mala decisión.

Hace referencia al porcentaje de recuperación en los yacimientos, me parece que aunque cada yacimiento tenga su propia complejidad el dato que aporta es indicativo, de que hay un pendiente por atender ahí. Y por eso mi planteamiento es respecto de su opinión.

Creemos en principio que debe de ser una decisión técnica, la decisión de la plataforma petrolera de extracción y también la decisión de cuánto petróleo se exporta. En ese sentido la iniciativa presidencial está considerando una Comisión del Petróleo a la que la asignaría ciertas facultades de opinión.

Hay una propuesta en el sentido de que se integre una instancia de gobierno que tenga capacidades de decisión y que esté comprometida por la manera como se integra, como se le nombra, que esté comprometida con el país y no con los intereses de un gobierno en turno.

Quisiera conocer su opinión al respecto. Muchas gracias.

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Gracias al señor senador Rogelio Rueda, que se barrió en cuarta, ¡eh! Apenas llegó a los 5 minutos.

Tiene el uso de la palabra el señor senador Pablo Gómez Alvarez.

- EL C. SENADOR PABLO GOMEZ ALVAREZ: Muchas gracias. Yo me hago eco de la bienvenida –llegué un poco tarde- de todos los que he participado en este muy interesante debate. Un poco acartonado en su forma, pero creo que –en cierta forma- era inevitable que así fuera.

Yo quería, en primer lugar, responderle a Martínez Cázares. Como dirigente y portavoz del PAN, ha lanzado contra nosotros una cantidad de ataques, tales como: Falsos nacionalistas, teólogos del petróleo; más cosas a las que no voy a responder, porque me parece que son la expresión de una cierta desesperación para poder fundamentar el proyecto del Ejecutivo que, francamente, es muy difícil de fundamentar.

Pero ha dicho que los 124 mil millones de pesos que se reparten entre las entidades de la Federación y que provienen de la renta petrolera, pues podrían ya no llegar a los estados. Y esto sí ya lo veo como una amenaza. Una amenaza que por lo demás no se va a cumplir porque el PAN no tiene en la Cámara de Diputados la mayoría como para recortar esos fondos a las entidades.

Pero sería bueno –entre paréntesis- que se garantizara que esos dineros, procedentes de la renta petrolera fueran destinados, efectivamente, a la infraestructura productiva de las entidades federativas.

Paso, entonces, a otra aseveración hecha aquí por otro ponente, por Elizondo, que dice que “no le ha faltado a PEMEX”. Esto sí me estremeció, porque creo que ha sido una de las inexactitudes más grandes que se han dicho esta mañana.

A ver, como yo no soy teólogo, sino me dedico a otras cosas, a pesar de lo que dice Martínez Cázares, nuestro enfoque es un asunto de negocios, de plan de negocios. Rechazo la manera despectiva de cómo Elizondo piensa que la ideología nos ciega, así lo entendí, lo interpreté. No, veamos los números sólidos.

Las ganancias brutas antes de impuestos, cubriendo los demás costos de PEMEX, son de 76 mil millones de dólares al año. Voy a hablar en dólares para no hablar de tantos centenares de miles. De esos, PEMEX tiene una ganancia industrial de 16 mil millones de dólares al año; y, por lo tanto, la renta petrolera, propiamente dicha, es de 50 mil millones de dólares.

Sin embargo, el gobierno le quita la totalidad de la ganancia a PEMEX, es decir, 16 mil millones de dólares que este año serán más, y le autoriza a ser inversión financiada por 13 mil millones de dólares, Pidiregas. Esto no nos convence porque sale más caro financiar esta inversión que si colocáramos bonos en el mercado.

Entonces, hay todavía un sobrante de unos 30 mil, perdón, de unos 3 mil millones de dólares, con los cuales se podría llevar a cabo cada año la construcción de 2 refinerías.

Bueno, senador Bueno, de dos refinerías a mil 500 millones cada año, porque no hay que desembolsar todo lo que una refinería cuesta.

Termino.

Ahora bien, de este despojo brutal de PEMEX, si no le hubieran hecho falta recursos a PEMEX, hubiera hecho las refinerías, los ductos, el almacenamiento y la exploración para poder reponer las reservas, todo lo cual no ha hecho, pero no porque no haya querido, sino porque no ha tenido dinero.

Y ahora le hago una pregunta aquí al doctor Elizondo: ¿En qué se van a usar, usted cree, calcula, piensa, infiere, los más de 5 mil millones de dólares que están en este momento en el fideicomiso del Fondo para la Estabilización de los Precios del Petróleo. Más de 5 mil millones de dólares que están ahí durmiendo el dueño de los justos y que nadie sabe en qué los va a usar el señor Calderón.

Veamos qué nivel de discrecionalidad en el manejo de los recursos provenientes de la renta petrolera.

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al señor senador Pablo Gómez su intervención.

Y le damos el uso de la palabra al señor senador Arturo Escobar y Vega.

- EL C. SENADOR ARTURO ESCOBAR Y VEGA: Gracias, Presidente. Muy buenas tardes.

Felicitar a cada una de las ponencias. Este tipo de debates y de pasión son los que estábamos esperando de estos encuentros.

Pero quiero, en especial, reconocer la ponencia del doctor Carlos Elizondo. Creo que es muy importante que en estos debate todos entendamos que necesitamos hablar sin tapujos, necesitamos hablar sin fantasmas. A mi y en mi Partido, en mi Grupo Parlamentario nos hubiera gustado que en la iniciativa del Presidente, hubiéramos tenido la apertura de poder discutir todo, inclusive contratos de riesgo, inclusive la posibilidad, si así se construye una mayoría, de reformar la Constitución.

Porque que quede claro, ¡eh!, la renta petrolera, el sistema energético mexicano tiene un solo destino o tendría que tender un solo destino: El bienestar de los mexicanos, no tiene otro.

Hemos oído el día de hoy de manera recurrente que Petróleos Mexicanos sí tiene recursos, que genera recursos. Y todos entendemos que sí, por supuesto que sí. Nada más que está ligado al Presupuesto de Egresos de la Federación.

Entonces, en el momento en que los genere inmediatamente son transferidos, creo yo de manera irresponsable, al Presupuesto.

Luego se señala: Bueno, ¿y los excedentes petroleros? ¿Cómo le ha transferido el Congreso en un día a la Cámara de Diputados, gobiernos de los estados, municipios? Para eso utiliza los excedentes petroleros.

Si no vamos a ir a favor de esta reforma, hagamos el compromiso que en materia de excedentes petroleros vamos a etiquetar los recursos en materia de infraestructura, salud, combate a la pobreza, seguridad pública. Es decir, en bienestar para los ciudadanos.

Porque, que nos quede claro. No va a haber un solo mexicano en este país que no esté de acuerdo en reformar lo que sea, con tal de que exista bienestar.

Yo quisiera hacerle una pregunta al maestro Lorenzo Meyer.

Yo he, de manera recurrente, oído sus posturas, por supuesto que aquí, pero en otros espacios, especialmente en medios de comunicación.

Y usted, de manera insistente, ha señalado que esta es una iniciativa privatizadora. Nosotros en lo particular no encontramos esos elementos.

Pero me interesa conocer por parte de usted en dónde están estos mecanismos privatizadores, en dónde se cede la propiedad, en dónde se cede la renta petrolera; o si a la inversa, únicamente se presta un servicio, maestro.

Y, por otro lado, que si usted pudiera ser un poco más claro en cuanto a esa hipótesis o esa pregunta que deja en la mesa sobre la posibilidad de que México pudiera ser de que no fuera un país exportador de petróleo. ¿Cuál sería la idea? Dedicarnos más al tema de petroquímicos, al tema de petrolíferos, más a maquilar para vender al extranjero. Por sus respuestas muchas gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias al señor senador Arturo Escobar. Le pediríamos al señor senador Dante Delgado que haga uso de la palabra.

-EL C. SENADOR DANTE DELGADO RANNAURO: Creo que todos estamos muy satisfechos de escuchar la voz de prestigiados mexicanos que han venido a dar su punto de vista. Creo que la distorsión en PEMEX, lamentablemente se da por el secuestro de la empresa por parte de la Secretaría de Hacienda, ya lo he externado en otras reuniones, y hoy lo ratificamos acá.

Esto ha evitado que haya modernización en la empresa. Simplemente es una vaca a la que se le ordeña y no se le da pastura. Entre muchas interrogantes, y para dar respuesta al ánimo modernizador, que creo que a todos nos anima, deberíamos de advertir cuanto destina el país del Producto Interno Bruto a Ciencia y Tecnología. Tendríamos que advertir, y esta pregunta se la oriento al doctor Elizondo en el sentido de que cuando habla de que sí es necesario a la reforma a la Constitución, que esta se hiciera, que entre paréntesis, reconozco su capacidad para decirlo, porque en todos los foros el Ejecutivo Federal ha dicho que el propósito de la reforma no implica la reforma a la Constitución, ¿y la pregunta que le formulo es en el sentido de que si él ve que el sentido de las iniciativas presentadas por el Ejecutivo Federal al ser privatizadoras obligan a la necesidad de una reforma al texto constitucional?

Por otra parte, quiero aquí felicitar la presentación de los ponentes, creo de manera muy clara que el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas ha expuesto con brillantes la posición que asumimos un número importante de mexicanos en torno a Petróleos Mexicanos.

Quiero saludar la lucidez con que ha presentado sus consideraciones don David Ibarra por la amplia experiencia y conocimiento que tiene del sector público del país.

Quiero también hoy reconocer la actitud y la disposición de José Agustín Pinchetti por presentar la visión que se tiene en el Movimiento de Resistencia Civil más importante en la historia de este país, que es el gobierno legítimo de México.

Pero también quiero significar la aportación que ha dado Lorenzo Meyer cuando hace esas cuatro profundas intervenciones en torno a lo que son valores esenciales de la identidad nacional.

Quiero también saludar la lucidez con la que Beatriz Paredes ha presentado la visión que tiene el PRI, la vinculación a sus principios básicos. Y por último, y lo quise dejar así porque no se encuentra presente, quiero advertir que bajo ningún concepto podemos aceptar que haya descalificaciones, lamentablemente no se encuentra presente aquí el dirigente del Partido Acción Nacional, pero difícilmente vamos a poder construir consensos cuando se hacen descalificaciones.

Nosotros estamos a favor de Petróleos Mexicanos, estamos a favor de que se fortalezca el Instituto Mexicano del Petróleo, sabemos de la capacidad de los técnicos mexicanos; y sabemos que con los recursos que se pueden asignar a esa institución y a las instituciones de educación superior del país, estaremos en posibilidades de afrontar el futuro de Petróleos Mexicanos y de la explotación racional del petróleo mexicano.

Yo sí creo que tenemos todos los instrumentos para sacar adelante a Petróleos Mexicanos con la capacidad y la fortaleza y visión de los técnicos mexicanos, pero para eso es necesaria una adecuada visión de Estado.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al señor senador Dante Delgado su intervención. Y le pediríamos al señor diputado Joaquín Vela, quien va a hacer uso de la palabra a nombre del Partido del Trabajo, que proceda a hacerlo. Muchas gracias.

-EL C. DIPUTADO JOAQUIN VELA GONZALEZ: Gracias señor presidente de la Comisión de Energía, Francisco Labastida, agradeciendo las intervenciones muy importantes de todos los ponentes que creo que efectivamente, como decía Pablo Gómez, ayudan mucho al debate, “acartonado” tal vez el propio formato, pero creo que se han dicho cosas importantes que son relevantes.

Yo quiero destacar que estamos en un momento importante de reflexión nacional para saber qué queremos los mexicanos hacer con los recursos que significa estos ingresos petroleros.

México en los años sesenta crecía bien sin contar con excedentes petroleros, como los que ahora tenemos, y lo contradictoria es que ahora no crecemos a pesar de tener grandes ingresos extraordinarios, creo que ese es el problema que tenemos que resolver en esta mesa y en este proceso de debates, porque si no somos capaces de darle una solución, cómo sí éramos capaces los mexicanos en los sesentas de crecer, tener una economía que creciera, y hoy que tenemos ingresos muy grandes, extraordinarios, tenemos un país que está postrado.

Creo que es el tema al que debemos abocarnos todos para encontrarle salida, para que efectivamente los mexicanos puedan encontrar empleo y puedan encontrar forma en los próximos años de sentirse orgullosos que su país les genera un empleo y un ingreso digno para quedarse a vivir en este país, y no como ahora está sucediendo que gran cantidad de mexicanos se quiera ir de este país, o se ve obligado a irse de este país para buscar oportunidades en otras partes, porque aquí no se las estamos dando.

Y creo que es una responsabilidad de todos encontrar una salida de cómo tiene que darse efectivamente una utilización mejor de estos recursos para poder hacer, desencadenar un proceso de desarrollo económico fundamental.

Hay dos tareas que son básicas: un cambio a fondo del sistema educativo. Todos los países que hoy son emergentes o economías que están creciendo han hecho una revolución educativa importante.

Y lo segundo es canalizar la mayor parte de estos recursos a infraestructura. Si combinamos bien estos elementos vamos a poder tener en el futuro efectivamente mejores condiciones para poder plantear un esquema cualitativamente diferente al que hoy hemos tenido. Porque plantear la privatización así en abstracto o por la competencia en abstracto no da solución.

Miren, en el 95 nos plantearon que había que privatizar los ferrocarriles porque eran atrasadísimos, nos decía: corren a 23 kilómetros por hora los Ferrocarriles Mexicanos, hoy 13 años después podemos ver que afortunadamente los mexicanos contamos con los trenes más eficientes privados. Es falso, no tenemos nada.

Yo creo que el problema está, como lo plantee al principio. ¿Cómo le vamos a hacer todos los mexicanos para presentar un esquema en el que podamos hacer un uso más racional de todos esos recursos? Y obviamente, pensamos muchos que este uso más racional pasa por no distribuir, ni darle pase de nuestra renta petrolera a empresarios privados, principalmente extranjeros. Creo que esa es la visión y ese es el tema que tenemos planteado.

Yo quisiera preguntarle al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y al economismo David Ibarra, mi colega ¿Qué pensarían de esto que yo estoy planteando, de la necesidad, efectivamente, de buscarle una solución y una adecuación a estos recursos?

Y si Lorenzo Meyer, tuviera a bien también, escucharía con todo interés sus comentarios. Gracias. (Aplausos).

-EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Agradecemos al señor diputado Joaquín Vela su intervención.

Le corresponde ahora hacer uso de la palabra al señor diputado Juan José Rodríguez Prats, a quien le rogamos que lo haga.

-EL C. DIPUTADO JUAN JOSE RODRIGUEZ PRATS: Muchas gracias, Presidente.

Yo tengo dos preguntas para el maestro Lorenzo Meyer. Pero en virtud de alguna actualidad tabasqueña, y dado que son 5 minutos, voy a procurar sintetizar y hacer algunas reflexiones previas.

En primer lugar, yo creo que este primer debate nos debe llevar a focalizar el tema, si abordamos temas abstracto, no vamos a terminar nunca. Y me parece que hay tres discrepancias fundamentales: la litis, que podríamos decir, en términos jurídicos. La observación que hace el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en relación a la cláusula de desempeño, que ya está aprobada en el Tratado de Libre Comercio, ahí se señala que las empresas pondrán incluir cláusula de desempeño, que PEMEX ha utilizado, y los denominó, en un tiempo: “Contratos incentivados”.

La participación de los particulares en almacenamiento, distribución de los ductos de petrolíferos, que ya se hizo esta reforma en 1995, la hizo el Presidente Ernesto Zedillo, en materia de gas natural, y ha tenido magníficas consecuencias.

Y lo que se refiere a la maquila del hidrocarburo para que generar gasolina, que sería una verdadera incongruencia; que si esto ya lo hicimos en el exterior, pues ahora no se permita hacerlo en el territorio nacional.

Yo creo que en materia de este tema debemos partir de los principios, algunos los abordaron, y de ahí partir de las políticas públicas, y posteriormente del andamiaje jurídico.

Yo creo que los principios deben ser, y lo propongo, 7 principios básicos:

Primer principio, y coincido con David Ibarra en su libro de “Desmantelamiento de PEMEX”.- Ofrecer insumos energéticos a precios competitivos que promuevan el desarrollo del país.

Segundo principio.- Garantizar a las próximas generaciones reservas probadas que le permitan satisfacer sus necesidades.

Tercer principio.- Promover inversiones y empleos en el país.

Cuarto principio.- Agregar valor al petróleo crudo. Quiero decirles, en el plan sexenal que llevó a Lázaro Cárdenas a la Presidencia de la República, en el punto 106 se proponía esto, agregarle valor. Y lo que hemos hecho ha sido exportar petróleo crudo, que el primer barril, coincidiendo con la historia, fue, salió con algún historiador, el mismo día que Don Porfirio Díaz…, el 31 de mayo de 1911, y lo que hemos hecho es exportar petróleo crudo siempre, que es vender el recurso natural.

Heberto Castillo decía: “Que vender petróleo crudo, como combustible, es exactamente igual que vender madera preciosa para leña”.

Quinto principio, ni siquiera puedo decir: erradicar la dependencia.- Disminuir la dependencia.

Sexto principio.- Eficiencia, honestidad y transparencia en empresas públicas.

Séptimo principio, y no por ello menos importante, beneficios para el usuario de los energéticos para los mexicanos.

Otra reflexión que debemos hacer antes de iniciar el análisis ya concreto de la Iniciativa del Presidente, es precisar ¿para qué sirve el derecho?

Desgraciadamente, como legisladores, como mexicanos hemos abusado del derecho.

Les pongo dos casos: muchos propusieron, o algunos, controversias y acciones en contra del contrato de servicios múltiples.

¿A quiénes beneficiaron? A los contratistas, en virtud de la incertidumbre creada, encarecieron los contratos.

Otro principio. En 1983 se incorporó a la Constitución el concepto de sector estratégico. Y vean ustedes y todos los exponentes coincidieron en que en ese momento se acentúa la dependencia, el debate fue muy pobre.

¿Y qué es lo estratégico? Y definitivamente, lo estratégico tiene que fortalecer el Estado Nacional.

Yo creo que, definitivamente, tenemos que precisar algunas. Nicolás Maquiavelo decía: “Que los estados débiles, que tardan mucho en tomar decisiones, debaten demasiado, y toman resoluciones, muchas veces ambiguas”. Ojalá no concluya así nuestro trabajo.

Mis dos preguntas al maestro Lorenzo Meyer. Efectivamente, Venustiano Carranza le encarga a Pastor Roa, redactarle el 27. Se asesora de Andrés Molina Enriques. Y Andrés Molina Enriques encuentra un antecedente en la ordenanza de Carlos III, en donde dice, y si le quitamos al 27 la palabra “Nación”, y ponemos “Rey”, es exactamente lo mismo que el derecho español. Y no ve en el 17 un retroceso al derecho de la colonia, cuando el Rey transfería a los particulares ciertas concesiones.

Y por último, y ya con esto termino. Si el maestro Lorenzo Meyer dice: “Que hay que hacer una reforma fiscal para no seguir combatiendo, no seguir succionando recursos de PEMEX, él estaría en contra de los partidos, que en forma sistemática, se han opuesto a cualquier reforma fiscal, aún a las más elementales como fue el IETU, o como fue el impuesto a la gasolina. Apretada síntesis.

Muchas gracias. (Aplausos).

-EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al señor diputado Juan José Rodríguez Prats su intervención.

Y le corresponde en este momento al diputado Samuel Aguilar, hacer uso de la palabra, si es tan amable.

-EL C. DIPUTADO SAMUEL AGUILAR SOLIS: Gracias, senador Labastida.

Muchísimas gracias a todos y cada uno de los ponentes.

Creo que el día de hoy es un día histórico para el Congreso mexicano. Que de una forma abierta, respetuosa, plural, si no todas, muchas de las voces de los actores políticos en este país, se han hecho presentes el día de hoy.

Decía el maestro David Ibarra, prácticamente al finalizar su intervención: “Que es tiempo de actuar con sabiduría colectiva”. Y coincido con él. Creo que es tiempo de actuar con sabiduría colectiva, y también, sin duda, sin mucha responsabilidad.

Pero también tenemos que asumir que este tema, más allá de tecnicismo, más allá de números, tiene una gran carga de carácter ideológico, y aquí, en muchas de las intervenciones, se han hecho presentes.

La Presidenta de mi Partido, la licenciada Beatriz Paredes Rangel, señalaba en su intervención: que este tema tiene, sin duda, una gran carga de política económica; pasa, sin duda, por la política económica, y la atraviesa todo y cada uno de los puntos de las cinco iniciativas que tenemos hasta ahora; y hablar, incluso, del sólo hecho del proceso de modernización de PEMEX, sin duda, es hablar de política económica.

Pero desafortunadamente, hasta el día de hoy, el Gobierno Federal no nos ha hecho llegar la Iniciativa sobre derechos.

Por ello mismo, para hablar de manera específica sobre este tema, tendremos que especular la posibilidad, primero, de que esa Iniciativa llegue lo más pronto posible.

Y segundo.- ¿Cuáles son los puntos finos de la Iniciativa de derechos que va a traer, que sin duda puede tocar cualquiera de las otras cinco iniciativas, y que no solamente las puede, sino que las debe de tocar?

Por eso, bajo esa consideración, de que no tenemos aún la Iniciativa sobre derecho, y que no sabemos realmente que va a traer, de manera respetuosa, licenciado David Ibarra, me permito preguntarle, a partir, también, de su intervención brillante, ¿cuál sería su opinión, de cómo debemos de tratar el tema de los Pidiregas?

Como usted sabe, solamente para el Presupuesto que estamos en ejercicio del 2008, en términos netos, es más de medio punto porcentual del PIB de este país, lo que estamos pagando por intereses. En una política de ahorro, para fortalecer las finanzas de la paraestatal, ¿cómo tendríamos que tratar el tema específico de los Pideregas?

Y segundo, ¿cómo compensar los ingresos de las finanzas públicas, en el supuesto de la economía de gestión y particularmente la autonomía de gestión financiera, cómo compensar los ingresos de las finanzas públicas, para darle plena autonomía y fortaleza a Pemex en un proyecto de modernización?

Segundo. En su intervención, usted señalaba, la posibilidad y le ruego que nos pueda ser más explícita, en esta parte, su intervención, la posibilidad de la participación de ciertos servicios privados, y agregaba, que había que delimitar de manera muy concreta y muy precisa, cuáles eran los linderos de las actividades estratégicas que el Estado debería de tener, para que de esa manera, pues no brinquemos, justamente, esa línea.

A partir de esto. De estas dos aseveraciones, le pregunto, ¿estaría usted de acuerdo con la iniciativa y particularmente en el artículo 4° de la iniciativa del Presidente de la República, respecto a la Ley Reglamentaria del Artículo 27, tal y como se propone?

Tercero. El ingeniero Cárdenas, de una manera brillante, hizo, cuáles eran los períodos de desarrollo de Pemex y cómo éste servicio, también, para palanca del desarrollo de la nación.

Como se me dijo que solamente le podría preguntar a una persona. Bueno, entonces, licenciado Ibarra, le hago una pregunta, ¿cuándo perdió Pemex su capacidad de modernizarse? Pareciera una pregunta ingenua, pero me parece que dada su experiencia y su capacidad, al responderla, habremos de encontrar también no solamente el momento de la pérdida de la ruta de la modernización de Pemex, sino también cómo puede ahora Pemex, servir de palanca de desarrollo.

Y por último, para estar con el tiempo. ¿Cómo podemos entender esto, de que un proceso de modernización de Pemex, puede servir para ser palanca del desarrollo nacional y regional? Recordando, simplemente, que hace 11 años, hicimos una modernización del sistema de pensiones en este país, y el sistema de Afores, que hoy en día tiene 850 mil millones de pesos, el 90 por ciento está en papeles de Gobierno, y no en desarrollo regional, como lo dice la propia ley.

Por sus respuestas. Muchísimas gracias.

-EL C. PRESIDENTE LABASTIDA OCHOA: Agradecemos al señor diputado Samuel Aguilar, su intervención.

Y le solicitaríamos, a continuación, al diputado Antonio Soto, que haga uso de la palabra.

-EL C. DIPUTADO ANTONIO SOTO SANCHEZ: Muchísimas gracias, señor presidente.

Senador, agradecer, de igual manera a todos los ponentes, independientemente de las coincidencias que podamos o no tener, con quienes el día de hoy nos honran con su presencia.

Yo creo que lo peor que le pudiera pasar a Petróleos Mexicanos, es que no hiciéramos nada. Que dejáramos las cosas como están y quizá eso pudiera ser en un trasfondo, el gran interés del actual gobierno.

Porque, entonces, podría justificar con mayores razonamientos, su privatización, en un futuro.

Por eso creo que, debemos de aprovechar, el Congreso de la Unión, esta oportunidad, que ahora se nos brinda, para analizara fondo las propuestas que se hacen, para escuchar especialistas, como los aquí presentes, para consultar a amplios sectores de la población, que nos permitan tomar las mejores decisiones, en beneficio de la empresa y no en beneficio de intereses o de algunos intereses privados.

El argumento de que no hay dinero, para sacar adelante a la empresa, me parece que si no se comprueba con proyecciones financieras adecuadas, no se sostiene, bajo ninguna circunstancia, y en ningún terreno.

Constitucionalmente, me queda claro, y en los debates posteriores que habrá, seguramente tendremos mayores elementos. Es una iniciativa que atenta en la letra y en el espíritu contra la Constitución.

En todo caso, el Gobierno si quiere que en realidad los privados intervengan y compartan con la empresa petrolera mexicana, Petróleos Mexicanos, las ganancias de la renta petrolera, en todo caso, lo que se tendría que plantear es, una reforma constitucional, sin tener que estar dándole vueltas o buscando por la puerta de atrás; buscar de manera enmascarada entregar en el futuro, parte de las ganancias de la renta petrolera.

Entonces, a las cosas se les tiene que decir por su nombre.

Y fíjense ustedes, México no ha tenido en esta decisión de privatizar, muchos de sus organismos públicos, mucho éxito. Se ha justificado, las privatizaciones en aras de la competitividad, en aras de la eficiencia y en aras de generar precios adecuados, que todo mundo tenga acceso a ellos.

Pero, entonces, vemos que Teléfonos de México, los productores independientes de generación de electricidad, aún con venta exclusiva, a la Comisión Federal de Electricidad, no han traído consigo mejores tarifas, ni tarifas competitivas, y una de las grandes quejas de los industriales, es que en México las tarifas eléctricas, por ejemplo, ahora que el control lo tienen del 30 por ciento los generadores privados, no se han disminuido, sino que incluso se han incrementado y requiere que el Gobierno pueda otorgar, aunque sea en horas pico, o en algunas temporadas de la producción a nivel anual, otorgar subsidios por parte del Estado, para los industriales.

Entonces, nos queda claro, que no han sido exitosas esas propuestas de privatización.

De igual manera, esta iniciativa que busca la eficiencia, supuestamente, que busca mejor calidad, mejores precios, yo termino haciendo una pregunta, a quien he escuchado hoy de los ponentes, que defiende mucho la propuesta del Ejecutivo, le quisiera hacer una pregunta, de manera muy rápida.

¿Cómo lograríamos tener, por ejemplo, precios de refinados de petrolíferos de gasolinas más baratas, si las mandamos maquilar, si en Estados Unidos y en Europa, que son refinerías privadas, están dando al doble, de lo que en México se compra, la gasolina, y más barata de cómo se compra en los Estados Unidos? En el entendido, de que aquí se vendería a precio internacional, la mezcla mexicana, a quienes refinarían y además sin contar que el IEPS, que se tiene que pagar como un impuesto, se tiene que incrementar al precio de la misma gasolina.

¿De qué manera lograríamos calidad, eficiencia, mejor precio, si mandamos maquilar a los privados nuestra mezcla mexicana?

Por sus respuestas, muchas gracias.

-EL C. PRESIDENTE LABASTIDA OCHOA: Gracias, al señor diputado Antonio Soto, por su intervención.

Entraríamos, ahora, a la última ronda de preguntas de los señores senadores y diputados.

Le correspondería al diputado Jorge Nordhausen, hacer uso de la palabra.

-EL C. DIPUTADO JORGE NORDHAUSEN: Muchísimas gracias, senador Labastida.

Empezaría por hacer un reconocimiento a los señores senadores, porque, finalmente, después de ocho años de espera, por lo menos en mí caso, ahora estamos ya de lleno, entrando a una de las motivaciones que yo tuve, en aquel tiempo, para participar en política, que es, cambiarle de rumbo a nuestro país. Y uno de los temas importantes era, cambiarle de rumbo a nuestra empresa, Petróleos Mexicanos, fortaleciéndola, desde luego en una propuesta nacionalista cien por ciento que es lo que nosotros estamos apoyando e impulsando.

Así que un reconocimiento a ustedes, lo lograron ustedes, después de 8 años esperando aquí nosotros en este mismo espacio.

Esta reforma es cien por ciento nacionalista la propuesta del Presidente Calderón, puesto que lo que busca es fortalecer a la empresa Petróleos Mexicanos. Los que trabajamos en ella o cerca de ella mucho tiempo, conocemos que PEMEX tiene la gran capacidad de sus técnicos, sus ingenieros y sus obreros. Es más, esa fama de muy buenos técnicos y profesionistas, trascienden nuestras fronteras, es reconocida en el extranjero. Así que ahí tenemos un muy buen punto de partida.

Otro punto de partida que tenemos muy bueno es que aquí hasta hoy he escuchado aproximadamente 70, 75 por ciento de los posicionamientos, todos coincidentes, ese es muy buen inicio. Por lo tanto si estoy optimista con respecto a lo que nos espera al final de este proceso de discusión en el que estamos.

Estamos legislando para el futuro, como ya se dijo, y no tanto para nosotros. Que algunos de nosotros ya tenemos cierta edad y que no vamos a ver los beneficios de lo que esta vez estamos nosotros impulsando, sino que lo verán los jóvenes, los niños de hoy, incluso los niños que están por nacer en México.

Yo participé en un Foro en Campeche, en la capital petrolera de nuestro país, que es Ciudad del Carmen, en la Universidad Autónoma de Ciudad del Carmen, y ante un grupo aproximado de 600 jóvenes, me dijeron una más de los principios que yo traigo a esta mesa como complemento de la exposición de mi compañero Juan José Rodríguez Prats. A todos los principios que mi compañero enumeró, los cuales yo suscribo a totalidad, agrego uno: México es joven, está mayoritariamente formado por jóvenes y los jóvenes tienen prisa. Ese es otro de los principios que yo agregaría y quisiera poner a la mesa de la discusión para que lleguemos a un buen término lo más pronto que se pueda.

El México de hoy tiene prisa, pero tiene prisa por hacer bien las cosas. Dentro de la discusión habremos de considerar conceptos como la responsabilidad social de PEMEX, es decir, a cómo va a compensar a aquellos lugares y estados en donde su sola presencia impacta de manera muy importante en su economía local, en el aspecto social y también en el aspecto ambiental.

Esos son temas que me han pedido en Campeche que no olvidemos, porque nosotros tenemos ahí la presencia de la industria petrolera desde hace 30 años y la vamos a tener –tengo confianza por lo menos por 50 años más---. México no le debe tener miedo –y aquí están las preguntas para los expositores, el que me quiera contestar--- es ¿debemos de tenerle miedo a estos conceptos como globalización, transgénicos o participación privada? Solamente les digo, hace aproximadamente 30 años, cuando iniciamos la explotación petrolera en la Zonda de Campeche, había también tres conceptos nuevos, que espantaban o preocupaban o no eran importantes en ese momento, y que los superamos y ahora están en el primer lugar de los temas para Petróleos Mexicanos en la ejecución de sus proyectos.

Esos conceptos eran, en aquel momento, calidad en los trabajos; seguridad industrial a la hora de ejecutarlos tanto para las instalaciones como para las personas que estábamos trabajando ahí; y por último el concepto, que yo quiero dejar como una gran preocupación de Acción Nacional, que es el de protección del medio ambiente.

Muchas gracias por sus respuestas.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Gracias por su intervención, señor Diputado.

-Le corresponde al Senador Raúl Mejía hacer el siguiente uso de la palabra.

Le agradeceríamos, señor Senador, que lo hiciera,.

-EL C. SENADOR RAUL MEJIA GONZALEZ: Muchísimas gracias, señor Senador Labastida.

Al agradecer profundamente la participación de los ponentes que hoy nos han acompañado al inicio de este debate sobre los principios que deben de regir la reforma energética en México, decirles que nos sentimos muy honrados; que hemos escuchado con mucha atención sus planteamientos con diferentes enfoques.

Quisiera, en referencia al doctor Carlos Elizondo, señalar, cuando él menciona los fines y los medios, decirle que los fines seguramente estamos de acuerdo porque usted bien lo manifiesta, es maximizar los beneficios al ciudadano. Y seguramente también en los objetivos. La Presidenta de nuestro Partido fue muy enfática cuando mencionaba que tenemos claro, que tenemos necesidad de una reforma integral de largo plazo, con visión de Estado, que tenemos que liberar a Petróleos Mexicanos de la crisis financiera y operativa que prevalece y que tenemos que construir de cara al futuro un Petróleos Mexicanos moderno, competitivo y de clase mundial.

Creo que en los objetivos estamos de acuerdo. Cuando usted mencionaba, doctor Elizondo, los medios, los instrumentos que nos podrían llevar a esos fines, nos hacía una revisión, un análisis muy interesante por cierto, un análisis económico y sobre todo en el contexto internacional, que es lo que deberíamos de pensar nosotros o qué principios deberían de regir nuestro pensamiento y nuestro actuar en el futuro.

Yo quisiera preguntarle en ese análisis que usted nos hace, visualiza la iniciativa presidencial de reforma energética, que no es energética, es petrolera, es limitad, porque no está completa, le faltan todavía, como aquí han mencionado mis compañeros, la parte financiera que es fundamental, pero también operativa la vemos nosotros incluso limitada. Queremos preguntarle si con esa visión, que aquí ha dado muestras de tenerla y muy profundamente, ¿considera que la iniciativa del Ejecutivo Federal va a llevarnos a esos objetivos y a cumplir esos fines a los que usted manifiesta y que seguramente compartimos todos? Decirle, por ejemplo, si a lo que nos hacía referencia y el ejemplo muy claro de las refinadoras, la propuesta del Ejecutivo Federal es un contrato de maquila, que no existe ni se tiene experiencia en el mundo de un fenómenos de esas características. Ese es un ejemplo de cómo tenemos que revisar en un contexto más nacional y no internacional la experiencia que pudiéramos tener.

Por otro lado bien se ha dicho que si usted, lo dice, queremos una industria petrolera más competitiva y que las áreas sean competitivas y que ahí ganan los consumidores. Esa visión es clara si le damos al privado las mismas condiciones y limitaciones que tiene actualmente Petróleos Mexicanos, pero cuando cambian las reglas del juego cambian también las condiciones de mercado.

Nosotros lo que no queremos es que ningún segmento de la industria petrolera se convierta en un monopolio privado.

Nosotros queremos que Petróleos Mexicanos se fortalezca, que llegue a ser una empresa a la altura de las circunstancias, que forme parte no solamente una política petrolera que se inserte en la política energética, sino también en la política económica, y también ahí le preguntaría si realmente concibe usted con su visión una política económica del actual Gobierno.

Por su atención muchísimas gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al señor Senador Raúl Mejía su intervención.

Le corresponde ahora al Senador Arturo Núñez Jiménez, hacer uso de la palabra, si es tan amable.

-EL C. SENADOR ARTURO NUÑEZ JIMENEZ: Gracias, Presidente. Yo también saludo a los invitados de este día. Nos han enriquecido mucho con sus informaciones y valoraciones sobre el tema que nos ocupa.

Aquí se habló ---lamentablemente se fue Germán Martínez, vino a provocar, pero quien lo hace debe cosechar lo que hace.

Lamentando que esté en ausencia, habló de sumos pontífices y teólogos para entender el neoliberalismo hay que citar al sumo pontífice a Milton “Fridman”.

Recuerdo que en su libro “Libertad de Elegir”, escrito con su esposa, narra como ejemplo de los datos de la intervención del Estado el hecho de que aquel escándalo de fines de los 60’s con el medicamenta la “talidomina”, para evitar embarazos, que generó que nacieran niños sin piernas y sin brazos, se había dado una excesiva regulación en la industria farmacéutica de Estados Unidos, lo que le había rezagado en la competencia con la de varios países europeos, cuando se debió haber dejado que el mercado solito, por los efectos de la medicina, generara el abandono de un medicamento que generaba esos productos.

Si no valoran la vida humana cómo van a valorar la historia y el pasado.

Mi pregunta va dirigida al doctor Meyer.

En su memorable discurso de ingreso a la Academia Mexicana de Historia, don Jesús Reyes Heroles dijo que la historia cumple funciones diferentes en cada país y que en el caso de México la historia no es sólo asunto del pasado, milita con las causas del presente, sin lugar a dudas.

Nuestra historia ha derrotado una y otra vez a la derecha. Los últimos ocho años el desgaste de una larga hegemonía y el triunfo haya sido como haya sido explican una presencia transitoria, espero yo de la derecha, “por sus productos los conoceréis”. La reforma energética sería uno de ellos.

Y en ese sentido yo pregunto, doctor Lorenzo Meyer, por qué nuestra derecha se ha vuelto vergonzante, ¿por qué no se atreve a hablar de privatización cuando está siendo una iniciativa privatizadora? ¿Es esa vergüenza de 190 años de historia, descontados los últimos ocho.

Es, porque por lo menos los que fueron a Miramar a pedir emperador extranjero importado lo hicieron abiertamente, no buscan la puerta de atrás como lo hace esta reforma.

Entonces dado que usted aporta, no sólo en su presentación, sino en su obra histórica el vínculo indisoluble que tiene el petróleo con el nacionalismo mexicano, yo invoco también aquí a otro connotado gente que ha estado escribiendo sobre el malestar en la globalización, Stiglis, que dice: …”Sí, el consenso de Washington es correcto, pero no respetó ritmos y matices nacionales”. Esta derecha ramplona que a veces confunde el concepto de estado cuando muy lejos con el de Guanajuato, menos puede entender el de historia nacional.

Por su respuesta muchas gracias doctor Meyer.

(Aplausos)

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al señor senador Arturo Núñez su intervención. Y le pediríamos al señor senador Fernando Elizondo Barragán que haga uso de la palabra. Con esta intervención terminamos la ronda de preguntas y pastaríamos posteriormente a solicitarles a quienes han sido preguntado, cuestionados, que hicieran uso de la palabra. Mencionándoles a ustedes que dado que a algunos de ellos han recibido más de una pregunta por más de algún senador o diputado, tendremos cierta holgura en el tiempo que usen en la respuesta.

Señor senador Fernando Elizondo, por favor.

-EL C. SENADOR FERNANDO ELIZONDO BARRAGAN: Gracias presidente. Empiezo por unirme al beneplácito que han expresado mis compañeros sobre la riqueza de este ejercicio que hemos realizado el día de hoy. Creo que la participación no sólo de los líderes y representantes de los partidos, sino muy especialmente de los expositores que como expertos nos han acompañado, han enriquecido grandemente este trabajo. Y podría decir, sin ninguna duda, que de cada una de estas participaciones han surgido elementos valiosos a considerar.

Yo creo que cuando se enfrenta uno a retos como el que tenemos enfrente los legisladores en estos momentos respecto a la Reforma Energética, se tiene que hacer un enorme esfuerzo de objetividad, de despojarse de las emotividades y de las imaginaciones.

Y viene a mi mente un estudio muy reciente que fue publicado en una revista científica que demuestra que cuando se discute de cuestiones políticas las partes del cerebro humano que se activan no son las racionales, son las que tienen que ver más con la emoción y con la intuición, que con el razonamiento.

Entonces tenemos que hacer un esfuerzo sumamente grande para descender a tierra, ver los problemas y las oportunidades cara a cara y realmente decidir lo que es mejor para el país.

Y detrás de esto tiene que haber una suposición, tiene que haber la suposición de que nuestros interlocutores tienen un interés legítimo por producir ese bien para el país, porque si yo inicio pensando que quien está enfrente de mi lo que quiere es entregar el país a alguien más, enajenarlo, causar la desgracia y la ruina del país, se hace imposible el diálogo y la deliberación, los factores emotivos nos ciegan y nos cierran a toda argumentación.

Y hago esta referencia en general porque creo que debemos enfatizar esta parte, la objetividad.

Les voy a poner un ejemplo de cómo la emotividad nos puede capturar.

He oído varias veces y entre otras ahora don José Agustín Ortiz lo mencionó, que en la propuesta de iniciativa, en la iniciativa del presidente se contiene un concepto extranjerizante de renuncia a la soberanía por sometimiento de PEMEX a los tribunales extranjeros.

Quiero decirles que en la ley actual reglamentaria de PEMEX existe un artículo 14 cuyo segundo párrafo dice: “tratándose de actos jurídicos de carácter internacional, Petróleos Mexicanos o sus organismos subsidiarios podrán convenir la aplicación del derecho extranjero, la jurisdicción de tribunales extranjeros en asuntos mercantiles y celebrar acuerdos arbitrales, etcétera”. Esto ya lo tenemos, pero se imputa como un elemento extranjerizante de la propuesta.

Yo creo que dentro de este esfuerzo debiéramos de enfocar el mundo de la energía de los hidrocarburos en tres dimensiones muy importantes, aparte de la dimensión histórica, política que mencionó el maestro Meyer.

Primero, el valor de la energía y de los hidrocarburos en cuanto a su suficiencia y seguridad. Si no tenemos energía en este país no podemos funcionar ni ningún país.

Todos los países desarrollados ponen en primer lugar la seguridad y la suficiencia a como dé lugar y a cualquier costo.

Segunda dimensión, el valor del recurso natural que tenemos ahí. Esa es una riqueza que debemos de tratar de maximizar y hay formas de perderla y hay formas de dilapidarla, entre otras siendo ineficientes, teniendo corrupción, teniendo muchas formas de vicios.

Y la tercera dimensión, no menos importante, la derrama económica que la explotación de este recurso nos genera en otras actividades, de las cuales son testigos aquí los compañeros tabasqueños, entre otros.

Visto en esas tres dimensiones, creo que podemos distinguir muy bien qué es lo que estamos haciendo cuando estamos proponiendo, por ejemplo, que se pueda refinar en México en lugar de que se refine en Texas.

Y sé que afecta esos sentimientos que no tienen que ver con la parte racional, pero exhortaría yo a que los aterrizáramos y los lleváramos a la racionalización.

Muchas gracias.

(Aplausos)

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al señor senador Fernando Elizondo Barragán su intervención. Y pasaríamos a continuación a la ronda que le correspondería a los ponentes para contestar las preguntas que les han sido planteadas.

He registrado varias de ellas, obviamente hay la posibilidad de que algunas se me hayan barrido. Pero le pediría, en primer lugar, al licenciado Ortiz Pinchetti que respondiera de las que ha recogido él.

-EL C. LIC. JOSE AGUSTIN ORTIZ PINCHETTI: Ante todo una aclaración, jamás pasó por mi mente el imputarle al maestro Elizondo, doctor Elizondo que él viniera en representación de ningún tipo de gobierno e ilegítimo, él viene por su propia voluntad y ha sido requerido por una invitación de la Junta de Coordinación Política y estimo mucho además la franqueza y la valentía de hacer estos planteamientos desde su ángulo tan claros y tan rutinosos.

Segundo, yo sí saludo este ejercicio, me parece un ejercicio formidable y sin precedente, yo creo que esto debería de hacerse en forma sistemática en todas las modificaciones a la Ley o a la Constitución con más razón de que impliquen un gran interés nacional, efectivamente se detendrían un poco los procesos legislativos y a lo mejor ya no hay fast-track, pero hay mucha mayor.

Yo he aprendido muchísimas cosas en esta tarde, mañana, pero también quiero hacer un reconocimiento, por favor, no se vayan a ofender algunos, pero estamos aquí gracias al despertar del pueblo de México, si no hubiera habido resistencia no estaríamos aquí y no habría yo tenido el gusto de sentarme por primera vez después de mucho tiempo con algunos de los compañeros panistas, vale la pena, y vale la pena dar el paso siguiente, la consulta que es legalmente factible y que sería una forma de robustecer el consenso que necesitamos los mexicanos para una reforma mayor, una reforma que si ha de darse, tendrá un significado histórico.

Después muy brevemente algunas de las cosas que he aprendido, primero, esto se consolidó al observar las opiniones de mis compañeros, como dice el Economista, el famoso periódico conservador británico, el intento de reforma a la legislación petrolera hecha un “bay pas”, dicen ellos, es una forma de rodeo para evitar tener la desagradable experiencia de de irse a una reforma constitucional.

Segundo, es evidente que hay aquí acuerdo total en el saqueo salvaje que ha hecho el estado, más bien dicho el gobierno sobre los bienes, sobre las ganancias de PEMEX, mientras eso no se detenga y no se regule y no se reduzca, PEMEX seguirá siendo una empresa deficitaria, problematizada y sin capacidad de desarrollo como lo sería cualquier empresa que hubiera sufrido cualquier conducta por parte del gobierno.

Después, no se ha tratado aquí el tema de la corrupción, tenemos que encararlo sólidamente, hay mucha corrupción involucrada en todo este terreno.

Cuarta y última, señores, mientras no se haga una reforma fiscal verdaderamente moderna, mientras en la tasa de tributación sigue siendo de 9, el 10, el 11 por ciento, México no va a salir del problema, tenemos que ir a una reforma fiscal que elimine la elusión, la elusión representa entre 400 mil y 500 mil millones de pesos al año y es en beneficio de unas cuantas empresas monstruosamente grandes que nada tienen con la libertad de mercado y mucho menos con la libre competencia.

Muchas gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias a usted, señor Doctor José Agustín Ortiz Pinchetti.

La coordinación de esta mesa me obliga necesariamente a la neutralidad, espero no violentarla y transmito a ustedes una información, aquí están presentes varios de los actores, habíamos acordado, les quiero informar a todos ustedes, la Mesa Directiva de la Comisión de Energía realizar toda una serie de foros y lo habíamos hecho el senador Rubén Camarillo, el senador Graco Ramírez, el que hace uso de la voz y lo sometimos a consideración de la Mesa Directiva, quién nos lo autorizó.

Le quiero entonces informar, señor doctor que estaban acordados por lo menos doce foros y posiblemente unos 16 ó 18 días de reuniones antes de que fuera realizada la toma de la tribuna correspondiente.

Pasamos a continuación a la exposición del doctor Lorenzo Meyer.

-EL C. DR. LORENZO MEYER: Gracias, senador Labastida, creo que la hora, el hambre, si a PEMEX se le acusa, bueno, no se le acusa, se dice que está siendo sometido a base de quitarle recursos, a nosotros también, así que rápidamente, el senador dijo, bueno sólo por tener petróleo, pero sin ser competitivos, ¿vamos a ser soberanos? Le respondo dándole la vuelta, cuando fuimos competitivos antes del 38, éramos muy competitivos, llegamos a ser el segundo país productor de petróleo y teníamos todas las características del mercado, pero no éramos soberanos, la Ley Reglamentaria al artículo 27 que finalmente pasó Calles y su Congreso en 1928 pasó antes por la Embajada Norteamericana y el Asesor “Ruben Clar” junior fue el que la redactó, parcialmente. Entonces sí éramos competitivos, pero no éramos soberanos, quiere decir que no se mezclan las dos cosas, se puede ser competitivo sin ser soberano y ser soberano sin ser competitivo.

El legislador Escobar dijo que, ¿dónde están los mecanismos privatizadores? Doy nada más un ejemplo, Aceites y Lubricantes de PEMEX, en 1993 se constituyó una empresa mexicana de lubricantes, era un mercado que PEMEX tenía y era muy bueno, ganaba mucho, hoy ya no vende ningún lubricante PEMEX, entró la empresa privada y algo ocurrió ahí que hizo que en el ramo de lubricantes PEMEX perdiera una de las posibles fuentes de buenos ingresos.

Entonces si ponemos esto en las refinerías, etcétera, no se trata de que esté haciéndose ahora o proponiéndose una privatización total, pero las privatizaciones parciales, hay que ver cuáles tuvieron éxito y unas no tuvieron éxito.

Rodríguez Prats, pregunta si eso de volver a España porque el Constituyente del 17, sí, sí se inspiró en la legislación española, no es un salto hacia atrás, es que era el recurso que tenía Carranza para pedir más participación de petróleo, tampoco está mal que la Constitución de 1824, la de 1857 estén inspiradas en la Constitución Española de 1812, pues si era buena, por qué decir que es un salto hacia atrás.

La protección del medio ambiente pues es necesarísimo y el senador Arturo Núñez dice que por qué se tiene tanto miedo en decir privatización, es parte de la visión que dominó en México, la derecha sí tiene todavía una cierta pena de decirse derecha, en otras partes no, pero yo creo, senador que ya lo están perdiendo, ahora ya se puede decir de derecha que hace 20, 30 años no, pro eran de derecha y en una buena medida, el propio gobierno presidido por el PRI fue un gobierno de derecha en muchos sexenios, no querían decirlo, pero lo eran.

Entonces sí hay un peso de la historia que explica por qué la derecha no quiere decirlo, porque esta nación se inició en su parte primordial, el inicio de la independencia con una posición, como la de Morelos, en donde se pedían cambios sociales enormes, y la injusticia inicial del país colonial que fuimos y que todavía no se borra, hace que en parte la derecha tenga miedo de identificarse con esa parte del pasado histórico.

El senador Elizondo ya nos dijo a quién se dirigía, pero tiene toda la razón, pero es imposible, hay que quitarle la emoción a esos, la parte emotiva a esos temas; pero, senador Elizondo, sin emoción yo no creo que haya posibilidades de hacer política, la estrictamente fría y calculadora al estilo Maquiavelo, pues es teórica, en la práctica están mezcladas, hay que intentarlo de todas maneras, y tiene usted razón.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos mucho al señor doctor Lorenzo Meyer su intervención, y le pediríamos a continuación al señor licenciado David Ibarra, que tiene varias preguntas también que responder, que hiciera uso de la palabra.

-EL LICENCIADO DAVID IBARRA MUÑOZ: Bueno, déjenme referirme a lo más sencillo.

No tenemos o por lo menos creo que nadie aquí tiene miedo a la globalización, a los transgénicos o a la participación privada en la producción petrolera. No, no hay ese miedo, lo que sí existe es el miedo a cómo se hace, ¿Por qué será que Taiwan, Corea, China y Vietnam participan con gran éxito en la globalización y nosotros no? Hay aquí un misterio, no es temor, es hacer bien las cosas.

Y lo que digo en torno a la globalización, lo repito, en torno a la inversión privada. Hemos venido aceptando la inversión privada de manera discriminada, hemos puesto a los mejores empresarios mexicanos y a buena parte de la inversión extranjera y de los empresarios foráneos a qué, a producir lo que ya se hacía en México, no a llenar los huecos de nuestro muy imperfecto sistema productivo, ¿Por qué les damos funciones y actividades viejas en lugar de empujar el dinamismo de los propios y extraños, a completar empleo y desarrollo del país?

¿En dónde está ese gran mérito de la privatización? Que por lo demás lo vemos cotidianamente, en muchas ocasiones nos han causado serios descalabros, ahí está la privatización bancaria, la del sector azucarero, la de las carreteras, y para qué sigo. La competencia también es una teología, porque se dice que con la competencia resolvemos todo. Señores, la vida económica y social de los países es bastante más compleja, y no todo se reduce a producir utilidades.

Me refiero ahora a las preguntas que me hizo Raúl Mejía sobre los PIDIREGAS. Los PIDIREGAS surgieron cuando la crisis de 95 o a raíz de la crisis de 95, ¿por qué? Porque el queriendo Fondo Monetario, Banco Mundial controlarnos a la perfección se metió, y el gobierno de México lo aceptó, el presupuesto de Pemex al presupuesto nacional.

¡Ah! pero entonces como no alcanzaba se rompían los límites a la inversión y al endeudamiento, entonces intentó de común acuerdo este mecanismo de los PIDIREGAS, que sólo es una simulación para que no se incorpore a la deuda pública, ese fue el origen, eso ya hace rato que no tiene sentido, porque ya no tenemos los convenios y porque el Fondo Monetario y el Banco Mundial cada vez pierde más clientela de los países en desarrollo, está muy claro, ese es un anacronismo claro y cierto.

Bueno, ese es el tema de los PIDIREGAS, ¿cómo compensar si se le da a PEMEX autonomía de gestión? ¿Cómo compensar la pérdida posible de ingresos públicos? Bueno, aquí yo tendría dos respuestas: la primera, es que el sector público por más apremiantes necesidades que tenga no puede matar a la gallina de los huevos de oro por inanición, le tiene que dar lo suficiente; y la segunda es ésta, necesariamente vamos a pasar por un período de transición, período de transición donde se pueden utilizar muchos márgenes de maniobra.

¿Por qué, cito unos cuantos, por qué mantenemos los PIDIREGAS pagando una tasa de interés superior? ¿Por qué tenemos 85 mil millones de dólares sentados en el Banco Central? Es un misterio, ¿Por qué le quitamos a Pemex y los tenemos ociosos quince mil millones de dólares este año? Así hay muchos márgenes de maniobra antes de entrar al meollo de la cuestión, que va ser inescapable.

¿En qué consiste ese meollo de la cuestión? En hacer una reforma fiscal medianamente progresiva. Bueno, aquí acabo porque ya se me acabó el tiempo.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Tengo registradas dos preguntas para el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, si quisiera hacernos el favor de responderlas.

-EL INGENIERO CUAUHTEMOC CARDENAS SOLÓRZANO: No sé si sean las mismas que tiene registradas el Presidente de la Comisión de Energía, pero en fin.

Me parece que una es la relacionada con la capacidad de ejecución de Pemex. Efectivamente Pemex perforó en tiempos anteriores decenas de pozos anuales y ahora nos dice el senador Bueno Torio que tendrá que perforar de aquí al 2021 alrededor de mil 700 anuales, que en los próximos años se tendrán que hacer 13 mil kilómetros de ductos, terminar la reconfiguración de tres refinerías y construir seis más, entiendo que esto es en un período de dos décadas.

Bueno, a mí lo que me parece es que lo que no está contestado, y desde luego no creo que esto corresponda al senador Bueno, sino al gobierno, a Pemex, a la Secretaría de Energía, lo que no nos dicen es, por una parte, ¿cuánto va a costar esto y de dónde está previéndose que procedan los recursos para construir todo esto que se tiene que hacer, los ductos, las refinerías, llevar a cabo las perforaciones, etcétera, y tampoco nos han dicho exactamente en qué tiempo se tienen que hacer?

Y me parece que esto es muy importante, dimensionar las actividades, establecer los tiempos y dimensionar también los recursos necesarios y con ello identificar las fuentes de origen de éstos recursos.

Efectivamente estamos importando gas, pero yo creo que habría que dimensionar, entre otras cosas, ¿Cuánto costaría captar el gas que se está perdiendo actualmente en las perforaciones del Golfo de México y que equivale más o menos a lo que se está importando?

Y, por otro lado, yo preguntaría ¿Si se está pensando que ante esta enorme obra pública que tiene que llevar a cabo Pemex habría que pensar necesariamente en que venga inversión privada? Esto es, yo creo, que Pemex tendría, efectivamente, que hacer una buena parte de estos trabajos con sus propias capacidades y hacer otras contratando; pero finalmente creo que la única bolsa de dinero que existe para hacer éstos trabajos es la de Pemex, a menos que se esté pensando en entregar actividades francamente a entidades distintas, en este caso a Petróleos Mexicanos. Lo cual pues sí nos haría ver que no se va a disponer de la bolsa de Petróleos Mexicanos, pero no me parece que esto sea en lo que se está pensando.

Si estamos viendo la necesidad de refinar y la abrimos simplemente como se han abierto otras actividades, es muy posible que ante un negocio lucrativo PEMEX entregaría el crudo, tendría el compromiso de adquirir el 100% de los refinados que se obtuvieran a un precio, desde luego establecido y que no representara pérdidas para el maquilador, pues yo quiero pensar que nos podría suceder lo que nos está sucediendo en la industria eléctrica.

Entonces, hoy tenemos exceso en la capacidad de generación, porque existe la obligación para la Comisión Federal de Electricidad de comprar todo lo que generan los productores privados. No creo que esto sea lo que conviniera, sucediera, en el caso de Petróleos Mexicanos.

¿Ahora, cómo buscar el mejor uso de los recursos de Petróleos?

Me parece que lo que está faltando en este caso es una política energética y una política petrolera. Esto es: ¿Con qué objetivos? ¿Qué estamos buscando? Si se trata nada más de vender el petróleo crudo y sacar el máximo rendimiento del crudo o si estamos pensando en aprovechar el petróleo para prolongar las cadenas productivas y obtener los recursos y las ganancias y las utilidades y los beneficios, a partir de prolongar estas cadenas productivas en empleo, en ingresos, en derramas, etc.

Entonces, lo que nos está haciendo falta es objetivos de una política, nos está haciendo falta un plan de desarrollo, un plan de negocios, un plan de trabajo para los organismos del sector energético. Y a partir de ahí, podríamos decir: Ahora sí estamos logrando beneficios óptimos a partir de la explotación de nuestros recursos energéticos.

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias, ingeniero, por su intervención.

Quisiera consultarle a la licenciada Beatriz Paredes Rangel, si desea hacer uso de la palabra porque sienta que alguna de las preguntas formuladas, se relacionan con su intervención.

- LA LIC. BEATRIZ PAREDES RANGEL: Muchas gracias.

En primer lugar, felicitarme por tener la oportunidad de haber escuchado esta parte del pánel. La verdad es que hubo exposiciones, tanto en los ponentes como en los legisladores muy aleccionadoras.

Particularmente, me conmovió la de Lorenzo Meyer, en torno a la compleja construcción de la identidad nacional, en un país como el nuestro que vivió siendo una región pluriétnica y pluricultural un coloniaje muy profundo.

Daría para una larguísima y verdaderamente rica reflexión, porque creo que es uno de los temas permanentes de la historia de México, nuestra muy compleja relación con la modernidad. Y cómo a partir de esta historia dramática para los pobladores originales y lo que esto signifique, tenemos una relación que bien señalaba Octavio Paz en algunos de sus textos, tan compleja y al mismo tiempo contradictoria y paradójica con la modernidad.

Pero quisiera fuera de ese tema que me parece trascendente no solo en función de este debate, sino de muchos otros, hacer una referencia concreta no sin antes reconocer las menciones de mis correligionarios en sus exposiciones.

Creo que dentro del gran paquete de ausencias de políticas públicas que es un asunto no solamente reciente, me parece que sería injusto decir que es un asunto exclusivamente reciente, uno de los grandes temas es el destino suficiente de recursos para la ciencia y la tecnología.

Sin duda, el esfuerzo que hizo el sistema mexicano en su conjunto de generar una ingeniería propia respetable de calidad competitiva internacional, es un asunto que nos evidencia que tenemos las capacidades para lograrlo.

El debilitamiento del Instituto Mexicano del Petróleo, la insuficiencia en el apoyo a las universidades públicas que se han consolidado de tiempo atrás como quienes tenían mayor eficacia en las ciencias duras, particularmente en las ingenierías. La desvinculación del proceso productivo con la generación de técnicos. La falta de respaldo para que nuestros doctorantes en el extranjero, puedan regresar a México y se integren a los procesos productivos, nos está marcando una brecha que es enormemente delicada.

Sin duda, en el esfuerzo integral no solo de una reforma energética progresista, sino en la viabilidad del país, tendremos que hacer un enorme esfuerzo todos los sectores y desde una perspectiva de estado, de una política de formación de recursos humanos, de incorporación a su participación, de rescate de valores científicos y de fomento a la investigación científica y tecnológica con presupuesto determinado.

En esto coincido con algunas de las preguntas que hicieron los legisladores. Gracias.

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias a la licenciada Beatriz Paredes Rangel por su intervención.

Le pediríamos ahora a Carlos Elizondo, que nos hiciera el favor de responder las preguntas que le fueron planteadas.

- EL C. CARLOS ELIZONDO MAYER SERRA: Gracias, senador.

Quienes dicen que los senadores no trabajan, no saben lo que dicen. No solo no trabajan muchas horas continuas, si no dan ni siquiera de comer. Entonces, yo de aquí me regreso a la Academia, Senador.

Se me hicieron varias preguntas. Espero que sean un poco indulgentes con el tiempo. Voy a ser lo más rápido posible, pero bien.

Primero, el senador Bueno. La gran pregunta clave es cómo se gastaría la venta petrolera o cómo se está gastando ahora. Una pregunta que creo, lo dice un senador un poco después y voy a entrarle después a esa pregunta en específico.

Pero yo creo, Senador, que como regla de dedo básica, es una regla que se discutió y Don David Ibarra sabrá. Se discutió antes de que tuviéramos la primera oleada de renta petrolera y luego se gastó sin todo el rigor que se debía.

Se necesita concentrar ese gasto en inversión, idealmente todo el gasto corriente del Gobierno de México tendría que se pagado con impuestos. Se dice fácil, hay que cobrarlos. Les toca a ustedes hacer las reformas fiscales. Han tenido muchas en la mesa y muchas veces no le han querido entrar.

Hay también otro tipo de restricciones que nos han impedido movernos en ese sentido, pero México recauda muy poco, menos que casi cualquier país del Continente. Y, sin duda, el que menos recauda para nuestro nivel de PIB-Per cápita.

Hay que hacer la reforma, otro tema, pero eso nos permitiría, senador Bueno, concentrarlo en inversión, en infraestructura; sin duda, en ciencia y tecnología si lo gastamos bien, porque no solo es de gastar, sino gastarlo bien.

Y lo que no, insisto, pensar en las generaciones futuras. La inversión ha incluido PEMEX. Lo que podamos hacer rentablemente hay que hacerlo con PEMEX. Pero lo que no, hay que ir pensando para aquellos años que no tendremos este fondo petrolero y nuestros hijos y nietos deberán de tener un fondo parecido que invierta en infraestructura. Este sería el planteamiento muy rápido.

Al senador Rueda, tiene usted toda la razón. A ustedes les corresponde ver la constitucionalidad de las leyes que se les presentan, y en eso tienen que hacerlo con el mayor rigor posible.

Yo simplemente quise subrayar aquí dos cosas, Senador: La primera. Tratando de entrarle a los principios. El principio con el que yo creo que se debe diseñar una política energética, es, primero, los grandes temas que hay que resolver, los asuntos que están mal, los incentivos que están equivocados, los recursos que hay que transferir. Y luego, ver qué tipo de leyes hay que tener. Y, en su caso, si fuera necesario, reformar la Constitución. Es el primer punto, no nos atemos por la Constitución.

Y la segunda, Senador. Podemos tener visiones distintas de qué es constitucional o no. A lo mejor a usted le parece inconstitucional, a algunos colegas les ha parecido que no lo es. No es álgebra. Nunca lo podrán determinar plenamente. Hagan lo mejor posible su trabajo, por supuesto…

( Sigue 37ª parte )

…..pero al final le aseguro que hagan como hagan el trabajo va a acabar en la Suprema Corte de Justicia, que es la única que puede determinar qué es constitucional y qué no, con la mayoría calificada de ocho para declararla inconstitucional.

Y creo que tiene usted toda la razón en el tema, y se ha dicho por acá, y cómo se maximiza la renta petrolera? Obviamente, y lo han mencionado algunos de ustedes en sus planteamientos, no se trata de sacar todo el petróleo hoy y gastárnoslo hoy, tiene que haber una planeación que creo que se perdió, digamos, esta expansión acelerada de la plataforma de exportación, y no estoy de acuerdo con el profesor Lorenzo Meyer, que no vino aparejada con una capacidad de reponer lo que estamos exportando, bueno, fue equivocado, tenemos que tener una mucha mayor suavidad probablemente para que ese recurso se mantenga.

Si uno ve la capacidad de producción de México, bis a bis las reservas que tiene, es el que tiene la peor relación. Es un gran productor, pero nuestras reservas ya sólo alcanzan para nueve años, o sea, hay que concentrarnos en ese tema, y ese es el gran reto, si no lo hacemos vamos a quedarnos muy pronto sin ese excedente y ya nos vamos a estar preguntando como lo gastamos, sino como lo vamos a gastar, sino como nos lo gastamos.

Pero tampoco sería sensato dejar lo de abajo, si no hay que irlo sacando poco a poco.

Senador Pablo Gómez Me da un enorme gusto, que tengamos acá todos una visión de negocios, yo creo que así debe ser visto PEMEX, somos los dueños de ese negocio, somos los dueños de la renta petrolera para ser más general, y tenemos que hacer un esfuerzo por sacarle el mayor jugo posible.

Pero me dice usted que los datos que le dije le parecen absurdos. Yo aquí traigo unos número que le quiero compartir, yo dije: En los últimos cuatro años la inversión de PEMEX ha sido muy alta, y los números ahí están, en pesos constantes del 2007, en el 93 se invertían 38 mil millones de pesos en PEMEX, en el 99, 84, y en el 2000, “310”, “2430”, para llegar al 2007 a 161 mil millones de pesos.

Como proporción del PIB, que podría se una comparación más interesante, en el período 83-86 ganamos menos de un punto del PIB; en el 89, 94, .73, en el 2001, 2006 .53, en el 2007, 1.97, y se estima para el ocho en dos puntos del PIB, que todavía es menor al 2.9 del 80, 82, pero ya estamos hablando de niveles de inversión muy alto.

Tiene usted toda la razón, la pregunta es como se financia, yo estoy de acuerdo, tendría que financiarse con el flujo de la propia empresa, y no sólo endeudándola, pero ojo, insisto, ese sobreendeudamiento nos permite cobrar menos impuestos y gastar más de lo que estaríamos dispuesto políticamente a hacerlo, y serían ustedes los responsables de comprimir ese gasto o subir esos impuestos.

Y ciertamente el fondo al que usted hace mención, tiene que ser transparentado en su gasto, es una decisión de los diputados, si recuerdo bien, incluso hay reglas para esa distribución, una parte a infraestructura, otra parte para el propio PEMEX, y otra que se distribuya entre los estados, y aunque aquí se ha mencionado muchas veces de esos fondos ocultos del excedente petrolero, es su responsabilidad de decirnos en concreto donde están, porque en la información pública parece mostrar que nos lo estamos gastando, quizá no como deberíamos.

Al senador Dante Delgado, comparto la ciencia y la tecnología, me hizo una pregunta muy concreta. La iniciativa del presidente, usted le llamó privatizador, yo no estoy de acuerdo con ese término, es a lo que hemos discutido en la ponencia, podemos regresar a ello, la iniciativa del presidente obliga a modificar el texto constitucional, en mi lectura de la iniciativa y del texto constitucional, mi crítica va por otro lado, mi crítica va que nos estamos poniendo una camisa de fuerza, que nos lleva a arreglos subóptimos para no violar la Constitución.

Pongamos el caso de la llamada maquila de gasolina, es un método muy complicado, cero que sigue siendo mejor que mandarla a Estados Unidos o a la India, pero idealmente habría que tener un par, dije, restringido, con reglas del juego parejo, que permitan a todos los que saben hacer refinación, entrarle, y que sea un negocio para todos los mexicanos.

Con el diputado Antonio Soto, me pregunta un tema muy importante, es decir, si la gasolina la estamos comprando más cara qué pasaría si tuviéramos una planta de refinación de “privados” en México, pasaría lo mismo que pasa ahorita, diputado, que el gobierno federal le paga a las refinadoras en el extranjero, y a PEMEX a un precio, que es el precio de referencia internacional, se le tendría que pagar a ese mismo precio.

Para mí la pregunta interesante es ¿Por qué no movemos nuestro régimen de precios a uno que refleje el precio internacional, que es lo que cuesta el costo oportunidad real de la gasolina, porque insisto, nos vamos a comer este año 150 mil millones de pesos en ese proceso de subsidio, ya lo estamos haciendo, estamos transfiriendo esos recursos al 40 por ciento de ellos, a las refinarías de Estados Unidos, o de la India, o de donde venga el petróleo, y el otro 60 por ciento a las mexicanas.

Con el senador Raúl Mejía. Yo creo que estamos de acuerdo en los temas de largo plazo, yo creo que ahí no hay mucha duda. Yo creo que la pregunta que usted me hace respecto a la reforma concreta del presidente Calderón, yo tengo la impresión de que va en el sentido correcto, es mejor eso que lo que tenemos ahora, sin duda, sin embargo, no es suficientemente ambiciosa porque como mexicanos parece que hemos optado por asumir que la Constitución es algo inamovible, que no es algo que nos dimos los mexicanos para maximizar nuestro bienestar, insistiendo que no debería de pasar, como no pasó en Brasil ni en Colombia, que la nación es la dueña del petróleo, la pregunta es cómo maximizamos esa extracción, insisto, la competencia no es una solución mágica, por supuesto que no lo es, pero sí tenemos mucha evidencia de que ayuda a disciplinar con las reglas institucionales adecuadas a los principales actores. Y sí creo, senador, tiene usted razón, que hay que preguntarnos sobre como se encadena todo este tema con la política económica, si es un hecho este país ha crecido menos, después de un plazo de que fuimos petroleros, no nos olvidamos que la economía quebró brutalmente en 82, nos quedamos sin ningún peso de reservas en el Banco de México, no si lo recuerda, y tuvimos que hacer un ajuste brutal porque no tuvimos la previsión de llevar adecuadamente la política cambiaria y la política macroeconómica en el momento, entonces ciertamente fue un costo muy alto que se pagó y habría que hacer un estudio mucho más riguroso de cómo se vincula exportación petrolera con crecimiento.

Déjeme decirle muy rápidamente, sí hay evidencia que los países con recursos petroleros se vuelven flojos, en general, y no recaudan como debería recaudar y no tienen entonces la necesidad de serlo competitivo que son los que no tienen estos recursos y se vuelven un poco una maldición.

Parte del éxito de Corea y del Este de Asia es que no tenían recursos, entonces tuvieron que ponerse a trabajar. Entonces siempre es un dilema.

Y termino con un rápido comentario sobre lo que dijo el senador Elizondo, estoy de acuerdo, y tiene razón el profesor Meyer, la pasión no se puede eliminar completamente de la política, pero sí creo que para tomar decisiones de esta importancia podemos ser muy rigurosos en la información que usamos, y aprovechar la enorme cantidad de información que se tiene para tomar las decisiones más informadas. Perdón, senador, muchas gracias. (Aplausos).

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Quisiera a nombre de todos los miembros de la Comisión de Energía, y si me lo permite el señor senador Alejandro Zapata, también a nombre de todos los senadores de las dos comisiones, agradecerles a los ponentes, a los señores senadores y diputados, y a la presidenta de mi partido, su presencia en esta reunión.

A los coordinadores de los grupos parlamentarios muy formal y cumplidamente. Y pedirle al presidente de la Junta de Coordinación Política, al senador Manlio Fabio Beltrones que diga las palabras de cierre de esta reunión.

-EL C. SENADRO MANLIO FABIO BELTRONES RIVERA: Solamente para agradecer a nombre de la Junta de Coordinación Política el que tanto el presidente del PAN, la presidenta del PRI, el presidente del Partido Verde Ecologista, el señor ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, el señor licenciado David Ibarra Muñoz, el doctor Carlos Elizondo, el maestro Lorenzo Meyer, hayan aceptado la invitación de la Junta de Coordinación Política asistir a este evento, que en mucho nos ha enriquecido.

No podíamos esperar menos de un evento de esta naturaleza si se habla de lo que es nuestro patrimonio, que en realidad es más que una riqueza, es todo un símbolo nacional. Aquí hemos escuchado en un debate en libertad a todos decir su verdad, denunciar tabúes, acusar prejuicios, hablar de renta petrolera, hablar de renta electoral, pero sobre todo hablar de modernización sin privatización.

Con todo respeto y conforme la pluralidad, no salude a mi paisano don Agustín Ortiz Pinchetti, a quien agradecemos enormemente su presencia, paisano. Con todo respeto y conforme a la pluralidad que caracteriza a la vida política nacional, los hemos escuchado en todo lo que han tenido que decir en materia de energía y petróleo.

Estoy seguro que quienes hemos tenido la oportunidad del placer de oírlos, estaremos muy atentos de lo que en los próximos foros de debate se habrá de discutir aquí en el Senado de la República.

Agradezco también la presencia de nuestros amigos y amigas diputados federales, senadoras y senadores de la República, y en este sentido me es muy grato, y sobre todo con la denuncia que ha hecho nuestro amigo el doctor Carlos Elizondo, de que no ha habido por parte de la Comisión de Energía, alimentos en el momento en el que estamos procesando las ideas, declarar no el cierre de un evento, sino el inicio del primero de muchos de los cuales habremos de seguir contando con la presencia de tantos y tan distinguidos participantes, como ustedes. Muchas gracias.

 

 

SEGUNDO DÍA DE DEBATES

Versión estenográfica del “Segundo Foro de los Debates sobre los principios que deben regir la Reforma Energética”, convocado por las Comisiones Unidas de Energía; y Estudios Legislativos, presidida por el C. Senador Francisco Labastida Ochoa, realizada en el edificio de Xicoténcatl 9, Patio Central, hoy por la mañana. (10:00 horas)

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Les rogamos a los señores senadores y diputados, a nuestros ponentes, que nos hagan el favor de tomar su lugar para poder iniciar la reunión.

Por razones de compromisos oficiales, el señor senador Santiago Creel Miranda, Presidente del Senado de la República; y el senador Manlio Fabio Beltrones Rivera, Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, van a llegar, van a asistir aproximadamente como a las 10:45. En ese momento nos van a acompañar.

Tenemos los coordinadores de las fracciones parlamentarias que hoy nos hacen el honor de acompañarnos. Doy la más cordial bienvenida a nuestro amigo, al señor senador Carlos Navarrete Ruiz, al señor senador Dante Delgado, y a los miembros de la Junta Directiva.

Conforme fue acordado, hoy se realizó un sorteo entre los ponentes, que definió el lugar, el número, en el cual van a participar.

El día de hoy continuamos con la segunda parte del Foro “Sobre los Principios que Deben Regir la Reforma Energética en México”.

Deseo darles la más cordial bienvenida a todos nuestros invitados y lo haremos, en el caso de los ponentes, cuando cada uno de ellos haga uso de la palabra.

En la sesión que tuvimos el martes escuchamos los puntos de vista de dirigentes de partidos políticos y de líderes de opinión cuyos comentarios son de gran valor para los legisladores, quienes tenemos la responsabilidad de analizar y dictaminar las iniciativas del Presidente de la República.

Creo que si podemos hacer alguna reflexión inicial es que ha habido coincidencia en que Petróleos Mexicanos y el sector energético no pueden ni deben permanecer en las condiciones en las que se encuentran ahora. Por el contrario, es indispensable que todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso hagamos un esfuerzo para construir los acuerdos que nos lleven a fortalecer y modernizar a este sector clave para el desarrollo de México.

Aquí son importantes las opiniones de todos. Por eso celebramos que la Junta de Coordinación Política haya invitado a este grupo plural de personalidades que aportarán sus reflexiones y debatirán sobre los principios de la Reforma Energética.

Deseo informarles, ya lo he hecho verbalmente, que la Junta de Coordinación Política tomó el día de ayer la determinación de que las exposiciones sean de 20 minutos.

En las conversaciones que he tenido con los ponentes, varios me han dicho que se enteraron de ello demasiado tarde. Entonces que van a ajustar y a tratar de ajustar, a reducir sus ponencias, pero que en algunos casos no lo van a poder realizar plenamente.

Entendemos esto, creemos que no va a volver a ocurrir a partir de la siguiente reunión, el martes entrante, en donde con toda oportunidad se les ha informado de las limitaciones del tiempo para evitar que terminemos a una hora tan tardía como nos ocurrió el martes.

De igual manera se tomó la decisión de que haya un menor número de preguntas de senadores y de diputados, de tal manera que podamos tener tiempo para privilegiar el debate entre los ponentes.

Después de las ponencias y del debate entre nuestros invitados, abriremos dos rondas de preguntas y respuestas, con una duración máxima de 5 minutos cada una de ellas, así como con derecho a réplica hasta por 3 minutos.

Quisiera reiterarles a mis compañeros legisladores y a nuestros invitados de manera muy atenta, que seremos estrictos en el cumplimiento de los tiempos que corresponda a cada uno de ellos y a cada etapa.

Entendemos las razones para que las ponencias, por el tiempo en el cual les fue avisado, puedan tardar más; pero en las preguntas, en las respuestas y en las réplicas, seremos estrictos en la aplicación del tiempo.

Se han instalado cronómetros que les permitirán prever a cada uno de ustedes cuando su tiempo esté cerca de concluir. Les agradecemos de antemano su colaboración en el uso preciso de los tiempos asignados.

Conforme a lo que señalan las disposiciones y reglas que rigen estos foros de debate, antes de iniciar nos hemos reunido con los ponentes para insacular el orden de las presentaciones.

Le correspondió a la señora Claudia Sheinbaum, doctora en ingeniería energética e investigadora de la UNAM, abrir el foro con la primera presentación. Tiene usted el uso de la palabra.

-LA C. CLAUDIA SHEINBAUM: Propuesta Alternativa para Fortalecer y Desarrollar el Sector Energético sin Privatizarlo.

Quiero comenzar mi intervención agradeciendo a los legisladores del Frente Amplio Progresista y a las mujeres y hombres brigadistas en defensa del petróleo por haber abierto este debate.

El martes pasado, en este foro, el licenciado Ortiz Pinchetti, como secretario del gobierno legítimo, informó que presentaríamos una propuesta alternativa de fortalecimiento del sector energético. El día de hoy, en el mismo carácter, vengo a presentarla.

Las iniciativas de reforma y creación de nuevas leyes y entidades presentadas por Felipe Calderón, presidente espurio, incluida la presentada el día de ayer, tienen como propósito central privatizar áreas estratégicas de la industria petrolera nacional violando la Constitución.

Este plan entrevista obedece a los lineamientos de los organismos financieros internacionales que han obligado a países en desarrollo aplicar una política de reformas donde se privilegia la ganancia privada sobre el desarrollo independiente y el bienestar de la mayoría del pueblo.

Aún así, la privatización que se propone va en sentido contrario a lo que está ocurriendo en el mundo en materia de empresas petroleras, donde la orientación es cada vez más hacia el control estatal y mayor integración vertical, no sólo es el caso de América Latina, sino de Rusia, Europa y Medio Oriente.

No sólo eso, en la concepción del gobierno de facto, sustentada en iniciativa presentada en el Senado y las prospectivas del sector energético, las metas para la industria petrolera nacional siguen siendo la sobre explotación del recurso, la importación de los hidrocarburos y el desmantelamiento de la empresa pública.

Contrario a esta visión, nuestra propuesta corresponde una política energética integral soberana que visualiza al sector energético nacional como motor de la economía, fortalece a PEMEX, promueve la seguridad en el suministro de energéticos, disminuye las importaciones, aumenta las reservas, promueve el uso racional de los hidrocarburos y las fuentes renovables de energía, disminuye los precios de los energéticos y al electricidad, y busca cubrir las necesidades energéticas básicas para toda la población.

La propuesta que a continuación presento, que viene trabajándose desde hace tiempo, consta de cinco líneas estratégicas para el fortalecimiento del sector energético, principalmente el de los hidrocarburos.

No se requieren grandes reformas jurídicas para llevarla a cabo. Más bien, es un asunto de voluntad política y visión de soberanía.

Uno.- PEMEX como motor de la economía nacional.

Convertir a PEMEX en motor de la economía nacional significa que este aproveche las oportunidades de cada uno de los procesos desde la exploración hasta la comercialización de los productos.

Si PEMEX garantiza un abastecimiento adecuado de productos con certidumbre de volúmenes y precios competitivos, no sólo se fortalece a la entidad pública, sino se genera un impulso a la actividad industrial nacional.

Esto es así por la gran ventaja competitiva que es de disponer de grandes reservas, contar con una empresa integrada con una experiencia de 70 años de operación y por la derrama económica que las nuevas inversiones generarían.

La aseveración oficial de que PEMEX no tiene capacidad técnica para mantenerse eficientemente en la industria, contradice estos 70 años de experiencia.

Que hoy PEMEX tenga problemas operativos, financieros y de eficiencia que no le permiten aprovechar estas oportunidades, es un problema muy diferente que corresponde a una política deliberada de desmantelamiento y descapitalización que lleva al menos dos décadas.

El reto es revertir la desintegración de la cadena de valor, misma que nos obliga a importar el 40 por ciento de gasolina, pero también el 9 por ciento del disel y el 15 por ciento del gas LP, y el 15 por ciento del gas natural, que representan una erogación de más de 20 mil millones de dólares anuales.

Al argumento oficial…

(Sigue 2ª parte)

...el 15% del gas LP y el 15% del gas natural que representan una erogación de más de 20 mil millones de dólares anuales.

Al argumento oficial que se sostuvo durante años, incluido el gobierno panista, de que estas importaciones no tienen mayor importancia mientras las podamos comprar fuera, nosotros respondemos que los petrolíferos deben elaborarse en México con inversión y operación en PEMEX, porque representan valor agregado, empleo, ingeniería y desarrollo tecnológico, así como certidumbre de los diferentes productos.

Al argumento de que estas instalaciones deben ser privadas, nosotros respondemos que los ingresos de los empresarios privados para construir, operar la refinación, transporte y almacenamiento, vendrían de la misma fuente que para PEMEX, es decir, la venta de los hidrocarburos en el mercado nacional.

Sin embargo, la ventaja económica de que estas instalaciones las construya y opere PEMEX, es que ésta cuenta con experiencia, materia prima, puede manejar de manera integral todo el proceso de industrialización petrolera; y, lo más importante, PEMEX utilizaría las ganancias para su fortalecimiento y el beneficio del país en vez de que éstas se quedaran en unas cuantas manos privadas.

Para lograr este objetivo proponemos:

a).- Reintegrar a PEMEX como una sola entidad y no como está ahora, dividida en subsidiarias y filiales.

Esto permitirá establecer una política de planeación integral, revertir el sistema de precios interorganismos que ha dañado tanto la inversión y la competitividad en la empresa; y evitar la duplicidad de gastos administrativos y burocráticos.

También proponemos una mayor integración energética entre PEMEX, Comisión Federal y Luz y Fuerza del Centro, a través de, entre otras acciones, sustentar parte del crecimiento de la generación eléctrica en el uso de los derivados de crudo pesados, utilizando nuevas tecnologías que disminuyen los impactos ambientales.

Esto permitirá reducir el costo de la electricidad y las importaciones de gas.

El incremento en la generación eléctrica, debe sustentarse también en otras fuentes de energía como la renovable.

La decisión de seguir usando gas natural, es totalmente irracional y, en gran medida, obedece a negocios de los más altos funcionarios del sector energético que se evidencian en los contratos de compra de gas a Perú y Nigeria de bajo costo, pero vendido a la Comisión Federal a precios mucho más altos.

b).- Generar un nuevo sistema de precios dentro del sector energético.

Ese sistema debe estar sustentado en el costo de producción y la renta petrolera nacional no como actualmente se establece con los precios de los hidrocarburos en los Estados Unidos. Debemos constituir los precios con base en el costo de producción de crudo y gas natural, con el objetivo de maximizar el valor y el uso de la infraestructura y los activos existentes. Además, esto permitiría reducir los precios de los hidrocarburos y la electricidad a la población.

Bajo esta premisa, se harían altamente rentables de inmediato las actividades de refinación y petroquímica de PEMEX, tanto las actuales como las nuevas inversiones y apoyarían a las diversas ramas industriales del país.

2.- Canalizar el grueso de los excedentes presupuestales del petróleo hacia PEMEX y que el Estado asuma la deuda de Pidiregas para liberar a PEMEX de su carga fiscal.

Proponemos una nueva política de asignación de prioridades presupuestales, mediante la cual todo el excedente presupuestal petrolero que hoy no se sabe a dónde va, que no se reparte a los estados y municipios, sea invertido en el sector energético. Estimamos este potencial para el año 2008 en 200 mil millones de pesos.

Al disponer de 150 mil millones de pesos, es decir, el total de los excedentes menos las aportaciones a los estados y municipios que son adicionales a lo que hoy se invierte en PEMEX, eso significaría asignar cantidades específicas a las diversas áreas que de acuerdo con las necesidades pudiesen, en una primera propuesta, quedar como sigue:

Cuarenta mil millones de pesos a la exploración de petróleo crudo.

Veinte mil millones de pesos a la producción de crudo.

Cincuenta mil millones de pesos a la inversión en refinación.

Diez mil millones a inversión en petroquímica.

Veinte mil millones en mantenimiento e inversión de ductos y almacenamiento. Y,

Diez mil millones en investigación en desarrollo de hidrocarburos y nuevas fuentes de energía.

Solo para dar un ejemplo, la inversión anual en refinación para los próximos 6 años para dejar de importar hidrocarburos, debería de ser de alrededor de 30 mil millones de pesos anuales.

Ciento cincuenta mil millones, todos los excedentes que se destinarían a PEMEX, significaría la inversión en refinación para los próximos 5 años.

Reiteramos que lo anterior, se suma la inversión que hoy se está haciendo en PEMEX y que se concentra, fundamentalmente, en producción de campos ya existentes y desarrollados y en exploración de gas en el norte.

La utilización de actividades en actividades estratégicas, permitiría revertir en proyectos urgentes, sobre todo para mantener la producción de crudo en campos existentes y recuperar reservas. Este esfuerzo es factible dirigirlo principalmente a las aguas someras y tierras, en donde tenemos cuando menos y de acuerdo con PEMEX, 45 mil millones de barriles de reservas probadas, probables y posibles.

Un esfuerzo sostenido en estos campos, así como la investigación y desarrollo en nuevas áreas a lo largo de varios años, nos daría eventualmente la capacidad tecnológica y la capacidad de negociación en la compra o renta de tecnología que fuera necesaria para emprender, en su momento y cuando sea necesario, la exploración y producción en mayores profundidades.

Este volumen de inversión es factible por los altos precios del crudo, entendiéndose que su desembolso debe hacerse en la medida de la capacidad de ejecución de proyectos por parte de PEMEX y asegurando que estos fondos excedentes se le destinen con independencia de las limitaciones programables anuales.

Conviene señalar que la fórmula con la que actualmente se proyecta el precio del petróleo en el Presupuesto de Egresos de la Federación, permite que se generen estos excedentes que para los próximos años deberían ser destinados en la misma proporción a los estados y municipios y a PEMEX.

En caso de que el barril de petróleo registre una baja en el mercado internacional, proponemos que se reduzca el gasto corriente suntuario como las remuneraciones excesivas del Gobierno Federal, en una proporción tal que se compense con la caída de los ingresos petroleros.

Por otro lado, la deuda de Pidiregas de todo el sector energético a diciembre de 2007, era de 62 mil millones de dólares, de los cuales cerca de 50 mil corresponden a PEMEX y el resto a Comisión Federal.

Esta deuda que resulta sumamente cara porque está financiada por los contratistas privados, dadas las restricciones presupuestales que le impone Hacienda a PEMEX, está frecuentemente inflada pues incluye costos que los contratistas agregan simplemente para asegurarse que sus operaciones serán rentables.

Por ello, es que no puede seguir siendo el esquema de financiamiento de las inversiones del sector energético.

Cabe mencionar también que parte de los recursos que PEMEX ha dado al gobierno, han servido para aumentar la reservas del Banco de México que ya están rondando los 85 mil millones de dólares.

Estos recursos los invierte el banco en instrumentos que le dan tasas del 5% anual; mientras, en cambio, los Pidiregas tienen un costo de aproximadamente el doble.

Sin embargo, para la deuda contraída previamente a través de Pidiregas, ésta debe ser absorbida por el Estado.

Afirmamos que la deuda contratada por PEMEX es ante todo una deuda del país y del Estado y éste debe asumir esas obligaciones.

Primero, para liberar a PEMEX de los fuertes vencimientos de Pidiregas en los próximos años; y,

Segundo, para reducir el costo efectivo de su servicio.

Esta propuesta liberaría a PEMEX de una pesada carga financiera con ahorros potenciales de 2 mil 500 millones de dólares en intereses; y también daría una señal inequívoca a los mercados financieros internacionales de que en materia petrolera la nación es garante de PEMEX y se mantiene como empresa de la Nación y que estamos comenzando a poner la casa en orden en materia de deuda.

Tres.- Fortalecimiento de las áreas estratégicas de PEMEX.

La contratación de empresas trasnacionales para la ingeniería y ejecución de proyectos que viene realizando PEMEX desde hace algunos años junto con los contratos de servicios múltiples, actividades que las iniciativas oficiales pretenden ampliar, incluida la que se presentó ayer, han ido disminuyendo las capacidades operativas y tecnológicas de PEMEX, vulnerando la verdadera autonomía y la gestión de PEMEX; y, por ello, deben establecerse acciones de fortalecimiento de las capacidades sustantivas de la empresa, basadas en el desarrollo de la ingeniería nacional.

Además, la propuesta de Calderón no atiende los problemas operativos de PEMEX que impiden una mayor productividad de la entidad.

Por ejemplo, al solo interesarles hacer negocios para beneficio de grandes empresas de algunos funcionarios públicos, prefieren comprar el gas a precios muy elevados que resolver problemas de operación para evitar que 700 millones de pies cúbicos de gas naturales se quemen diariamente en la sonda de Campeche, los cuales equivalen al 30% de lo que se utiliza actualmente para la generación eléctrica.

Por eso, nuestra propuesta consiste en fortalecer las áreas sustantivas de PEMEX y la ingeniería nacional…

( Sigue 3ª parte )

...de lo que se utiliza actualmente para la generación eléctrica. Por eso, nuestra propuesta consiste en fortalecer las áreas sustantivas de Pemex y la Ingeniería Nacional dotándolas de recursos y enfrentando las negligencias.

De manera específica proponemos lo siguiente: resolver el problema de la contaminación del gas y crudo con nitrógeno que ha originado el cierre de 80 pozos, o al menos 80 pozos, los cuales en promedio, de acuerdo con los propios ingenieros de Pemex, arrojarían en promedio una producción de 500 mil barriles de petróleo crudo diarios.

Cabe mencionar que el cierre de dichos pozos y la quema del gas natural en la atmósfera es producto de la negligencia en la construcción de una planta de separación entre gas y nitrógeno, que debería haber estado en operación desde 2002, repito, el cierre de 80 pozos que nos darían una producción de 500 mil barriles diarios y la quema de 700 millones de pies cúbicos en la atmósfera son producto de la negligencia en la construcción de una planta de separación entre el gas y el nitrógeno que debería haber estado en operación desde 1992.

Asimismo, intensificar la actividad exploratoria en la totalidad del territorio nacional, sólo hemos explorado el 20%, que permitiría incrementar el ritmo de reposición de reservas de bajo costo; en particular intensificación y desarrollo de las actividades exploratorias en aguas someras, donde Pemex en líder mundial en tecnología de producción en las áreas de Coatzacoalcos Marino, Campeche Poniente y Región Marina Suroeste, así como las áreas de crudo de Ku-Maloob-Zaap y Sihil donde se encuentra la mayor parte de estas reservas.

La reactivación de la exploración de campos maduros, hay que decir que cerca del 48% de la producción mundial proviene de dichos campos a través del desarrollo de tecnología de recuperación mejorada donde tenemos actualmente más de mil pozos con posibilidades de aportar importantes volúmenes de hidrocarburos.

Intensificar la exploración, desarrollo y producción en la Cuenca de Burgos, pero no bajo el esquema de contratos de servicios múltiples, así como las posibilidades en Veracruz, y en el block Holok poniente del proyecto Golfo de México B.

Aumentar la capacidad de refinación en Salina Cruz y Minatitlán, y construir tres nueva refinerías que tentativamente podrían estar una en Tuxpan para aprovechar la construcción de puertos por donde entra la gasolina importada, Atasta, Campeche, y Dos Bocas, Tabasco, para aprovechar el crudo que se produce en estas zonas.

4.- Fortalecer la investigación y el desarrollo tecnológico en la producción y uso de la energía con la vinculación entre Pemex, el Instituto Mexicano del Petróleo y otras entidades públicas, planeación, inversión y desarrollo para la transición energética.

El Instituto Mexicano del Petróleo debe de volver a jugar un papel importante en la investigación y desarrollo de tecnología, como institución rectora en investigación y desarrollo en hidrocarburos, generando concordancias con otras instituciones.

Entre el IMP y Pemex debe haber una gran y constante sinergia. El IMP es formador de técnicos y científicos que a la larga van a dar a Pemex un horizonte nuevo de posibilidades tecnológicas.

También deben establecerse programas permanentes de investigación y desarrollo con la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional, el Instituto de Investigaciones Eléctricas y otras instituciones públicas de educación superior e investigación, así como el desarrollo de fuentes renovables de energía, el ahorro y el uso eficiente de la energía y la disminución de impactos ambientales.

El IMP y las instituciones públicas de educación e investigación, deben salir fortalecidas de una reforma energética. Nuestra propuesta se sustenta en utilizar y potenciar la ingeniería y la ciencia mexicana. La propuesta oficial es que esta investigación se haga en el extranjero por empresas privadas.

Asimismo, el país debe consolidar su sector petrolero, pero también debe ir desarrollando paralelamente fuentes alternas de energía que disminuyan la dependencia del consumo de los hidrocarburos, minimicen los impactos ambientales y promuevan un uso eficiente y racional de los recursos.

En esa perspectiva deben canalizarse recursos para la investigación y desarrollo tecnológico de estas fuentes, pero también debe reorientarse la planeación energética para ir incorporándolas, esto generará un uso racional del petróleo que, incluso, permitirá una vida más larga de sus reservas.

5.- Garantizar el funcionamiento de un Comité Anti-Corrupción en el Consejo de Administración de Pemex.

Todos los mexicanos sabemos que uno de los principales problemas de Pemex es la corrupción. Tan sólo, baste mencionar los casos del Pemexgate, Juan Camilo Mouriño, Repsol, y los Bribiesca.

De nada sirve, como lo hace la propuesta oficial, copiar modelos de rendición de cuentas y de gobierno empresarial de las legislación extranjera que nada tienen que ver con la realidad de la entidad pública mexicana y al mismo tiempo crear un régimen de excepción para entregar contratos por asignación directa a sus empresas favoritas.

Por ello, proponemos que, además de los actuales mecanismos de auditoría de Pemex, como su propia contraloría y la Auditoría Superior de la Federación, como parte del Consejo de Administración de Pemex, se forme un Comité Anti-Corrupción, con la tarea primordial de vigilar los contratos públicos, el conflicto de intereses y el tráfico de influencias.

Este comité debe formarse con ciudadanos mexicanos con los antecedentes profesionales y ético suficiente que le den plena independencia de criterio de Pemex y del Ejecutivo. Su nombramiento debe recaer en el Congreso, en forma consensada, y formalizarse a través de un riguroso proceso de selección.

Legisladores; amigas y amigos; señoras y señores:

La propuesta integral que hoy presentamos, representa una visión radicalmente distinta a la visión oficial, a la visión que han presentado las iniciativas del señor Calderón. La nuestra está sustentada en una visión nacional, de crecimiento económico, fortalecimiento de las instituciones públicas y soberanía nacional. Una política de planeación y desarrollo energético soberanos, son posibles. Tenemos los recursos económicos, tenemos las capacidades humanas. Sólo resta la voluntad política.

Muchas gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Les damos la más cordial bienvenida al señor senador Santiago Creel Miranda y al señor senador Manlio Fabio Beltrones que, como les informamos a ustedes oportunamente, por compromisos de equipo oficial hasta este momento nos acompañan. Bienvenidos señores senadores, muchas gracias.

Le corresponde el segundo turno de intervención al licenciado Porfirio Muñoz Ledo.

El licenciado Porfirio Muñoz Ledo es Licenciado en Derecho con una larga trayectoria política y funcional. Ha sido, entre otras cosas, Secretario de Educación Pública y de Trabajo, y como parte de su amplia experiencia fue Coordinador de la Conferencia Mundial de Fuentes Nuevas y Renovables de Energía.

Le cedo el uso de la palabra a Don Porfirio Muñoz Ledo.

-EL C. LICENCIADO PORFIRIO MUÑOZ LEDO: Muchas gracias. Señores senadores; señores diputados; señoras y señores:

Agradezco su invitación que me permite volver al Senado de la República, ahora en calidad de experto, después de catorce años de ausencia. Para los interesados obran en los archivos de esta Cámara los testimonios de más de setecientos debates que versan sobre temas conectados con el asunto que hoy nos ocupa en los tiempos en que nos adentrábamos en el tobogán de la globalización subordinada.

Este es un debate política, y si se quiere ideológico, pero fundado en información objetiva. No se trata de dividir solamente las bondades o maldades del conjunto de iniciativas pendientes a la apertura del sector petrolero, a la inversión privada, a sabiendas de que son anticonstitucionales.

Se trata de la política energética del país en el largo plazo y de nuestro proyecto de nación…

(SIGUE 4ª PARTE.)

. . . y en nuestro proyecto de nación, que pasa por la revisión del modelo económico y por la reinserción de México en el contexto mundial.

La historia del país difícilmente puede entenderse de otro modo que como un esfuerzo de generaciones por la descolonización mental, política y económica de los mexicanos, es una cuestión de identidad, de soberanía, de libertad y de calidad de vida de nuestros compatriotas.

Eso es lo que está en juego en las decisiones que en la nación debe adoptar, y no sólo un puñado de dirigentes, legítimos o no, representativos o no, nacionales o extranjeros, lo que se dirime es la continuidad, la ruptura o la eventual renovación de nuestro pacto social.

Habría que decir primero la naturaleza y objetivos de este debate, es a todas luces una audiencia pública del Senado, destinada a mejor ilustras a los legisladores sobre las implicaciones y consecuencias de iniciativas sometidas a su consideración.

Pero es algo más, es el principio del involucramiento de la sociedad en decisiones cruciales para su futuro. Este diálogo no es una concepción graciosa, estamos aquí como diría “Mirabo”, por la voluntad del pueblo o si se prefiere con el respaldo de una opinión pública que se opone en más de un 60 por ciento a la privatización de esa cadena productiva llamada industria petrolera.

Este Senado debiera considerar un desenlace proporcionado a la generación de conciencia ciudadana que se ha despertado en el país, algún crítico escribió que la torpeza del gobierno y la reacción popular combinados abrieron la Caja de Pandora, hay que recordar que tal caja no era metodológicamente un cántaro que al romperse sacaba todos los males de la humanidad, pero olvidó que en el fondo de este recipiente siempre quedaba la esperanza. Ojalá esta sea una oportunidad para encontrar la salida institucional al laberinto en el que estamos atrapados.

Por economía de tiempo, me limitaré a ciertas reflexiones conceptuales: la primera es la extraordinaria importancia de la socialización de las ideas, temas que no eran conocidos, hoy son del dominio público y se está abriendo paso la extraordinaria complejidad de los problemas, honestamente todos debemos de reconocer que ahí hay conocimientos que no teníamos ayer y que mañana los tendremos mejor. Esta es entonces una oportunidad inescapable para la reconstrucción de la “polis”, que no es sino la confluencia de los sabios, la sociedad de los dirigentes políticos.

Coincido con Lorenzo Meyer en que el tema fue confinado a las elites, políticas y económicas y que sólo alcanzó el conocimiento popular en 1938, por ahí comenzaré, el ejercicio de la soberanía sobre nuestro recursos naturales comienza entonces, y lo que hay que esclarecer es el empleo que hemos hecho de ella, porque finalmente la hemos extraviado.

Distingo dos etapas en esta historia, la que da de 1938 a 1976, periodo en el que no, no, repito, exportamos petróleo, crecimos a una tasa promedio de 6.4 por ciento durante 40 años, en el segundo periodo en el que sí exportamos petróleo hasta la fecha sólo hemos crecido a una tasa del 2.2 por ciento al año en promedio.

Tengo para mí, y el general Cárdenas fue sobre todo un gran estratega político, es cómo se hizo del poder, cómo lo expandió, cómo lo ejerció, cómo tomó sus determinaciones y cómo hizo las negociaciones posteriores con sagacidad y con firmeza, pero además hizo de la necesidad virtud, al retirarse a las compañías extranjeras, obturaron también los canales de comercialización, exportadores como éramos, tuvimos que valernos de empresas secundarias para seguir colocando nuestros barriles que acabamos vendiendo a Alemania en 1939 con los respingos políticos de sobra conocidos.

 

Un desarrollo nacional en ciernes permitió ir absorbiendo, de modo creciente y luego en su totalidad todas las disponibilidades de hidrocarburos.

Quiero recordar a una bancada, en particular, que los gobiernos posteriores, todos los gobiernos posteriores hasta 1976 siguieron esencialmente esta política a pesar de sus diferencias, desviaciones, errores o inclinaciones ideológicas.

Durante esos 40 años, México multiplicó casi 3 veces y medio su población de poco menos de 20 millones a poco más de 65, pero pudo absorberlo razonablemente por la tasa de crecimiento económico, el más alto y sostenido de ningún país en aquella época. Eso fue lo que se conoció como el milagro mexicano, autoritarismo, corrupción, desigualdad, impunidad, desgraciadamente siempre nos han acompañado.

Datos, en ese tiempo pasa de urbanización de 65, 35 a la inversa, la construcción de la mayor parte de la infraestructura física de la que dispone el país, aumento constante de los salarios reales hasta llegar a su punto óptimo en 1976, proceso de inscripción de importaciones, y puedo seguir, pero sobre todo, márgenes de maniobra internacional que en sus mejores tiempos le valieron a México reputación universal.

En 1971 y 72, me correspondió coordinar la Comisión Intersecretarial que analizó los cuellos de botella de la economía, nos acompañaba en esas reuniones el entonces Subdirector General de Inversiones, Licenciado Francisco Labastida, en el sector energético enfrentamos el germen de los problemas de hoy, el germen de los problemas de hoy, déficits financiero, diez por ciento en importación de gasolina, rigidez en la ampliación de la industria petroquímica y sobre todo escasez de recursos para mantenimiento, investigación, exploración y expansión, las decisiones que tomamos entonces fue, bueno, refinanciamiento de PEMEX vía precios internos, rechazando cabalmente el endeudamiento externo, construcción de una refinería que se inauguró cuatro años después, acento primordial en el valor agregado e integración del sector energético, la decisión que recordaba el senador de no exportar más del 50 por ciento de la producción y de ello no vender más del 50 por ciento en un solo país se tomó en 1978 cuando ya éramos un país exportador.

El cambio dramático de la política petrolera del país obedeció a un espejismo, a alguna trampa y a un voluntarismo que llamo el círculo vicioso entre petrolismo y presidencialismo que dio al traste con un sistema político y cambió nuestro modo de desarrollo.

La Guerra del Yom Kipur en 1974 desordenó el mercado de productores y la escalada de precios nos llevó a 38 dólares el barril. Estímulos de todo tipo se hicieron después para . . .

(Sigue 5ª parte)

….. se hicieron después para alentar la producción en los países de la periferia. Descubrimiento en México de la existencia del petróleo del Golfo que fue equiparado al Golfo Pérsico, sin embargo, la decisión tomada de no exportar “cementú”, el tesoro escondido en el fondo del mar está documentado desde mil 1975, versiones que entonces el gobierno de México atribuyó a la Agencia Central de Inteligencia.

Nosotros sufrimos ese espejismo que nos llevó a duplicar las exportaciones en un solo año, y a multiplicarlas cinco veces en dos años más hasta llegar en 1982 a 15 veces la exportación de petróleo, ello junto con el mercado generado por la guerra Irak, Irán, el estrangulamiento financiero de la Unión Soviética, el descubrimiento de los yacimientos del Mar del Norte cambiaron súbitamente el mercado de productores en un mercado de consumidores y los precios cayeron de 38 a ocho dólares el barril, con la que la llamada administración de la abundancia, ahora le llaman de la bonanza, se quedó a medias y todas las obras inconclusas.

Fue entonces cuando México propuso a las Naciones Unidas un plan mundial de energía para estabilizar los precios y alentar la reconversión de las fuentes energéticas. Me tocó coordinar, en efecto, esa conferencia en la que acordamos plazos y tiempos para una conversión de fuentes no renovables, a fuentes nuevas y renovables, de fuentes convencionales a fuentes no convencionales, de fuentes contaminantes, a fuentes no contaminantes, y de fuentes no comerciales, es la tala de los bosques, a fuentes comerciales.

La caída de los precios del petróleo hizo inviable esos propósitos. El alza de las tasas de interés y la baja de precios del petróleo dejaron clavada a la economía nacional en una crisis de la cual no hemos salido hasta la fecha.

El siguiente paso se dio en 1984 cuando el tema de la deuda ocupó el lugar central de los “análisis económicos internacionales”. Una vez contraídos los compromisos del consenso de Cartagena implicaron una moratoria de los pagos de los países norteamericanos y México optó por adoptar el Plan “Baker”, ante la insistencia del gobierno de los Estados Unidos en que no éramos ni Brasil ni Argentina porque nosotros sí teníamos petróleo par pagar, desde entonces el petróleo se convirtió en la clave, el pago de la deuda externa.

Y en los años ulteriores siguió aumentando hasta 30 por ciento en 94 la exportación de hidrocarburos, y también hubo un incremento constante de la deuda externa.

Con los Pidiregas además PEMEX dio su gran contribución a la deuda interna. Mientras más producía PEMEX más perdía, y mientras más subían las reservas del Banco de México más bajaban las reservas petroleras.

Los resultados de esa política están a la vista. Y quiero recordar a todos, como está documentado en estos libros, que esas fueron las razones que determinaron la ruptura de la clase política del país, los acontecimientos de 1988 y la movilización popular. El cambio de rumbo de la política económica del país.

En este período de crecimiento del 2.2 por ciento al año hemos producido once millones de migrantes; hubo una ruptura de las cadenas productivas, la concentración aberrante del ingreso, nuestra meta de esta “tasa” de desigualdad, la fractura social regional, y el decrecimiento de nuestros índices de productividad, competitividad y calidad de la educación. Todos estos datos son perfectamente “verificables”, cifras del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo y de “algunas agencias” de Naciones Unidas, fundamentalmente la CEPAL, por no decir en las de la OCDE.

Ocurrió Otro fenómeno además, los países productores, muchos de ellos fueron adoptando un esquema monoexportador, se quemó el hidrocarburo en vez de transformarse en materia prima, lo que generó el “preautoritarismo”, esto es la reproducción del poder a base del uso discrecional de la renta petrolera y de los excedentes, hay muchos estudios sobre esto.

Pero de 12 países analizados, todos estos estudios están a su disposición. México tuvo el año pasado el más alto índice de opacidad en la utilización de los excedentes, que en otros países, es claro, que son para fines políticos o militares, y aquí fueron esencialmente para fines electorales y de compra de voluntades y de conciencias.

¿Qué pasa hoy? Ayer se habló de presiones geopolíticas, el hecho es que no hay disposición de barriles en el mercado. Este es último informe de la OPEP en que por primera vez hay una coincidencia entre las cuotas asignadas y los barriles disponibles, con la sola excepción de Venezuela que tiende un "diferéndum" estadístico, de 800 mil barriles, pero esa es harina de otro costal.

Naturalmente, la seguridad energética de los Estados Unidos está en peligro en vísperas de una recesión económica. Hace un mes Felipe Calderón dijo que este año subiríamos a cuatro millones de barriles la producción, lo que es técnicamente imposible, pero además revela la intención profunda de estas reformas. Hoy se da a conocer, hoy, el informe del Consejo de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos que dice: “Estados Unidos debe enfocarse en promover una mayor producción petrolera en México, mediante la participación de empresas privadas en ese país, como parte de una nueva política económica hemisférica”. Ese es el problema.

Pero aquí se junta el hambre con las ganas de comer, el hambre energética de las grandes potencias con las ganas de comerce los negocios de una parte considerable de la clase política mexicana.

Decía David Ibarra ayer que estamos frente a una operación hormiga, bueno, las hormigas son laboriosas y constantes, yo creo que estamos en una operación roedora que carcome la estructura energética del país a través de la renta petrolera, que no nos vaya a ganar una voracidad ratonera.

Todos los proyectos que se han presentado no son sino rendijas, y el de ayer, el recubrimiento fiscal de las rendijas que todavía no se han abierto; que no vayan a caer en esas trampas de las empresas, espejo o paralelas cuál es su naturaleza jurídica, cuál es su sistema de rendición de cuentas, son la “réplica” de PEMEX – Exportación, cuyas PEMEX Internacional, cuyas operaciones son generalmente desconocidas, y que está en el mismo nivel de intransparencia que las grandes corporaciones transnacionales de energía.

Tenemos que aproximarnos a un fin. Yo voy a proponerles, para aprovechar este caudal de información que se está generando en el país, que habida cuenta de que es notoriamente inconstitucional y claramente nocivo al interés del país la propuesta que se nos ha hecho en fragmentos, el Ejecutivo la retire del Congreso o ustedes aplacen su “demanda”. En una crisis provocada por el derramamiento del “Ecofisc”, el gobierno de Noruega….

(Sigue 6ª. Parte)

…derramamiento del ecosis.

El Gobierno de Noruega decidió crear una comisión real a los expertos, a los científicos, a los parlamentarios, a los actores económicos sociales, de la cual resultó, posiblemente, la mejor política energética que tenga país alguno para beneficio de sus habitantes.

Si no queremos violentar la Constitución, tratemos de reconstruir el consenso nacional.

Y yo me permito decir, por último. ¿No era, señor senador Manlio Fabio Beltrones, el propósito central de este Congreso, durante el año en curso, la reforma del estado?

¿La terminal de los trabajos de la CENCA? Ahí están los productos, esa es la tarea inmediata del Congreso. Y me permito, para terminar, sugerir ocho prioridades relacionadas con el tema:

La reforma hacendaria votada en este Congreso, en este Senado e inexplicablemente suprimida en la Cámara de Diputados, que nos hubiera dado el marco financiero para abordar el problema que estamos enfrentando.

La autonomía del Ministerio Público como principal arma contra el combate a la impunidad.

 

El Tribunal Constitucional para la Defensa de nuestro ordenamiento supremo.

El sistema competencial y fiscal de la Federación, para una correcta distribución de los beneficios al margen del favoritismo o del llamado…

El sistema, el fortalecimiento de los municipios político y económico.

Las formas de la democracia directa, plebiscito.

Iniciativa popular referéndum.

Y revocación de mandato, por si pudiera ofrecerse.

Democracia participativa. Fundamentalmente el comité económico y social que fue concebido exactamente para problemas como éstos.

Y por último, sistema de rendición de cuentas y de juicio político. Estas son --a mi entender-- las responsabilidades prioritarias del Congreso de la República.

Muchas gracias. (Aplausos).

-EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Agradecemos al licenciado Porfirio Muñoz Ledo su intervención.

En el sorteo, le tocó al licenciado Luis Rubio, el tercer lugar en la exposición.

Cuando le pedimos sus datos de referencia, él planteó que sólo fuera presentado como politólogo y Presidente del Centro de Investigación para el Desarrollo, congruente con su modestia y su sencillez. Bienvenido.

-EL LIC. LUIS RUBIO, Presidente del Centro de Investigación para el Desarrollo: Muchas gracias. Buenos días.

Agradezco al Senado de la República la oportunidad de presentar algunas ideas que contribuyan a la discusión sobre la industria petrolera mexicana.

Comienzo por presentar algunas premisas que me parecen centrales para esta discusión:

Primera.- Enfocarse al desarrollo del país. Desde la perspectiva del desarrollo del país, lo importante es la industria petrolera y de la energética en general, es que esta contribuya a elevar el nivel de vida de la población y abatir los índices de pobreza mediante el fortalecimiento de la capacidad productiva de la industria mexicana, elevando su competitividad y aportando productos en la calidad adecuada, en la cantidad requerida y a precios internacionalmente competitivos.

Estos principios son igualmente aplicables en energía eléctrica, al petróleo, al gas natural y sus derivados.

Segunda.- Los recursos y su uso. ¿PEMEX para quién?

El problema de la industria petrolera no es de dinero, sino de organización de la producción y de distribución de los recursos.

En términos comparativos, PEMEX no paga más impuestos que sus pares internacionales.

Lo que sí es muy distinto, es la eficacia y eficiencia con la que emplean los recursos que tienen.

Petróleos Mexicanos explota un recurso a un costo relativamente bajo, que hoy es de aproximadamente 6 dólares por barril en promedio, y lo vende en la actualidad a precios cercanos a 100 dólares por barril. Es decir, la rentabilidad de la industria es enorme.

La pregunta relevante es ¿Qué hacer con los recursos que arroja la entidad?

Tercera.- La transparencia y versatilidad, la corrupción y la burocracia.

La industria petrolera mexicana, cuyo corazón es la entidad Petróleos Mexicanos, fue organizada para explotar los recursos petroleros, no con criterios económicos de eficiencia y productividad, sino con criterios políticos y partidistas, es una infinita tolerancia a la corrupción.

Los sistemas de control que se han ido instalando a lo largo de los años, han tenido el efecto de burocratizar el funcionamiento de la empresa e inhibir la toma de decisiones, pero sin haber disminuido la corrupción.

La Iniciativa presentada por el Presidente de la República, avanza en esta dirección, pero es insuficiente.

Cuarta.- Una empresa concebida en 1938 sigue operando en el Siglo XXI.

En la actualidad no existe una concepción integral de la industria, ni un reconocimiento del cambiante entorno mundial. Es decir, la industria petrolera mexicana exige de decisiones tomadas en el contexto de la explotación petrolera en 1938, en una era distinta a la que caracteriza a la economía global en el presente.

Es imperativa reconcebir la función que debiera ser de la industria para el beneficio del desarrollo de país.

Quinta.- La discusión no es sobre la propiedad, sino sobre la eficiencia. Con excepción de una o dos naciones en el mundo, los recursos petroleros son propiedad de las naciones respectivas y no de particulares. Cada nación tiene un régimen distinto con la explotación de los recursos, pero la propiedad de los mismos, es de la nación, y así es prácticamente en todo el mundo. No parece ser ésta una discusión relevante o meritoria de perder tiempo.

El tema no es ciencia propia de la renta petrolera, sino ¿cómo se emplea ésta, de tal suerte que contribuya decisivamente al desarrollo del país?

Sexta.- La discusión requiere orden. La discusión relevante para México tiene que con cuatro temas medulares:

A).- La organización y administración de la industria, a fin de que eleve su eficiencia y contribuya al desarrollo del país en un contexto de transparencia y rendición de cuentas.

B).- La explotación de los recursos existentes, tanto en campos viejos como en los aún no explotados, y las tecnologías y recursos financieros, humanos y administrativos que son requeridos para la consecución de este objetivo.

C).- La estrategia es en el tiempo. ¿Cuál es la mejor manera de desarrollar los recursos petroleros?

Es decir. ¿Cuándo es económicamente racional exportar crudo?

¿Y cuándo es rentable emplearlo para producir petroquímicos y productos refinados en el país?

¿Y quién y cómo debe decidir sobre estas materias? Temas que son eminentemente económicos y no políticos.

D).- Las estructuras legales y corporativas que son necesarias para lograr el desarrollo integral de la industria.

En otras palabras, lo primero es entender el tipo de energía que va a requerir el desarrollo del país en las próximas décadas, no en las pasadas; reconocer la naturaleza y característica de mercado, tanto nacional como internacional en que compite la industria petrolera mexicana, y diseñar el futuro de los campos petroleros con que cuente el país para, a partir de ese análisis, replantear las estructuras jurídicas y corporativas que serían idóneas para el resto que tenemos frente a nosotros.

Séptima.- La difusión debe ir más allá del funcionamiento de la industria; debe establecerse en qué y cómo se van a emplear los recursos que de ahí se deriven.

La industria petrolera mexicana actual ha tenido un impacto mucho menor en el desarrollo del país del que caracteriza a otras industrias similares en país semejantes al nuestro.

La industria se sirve a sí misma, más de lo que sirve al desarrollo del país; arroja índices de productividad y eficiencia, muy inferiores a nuestros pares internacionales; desperdicia más energía que ellos, y por lo tanto, su contribución al desarrollo del país es infinitamente menor al que podría ser.

En adición a lo anterior, los recursos que se derivan de la explotación del petróleo, no se traducen en la mayoría de los casos, en inversión, en infraestructuras que contribuyan al desarrollo económico del país.

De esta forma, tan importante es la reforma que finalmente se apruebe, establezca la estructura adecuada para el funcionamiento de la propia industria petrolera, como que se norme la forma en que deben emplearse los recursos que de ésta se deriven.

Octava.- No hay recetas únicas, hay un sinnúmero de ejemplos de productividad, desarrollo y transparencia; no hay una sola forma de organizar industria petrolera nacional, y una vista alrededor del mundo, ofrece una variedad de modelos que podrían servir para reestructurar nuestra industria y mejorar su eficiencia y contribución al desarrollo del país.

Hay modelos, que claramente, son inadecuados o simplemente inoperantes en el país, sea por razones históricas o por el tamaño de nuestra economía con relación a los productos petroleros.

Sin embargo, hay industrias similares a las nuestras, propiedades, sus respectivos gobiernos, que bien…

(Sigue 7ª. Parte)

…propiedades y sus respectivos gobiernos, que bien pueden servir de modelo para nosotros; sobre todo en virtud del resultado de excelencia que evidencian.

Tal es el caso de la noruega Statoil y de la brasileña Petrobras. De particular relevancia, en estos casos, es la flexibilidad que han logrado al incorporar esas empresas en su organización, fuentes de financiamiento, desarrollo tecnológico y todo ello dentro de las más estrictas normas de transparencia.

Novena. La falta de acuerdos básicos en torno al diagnóstico, impide establecer las necesidades de inversión de la industria; y el papel que la industria privada puede jugar, y eso abre espacios para indefinición legal y para corrupción.

La industria petrolera mexicana muestra enormes rezagos y quiere grandes requerimientos de inversión. Ambas cosas están correlacionadas.

Carecemos de una definición que goce de consenso, sobre la naturaleza de la industria petrolera y energética, que el país requiere, y eso impide que se definan la organización idónea de la industria.

El objetivo más importante de la reforma que llegue a adoptarse, debería ser el de lograr una definición en este sentido. A partir de esa definición sería factible determinar, la naturaleza de la participación privada en la industria y, en su caso, las modalidades que ésta pudiera adoptar.

La inversión privada debe ser vista como un complemento que contribuya, aportando tecnología, una fuente de eficiencia para la industria y sustituto de la inversión pública en áreas que no sean consideradas de control exclusivamente estatal.

No se debe despreciar el beneficio, en términos de eficiencia que podría aportar especialistas en las diversas partes de la cadena productiva del sector.

Finalmente. Décima. La estructura legal debe ser congruente con la función de la industria petrolera del país, y no al revés.

Es imperativo no poner la carreta delante de los caballos. Lo primero es determinar la función de la industria petrolera en el desarrollo del país, establecer la organización idónea de la industria, y luego desarrollar las estructuras legales y las reformas respetivas, para que se logren los objetivos deseados. Es evidente que la estructura legal actual no satisface las necesidades de desarrollo del país, ni del desarrollo de la propia industria petrolera.

En consecuencia, se requiere un nuevo marco legal, cuyos alcances deben quedar establecidos por los objetivos que se persiguen, y no por el entramado legal existente.

A partir de estas consideraciones, me permito hacer una serie de recomendaciones específicas.

En primer lugar, el principal criterio que debe regir la reforma energética que se apruebe, es el del desarrollo económico del país. La industria petrolera, debe servir al desarrollo del país y no en sentido contrario. Por lo tanto, esa industria, sin perder su carácter de propiedad estatal, no tiene porque limitarse en la entidad actual, Petróleos Mexicanos; más bien, la organización que se adopte para la industria, debe servir al desarrollo del país en la forma de energéticos, de calidad adecuada en la cantidad requerida y a precios internacionalmente competitivos.

Segunda recomendación. El nuevo diseño corporativo que rige el desarrollo de la industria, debe fundamentarse en criterios de transparencia, revisión de cuentas y productividad. El hecho de ser propiedad estatal no implica autorización para arrojar índices de productividad y eficiencia, menores a los internacionales, o tolerancia para la corrupción.

Tercera recomendación. Es clave la forma en que se integre la industria. Aunque Pemex es una empresa, es la única petrolera… empresa petrolera que hay en el país, opera en un entorno muy competido y competitivo en el exterior. Esta realidad exige definiciones precisas, sobre la forma en qué la industria debería estar integrada.

Por ejemplo, la empresa es muy poco confiable como proveedora de materias primas, para la industria petroquímica; y no existen reglas apropiadas para la operación de una pujante industria petroquímica.

Un marco normativo para la industria, debería precisar naturaleza de la integración, que debería tener esta industria, así como el papel que tendrían las empresas privadas en este marco. Sin embargo, ese marco normativo tiene que ser realista, pragmático y apropiado en el entorno competitivo mundial, y no producto de concepciones políticas o ideológicas.

Cuarta recomendación. El problema que enfrenta nuestra industria petrolera, no es exclusivo de México. Otras naciones han enfrentado retos similares y han tenido gran capacidad de procesar reformas significativas. Específicamente los dos ejemplos mencionados, que merece de nuestra atención, desde mi punto de vista, tanto Statoil y Petrobras, han desarrollado estructuras de gobierno corporativas que son dignas de cuidadosa consideración, en particular, la combinación de propiedad estatal, pero con autonomía de gestión y estructuras modernas de gobierno corporativo, permiten una supervisión gubernamental integrada y, a la vez, la flexibilidad necesaria para el funcionamiento de las empresas que pudieran integrar esta corporación.

La propuesta contenida en la iniciativa presentada por el Gobierno Federal, respecto a actividades distintas de la extracción de petróleo, es adecuado en términos generales, pero los ejemplos de Petrobras y Statoil, aportan modalidades distintas, para dar el mismo resultado que debería ser contempladas, que no implican cambios fundamentales de carácter constitucional.

Quinta. Es imperativo enfrentar el hecho de la declinación de la producción petrolera, y de que no hay soluciones fáciles o políticamente neutras.

El futuro de la industria dependerá de la capacidad de explotación de los viejos campos petroleros, cuya baja productividad por pozo, exige gran necesidad gerencial; algo que no es una de las fortalezas de Pemex, en la actualidad.

También así el desarrollo de nuevos campos, previsiblemente en aguas ultra profundas.

La reforma que se adopte tendrá que contemplar las características contrastantes de cada una de estas dos avenidas, y generar un marco legal que haga posible la contratación de las tecnologías necesarias, en cada caso, o las asociaciones que la hagan posible.

Sexta. La clave del éxito de la industria petrolera, reside en la autonomía de gestión, y el gobierno corporativo de la empresa o de las empresas que resulten de la reforma propuesta.

El marco necesario sería uno, que es el que confiera con flexibilidad y capacidad de adaptación a la empresa, un inteligente y eficaz sistema de control interno, que combine su previsión interna, con disciplina de mercado y transparencia en el manejo de los recursos.

El sistema de control actual, derivado del régimen tradicional de entidades paraestatales y de controles burocráticos externos, tiende a paralizar a Pemex, le impide la flexibilidad necesaria para funcionar y propicia un proceso de tomas de decisiones, que es siempre costoso, sub óptimo, además de que no disminuye la corrupción.

En suma, concluyo con cuatro puntos concretos.

1. El objetivo de autorización de un recurso propiedad de todos los mexicanos, debía ser elevar el nivel de vida de los habitantes del país.

2. Lo anterior se debería conseguir a través de una estrategia de desarrollo, que fomente la creación de empleos bien remunerados y el desarrollo económico del país en su conjunto.

3. Un elemento fundamental de esa estrategia de desarrollo sería la política energética del país. En ese orden.

4. La política de operación, explotación, supervisión y control y organización jurídica de Pemex, CFE y otras entidades, actuales o futuras, deben ser congruentes con los objetivos indicados para la política energética.

En otras latitudes la industria petrolera es fuente de orgullo para la población. Aquí no es así: en México la industria es fuente de desprecio. Hay buenas razones para avanzar una ambiciosa reforma, que no sólo transforma a la industria, sino que contribuya de manera efectiva e intensa al desarrollo de la economía del país. Propicia la creación de nuevos empleos productivos y fortalezca el orgullo de los mexicanos.

Muchas gracias. (Aplausos)

-EL C. PRESIDENTE LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al doctor Luis Rubio, su intervención, muy cumplida y formalmente.

Y a continuación haría uso de la palabra a, el ingeniero Javier Jiménez Espriú. El ha sido director de la Facultad de Ingeniería y secretario general de nuestra máxima casa de estudios, la UNAM, y subdirector comercial de Pemex.

Le pido, ingeniero, por favor, que proceda a hacer uso de la palabra.

-EL C. ING. JAVIER JIMENEZ ESPRIU: Muchas gracias.

Señores miembros de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República; señores diputados; señores senadores; señoras y señores:

Agradezco su invitación para exponer en este foro, mis puntos de vista, sobre las iniciativas del Ejecutivo para la reforma energética.

En función del tiempo disponible, tocaré sólo los temas que estimo de mayor preocupación, sobre los textos de las iniciativas, y sobre su impacto en la ingeniería y el desarrollo tecnológico de México.

Dejaré fuera los detalles que me parecen inmejorables, sobre la autonomía de gestión, fundamental para Pemex, tomando en cuenta que ya se han comentado, incluso por alguno de los señores senadores, ajustes necesarios al régimen de gobierno y a las funciones, orígenes y designación de los consejeros independientes propuestos, y sobre la importancia de la comisión del petróleo y la vigilancia y el desarrollo en un plan energético de largo plazo, del que carecemos, y para el cuidado de la plataforma de explotación de hidrocarburos. Asuntos que se ha manejado en función de las necesidades financieras del país y no de su seguridad energética.

Y, desde luego, sobre la reforma al régimen fiscal de Pemex, que desconozco, pero que me temo vendrá con las consideraciones, de no afectar la contribución de Pemex a las finanzas públicas.

No detallaré, tampoco, mis dudas, muy personales, ciertamente…

(SIGUE 8ª. PARTE)

.....mis dudas, muy personales ciertamente, sobre la legalidad de los bonos petroleros que se ofrecen, que según yo, transfieren a particulares en los términos planteados, aunque sea en mínimas cantidades, parte de la renta petrolera.

Con plena convicción considero que la propuesta de Reforma desde el diagnóstico es insuficiente en el análisis económico, discutible desde el punto de vista técnico, inconsistente en el aspecto legal, ignorante de contenido histórico y ayuna de sensibilidad política. Menciono los cinco aspectos porque Pémex no puede analizarse a fondo si se soslaya cualquiera de ellos; porque Pémex no es una industria común. Se trata no sólo de la empresa que tiene a su cargo los más importantes recursos naturales con que nos dotó la naturaleza, aunque los hubiera escriturado el diablo y cuyo cuidado consagra nuestra Carta Magna como área estratégica y de exclusividad del Estado Mexicano. No es sólo una empresa productora de comodismo, es una institución que como ninguna otra ha hecho viable el desarrollo de México y posible su factibilidad financiera, y enfatizado su identidad como nación independiente. Es una entidad símbolo que se encuentra enraizada en el alma de los mexicanos. Pémex es desde su nacimiento la empresa emblemática de la soberanía nacional.

Su importancia económica, política, interna internacionalmente y social es un todo inseparable. Además de esas carencias de las iniciativas, resulta insuficiente el plantear como reforma energética únicamente la reestructuración de Petróleos Mexicanos. Ciertamente la parte más importante en petróleo energético y de urgente y conveniente reorganización, sector que es un complejo sistema interdependiente que no puede lograr su optimización con decisiones parciales.

La propuesta resulta además inconsistente porque surge de un procedimiento contrario a todo lógica. Se ha partido de la decisión de abrir Pémex al sector privado y luego se han acomodado premisas, argumentos, datos y diagnóstico, en ese orden, para sustentar la solución decidida de antemano. Los mexicanos sabemos leer, analizar y discernir y de la lectura, el análisis y la discusión de las iniciativas deducimos con meridiana claridad su intención primigenia y sabemos que si se convierten en Ley se autorizan los contratos de riesgo. Pémex inicia su priorización claudicando de la exclusividad que la Constitución le otorga en el conjunto de la industria petrolera y por lo tanto se delimita, se minimiza e inicia su transformación de una industria integrada, forma hacia donde se dirigen todas las del mundo que aun no lo están, a una organización administradora de contratos cuyos beneficiarios no serán quienes hoy se dice, son los dueños del petróleo mexicano.

Hay además entre esos mexicanos, un importante grupo de compatriotas altamente capacitados en todas las áreas de la industria petrolera, tanto en la paraestatal como en el sector académico, en las jubilaciones prematuras y en empresas privadas a donde nos ha llevado la inconsistencia de las políticas públicas que conocen la verdad de todos los pasos de la industria, de las condiciones de nuestras reservas, las formas de optimizar la producción, los tiempos y formas para la búsqueda de nuevos yacimientos, para la adquisición de las tecnologías necesarias para la industria y para la formación del personal requerido. En suma, capaces de atender las necesidades actuales y futuras de nuestra industria fundamental, sin necesidad de compartir una sola molécula de nuestros hidrocarburos ni entregar parte de los beneficios de la industria a la participación privada.

No podemos por lo tanto aceptar, como dogmas de fe, las menciones oficiales de que con la propuesta Pémex se fortalece, que no hay contratos de riesgo en la misma, que no hay privatización, que los hidrocarburos son y seguirán siendo solo de los mexicanos y que no hay otra forma de incrementar nuestra capacidad de ejecución si no es con numerosas alianzas estratégicas. Porque permitir los contratos de riesgo, que no es otra cosa a lo planteado en los artículos cuarto de la iniciativa de la Ley Reglamentaria del 27 Constitucional, y 45 y 46 de la propuesta de la Nueva Ley Orgánica de Pémex, entre otros, que la autorización para suscribirlos por asignación directa, discrecional e incluso confidencial. O sea, compartir la renta petrolera en beneficio de los poderosos de siempre y en detrimento de los dueños legítimos del recurso.

Porque proponer la participación privada en la refinación del petróleo y en la propiedad y operación de los oleoductos, es entregar a los poderosos de siempre de aquí y de allá, y más de allá que de aquí, dos eslabones fundamentales de la cadena de valor de la industria de los hidrocarburos decretando el inicio de su desintegración y trastocando el espíritu y la letra de la Constitución.

Porque se refiere a la industria petrolera integral como área de exclusividades de Estado y en las Leyes secundarias se pretenden limitar las áreas estratégicas de la industria reduciendo arbitraria e ilegalmente es espectro que define la Constitución y transfiriendo al sector privado nacional o extranjero funciones que la letra y el espíritu de la Ley suprema otorgan indubitable y exclusivamente al Estado, refinerías y oleoductos pierden su condición estratégica. Y esto no es otra cosa que privatizar, objetivo fundamental de la propuesta.

Las iniciativas se construyen a partir de algunos datos sesgados, de un lenguaje engañoso y de algunas verdades a medias. Y las verdades a medias son mentiras dolosas, porque es cierto que Pémex está técnicamente quebrado, que las reservas de Cantarel declinan; que no tenemos aún la tecnología para perforar a grandes profundidades en el mar, aunque no estamos en cero; que el Sindicato de Pémex es enormemente oneroso, aunque esto se soslaya; que sólo tenemos petróleo para 10 años con los actuales ritmos de explotación, válidos y ya no tenemos nada para probar nuestras reservas, ni utilizamos la explotación de las privadas. Que en Pémex hay ineficiencias y corrupciones; que se requiere una reforma de fondo. Pero ésta debe ser en beneficio única y exclusivamente de la nación y eso lo parte en una reforma energética integral que es importante y necesaria.

Pero es también verdad que no se exterioriza porque se opone a los intereses de quienes pretenden abrir la industria petrolera a la Iniciativa Privada; que Pémex está técnicamente quebrada a propósito, con una cortedad de miras inaceptables y sin consideración de su potencial, ni de su importancia para el desarrollo de este país, y de sus necesidades de inversión, mantenimiento y modernización para la que es ampliamente solvente y de protección de la soberanía de la nación.

Que esto ha sucedido por largo tiempo y sin definir una política energética, ni petrolera que es imperiosa para el desarrollo de la industria y de México, como es cierto también que es empresa técnicamente quebrada, con ineficiencias y algunos grupos y personas corruptos, lo que no es de ninguna manera aceptable, y urge modificar, es de todas formas una de las petroleras más rentables del orbe, si no es la que más, antes desde luego de las exacciones impositivas y políticas a que está sujeta.

Que es la única petrolera del mundo a la cual sus administradores no le han permitido aprovechar los recursos excedente del boom del precio del petróleo para atender sus deficiencias y rezagos, para instalar refinerías, para modernizar y ampliar su red de ductos, para incentivar la investigación y el desarrollo tecnológico y para promover la industria petroquímica.

Que contamos con tantas posibilidades de explorar y cobrar petróleo y gas en el territorio y en aguas someras como en las grandes profundidades del océano; que la urgencia de ir al fondo del mar es sólo de los interesados en la participación privada en Pémex y no de la razón técnica, ni de la planeación estratégica.

Y así, muchas verdades que se ocultan para no desvirtuar las que parecen dar argumentos a una decisión tomada, porque siguen insistiendo en lo mismo: abrir Pémex a las alianzas estratégicas, ahora con contratos de desempeño, decisiones previamente tan válida e invariable para quienes la han propuesto, cuando nuestro petróleo estaba a 30 dólares por barril, que ahora que está a más de 100.

Si fuera verdad que no tenemos ni la capacidad tecnológica ni el dinero, cierto es que tenemos el petróleo y quien tiene el petróleo puede poner las reglas del juego para adquirir la tecnología y obtener el dinero.

Y estamos a tiempo también para seguir preparando nuestros ingenieros y técnicos, algunos de los cuales lo están haciendo a pesar de la poca voluntad y aliento de los políticos y estarán en condiciones para adquirir la tecnología, en términos de desarrollarla o comprarla o asimilarla, con acuerdos comerciales…….

(SIGUE 9ª. PARTE):

… en términos de desarrollarla o comprar y asimilarla, con acuerdos comerciales de transferencia, con quien la tenga y en tiempo oportuno.

Esta reforma energética planteada es el pretexto para la reestructuración de PEMEX, urgente, sin duda; sin duda conveniente. Pero la premura en su presentación está fundamentalmente motivada no por la reestructuración en sí, sino por el interés en su apertura al sector privado.

La propia iniciativa en los tiempos que marca señala el ritmo precavido de muchas de sus propuestas válidas sobre la autonomía de gestión y sobre el uso de los recursos excedentes; pero establece en cambio como inicio de las posibilidades de contratación en un régimen especial por demás laxo el día siguiente de la aprobación de la ley.

La reestructuración de sus resultados tomará varios años. Ya lo mencionó el propio Presidente, y ya no tocará a su administración disfrutarlos, pero los contratos fluirán de inmediato.

Contratos de riesgos que se pretenden firmar por adjudicación directa con remuneraciones discrecionales e incentivos o condicionados a la creación de ingresos para cubrir los costos del proyecto como se autoriza en la propuesta y basados, aunque ahora disfrazados, en el falso dilema de que la tecnología de que no disponemos no se puede obtener si no se comparten los resultados.

El documento del Banco Mundial, creando las bases para el crecimiento equitativo 2006-2012, entregado unas semanas antes del envío de las iniciativas al Senado, se dice lo relativo a energía: que aunque la condición de PEMEX como monopolio de Estado está garantizada en la Constitución, sería necesario encontrarle una forma de asociarse con otras compañías para realizar actividades de exploración que eviten problemas de seguridad energética en el futuro y generen incentivos al trabajo eficiente en el sector.

Petróleos Mexicanos carece de recursos técnicos y financieros para realizar actividades y exploraciones más intensas.

El dogma de que no tenemos ni el dinero ni la tecnología y por lo tanto no queda otra que asociarlos, entregando parte de la riqueza nacional, es un falso dilema que tiene su origen, queda claro, en las oficinas del Banco Mundial y en la reflexión de sus analistas pagados para establecer el plan estratégico de los dueños del Banco, garantizarle la seguridad energética de los mayores consumidores de petróleo del mundo.

No es explicable, entre otras muchas cuestiones sin explicación, tanta coincidencia con las recomendaciones del organismo internacional y las iniciativas presidenciales. ¡Qué lamentable que estén tan cerca de las recomendaciones del Banco y tan lejos de los sentimientos de la nación!

Esta propuesta, por lo demás, no es ningún invento original. Ya en 92, sin modificar la Constitución y con leyes secundarias, inconstitucionales según yo, se abrió la generación de energía eléctrica para servicio público y hoy el 30 por ciento de la generación para este objeto, según la Constitución, exclusividad del Estado, la hace el sector privado.

Extranjero, en un negocio redondo, que le ha dejado ganancias a diversas empresas trasnacionales y que no se ha reflejado en ningún beneficio para los ciudadanos.

Así se fortaleció a la Comisión Federal de Electricidad, con los mismos argumentos de que no se privatizaba, que no se vendería un solo tornillo de la paraestatal, luego de amenazarnos igual que hoy con el petróleo de que en pocos años nos faltaría la electricidad si no se aceptaba la modificación. Evidente y preocupante semejanza de nuestra reciente historia eléctrica y nuestras perspectivas petroleras.

Sobre este asunto quisiera hacer un comentario pertinente o impertinente, juzgarán algunos.

En 1993, recién aprobada la mencionada Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, hoy en un programa de televisión que conducían Nino Canún una amplia discusión sobre el tema, en la que el licenciado Felipe Calderón, entonces diputados por Acción Nacional tuvo una participación inteligente, razonada, informada, al final de la cual concluyó: …”Yo estoy totalmente de acuerdo con el objetivo de permitir a la iniciativa privada su participación en la generación de la energía eléctrica, pero estoy plenamente consciente, dijo, de que la ley aprobada es anticonstitucional”.

Se piensa repetir la hazaña de fortalecer a PEMEX sin privatizarlo, pero dejando al sector privado nacional o extranjero la propiedad de ductos y refinerías, y dándole contratos por asignación de riesgos para la explotación de nuestro petróleo.

Nos lo proponen usando la misma metodología legislativa “no tocar la Constitución ni con el pétalo de una rosa, sino darle la vuelta para obtener lo que se persigue”.

Pregunto: ¿Si no con contratos de riesgo los que proponen para la tecnología de la que no disponemos, nos estaban engañando cuando nos decían que no había otra forma de obtenerla que compartiendo los resultados o nos están engañando ahora el decirnos que no hay en la iniciativa contratos de riesgo y los están disfrazando?

Mi opinión personal, y debo exponerla aquí, es que nos engañaron antes con la amenaza y nos quieren engañar ahora con el disfraz.

Sí se puede contratar la tecnología sin compartir una sola molécula de hidrocarburo y sí se autorizan los contratos de riesgo en las iniciativas.

La maquila de gasolinas en refinerías del sector privado es la versión petrolera de los generadores independientes de energía eléctrica, dueños ya, repito, del 30 por ciento de la generación nacional, gracias a una ley que el licenciado Calderón, diputado, reconocía como inconstitucional.

Paso a los impactos.

Si es una aberración aislar el tema de PEMEX al resto del sector energético y localizar la reforma solo en la reestructuración de la paraestatal, no es menos el ignorar las repercusiones que tendrá en varios ámbitos de actividades nacionales.

Una de ellas es el impacto en la ingeniería mexicana y en nuestras posibilidades de desarrollo científico y tecnológico de esta reforma entre los términos propuestos.

Un golpe letal para estas actividades en un sector que México debiera ser vanguardia.

El impacto se sumaría al entramado interminable de normas y procedimientos que han desplazado y a la ingeniería y a las empresas mexicanas a un segundo, tercer plano de participación, colaborando con las extranjeras fuertemente apoyadas, dejando para ellas utilidades, aprendizaje, desarrollo tecnológico y prestigio, y ampliando la brecha con consecuencias enormes para el futuro.

Los contratos de gran magnitud ya ven en mano, ahora con los agravantes de la discrecionalidad del régimen especial propuesta, inclinan sin remedio la balanza a favor de los grandes consorcios multinacionales, dueños del dinero.

Se obstaculiza aquí y se transfiere al extranjero, como ya se dijo esta mañana, la formación de capital intelectual de una nación que en su pobreza y sus limitaciones está subsidiando el desarrollo económico, científico y tecnológico de los países que lo tienen todo.

Este proceso de pauperización tendría un aliado poderoso en las modificaciones que se proponen a la forma de abordar el crecimiento de la industria petrolera, pozos, ductos y refinerías y en la orfandad tecnológica a que se condena al país.

Nuestra tecnología quedaría en la modernidad. Pero me refiero a la definición que en alguna ocasión le oía a Carlos Fuentes sobre modernidad ni “moder ni dad”.

No es explica que si la carencia de tecnología para la perforación en grandes tirantes de agua es un elemento fundamental que según el gobierno nos obliga a buscar asociaciones que ahora debatimos ni en el diagnóstico ni en las iniciativas la tecnología, el desarrollo tecnológico o las funciones o condiciones del Instituto Mexicano del Petróleo merezcan condición alguna.

Aparentemente se ha tomado por omisión, por ignorancia o por convicción, la decisión de permanecer en la incapacidad tecnológica.

¿Qué haremos después en una nación con las necesidades de la nuestra sin la ingeniería y desarrollo tecnológicos propios?

Seguramente otra vez cambiar vidrios y espejos por los frutos de nuestras entrañas, del crudo a la mano de obra barata, aunque ya no usemos penachos con plumas ni obtengamos nuestros títulos y grados en el Calmecac.

No hemos aprendido una lección fundamental. La autodeterminación tecnológica y, por ende, el apoyo al desarrollo de la ciencia y la tecnología, son cuestiones de supervivencia nacional. Y nosotros en lugar de estimularlo hemos ido cancelando por ignorancia, por soberbia o por intereses discutibles los escasos logros en investigación y desarrollo que un día fueron y hemos obstaculizado el fortalecimiento de nuevas acciones.

Lo mismo seguimos haciendo de los logros que en momentos lúcidos de nuestra historia. Y no me refiero sólo al 18 de marzo de 1938, permitieron el desarrollo de nuestra ingeniería y el avance de nuestras capacidades de creación.

Hemos dicho desde hace mucho que la moderna tecnología de la dependencia es caer en la dependencia de la tecnología. Y nosotros parece que nos queremos lanzar a las profundidades del océano en búsqueda de nuestro tesoro sin nuestro propio salvavidas.

En este planteamiento lamentable no se considera ni se insinúa siquiera la intención de promover el desarrollo tecnológico cuya necesidad se hace urgente…

(Sigue 10ª parte)

 

…la intención de promover el desarrollo tecnológico, cuya necesidad se hace urgente a cada minuto.

No hemos querido entender que es más caro el costo de la ignorancia que cualquier inversión en ciencia y tecnología, de la misma forma que ha sido más oneroso importar derivados del petróleo que haber invertido en refinerías y plantas petroquímicas.

La historia del los últimos años del Instituto Mexicano del Petróleo, mientras Brasil –por ejemplo- desarrollaba sus espléndidas capacidades tecnológicas que lo tienen en la vanguardia, es una especie de cuento que “casta y Onezco” podrían firmar a la Limón.

El año pasado, el Instituto ejerció un presupuesto de 900 millones de pesos, la mitad de los cuales eran ingresos propios.

En ese año, PEMEX entregó al fisco cerca de 700 mil millones por concepto de impuestos y derechos, no se requieren comentarios.

Así, cada vez con menos tecnología firmaremos los acuerdos con la inocencia de la ignorancia y la perversidad de los intereses de nuestros competidores, convertidos en socios estratégicos y sus socios locales.

No podremos siquiera contestar preguntas que debiéramos plantearnos de inmediato como las propuestas para el desarrollo y explotación de nuestras reservas de hidrocarburos se generan a partir de lo que debemos producir o de lo que nos quieren comprar.

¿Las tecnologías que usaremos son las que nos conviene comprar o las que nos quieren vender?

Todo esto en la era del conocimiento, en el momento en que la transición energética y la revolución tecnológica, obligarían a cualquier estadista a instrumentar con toda decisión una política nacional de ciencia y tecnología de largo aliento.

No podemos ignorar que México está en este renglón en los últimos lugares entre los países calificados por las agencias internacionales.

¿Cómo abordaremos, entonces, los retos del presente si nuestro compromiso con el porvenir de los mexicanos y con el desarrollo sostenible del planeta?

¿Cómo participaremos en la búsqueda de soluciones a los impactos sobre medio ambiente, nacional y global de las fuentes convencionales de energía?

¿Cómo decidiremos el ritmo de la explotación de nuestros recursos no renovables para garantizar nuestra seguridad energética?

¿Cómo trabajaremos para lograr una mejor utilización de la energía disponible para producir menos emisiones contaminantes y para acelerar los programas de ahorro de energía?

¿Cómo enfrentaremos el reto de incursionar en la actualización de nuevas fuentes de energía renovables y limpias hacia cuyo encuentro deben dedicarse importantes esfuerzos desde ahora?

¿Cómo participaremos en la transición a la que obliga la finitud de los hidrocarburos?

¿Cómo vamos a definir nuestra posición acerca de los biocombustibles?

¿Cuál debe ser nuestro papel en la revolución tecnológica que está frente a nosotros?

¿Queremos ser protagonistas o vamos pasiva y permanentemente a buscar alianzas estratégicas que nos digan cómo, dónde y cuándo en lugar de desarrollar conocimientos propios y tomar decisiones autónomas?

Si esto último fuera el caso, desde ahora podemos afirmar que extraeremos todos nuestros hidrocarburos a la brevedad posible, incluyendo los del mar profundo y la dedicaremos toda nuestra producción de maíz a surtir de etanol a los Estados Unidos.

Habremos hipotecado nuestro porvenir como parece que hemos vendido en futuro nuestro petróleo.

Hace 20 años la ingeniería estaba bien y hoy está mal. La ciencia y tecnología estaban mal y hoy están peor.

Tenemos hace 20 años una capacidad de 20 millones de horas/hombre ingenieros en manos de proceso y manufactura. Hoy no llegan a 4 millones.

Cuando se discutía la Ley del Servicio Público de energía eléctrica que impactó seriamente el desarrollo de la ingeniería y tecnología mexicana, pregunté al entonces Secretario de Energía qué se había pensado para enfrentar este problema inminente. Me respondió que no se había pensado nada.

Me temo que hoy la misma pregunta, obtenga la misma respuesta.

Si las propuestas de las reformas en los términos que se proponen se convierten en leyes. Si no se hacen las adecuaciones que exige el futuro de México y el respeto a su Ley Suprema, hoy podemos decir también que dentro de 20 años en lugar de disponer de las tecnologías que nos hacen falta, la ingeniería y la tecnología mexicana ya no estarán más.

Señores senadores:

Se juega la decisión que está en sus manos, en sus mentes, en sus intelectos no solo el futuro de la industria petrolera y el destino de nuestros recursos energéticos, en sí fundamentales para el desarrollo del país, sino también la supervivencia de la ingeniería mexicana, las posibilidades del desarrollo científico y tecnológico en ese renglón de primera importancia; y lo más trascendente, la soberanía nacional, integral de independencia, de autonomía, de inmensidad, de cultura, de valores, de dignidad, de patriotismo, de genuino y honroso compromiso.

Les agradezco su atención. (Aplausos).

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Agradecemos al ingeniero Javier Jiménez Espriú la presentación.

Y le pediríamos al licenciado Javier Beristáin, a quien le correspondió la siguiente exposición, que nos hiciera el favor de realizarla.

El licenciado Javier Beristáin es licenciado en Economía. Actualmente se desempeña como profesor de Economía en el ITAM, de donde fue Rector por un largo periodo. Y es Coordinador del Grupo “Huatusco”.

- EL LIC. JAVIER BERISTAIN ITURBIDE: Muy buenos días, señoras y señores legisladores; señoras y señores; compañeros del pánel.

Agradezco la invitación de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República a participar en este foro de debates sobre la Reforma Energética en México.

Me siento muy honrado con esta distinción que me permite participar en el amplio debate nacional, acerca de las posibilidades, conveniencia y consecuencias de reformar algunos aspectos del sector de la energía que es, sin duda, un sector estratégico para el desarrollo de México.

Me permito comenzar mi intervención con una cita del Consenso de Huatusco, al que hemos llegado un numeroso grupo de economistas de todas las corrientes del pensamiento económico.

Consenso de Huatusco, Veracruz, porque ahí nos reunimos cada año para reflexionar acerca de una pregunta fundamental: ¿Por qué no crecemos?

El crecimiento económico –dice el Consenso-, es condición necesaria para el bienestar social. Solo con crecimiento se pueden generar los empleos, las oportunidades y los ingresos para que los mexicanos podamos tener acceso a los satisfactores que nos permitan aumentar nuestro bienestar.

Solo con crecimiento económico se pueden ir atendiendo los graves problemas de pobreza extrema que adolecemos.

Solo con mayores recursos se puede aspirar a construir un mejor país.

Es común el sentimiento de malestar con las condiciones y resultados del funcionamiento de la economía en las últimas décadas. Algunos pensamos que desde los años 70’s tenemos un mal desempeño económico, otros dicen que desde los 80’s.

Las causas en enfermedad económica son diversas y van desde factores culturales e institucionales hasta errores –hay que subrayarlo-, errores de política económica.

Las soluciones que se proponen desde todas las trincheras, abarcan una gama tan variada como reformas del Estado, reformas estructurales de primera y segunda generación en la Hacienda Pública, el Federalismo, la educación, la seguridad social y, como la que ahora nos ocupa, del sector energético.

Pero también se hacen replanteamientos de fondo de las funciones y de las relaciones del Estado y de los mercados para el crecimiento económico.

Muchas voces proponen, me sumo a ellas, una política de estado, política de estado para el crecimiento de la economía.

Me parece que en algún momento, que no es éste, podría iniciarse un debate plural y abierto acerca de la constitución y sus efectos económicos, ya que la última reforma constitución de gran alcance en materia económica, tuvo lugar en…

( Sigue 11ª parte )

...de gran alcance en materia económica tuvo lugar en 1982, y estableció, quizá de manera extemporánea, un sistema de planeación del desarrollo en un ambiente de economía mixta con áreas estratégicas reservadas para el Estado.

Mientras llegue el tema del crecimiento a la agenda de una reforma constitucional es oportuna la discusión de las reformas energéticas que caen en el terreno de las políticas públicas normales y no fundacionales.

Vuelvo a citar al consenso de Huatusco. En este contexto, el planteamiento conceptual a preguntas fundamentales para la conducción de la política pública no debe terminar en un debate ideologizado, deben considerarse en cambio los efectos de las propuestas sobre la capacidad de la economía para crecer, redistribuir los beneficios del crecimiento y aumentar el potencial de desarrollo sustentable de la sociedad.

Estas son, en mi opinión, los principios económicos que debe regir la reforma energética, su contribución al crecimiento, a la redistribución y al desarrollo sustentable. Me parece que la reforma, por ahora cualquier reforma, se ha vuelto ineludible y urgente porque el petróleo ha dejado de cumplir con esos principios.

A pesar de la innegable importancia cuantitativa y cualitativa del sector petrolero en la economía nacional, su contribución al crecimiento, al ingreso nacional, a las políticas redistributivas y al potencial de desarrollo dejan mucho que desear y viendo hacia delante las noticias no son nada alentadoras.

La primera razón para abordar la reforma está en la creciente incapacidad del petróleo para actuar como un motor de crecimiento y un multiplicador de empleos e inversiones o de generar un saldo positivo de exportaciones netas al país. Resulta paradójico que un país con dotación de petróleo registre una de las menores tasas de crecimiento económico de América Latina en los últimos años.

Una causa es el estancamiento de la producción petrolera. En el diagnóstico de Pemex se reconoce, y cito, que durante la última década la producción bruta de hidrocarburos, crudo y gas natural de Petróleos Mexicanos ha mantenido, subrayo, mantenido un nivel de mil 562 millones de barriles de petróleo crudo equivalente por año, 4.4 millones de barriles de petróleo crudo equivalente diarios; es decir, la producción está estancada desde hace varios años.

Un factor cíclico de mercado, el alza inusual de los precios, ha proporcionado alivio a la hacienda pública y a la cuenta petrolera externa, pero no es una solución permanente. De no hacer nada y ante un crecimiento acelerado de la demanda interna de gasolina y otros derivados del petróleo, dada una elasticidad de ingreso de la demanda mayor a uno, las importaciones de productos del petróleo continuarán aumentando o bien se dejará de exportar, dilema letal que sólo augura una contracción de la capacidad de crecimiento de la economía mexicana por la disminución de las divisas aportadas por el sector.

En segundo lugar, una renta petrolera estancada o decreciente reduce los recursos del presupuesto del gobierno federal y de los estados para el gasto social y la inversión pública que han sido dos instrumentos poderosos de la política redistributiva interfamiliar e interregional del Estado mexicano.

Menor renta petrolera es augurio de reformas fiscales adicionales a muy corto plazo o de la contracción del gasto social y de la inversión pública. Por cierto, la renta petrolera, la renta de un recurso natural, no es un pago por el uso del capital, por lo que tampoco es una fuente de financiamiento exclusivo para el propio sector generador de la renta.

Debe de haber claridad de que la renta petrolera es de la nación, es de los mexicanos, no es del organismo que explota el petróleo. Si el organismo es económicamente viable, el financiamiento de su expansión debe provenir de una tasa de ganancias asociadas o eficientes en el uso del capital y de su acceso a los mercados de capitales.

El régimen fiscal de Pemex debe adecuarse a éstos principios básicos sin distorsiones que deterioren la capacidad de inversión. La renta petrolera debe quedar libre para los presupuestos de gasto e inversión pública, cuyas fuentes de financiamiento alternativos son los impuestos generales. Si no hubiese necesidades de éste tipo la renta petrolera facilita las transferencias intergeneracionales o bien, como lo han hecho muchos países, el desarrollo de nuevas ventajas comparativas entre visión al agotamiento de la riqueza petrolera.

En tercer lugar, para elevar el potencial de desarrollo se requiere una contribución significativa del petróleo para la productividad general de la economía mexicana, cuyo estancamiento está en la raíz del mediocre crecimiento del ingreso nacional, así como de los salarios reales de los trabajadores en los últimos años.

Los canales de transmisión de la eficiencia del sector petrolero son de dos grandes tipos: por una parte, mediante el abasto suficiente, oportuno y de calidad de los energéticos, lo que conlleva a una reducción de costos y un aumento de la competitividad de otras ramas de la actividad económica.

Por otra parte, una mayor productividad del sector se convierte en una mayor demanda de trabajo, lo que se traduce en empleos y mayores salarios. De no hacer nada, la eficiencia de Pemex seguirá cayendo, lo que se manifiesta en costos crecientes en todos los procesos, agotamiento de campos, desaprovechamiento de oportunidades en aguas profundas y obsolescencia tecnológica.

Ahora bien, ¿Cuál reforma? El diagnóstico apunta hacia dos componentes económicos que deben aparecen en cualquier proyecto de reforma: primero, que aumente la producción y la exportación neta del petróleo y de sus derivados de manera sustentable; y, segundo, que aumente la eficiencia de Pemex y de los procesos que llevan al petróleo y sus productos al usuario final. En suma, se requieren aumentos significativos en las inversiones y en la productividad.

Antes de caer en un falso dilema entre sector público o privado conviene una tercera cita de los documentos del grupo Huatusco, cito: “No es claro que las inversiones privadas en infraestructura sin una buena regulación ni correcta asignación de los riesgos, y lo repito, sin una buena regulación y correcta asignación de los riesgos hayan dado los resultados sociales esperados. Tampoco es claro que la inversión de organismos y empresas públicas sin incentivos claros o capturados por grupos de interés, y lo repito, sin incentivos claros o capturados por grupos de interés lo hayan logrado. La pérdida general de la eficiencia de la inversión privada y pública en nuestro país está en la raíz de la caída de la productividad de la economía”. Termina la cita.

Por lo tanto, una reforma que con visión moderna procure lo mejor del mercado y lo mejor del Estado, y ésta parece ser la visión dominante en los proyectos de reforma energética, debe atender a los dos requisitos sugeridos: por una parte, el gobierno debe regular y asegurar una correcta asignación de los riesgos tratándose de las inversiones de los particulares, y, por la otra, las referencias de mercados competitivos deben servir para generar incentivos a la eficiencia y evitar la captura de rentas monopólicas por los grupos de interés cuando se trata de empresas estatales.

Es decir, la solución económica no es excluir al sector privado ni privatizar un recurso de la Nación, sino equilibrar la eficiencia de los mercados competitivos con la potestad rectora del Estado y la propiedad inalienable de la nación sobre el petróleo.

Estas soluciones, por cierto, ni las inventamos ni son exclusivas de México, han estado en el núcleo de las políticas económicas de la social democracias europeas, así como en las agendas de los dos países de América Latina con mayor éxito, que son Chili y Brasil. No es inútil recordar que el desarrollo estabilizador en México combinó estado y mercados con mucho mayor éxito que los modelos posteriores de intervencionismo desbocado o privatizaciones sin regulación.

Queda una última pregunta. ¿Las reformas presentadas por el Ejecutivo podrán estar a la altura de los retos económicos? ¿Facilitarán las contribuciones…

(SIGUE 12ª PARTE.)

. . . de los retos económicos, facilitarán las contribuciones del sector energético, y en particular de PEMEX al crecimiento, a la redistribución y al desarrollo sustentable, antes de contestarme, quiero reiterar una convicción personal, el paquete en estudio no es ni fundacional, ni final, ni completo, ni irreversible, proporciona instrumentos para lograr algunas finalidades importantes, nada más, en la era de incertidumbre económica que vivimos, contar con una gama amplia de instrumentos y aptitud para emplearlos es un gran valor.

Desde una perspectiva económica, las cinco iniciativas presentadas por el Ejecutivo, tienen en común la creación de un nuevo andamiaje institucional para PEMEX en la industria petrolera, un par de ellas, a saber la reforma de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y la que propone la creación de una Comisión del Petróleo, procuran la separación de las funciones de diagnóstico y formulación de política de aquellas propias del organismo operador, es decir, se fortalece a la Secretaría de Energía dotándole de facultades de política pública y se supera un antiguo problema de que PEMEX cuente con una innecesaria multiplicidad de funciones como órgano rector, regulador y operador de la industria petrolera.

Esto aclara las tareas de PEMEX y le permitirá enfocarse hacia sus fines productivos y la maximización de su valor económico al mismo tiempo que fortalece la rectoría del Estado.

Para abonaren la necesidad de dotar a PEMEX en las condiciones que requiere para ser un organismo eficiente en el mercado nacional donde actúa como monopolio monopsonio, así como en los mercados globales de naturaleza oligopólica en los que compite, se proponga una nueva Ley Orgánica de PEMEX, no es ocioso señalar que el mercado mexicano se integra más y más con diversos mercados relacionados.

El poder que goza PEMEX en México, se diluye ante la competencia internacional; PEMEX quiere ser doblemente eficiente, primero para asegurar resultados socialmente óptimo en el mercado local, y segundo, para ser competitivo en los mercados mundiales, en estas condiciones es impráctico seguirlo tratando como un organismo descentralizado sujeto a normatividades propias de la administración pública que están muy alejadas de las mejores prácticas de las empresas petroleras de clase mundial.

 

Que PEMEX tenga mayor flexibilidad, puede sonar arriesgado pero los riesgos inherentes se pueden administrar mediante el fortalecimiento de los órganos internos de control y de rendición de cuentas y por supuesto, mediante el ejercicio de las facultades de los diversos órganos externos comenzando por los Poderes de la Unión hasta como una posibilidad al tono de los tiempos de nuevos órganos ciudadanos.

Una medida común a las mejores prácticas de gobierno corporativo es la participación de consejeros independientes, ciudadanos, podríamos decir en los consejos de administración y sus principales comités.

Al respecto la iniciativa se queda corta, cortísima, ya que los cuatro consejeros profesionales que se proponen, ni son suficientes, ni dos de ellos son independientes.

Una mayor autonomía y flexibilidad de PEMEX conlleva una enorme carga de responsabilidad social, no es atrevido afirmar que entre las dudas ciudadanas acerca de las reformas se encuentran las que provienen de la falta de transparencia en los contratos, en las obras de adquisiciones, en las relaciones obrero-patronales y en la información operativa y financiera de la empresa.

Los abusos del monopolio monopsonio en materia de transparencia y rendición de cuentas, se pueden corregir mediante la divulgación amplia y la certificación externa de los indicadores de desempeño que se mencionan en la iniciativa.

Lograr una mayor eficiencia interna de PEMEX no es suficiente para maximizar los beneficios sociales de su operación. Una cuarta iniciativa del Ejecutivo, la referida a la Comisión Reguladora de Energía atiende a este propósito.

En efecto, los mercados locales de productos del sector no son naturalmente competitivos, por lo que la presencia de un regulador fuerte con “dientes”, como se ha dicho en múltiples ocasiones y además autónomo, se hace indispensable para evitar los excesos monopólicos y proteger a los consumidores o usuarios en general de los abusos del poder de mercado de los prestadores de servicios.

Una buena Comisión Reguladora entiende que su tarea es la maximización de beneficios sociales en mercados no competitivos como el que nos ocupa.

La quinta iniciativa, tal vez la más importante para elevar la productividad y las inversiones en el sector petrolero es la de modificaciones a la Ley Reglamentaria en el artículo 27 de la Constitución. Su contribución a la productividad se puede resumir en una frase, “aprovechamiento de economías”.

Aunque PEMEX tuviese las capacidades, el tiempo y un presupuesto ilimitado, lo subrayo, aunque PEMEX tuviese todas las capacidades, yo no las pongo en duda, le diésemos todo el presupuesto imaginado, y le diésemos todo el tiempo para realizar las tareas, aunque todo eso ocurriera, los principios económicos de costo de oportunidad, división del trabajo, especialización, ventajas comparativas, rendimientos decrecientes, desde economías de escala y distribución de riesgos, todo eso se suma para recomendar que PEMEX como cualquier empresa moderna, contrate con una mayor seguridad jurídica oportunidad, flexibilidad, cláusulas de salida y precios competitivos a otros proveedores de servicios para aumentar su eficiencia siempre conservándose en la nación la propiedad del petróleo.

En pocas palabras, se trata de multiplicar en un periodo muy corto de tiempo la capacidad operativa de PEMEX y aprovecharla como palanca de desarrollo de una industria petrolera, nacional, eficaz y competitiva.

Por el lado de las inversiones, la ventaja de la contratación consiste en la utilización de fuentes diversas de fondos, accesibles a los proveedores que complementaran los ahorros para las actividades que PEMEX realizará por su puente de riesgo y por que por supuesto ya obtiene de misiones de deuda adquirida por los fondos mexicanos de pensiones entre otras sociedades de inversión.

Hay que anotar, sin embargo que las condiciones de acceso a los mercados de capital no son independientes del valor esperado de los proyectos cuya determinación incorpore importantes aspectos de riesgo, la seguridad legal de los contratos aparece como una condición indispensable para la participación complementaria del capital privado en la industria del petróleo.

¿Qué se puede esperar? En la construcción de escenarios no hay simetría, hacer nada tiene consecuencias desfavorables de inmediato, se crece menos, se ajustan los presupuestos y se agotan las reservas, hacer las reformas es como poner los cimientos de una nueva industria petrolera, sin que los resultados directos se vean a corto plazo, a mediano y largo plazo, las fuentes de beneficio para la economía mexicana se pueden agruparen tres: efectos directos y multiplicadores de la industria petrolera sobre el resto de la economía, mayores exportaciones netas de petróleo y derivados, mayor renta petrolera.

Es deseable que estos foros de debate se enriquezcan con las mejores estimaciones que se puedan hacer acerca de los beneficios esperados, por supuesto habría que exigir de cualquier paquete de reformas un ejercicio semejante y no solamente de las que actualmente se examinen.

Es cierto que la reforma del sector petrolero tiene más, mucho más que aspectos económicos, pero éstos no pueden quedar marginados de las deliberaciones, mientras factores políticos y culturales reclaman que se actúe con “pargimonia”, las necesidades de una reforma para elevar las contribuciones económicas del sector petrolero, son un llamado a la pronta Acción Legislativa, muchas gracias.

(Aplausos)

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos muy cumplidamente al Licenciado Javier Beristáin su ponencia, su trabajo, y le solicitaríamos a continuación al Licenciado Héctor Aguilar Camín, que hiciera su intervención. . .

(Sigue 13ª parte)

….al licenciado Héctor Aguilar Camín, que hiciera su intervención.

Héctor Aguilar Camín es historiador y analista de la política y la economía de la sociedad mexicana. Es escritor, ha publicado múltiples libros, y bueno, como lector ha sido, de su obra, yo diría que es un magnifico escritor. Tiene el uso de la palabra Héctor Aguilar Camín.

-EL C. LICENCIADO HECTOR AGUILAR CAMIN: Senador muchas gracias. Gracias también a la Junta de Coordinación Política del Senado por esta invitación a participación en este foro. Trataré de ofrecer mis puntos de vista sobre el tema con la mayor claridad posible.

Creo hablar por muchos, si digo que no sé muy bien de lo que estamos hablando, como la abrumadora mayoría de los 110 millones de mexicanos que son dueños nominales del petróleo, yo no sé lo que sucede en PEMEX. PEMEX rinde malas cuentas pero sus rendimientos son impresionantes, parece cuesta arriba decir que una empresa que da tantas utilidades es un desastre, pero lo es, según los expertos.

Poco tienen que ver las utilidades de PEMEX con la eficiencia de la empresa, y mucho con el alza del precio internacional del petróleo, la mayor fortaleza de PEMEX parece ser la abundancia sobrenatural de yacimientos que están llegando a su fin.

No tengo claro lo que hay que reforzar o corregir en PEMEX, pero sí tengo claras dos de las amarras que a lo largo de los años han ahogado las altas promesas del petróleo en las aguas profundas de una empresa más reputada por su corrupción y su ineficiencia, que por su eficiencia y su modernidad.

A estas dos amarras me quiero referir, y son la mitología nacionalista y la debilidad fiscal del Estado. La mitología nacionalista nos impide hablar del petróleo y de PEMEX como lo que son, una matera prima y una empresa, no son más que eso.

El petróleo y PEMEX son parte de nuestra economía real, pero son, sobre todo, emblemas de nuestra nacionalidad imaginaria. Esta es una atadura simbólica pero más férrea a veces que cualquier atadura real. Me pregunto ¿Por qué no podemos alterar, ni siquiera pensar en alterar los principios constitucionales y los principios simbólicos que rigen nuestra visión de la industria petrolera, aunque sean esos principios los que nos han llevado a la situación actual en la que, eso sí parece claro, todos queremos salir?

La mitología nacionalista ha tomado en estos días la doble forma de un apasionado constitucionalismo y un rechazo a la privatización. No sé cuanta energía se ha haya ido a impactar que la reforma petrolera, cuya iniciativa se discutiría, no tocaría la Constitución, y cuánto tiempo se habrán tardado en evitar, a toda costa, en la redacción de la iniciativa las satánicas palabras: “contratos de riesgo”, tan violatorias de la Constitución.

De hecho, señores legisladores, es alegable que no sólo los contratos de riesgo, sino todos los contratos otorgados por la nación en materia petrolera, son inconstitucionales, pues violan lo dispuesto a la letra por el artículo 27 de la Constitución.

Este artículo dice en su párrafo sexto, cito: “Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno, sólidos, líquidos y gaseosos, o de minerales radioactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado”. Eso dice.

Conviene decir que no había una sola de estas solas palabras en el artículo 27 original de la Constitución de 1917, la inconstitucionalidad alegable en la materia corresponde al texto reformado de 1960, no a la Constitución de 1917.

Bueno, si de lo que se trata es de defender y cumplir la Constitución tal como está, podemos empezar hoy mismo cancelando por inconstitucionales todos los contratos que PEMEX ha celebrado con terceros.

Me gustaría saber si hay alguien en esta soberanía que se plantee tal cosa, yo creo que no, y sin embargo es lo que manda diáfana e irrebatiblemente la Constitución, eso es lo que manda, lo cierto que ello es que la restricción impuesta a los contratos y concesiones en materia energética por la reforma de 1960 es a todas luces impracticable.

Cómo puede imaginarse siquiera la administración elemental de industrias tan complejas, como la petrolera y la eléctrica, sin otorgar contratos a terceros. A qué absurdo de parálisis conduciría desconocer los contratos existentes en la operación diaria de una empresa que tantos contratos tiene. Y no estamos obligados a lo imposible, aunque lo diga la Constitución.

Con una Constitución como la mexicana, que en menos de un siglo ha sido cambiada cerca de 500 veces, 476, para ser preciso, resulta particularmente caprichosa la idea de que la Constitución no puede tocarse. Lo cierto, en el caso del artículo 27 es que la Constitución no se ha tocado, pero tampoco se ha cumplido, al menos no se ha cumplido en los últimos 48 años desde que en 1960 se expulsaron del texto los contratos y las concesiones. Bueno, se expulsaron del texto pero no de la realidad.

En su iniciativa de reforma el gobierno ha respetado, de dientes para afuera, como todo, del texto constitucional tratando de saltarse sus restricciones mediante cambios a las leyes secundarias, es una astucia y es una simulación. Pero esta soberanía incurriría en una astucia y una simulación equivalentes diciendo que no tocará un texto que se incumple todos los días porque es el que “encarna” la voluntad de la nación; la voluntad de la nación, hasta donde puede verse, es no cumplir ese texto, no digo que haya que cambiar la Constitución, eso lo decidirá esta soberanía, lo que digo es que hay que pensar esta reforma libremente, sin supuestas ataduras constitucionales que en realidad no atan a nadie.

Se trata, creo yo, de pensar libremente lo que le conviene al país, y hacer luego los cambios legales que hayan de hacerse, incluyendo si hacen falta los cambios constitucionales.

Respecto al rechazo de la privatización hay que decir que ayuda poco a la claridad del debate este tema, porque en mi opinión la iniciativa que se discute no privatiza a PEMEX, privatizar en sentido estricto quiere decir, creo yo, que la empresa sea vendida a capitales privados, como se vendieron …..

(Sigue 14ª. Parte)

…que la empresa sea vendida a capitales privados, como se vendieron los teléfonos y los bancos, que yo creo que nadie pretenda tal casa en el México de hoy. Asunto distinto es que, haya inversión privada en la industria petrolera.

Si llamamos a esto privatización, pues no hay nada que pelar. Hace rato que el petróleo en México está privatizado, parcialmente a menos, pues la inversión privada es clave para el funcionamiento de PEMEX hoy.

En mi opinión, la pregunta adecuada no es ¿Si debe haber o no contratos privados en PEMEX, sino dónde y cómo?

La respuesta obvia es: donde convenga para que PEMEX sea la empresa eficiente, que no es.

Bueno, pero ¿Cómo garantizar que lo que convenga no termine en la opacidad, la corrupción y la ineficiencia que caracterizan la fama, y en buena medida, la realidad de PEMEX?

Bueno, mi respuesta sería: haciendo transparente a la empresa, con todos los mecanismos a la mano; un ente regulador autónomo, un consejo de administración independiente, una periódica rendición de cuentas al Congreso, una publicación consultable en Internet de las operaciones de la empresa, y del destino de los excedentes petroleros.

 

La opacidad, la corrupción y la ineficiencia son los verdaderos enemigos de PEMEX, no los contratos privados.

Por eso, lo primero que hay que garantizar, creo yo, es que PEMEX sea una empresa transparente, verdaderamente pública. Este es un tema central, no es el único, ni basta, desde luego, para modernizar a PEMEX, pero en mi opinión debería ser el primero, la puerta de entrada a todo lo demás.

Ni el diagnóstico gubernamental, ni su Iniciativa de Ley, abordan esto con claridad. Ojalá que el debate que aquí se ha iniciado, pueda llevarlo, este problema, al centro de la discusión, y en su momento al centro de la nueva ley.

La otra atadura de PEMEX es la debilidad fiscal del Estado, que es una debilidad histórica.

La Secretaría de Hacienda, que no cobra impuestos suficientes, dispone de las utilidades de PEMEX para cubrir hasta el 40 por ciento de las necesidades presupuestales del Gobierno Federal, que es el único que cobra impuestos, el único que reparte dinero desde su presupuesto.

Si fuera levantada la cadena de Hacienda sobre PEMEX, y se le diera a la empresa la facultad de reinvertir sus utilidades, pues PEMEX, muy seguramente sería una empresa mejor de lo que es. Pero el presupuesto de la Federación debería buscar, 40 de cada 100 pesos que gasta, en otra parte. Desde luego que esta sería una solución de fondo a la prisión presupuestal de PEMEX.

Pero el dinero de PEMEX no alcanza para PEMEX y para el Gobierno Federal.

Lo que es bueno para PEMEX, en este caso, puede no ser bueno para el Gobierno de la República.

Los legisladores que quieran devolver a PEMEX sus utilidades quitándolas del presupuesto federal, deben también decirnos cómo arreglarán el presupuesto.

 

No se trata --creo yo-- de tapar un hoyo haciendo otro, sino de legislar responsablemente y plantear, junto con la reforma petrolera, una reforma fiscal que ponga al Estado en camino de ser libre también él del petróleo.

Finalmente, en un día muy lejano, el petróleo desaparecerá del país. Pero el país seguirá existiendo.

Conviene que el Gobierno y sus legisladores empiecen a poner los cimientos de ese mundo, de finanzas públicas sin petróleo.

En todo caso, díganos los legisladores ¿cómo repondrán a la Hacienda Pública el dinero que le quieren devolver a PEMEX?

¿Y qué costo tendrá esto para los que pagan impuestos? Pues no hay otro lugar de dónde sacar esos recursos, que el bolsillo de los contribuyentes.

Me preocupa, en este sentido, la propuesta de dar a PEMEX autonomía presupuestal, rescatándola de las restricciones que Hacienda le impone, y de la sucesión de recursos a que ello da lugar.

Hacienda es un yugo, pero también es un control de las finanzas de una empresa cuya operación interna no controla nadie.

Autonomía presupuestal, sin transparencia y sin control externo de PEMEX, será sólo una forma superior de opacidad, ineficiencia y corrupción.

Hacer de PEMEX una empresa transparente, es requisito previo --creo yo-- de todo lo que quiera plantearse para modernizar la empresa.

Yo no tengo una idea precisa de cómo modernizarla, ni aventuraré aquí ninguna propuesta.

Digo sólo: que los 110 millones de dueños nominales de PEMEX, debemos adquirir algún control institucional y algún conocimiento de lo que verdaderamente ocurre con nuestro petróleo en las aguas profundas de la empresa que lo explota. Creo que esta soberanía debería trazar una legislación precisa al efecto.

Las piezas institucionales de la transparencia deseables para PEMEX se han esbozado en muchas partes, aquí mismo en esta mesa.

Necesitamos un ente regulador autónomo, que en verdad regule y en verdad tenga autonomía.

Necesitamos una actualización de las leyes y reglamentos de la industria petrolera, pues las vigentes datas de fines de los años 50s.

 

Necesitamos un consejo de administración con consejeros independientes, entendiendo por esto, personas conocedoras de la industria que no sean empleados de gobierno, ni contratistas de PEMEX: académicos, abogados, empresarios, y no sólo como ahora, secretarios de estado y miembros de sindicatos.

Necesitamos rendición de cuentas periódicas, ordenadas y transparentes a los poderes públicos, en particular a esta soberanía.

Y necesitamos rendición de cuentas por Internet, ordenadas y claras, hechas para que se entiendan, destinadas al público en general, entre los que estamos, los 110 millones de dueños nominales, que nada o muy poco podemos saber de lo que nominalmente es nuestro.

Bueno, como uno de esos dueños, solicito a esta soberanía, por ejemplo, un informe detallado del destino que han tenido los excedentes petroleros en estos años.

Entre algunos de nosotros ha corrido la noticia de que en Noruega, un país de 5 millones de habitantes, los excedentes petroleros fueron destinados a un fondo absolutamente transparente y disponible para la nación, que hoy alcanza la cifra de 370 mil millones de dólares, y cuyos rendimientos el gobierno destina a proyectos de equidad y políticas públicas.

 

¿Dónde están los excedentes petroleros de México?

¿En qué se han gastado a lo largo de estos años?

¿En qué se están gastando hoy, mientras hablamos?

Una vez garantizada la transparencia, y sólo una vez garantizada la transparencia, creo yo que habría que darle a PEMEX libertad como empresa; libertad para hacer todo lo que hacen las empresas petroleras modernas con las que PEMEX compite, incluyendo la libertad de asociarse con quien sea, y tomar la inversión, la inversión que le convenga, privada o pública, nacional o extranjera.

Eso no implica, en ningún sentido, vender PEMEX o perder su control por el Estado, sino hacerla una empresa de altos rendimientos para los mexicanos.

El objetivo final debería ser convertir a PEMEX en uno de los motores del desarrollo de México, sin perder la propiedad sobre la materia prima, ni el control sobre la empresa que la explota.

PEMEX puede y deber ser una empresa transparente y una empresa moderna.

¿Cómo hacerla moderna? No lo sé, ya lo he dicho, pero hay suficientes ejemplos internacionales a los que dirigir los ojos con humildad y con ambiciones.

Termino, instando a esta soberanía también, a un ejercicio de transparencia.

Llevamos meses con el Gobierno y las fuerzas políticas, escondiéndose las cartas de su proyecto petrolero bajo la manga.

Creo que llego la hora de decir con claridad: “Sin embozos, ni….

(Sigue 15ª parte)

…creo que llegó la hora de decir con claridad, sin embozos, ni circunloquios, lo que quieren para Pemex, de definir, como han empezado a hacerlo, en estos foros, sus posiciones, asumirlas y defenderlas de cara a la Nación.

Tenemos mucho, lo digo genuinamente, tenemos mucho que aprender de lo que ustedes saben, creen y quieren hacer con Pemex.

Tres cosas fundamentales esperamos y necesitamos de ustedes: la primera es, claridad; la segunda es, claridad; y la tercera es, claridad.

“Transparencia desde ahora”

Muchas gracias. (Aplausos)

-EL C. PRESIDENTE LABASTIDA OCHOA: Muchísimas gracias a Héctor Aguilar Camín, por su intervención.

Y le solicitaríamos a quien le tocó la oportunidad del cierre de estas intervenciones, al doctor Arturo Fernández Pérez, quien actualmente es Rector del Instituto Tecnológico Autónomo de México, hiciera uso de la palabra.

-EL SR. DR. ARTURO FERNANDEZ PEREZ: Muy buenas tardes, agradezco la deferencia del Senado de la República, de ser convocado a participar en este debate, de tanta relevancia, para el destino de nuestra Nación.

Y lo hago con gusto, y con la debida advertencia, de que me pronuncio a título personal, es decir, mi opinión no refleja, necesariamente, el de la comunidad universitaria en la que participo, ni tampoco de la institución de educación superior que dirijo, cuya posición política está circunscrita, exclusivamente, a la libertad de educación y de cátedra; aspectos esenciales de su quehacer; y desde luego tampoco represento a ningún partido político, ni tengo afiliación partidista alguna.

Segundo punto. La iniciativa del Ejecutivo Federal.

 

No me referiré a los elementos del diagnóstico, que ya se han discutido mucho, pero de lo que si estoy convencido, es de que es urgente actualizar el marco regulativo y organizacional que norma la gestión de la industria petrolera; porque ésta no es satisfactoria.

Y aquí ya se ha abundado, sobre por qué no lo es.

De no hacerse a la brevedad, con la transparencia debida y la claridad adecuada, la Nación no podrá ejercer debidamente la soberanía sobre el petróleo, porque de continuar las tendencias recientes, la renta petrolera se disipará y menguará; el desarrollo de la industria tropezará con enormes problemas y su desempeño será un lastre para el país; en vez de ser un puntal.

Y las generaciones presentes y futuras, tendrán que lamentar las consecuencias de nuestra indecisión e incapacidad de conseguir acuerdos y de nuestra falta de visión y verdadero compromiso con México.

La iniciativa del Ejecutivo que se discute, en este foro, tiene muchos elementos y por limitación de tiempo solamente me referiré a alguno de ellos.

A mí me parece también que ningún elemento de la iniciativa contiene medidas de privatización, entendida ésta, como la transferencia de activos o sociedades a la esfera privada. En todo caso, se propone subrogar la prestación de algunos servicios. Esto sólo por aclaración.

Tercero. Cuál debe ser el centro del debate o parte del centro del debate, en la reorganización de la industria petrolera y en la modernización del marco regulativo.

Creo que cualquier… esa estructura debe responder a la captura de la renta petrolera por el Estado mexicano. Me parece que la esencia, el meollo de la controversia, que nos reúne, el centro del debate en el cual debemos enfocar esta discusión, está en la apropiación del Estado, constitucionalmente dispuesta de la llamada renta petrolera.

Y en consecuencia, de ello, en los mecanismos debidos de explotación, gestión y operación de la industria petrolera, que permitan que el Estado mexicano capture integralmente dicha renta, para conseguir el interés público, que finalmente se persigue.

Me parece que el principio, cualquiera otra consideración es de carácter circunstancial.

También creo que la soberanía del Estado mexicano sobre los hidrocarburos, se ejerce en plenitud, cuando el Estado consigue apropiarse del total de la renta petrolera; independientemente de quién y de cómo se organiza a la industria. Y mientras que dichos arreglos institucionales, no impidan o menoscaben su efectiva apropiación.

 

Y esto me obliga a hacer una digresión. Hay que definir el concepto de renta petrolera, para saber de qué estamos hablando. Y, bueno, podemos referirnos al concepto de renta económica desarrollada por la escuela clásica de economía, y muy especialmente a la propuesta por David Ricardo, ya así casi dos siglos, y que se aplicaba, en aquellos tiempos, a la tierra, como factor productivo de oferta limitada y no renovable. Y simplemente lo definía, que la renta económica se entienda como la retribución que recibe el poseedor de la tierra, por encima de su contribución de ésta en un uso alternativo.

En consecuencia, en aquella discusión clásica, la mayor parte de la retribución que recibía el terrateniente era considerada, como no indispensable para mantener ese recurso en un uso productivo. Y por esa concepción clásica, los terratenientes percibían retribuciones y además rentas económicas, con una connotación peyorativa. Porque dichas retribuciones no eran resultado de un esfuerzo o sacrificio productivo para contribuir a la producción, sino el producto exclusivo del privilegio de la posesión de tierras, que en esa época, en Nueva Inglaterra del siglo XVIII, era sólo el fruto de la asignación discrecional de la Corona.

Bueno, ahora en el siglo XXI, ya los economistas no estamos hablando de la rentas ricardianas de la tierra, sino que ahora hablamos de las rentas petroleras. Esa retribución que recibe el poseedor de ese recurso, por tener el control de un recurso no renovable de oferta fija y que produce gran valor para satisfacer las necesidades de los consumidores.

Y visto así, la renta petrolera, se puede definir: como la diferencia entre el ingreso bruto y los costos totales de exploración y extracción.

Y en estos se incluyen todos los costos y pagos hechos a los factores de la producción necesarios y mínimamente indispensables para localizar y extraer el recurso. Obviamente, la renta petrolera, siguiendo esta definición, de cada pozo, es diferente. Creo que hoy se reconoce, lo vi en la prensa, que se hablaba de impuestos diferenciales y creo que responde a esto.

Pero lo que es muy importante decir, es que en estos costos que se deben de utilizar para contabilizar la renta petrolera, debe incluirse todo el costo de capital y la prima correspondiente de riesgo, que puede ser tan alta, como el propio costo del capital; correspondiente a la actividad exploratoria, que está sujeta a un severo perfil probabilístico y a la extractiva.

Entonces, yo creo que debemos separar, lo que es renta petrolera o de lo que es, rendimiento a la actividad industrial y empresarial que realiza Petróleos Mexicanos.

Y si hacemos y podemos definir eso claramente y medirlo, esto sería un avance muy, muy importante para definir muchas otras cosas.

El siguiente punto que quiero comentar es que, no hay renta petrolera, no hay renta petrolera en las actividades de refinación, petroquímica, transporte y distribución…

(SIGUE 16ª. PARTE)

…..actividades de refinación petroquímica, transporte y distribución. Hay rentabilidad al capital invertido como cualquier otra actividad industrial.

Si estamos de acuerdo con la definición de renta petrolera, es evidente que ésta se realiza, se monetiza exclusivamente en las actividades explorativa y extractiva, incluso si éstas no son realizadas directamente por el propietario del recurso y siempre y cuando el propietario explote, efectivamente, su derecho de propiedad exigiendo la retribución máxima posible.

En las actividades mencionadas no se genera renta petrolera, pues se trata de actividades económicas de transformación y servicio en las que las retribuciones que perciben los actores productivos correspondientes, solo corresponden a su contribución a la producción y reflejan exclusivamente su costo. Esas actividades adquieren el crudo, los insumos y servicios factoriales a los precios del mercado nacional e internacional.

En la medida en que hay mercados más o menos competidos, disputables en el comercio mundial de crudo y en los servicios ofrecidos por las actividades productivas relacionadas, el control monopólico del Estado tampoco es un instrumento estratégico valioso indispensable, para capturar integralmente la llamada renta petrolera.

Esto puede ser la diferencia fundamental con respecto a la década de los 30, cuando se expidió importante legislación petrolera, que puede explicar el contenido de las actuales normas constitucionales.

Por ejemplo la actividad de maquila de petróleo que hacen las refinerías en el mundo se ha retribuído históricamente solo con uno o dos dólares por barril. Eso es lo que se le paga a un servicio de maquina. Con ese pago la refinería tiene que cubrir todos los costos de procesamiento, energía eléctrica, personal, reactivos químicos y, desde luego, lo que es muy importante, el costo de capital de dichas instalaciones que pueden costar entre 4 y 8 mil millones de dólares.

Ahora bien, también históricamente el rendimiento del capital invertido en las refinerías mundiales, ha fluctuado entre el 7 y el 15 por ciento, más o menos, que son rendimientos normales y reflejan solo el costo de oportunidad del capital y la naturaleza de una industria que opera con grandes costos hundidos, y que por tanto sujeta a grandes ciclos.

En consecuencia, me parece que estos argumentos, que estos datos, son evidencia de la ausencia de rentas económicas en las industrias de refinación, petroquímica, transporte y distribución provenientes de la posesión o propiedad exclusiva de un recurso no renovable. Ahí no hay rentas petroleras. Ahí hay rendimiento del capital invertido, ajustado por el riesgo y por la eficiencia.

De hecho todos sabemos que Pémex maquila petróleo mexicano en Texas, y seguramente lo hace a tarifas competitivas, ya que cuenta con una multitud de opciones para hacerlo. Lo desafortunado de ello es que se incurre en un doble costo de transporte, llevar el crudo y traer la gasolina. Que el valor agregado, incluidos los impuestos y el empleo, se queda en el extranjero y que no se desarrolla en México el potencial de la industria petroquímica y química. El costo del transporte incurrido disipa parte de la renta petrolera, ya que dicho costo sería evitable si el crudo se refinase en México.

Las disposiciones constitucionales e integración vertical de la industria no corresponden a la realidad actual. Estoy seguro que reflejan las realidades de la organización y concentración industrial del estado, de la tecnología y de otros elementos estratégicos a lo que el licenciado Porfirio Muñoz Ledo se refirió que existían en la década de los 30s del Siglo pasado.

Entonces, a mi en principio me parece adecuada para el interés publico la Iniciativa de permitir la actividad de maquila, de refinación en territorio nacional y en permitir a los particulares participar en las actividades de transporte, distribución, en este último caso adecuadamente regulados. De hecho sería para mí preferible, incluso, modificar la Constitución al respecto y permitir abiertamente la participación de los particulares en estas actividades con el debido régimen de libre concurrencia, regulación y competencia.

Y mientras no se obligue a Pémex a vender el crudo a precios inferiores a los del mercado internacional y pueda enajenarlo al mejor postor o bien pague una tarifa menor o igual a la que paga actualmente por refinar el petróleo en Texas, y mientras pueda adquirir bienes y servicios del mejor postor, la renta petrolera queda debidamente protegida y no tiene que ser compartida. Más aún, en la medida que las actividades de refinación, petroquímica, transporte, etcétera, etcétera, realizadas por Pémex, hoy en día no se preocupen al menor costo posible, es decir, con la debida eficiencia, el Estado Mexicano está tolerando la disipación de la renta petrolera transferida involuntariamente mediante subsidios cruzados entre las divisiones de exploración y refinación.

Entonces no solo se trata de que el Estado Mexicano capture toda la renta petrolera, sino que no tolere su disipación por múltiples causas de ineficiencias.

Siguiente punto. Unos comentarios sobre la captura de la renta petrolera y su aprovechamiento.

Primero se debe decir que la mayor parte de los Estados del mundo capturan una gran parte o la totalidad de la renta petrolera. Las diversas tasas impositivas que se aplican a los ingresos petroleros en la mayor parte de los países del mundo, son muy altas, sin importar la naturaleza pública, privada o mixta de las empresas petroleras o el régimen de propiedad del recurso público privado o concesible. Las tasas están entre 50 y 80 por ciento en la mayor parte de los países.

Y la razón es muy sencilla. En la extracción del crudo se realizan enormes rentas económicas ---con ese concepto ricardiano-- y su gravamen resulta, desde el punto de vista económico, el más eficiente posible, el que menos distorsiona o afecta la actividad económica.

Me parece que en la discusión pública hay mucha confusión al respecto. Y para tratar de dilucidarla conviene recordar que la propiedad del petróleo en el subsuelo mexicano es del Estado Mexicano. Pémex, Pémex solo funge como agente económico del Estado para ejecutar las actividades relacionadas con la industria. La renta petrolera no es de Pémex. El Estado Mexicano debe capturar cada peso de esa renta cada año.

Por otro lado y también muy importante, se trata de definir y dotar a Pémex con el nivel de activos que requiere para su operación eficiente y moderna y también determinar la estructura óptima de su financiamiento.

Desde luego se le debe asegurar a Pémex la posibilidad de operar como cualquier empresa en el mundo, y para ello requerimos medir claramente la renta petrolera para extraérsela y dejar que Pémex genere las utilidades que realiza por su actividad industrial como lo hace cualquier empresa, y que su Consejo de Administración decida si lo retiene o no lo retiene.

Y por otro lado el Estado también puede decidir, aportar presupuestalmente, como cualquier accionista de una empresa……

(SIGUE 17ª. PARTE).

… también puede decidir aportar presupuestalmente como cualquier accionista de una empresa privada, recursos para la inversión cuando se demuestre que estos son rentables y adecuados.

La distribución de la renta petrolera también ha estado sujeta a una gran discusión. Sin embargo me temo que el enfoque no ha sido el adecuado, es decir, el que corresponde al interés público de la nación.

El crudo depositado en el subsuelo es un activo propiedad del Estado mexicano para beneficio de todos los mexicanos presentes y futuros, no de los gobiernos federal y estatales en turno ni sólo de los mexicanos de esta generación.

Si el crudo es extraído en principio, dicho activo debe ser convertido en otro activo. Los rendimientos anuales del activo en cuestión pueden ser destinados a los presupuestos anuales de los gobiernos o incluso como lo hacen en algunos países del mundo, distribuidos como dividendos en efectivo a toda la población.

Muchos países con grandes recursos naturales han construido fondos soberanos para administrar debidamente esas rentas.

El crudo es un recurso no renovable, pero su valor reinvertido en un activo financiero es perdurable para el beneficio de las generaciones presentes y futuras.

También, voy a hacer un doble comentario sobre las propuestas de autonomía de gestión de PEMEX y de su reforma, su estructura de gobierno. Ahí quiero decir simplemente que la operación ineficiente de esta empresa es una fuente de disipación de la renta petrolera, es una disipación de la renta petrolera. En consecuencia, la operación eficiente, transparente y honesta de PEMEX es un imperativo.

Y el problema de operación eficiente de la empresa pública no es un asunto ideológico, es un asunto que tiene que ver con los incentivos; no tiene que ver con la competencia de sus ejecutivos, sino con la limitada también libertad con que actúa.

La libertad de muchos controles burocráticos y la mayor capacidad de decisión deben estar acompañadas de una nuestra estructura de control; no se trata de quitar controles, sino de tener controles efectivos. Es decir, de un modelo moderno de gobierno corporativo.

Y por ello me parece loable crear un consejo de administración con miembros independientes y especializados comités del consejo para controlar la empresa y obviamente no hay ningún gobierno corporativo ideal, tendremos que ir innovando y corrigiendo sobre la marcha.

También la emisión de estos bonos financieros creo que tiene el propósito, está vinculada con esta propuesta, porque se busca que cientos de analistas financieros privados se interesen en PEMEX, que sigan de cerca su desempeño, que la califiquen y que coadyuven así a la mejor toma de decisiones y desde luego a la divulgación de información a la opinión pública, es decir, a los verdaderos accionistas. Por ello, son bienvenidas las iniciativas de autonomía de gestión y de nuevo gobierno corporativo de la empresa, sin pensar que son la última palabra, pero hay que avanzar en ese camino.

Señores senadores, señores diputados, mi mejor deseo es que estos foros de debate sirvan para conseguir los acuerdos necesarios para modernizar la industria petrolera en beneficio del país. Ese es el objetivo de todos.

Las legítimas diferencias ideológicas y de puntos de vista no deben ser un obstáculo insalvable para conseguir acuerdos. El arte de la política debe reinar por encima de estos desacuerdos.

Muchas gracias.

(Aplausos)

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Agradecemos mucho a don Arturo Fernández Pérez su intervención.

Finalizadas estas siete ponencias, pasaríamos a un segundo ciclo de debate entre quienes nos han hecho el favor de hacer uso de la palabra.

Creo que un sistema correcto sería continuar con la misma oportunidad, con las que fueron realizadas las primeras intervenciones. La primera intervención, si desean hacerla, no están obligados a ello, sería hasta por cinco minutos. Y le correspondería a la doctora Claudia Sheinbaum.

-LA C. DRA. CLAUDIA SHEINBAUM PARDO: Yo quisiera decir que, número uno, el petróleo no es cualquier materia prima y PEMEX no es cualquier empresa. Me parecería obvio hablar de la geopolítica mundial en relación en petróleo y las guerras internacionales, pero también decir que el consumo de energía mundial depende en términos de hidrocarburos y alrededor del 60 por ciento; y en México depende del 80 por ciento. Es decir, 80 por ciento de la economía depende de PEMEX. Así que PEMEX no es cualquier empresa.

 

PEMEX no es cualquier empresa tampoco nada más por comparación. PEMEX recibe de ingresos cerca de 100 mil millones de dólares al año y el hombre más rico de México, Slim, tiene en toda su riqueza 45 mil millones de dólares. De tal forma que no estamos hablando de cualquier empresa ni tampoco estamos hablando de cualquier materia prima.

Tampoco estamos hablando de cualquier empresa cuando hablamos de las empresas trasnacionales. Nada más para recordar lo que decía don Jesús Silva Herzo, que las empresas trasnacionales petroleras eran en realidad las que más daño le habían causado a la patria. Y eso está en las conferencias que dio en América Latina en los años 60’s, cuando hacía una visión histórica de lo que había representado el interés de las empresas trasnacionales en México que incluso había promovido la invasión de Estados Unidos a la nación. Así que no estamos hablando de cualquier materia prima.

Tampoco estamos hablando de cualquier contrato, no estamos hablando de la contratación para la construcción, de la contratación para la compra de hojas en PEMEX. Estamos hablando de la operación de las áreas estratégicas de la petrolera.

¿Esto qué significa?

Que hablamos del transporte, hablamos de la refinación. Que en efecto no dan renta petrolera, pero sí valor agregado y queremos que se valor agregado se quede para los mexicanos y no para unas cuantas manos.

Estamos hablando de ¿qué contratos? De los contratos de riesgo que tanto daño causaron al país y queremos hacer historia. Pero no sólo eso, de los contratos de servicios múltiples que el día de hoy, aunque son anticonstitucionales, están generando precios altísimos en la extracción de gas natural en México.

Estamos hablando, además, de la rentabilidad de la empresa, sí, y estamos hablando de lo que significaría la desintegración vertical de PEMEX.

Mientras todas las empresas en el mundo van a la integración vertical privadas o públicas, aquí se está hablando de la desintegración de la empresa petrolera con los enormes problemas que esto podría causar.

Por cierto, en la producción de petróleo, la producción no puede ser un índice de productividad como en otras ramas de la economía, sencillamente porque estamos hablando de un recurso no renovable, es contradictorio hablar de sustentabilidad e incrementar la producción de petróleo, nada más veamos el asunto del cambio climático global en el mundo.

Lo que ha sucedido en el país es que se incrementó la producción de petróleo de 2.5 millones de barriles en el 90 a 3.84 millones de barriles en 2004. Y todo ese incremento se destinó a la exportación de crudo.

Cuando se podrían haber construido las refinerías, es decir, una visión integral de la empresa que promoviera ingeniería nacional para que dejáramos de estar importando gasolinas, disel, gas LP, etcétera. El asunto es que es una cadena productiva y lo que buscamos es que esa cadena productiva se quede en manos de la nación a través de PEMEX como una empresa, entidad o como ustedes le quieran llamar del estado.

El asunto es que sí hay recursos y como queremos que siga siendo una empresa pública, lo que necesitamos es destinar esos recursos a PEMEX. Y no todo lo contrario, que lo que han venido haciendo es quitándolo.

Es falaz decir que se va a quitar dinero al gasto público por dárselo a PEMEX y ahí están los excedentes petroleros de los que se hablaron en esta mesa…

(Sigue 18ª parte)

…y ahí están los excedentes petroleros de los que se hablaron en esta mesa.

Solamente para ponerles como ejemplo: Los excedentes petroleros anuales del 2004 al 2006 que tuvo Fox en sus manos y que no se sabe muchos de ellos a dónde se fueron, fueron de alrededor de 10 mil millones de dólares anuales.

Una refinería, tenemos al menos 3 trenes de refinación en el país para dejar de importar, una refinería cuesta –búsquenle ustedes- entre 2 mil 500 y 5 mil millones de dólares. Es decir, los excedentes petroleros de Fox, nos hubieran dado para 4 ó 5 refinerías.

El asunto no es que no haya dinero. El asunto es que deliberadamente por seguir líneas internacionales, se quiere privatizar a la empresa. (Aplausos).

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Le corresponde la segunda exposición al licenciado Porfirio Muñoz Ledo.

- EL LIC. PORFIRIO MUÑOZ LEDO: Yo tengo tres observaciones puntuales.

Nos habla Luis Rubio de corrupción. El Centro de Estudios sobre Corrupción de la UNAM, tiene un estudio sobre las formas de corrupción de PEMEX. Las internas son mínimas, a no ser que esté peculada. Fundamentalmente son relaciones perversas empresa-sindicado, y cuando el sindicato actúa como representante de terceros.

El 90% de los actos corruptos son de relaciones de PEMEX con terceros, en todos los terrenos, de todas formas de contrato.

Por tráfico-influencias no quiero referirme a los casos recientes del anterior y este gobierno, porque no es la naturaleza de este debate, pero todos lo tenemos en mente.

Entonces, la idea es que abriendo más a las relaciones con terceros se va a disminuir la corrupción.

Un estudio de transparencia internacional dentro de las 10 empresas más opacas del mundo, están 6 grandes empresas petroleras. Y dice ese estudio, son las únicas que nunca han informado con qué criterios compran y con qué criterios venden.

Segundo.- Desarrollo nacional. Se dijo ayer que tenemos que irnos a los mares profundos, porque si va a haber renovación de fuentes de energía nos vamos a quedar con el petróleo para vestir santos.

Les quiero dar un dato. De naciones Unidas en los últimos 40 años creció 2.49 el uso de los metales, creció 48.6 veces los plásticos y 59 veces el uso de petrolíficos y petroquímicos como materia prima. Ese es el futuro desarrollo. Desarrollo estabilizador.

En esa época, mi querido Javier, no se nos ocurrió, no pasó por la cabeza la posibilidad de que fuéramos un país exportado de crudo, entre otras cosas por lo que acaba de decir Claudia, que está pareciendo una discusión aséptica, es decir, aquí no hay nada de política, no hay nada de guerras, no hay nada de nada. Es como si estuviéramos hablando de la venta de los textiles.

El 58% de los conflictos armados de las últimas dos décadas han ocurrido en un país petrolero. Una de las razones por las que no exportamos crudo, era por prudencia, por prudencia. Porque conociendo las posibilidades de presión de los Estados Unidos sobre México –perdón que lo diga-, no queríamos jugar en esas ligas. No queríamos jugar en esas ligas.

La obsesión no era importar petróleo. La obsesión era la misión, estuvo tu hermano Gustavo y la hermana Ifigenia, 67-69 d rediseñar el régimen fiscal del país. Es el único país sobre la tierra que no ha aumentado en 40 años su tasa de situación fiscal, la misma que teníamos en 69, abajo del 10%, sin contar la cuestión de las empresas.

¿Por qué esto? Perdón, te paso la pelota, es tan grave tocar el bolsillo, el bolsillo de quién. Los trabajadores están gravados en México.

¿Por qué Brasil tiene 37% de la imposición y nosotros no podemos tenerlo?

¿Por qué se ha dicho que en una Reforma Hacendaria multianual, se puede aumentar 2.5% al año? Al tercer año ya le devolvimos todo su dinero a PEMEX.

Yo no puedo estar de acuerdo en la idea de que Hacienda, Hacienda es el responsable de…, desde luego, es el dueño de la venta petrolera, responsable de proveer las finanzas públicas, de contraer el crédito, de distribuir el gasto y de controlarlo llamado absolutismo. Tú que eres estudioso de los procesos políticos, está muy estudiado y muy publicado, el exceso de producción y el aumento provocaron el desplazamiento de la clase política a la que servía a la clase tecnocrática, por el entronizamiento de una clase tecnocrática al servicio de un interés ajeno. Ese fue el fenómeno fundamental que se dio en el país.

Aquellos que eran dueños de las decisiones del endeudamiento, de la contratación y la recontratación de la deuda; de la distribución de los ingresos entre los actores políticos y administrativos, y del control global del gasto de toda la Federación. Ese es uno de los fenómenos más perversos que hemos vivido en México.

Y por último, me gustó mucho, debo decir, el doctor Fernández su exposición por ultra y me parece objetiva. Pero usted cita una frase mía que requiere un complemento.

Yo tengo para mi que se están produciendo fenómenos geopolíticos y geoestratégicos que nos pueden favorecer. Se está terminando el mundo unipolar. Hay la demanda también de las potencias emergentes. Estados Unidos sigue consumiendo 20 millones de barriles diarios y China ya creció en 30% en los últimos 10 años.

Entonces, ya son varios actores que están en juego y nosotros tenemos ahora muchas opciones.

Si termina la era de la familia Bush que comienza en 1981 y que está reconocida como el momento más alto de influencia de las corporaciones petroleras en la Casa Blanca, sí. Se ha hablado de una Casa Blanca corporativa que quiere controlar al proceso de agotamiento de los hidrocarburos y la accesibilidad de precio-rentabilidad de las nuevas fuentes energéticas. Nosotros tenemos muchas cartas que jugar.

Y voy a terminar por último. Si alguien me puede explicar y no es el momento, ¿por qué México nunca entró a la OPEP? Si se fue a ver el asunto en 3 ocasiones entenderá todo. México jamás puede asociarse a los países productores. Hubo un momento en que pertenecíamos a las 17 organizaciones de países productores, menos a la más importante.

Cuando en 98 México se coordinó con Venezuela y con Arabia Saudita, empezó a repunte de los precios.

Y dejo un último dato a propósito de geopolítica, porque también hay la otra cara de la moneda.

Estados Unidos consume 20 millones, de los cuales produce 7 e imparta 13.

Entre Arabia Saudita, Canadá, México y Venezuela, aportamos el 54% de la importación de hidrocarburos a los Estados Unidos. Entonces, ahora sí que donde las dan las toman. México tiene vocación, tiene una vocación nacionalista y un proyecto a largo plazo de reubicar conforme al interés nacional el nivel revolucionario y político mundial. (Aplausos).

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Si entendí bien, el licenciado Héctor Aguilar Camín, desearía anticipar su intervención.

- EL LIC. HECTOR AGUILAR CAMIN: Si puedo hacer una réplica, porque ya hay alusiones y se acumulan y luego se me olvidan los argumentos.

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Por supuesto, por supuesto.

Le correspondería, entonces, al doctor Luis Rubio hacer uso de la palabra.

- EL DR. LUIS RUBIO: Gracias, Senador.

Primero, la soberanía no está en discusión. Nadie pone en duda la soberanía o el hecho de que la industria sea o no industria emblemática de la mexicaneidad.

En segundo lugar, yo creo que la disyuntiva es si la industria petrolera es un medio o es un objetivo en sí mismo. Dejar a PEMEX como está o cerrar más en una estrategia de autarquismo, una autarquía, no haría sino sacrificar el potencial de desarrollo del país en general para beneficio de los intereses que se han espoleado de la empresa a lo largo de los años.

Tercero. El tema…

( Sigue 19ª parte )

...a lo largo de los años.

3.- El tema de participación privada yo creo que es un falso dilema, Héctor Aguilar ya lo explicó de una manera muy cuidadosa y muy completa, el tema central es qué clase de economía, y si se privilegia la eficiencia o el control estatal de la empresa.

La inversión privada es útil o es inútil, no es otra cosa, pero su participación debe ser un asunto fundamental de la decisión que se tome en la reforma que aquí se decida.

4.- Me parece que hay un tema de gran confusión en el uso de los números. Pemex es una empresa que por la que pasa tanto dinero que es fácil confundir lo que es la renta de lo que es el manejo de la empresa, y eso es un tema fundamental.

Si quitamos la renta petrolera, que Arturo Fernández separó con todo cuidado de lo que es la empresa, nos vamos a encontrar con una empresa deficitaria, una empresa que tiene pérdidas severas, son cifras estratosféricas que hace fácil ignorar que la empresa misma es altamente ineficiente, que no se le mide por el funcionamiento de la empresa misma, simplemente sus índices de productividad, sus índices de empleo no tienen mucho que discutirse.

Finalmente, yo propondría hablar sobre la industria más que la empresa, porque creo que hay diversos modos de asociación, diversos modos de organización que no tienen por qué limitarse a la estructura actual o a la empresa Petróleos Mexicanos. Todos ellos siendo estructuras empresariales del Estado no tienen por qué ser privadas, simplemente la manera de organizarse puede ser distinta.

Pemex tiene hoy una serie de divisiones que nunca se separaron de la empresa central, podemos pensar en empresas separadas independientes con estructura legal, operativa y funcional muy diferente. Gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias al doctor Luis Rubio, y pasaríamos a darle el uso de la palabra al ingeniero Javier Jiménez Espriú.

-EL INGENIERO JAVIER JIMENEZ ESPRIU: Muchas gracias.

Yo quisiera tocar tres temas de lo que aquí se ha planteado, coincido, desde luego, con la apreciación original del senador Labastida sobre la calidad de la pluma de Héctor Aguilar Camín. En muchas ocasiones sus libros me han puesto nervioso, y la lectura, el escuchar el texto de esta mañana me puso más nervios, porque me sentí un poco tomado con espuelas, porque a mí me tocó afortunadamente en la vida firmar varios cientos o varios miles de contratos en Petróleos Mexicanos.

Sería verdaderamente frustrante para mí cuando ya haya llegado, la vera de la montaña busca de la serenidad, enterarme de que firmé contratos anticonstitucionales. Las palabras no se otorgan contratos, concesiones y contratos de que habla el 27 Constitucional, califican las oraciones anteriores al párrafo que hablan, entre otros campos como la minería, del otorgamiento de títulos que dan la explotación, uso y aprovechamiento a particulares.

El párrafo al que se refiere, que no se otorgan concesiones ni contratos, se refiere a los que dan explotación, uso y aprovechamiento del petróleo a los particulares, los otros, es que éstos, a éstos a los que se refiere el artículo correspondiente son contratos de riesgo.

Ahora, lo estoy diciendo un poco en defensa propia y debí de haber dicho lo que dijo Héctor al principio de su intervención: “yo de lo que se está hablando aquí sé bastante poco”, dijo él, y yo de derecho se bastante menos. Pero como antes de hacer cualquier cosa en la vida averiguo qué es lo que está bien y qué está mal, antes de hacerlo, pues firmé aquellos contratos con la seguridad de que no eran anticonstitucionales.

Creo que lo que dice el artículo correspondiente del 27 se refiere a justamente a los contratos de riesgo, a los que dan explotación, uso y aprovechamiento de los recursos. Me preocupó también alguna de las expresiones de Javier Beristáin en el sentido de, si entendí bien, que en la propuesta habría que aumentar lo más posible la plataforma de producción de los hidrocarburos.

No estoy de ninguna manera de acuerdo, y creo que aquí es una de las fallas que ha tenido la política mexicana, no hay una política, no hay un responsable de definir esto. Estamos metidos en un embrollo por una falta de una política de esta naturaleza.

En 1979 cuando se descubrió el maravilloso yacimiento de Cantarell se nos dijo casi textualmente: “Se ha descubierto un yacimiento gigante fenomenal, a partir de hoy con el ritmo de explotación que tenemos, tenemos petróleo para 58 años”, incluso está en la exposición de motivos de alguna de las iniciativas. 58 años nos llevaban en ese momento hasta 1938, y hoy según nos dicen nada más tenemos 9 con las incorporaciones de reservas posteriores.

¿Por qué? Porque se tomó la decisión verdaderamente inexplicable de aumentar sin límite la producción porque teníamos que atender las deficiencias y las finanzas públicas y la incompetencia de los funcionarios de Hacienda para hacer una reforma fiscal adecuada.

Hay que revisar la plataforma petrolera, queremos un recurso que es no renovable, que sirva para nosotros y para el futuro y que no contamine, como ya se ha dicho, quemándolo, sino transformándolo en materias de mayor valor agregado.

Un último comentario. Se ha dicho en muchas ocasiones de que es una aberración de que Pemex maquila en Texas y luego lo trae y lo vende, no, no es el caso. La historia de la compra de una parte de la refinería de Petronor en España, que después nos dio una posición en Repsol, y la compra y la participación de la refinería de Dirk Park, en la cual yo participé, fue justamente para dar salida a barriles de petróleo maya mexicanos con un contrato de venta de petróleo, con una adquisición de acciones de la empresa en un magnífico contrato, y también con un contrato de adquisición de petrolíferos que era benéfico porque ya estábamos exportándolo.

No mandamos petróleo a maquilar, vendemos petróleo a una empresa de la cual formamos parte, tenemos acciones y compramos a ésta empresa petróleo, y además tenemos las utilidades de la refinería. Lo hicimos porque allá sí se podía, y no hicimos la refinería en México, que en ese momento costaba 2 mil millones de dólares, que estaba diseñada y que estaba planteada porque no nos lo autorizó la Secretaría de Hacienda.

Por eso me encanta la idea que apoyo de la iniciativa, de la autonomía de gestión, porque será una segunda expropiación de Petróleos Mexicanos: una, la primera, fue de las manos de las compañías extranjeras, y, la segunda, será de las garras de la Secretaría de Hacienda.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le corresponde a continuación al licenciado Javier Beristáin hacer uso de la palabra y realizar su intervención.

-EL LICENCIADO JAVIER BERISTAIN: Muchas gracias, señor senador.

Bueno, yo celebro ante todo que hay varios elementos de consenso entre los participantes en este debate. Me atrevo a poner sobre la mesa cuando menos cinco elementos de consenso, después hablaré de un par de diferencias y cerraré con referencia a las alusiones personales.

Puntos de consenso:

1.- La transparencia, rendición de cuentas en Pemex es indispensable, todos nosotros pondríamos como condición para cualquier cosa la transparencia y rendición de cuentas en Pemex.

2.- El petróleo es importantísimo, podemos alegar algo en torno a los números, un problema de transparencia es que no es fácil obtener los números de Pemex, cuesta trabajo, es minería de datos la que hay que hacer, tiene que ver con la transparencia; pero como quiera que sea sabemos que Pemex es importantísimo.

Aquí se ha hablado, por ejemplo, de la contribución de Pemex al valor agregado. La contribución a costo de factores es como 2%, pero la contribución a precios de mercado es como 10%, ahí está la renta…

(SIGUE 20ª PARTE.)

. . . como 2 por ciento, pero la contribución aprecios de mercado es como 10 por ciento, ahí está la renta, esos 8 puntos es la renta petrolera, no es costo de factores, no es el costo de operación de PEMEX o los pagos al uso de los factores de producción por PEMEX, sino la renta petrolera, pero es diez por ciento, diez por ciento al valor agregado proviene de PEMEX.

Diez mil millones de dólares es la contribución a la balanza comercial neta, el meteo de importaciones e importaciones totales del petróleo-petroquímica da diez mil millones, no es despreciable, y la contribución a finanzas públicas, bueno, 38, 40 por ciento asociado a la renta, etcétera, es decir, PEMEX es un importante, no cabe duda, tercer punto de consenso, hay que investigar, hay que desarrollar ciencia y tecnología, pero necesitaríamos otro foro para ver por qué no lo hemos hecho y no sólo en la industria petroquímica o petrolera, sino prácticamente en nada, México es un país miserable en términos de inversión en ciencia y tecnología, yo creo que es un punto de consenso entre todos nosotros, hay que hacer algo al respecto.

Cuarto, según la discusión de la reforma energética, de una u otra manera va a terminar enlazándose con temas fiscales y que la reforma fiscal que ya se hizo y que está dando buenos resultados pues no es la última que se va a necesitar, dentro de no mucho tiempo, tal vez no esta legislatura, pero alguna, y no va a pasar mucho tiempo va a tener que retomar el tema fiscal.

Y cinco y último punto, pues me parece que hay consenso, hay alguna inseguridad jurídica en las operaciones de PEMEX con los particulares y ahí queda para la reflexión y seguramente no se va a resolver de un solo golpe, pero ahí va a quedar para una tarea legislativa de profundidad, dos diferencias: una diferencia que tampoco se va a resolver en esta ocasión y a la que me refería yo en mi planteamiento inicial, necesitamos una política, una nueva política de estado para el crecimiento en la que se replanteé la relación estado-mercado, probablemente en la siguiente legislatura también pudiera meterse a la agenda dentro de la reforma del estado, Porfirio, no sé dónde, pero una política de estado para el crecimiento donde revisemos con seriedad el papel del Gobierno Federal, estatal, etcétera, de los organismos y empresas, del sector privado, porque el 25 y 26 nos hablaban de planeación del desarrollo y la verdad se hizo cuando ya no era necesario la planeación al desarrollo, de sistema de economía mixta cuando ya todo el mundo se estaba dejando hablar de economía mixta, a hora hay que replantearlo. Entonces esa es una diferencia entre algunos de nosotros que se pueda retomar en otro caso.

Segunda diferencia crucial, la distribución de la renta, la renta no es de PEMEX, aquí concuerdo con mi compañero Arturo Fernández y otras reflexiones, la renta no es de PEMEX, la renta es de la nación, primer punto; segundo punto, viene el alegato acerca de la distribución de la renta entre inversiones o gasto social, es un alegato legítimo que se da en este ambiente.

Tercero, la utilización de la renta para redistribución intergeneracional, no es un alegato crucial, ahí hay algunos debates, me parece que una conclusión de esta sesión es que lo que está en juego es la renta petrolera y su destino en manos de los mexicanos a través de sus órganos representativos, y para alusión personal, qué más quisiera yo que tener la bola de cristal para dilucidar la disyuntiva entre inversión para el crecimiento hoy o inversión para el desarrollo sustentable.

Desde luego que las decisiones de explotar la plataforma petrolera hoy pues nos retan petróleo para el futuro, cuánto extraer, cuánto explotar, cuánto dejar no es tarea sencilla, requiere ejercicios nada triviales de construcción de escenarios, acerca de variables crítica como cambios tecnológicos, evolución de mercados, evolución del precio, tasa de descuento, tasas de interés es otro ejercicio que en otras actividades es difícil, en el caso de un recurso natural, créanme, es tremendamente complicados, muchas gracias. (Aplausos)

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias a don Javier Beristáin por su intervención.

Antes de cederle la palabra a Héctor Aguilar Camín, me permito hacer un breve comercial sobre el Congreso; el Congreso aprobó porque aquí ha sido tratado el tema de ciencia y tecnología, pero el Congreso aprobó en diciembre del año pasado modificaciones a la Ley Federal de Derechos, de entre las modificaciones fue la creación de dos fondos para fomentar la investigación en ciencia y tecnología, que va a tener del orden de 700 millones de dólares, números gruesos y un fondo dedicado a la capacitación de recursos humanos dentro del conjunto de cambios que tiene, espero que esto no se interprete como que he roto la imparcialidad a la cual estoy obligado.

-EL C. HECTOR AGUILAR CAMIN: Muchas gracias, voy a intentar unas respuestas a las observaciones de Claudia Sheinbaum y del ingeniero Jiménez Espriú. No Claudia, desde luego que no estamos hablando de cualquier materia prima o de cualquier empresa, lo que digo es que si miráramos con más frialdad el problema de la materia prima y el problema de la empresa, quizás podríamos encontrar soluciones más efectivas tanto para la materia prima como para la empresa, lo que digo es que vamos construyendo entorno al petróleo una mitología nacionalista de tal tamaño que nos impide incluso pensar libremente el tema, y mi idea no es desvalorizar al petróleo, aunque desde luego no vale el 80 por ciento de la economía nacional, muy lejos de eso, en términos energéticos, naturalmente, pero el petróleo no es el centro de la economía mexicana, no es su factor más dinámico, es un factor declinante e incluso si se decide aquí una reforma que dinamice a la empresa será una parte importante, uno de los motores del desarrollo industrial del país, de ninguna manera la pieza única, indispensable para esto, aunque claro, sería una gran cosa que se hiciera.

Mi problema es que a la hora de discutir el asunto nos cubrimos de unos vestidos nacionalistas que nos han hecho, que nos impiden ver con precisión, ni siquiera las condiciones efectivas en que está la empresa y las calidades efectivas de esa materia prima de la que estamos, por un lado tan orgullosos y por otro lado tan avergonzados, tenemos un problema casi psiquiátrico en relación con el petróleo y con PEMEX, y a mí me parece, y mi exhortación era muy simple, yo no quería cambiarle sus sentimientos, respecto del petróleo a nadie, lo único que quería era proponer aquí era atrevernos a desafiar un poco los principios que nos imponen nuestros tabús petroleros, porque esos tabús petroleros no corresponden con la realidad y están llenos de pasiones y miedos de la pelea pasada, así como los reglamentos de la industria petrolera son de fines de los años 50’s, así, así el artículo 27 constitucional en su forma actual en relación al tema de los contratos y las concesiones, reflejan la coyuntura política y la sensibilidad del país en 1960 y esta sensibilidad es muy específica y ha tenido consecuencias muy largas que conviene la pena repensar históricamente, 1960 está nacionalizando la industria eléctrica, está la Revolución Cubana, tiene de visita a “Nastas Mecollán” a México, está la Guerra Fría en todo su apogeo y México necesita en una especie de urgencia…

(Sigue 21ª parte)

….Una especia de urgencia simbólica de afianzarse como una cosa distinta del alineamiento de la guerra fría, que le plantea la guerra fría misma, y entonces encuentran en este asunto que llaman, además, la terminación, el perfeccionamiento del monopolio petrolero, encuentran aquí una manera de decir que ellos son revolucionarios mexicanos, de una calidad igual o comparable, o superior a los revolucionarios cubanos, y dan un pasito más allá del mismo general Lázaro Cárdenas.

Se les está acabando el rollo, se les está acabando la Revolución Mexicana y quieren darle una última vuelta de tuerca, y se la dan; y una de las vueltas de tuerca que le dan es esa reforma del artículo 27 de 1960 que le añaden, ingeniero, esta palabra nada más a lo que estaba ya puesto en la reforma de 39 de Cárdenas, le añade la palabra: contrato, pensando en los contratos de riesgo, pero no dice, ahí no dice contratos de riesgo, ahí dice contrato.

Por eso digo yo que es alegable que todos los contratos que se han firmado son inconstitucionales, o es alegable que lo son. Mi pregunta es: ¿Estamos en un ambiente mundial parecido al de 1960? ¿Tenemos que seguir cargando con las decisiones de unos legisladores que en 1960 pensaron, sintieron e hicieron eso. O tenemos derecho, sino es que obligación por lo menos a pensar otra vez las cosas, pensar libremente lo que estamos haciendo, y el mundo de donde vivimos. Ese es todo mi planteamiento, no, como dije, no tengo soluciones ni tengo recetas de hacia donde ir, salvo la cuestión fiscal.

En la cuestión fiscal, porque yo no tengo nada que se obtengan las cosas del bolsillo de los contribuyentes. De hecho me parece que la única cosa seria y sana que puede hacer un gobierno en relación con sus finanzas públicas, es obtener de sus ciudadanos todo lo que gasta.

Y la cosa más inteligente que pueden hacer los ciudadanos es pagar impuestos, todos, porque pagar impuestos es el acto constitutivo de ciudadanía, el derecho a exigir rendición de cuentas, muy literalmente quiere decir haber participado en las cuentas, es decir, es la relación del contribuyente con el gobernante en el sentido de que ese dinero que el gobernante tiene no es de él, es un dinero que le dan sus ciudadanos para que hagan lo que los ciudadanos quieren, no lo que el gobernante se le ocurre, como ha sucedido tanto tiempo en México.

La autonomía relativa financiera del Estado, respecto de los impuestos, es uno de los orígenes de las catástrofes financieras que hemos vivido en este país, sucesivamente tantas veces. Entonces no sólo estoy en contra, sino estoy a favor de que sólo se cobren impuestos.

Ahora, si el presupuesto federal tiene un 40 por ciento de carga petrolera, y quieren quitar ese 40 por ciento para devolvérselo a PEMEX, por muy buenas razones, y estoy de acuerdo, en que le devuelvan ese dinero a PEMEX, lo único que quiero que me digan es de dónde van a salir esos recursos que van a quitar.

Si es verdad como dice Claudia, que alcanza para todo, bueno, no tenemos un problema, y retiro el problema, pero me da la impresión de que no alcanza para todo, me da la impresión de que no alcanza para todo.

Ahora, Javier, ingeniero Jiménez Espríu, yo estoy absolutamente de acuerdo en que hay que sacar, hay que reexpropiar PEMEX de manos de la Secretaría de Hacienda y del manejo discrecional que se ha hecho de la renta petrolera y de PEMEX a lo largo de estos años, y estaría muy de acuerdo en una segunda reexpropiación, en una segunda expropiación de PEMEX de las manos de Hacienda, siempre y cuando hubiese un sistema de rendición de cuentas y de transparencia de la empresa que completara, Javier, la tercera expropiación, que es la expropiación de PEMEX y el petróleo de donde ha estado ahora para que quede efectivamente en manos de nosotros que somos los 110 millones de dueños nominales de PEMEX. (Aplausos).

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias a don Héctor Aguilar Camín por su intervención. Le corresponde ahora al doctor Arturo Fernández Pérez hacer lo correspondiente. Como les informamos a ustedes, después de esta primera ronda, correspondería el derecho de réplica a quien quisiera hacerlo, y lo pondríamos a disposición de ustedes.

-EL C. DOCTOR ARTURO FERNANDEZ PEREZ: Gracias, senador Labastida. Estoy de acuerdo con Claudia de que el petróleo no es cualquier producto, aunque es “fungible”, y también estoy de acuerdo en que PEMEX no es cualquier empresa, porque es nuestra empresa y es muy importante, pero creo que tampoco ni PEMEX ni el petróleo son sagrados ni tienen carácter divino, no son fines, son instrumentos, son medios para el desarrollo y la prosperidad del pueblo, y por ello debemos de tener la flexibilidad, la disposición de ánimo, o como dice Héctor Aguilar Camín, la disposición a pensar libremente sobre este tema y ponernos de acuerdo en lo que podamos conseguir en términos de cómo maximizar esa renta petrolera, cómo organizar la industria para que esa renta petrolera sea la máxima posible, que no se comparta y sea capturada por el Estado, y después como esa renta va a se distribuida adecuadamente, tomando las generaciones futuras.

Efectivamente el petróleo no es renovable, y hay un problema serio de decidir que tan rápido lo extraemos, es un problema, como contaba Javier, complejísimo. Yo he visto los modelos de optimización, de por sí complejos, requieren de supuestos aun mayores.

Sin embargo, lo único que me tranquiliza es que en la medida en que convirtamos al petróleo y lo capitalicemos económicamente en un activo, lo haremos perdurable para México y para el futuro de México.

En cuanto a los temas también de dónde debe invertir PEMEX, creo que como cualquier empresa, aunque como es pública, le debe preocupar la tasa de rendimiento, la tasa interna de retornos de créditos de inversión, aunque como es pública debe ser la tasa interna de retorno social, en tener una metodología para ello.

La inversión en refinación tiene tasas de rendimiento del mil por ciento, la inversión en transporte, refinación, tiene tasas de rendimiento del diez o doce por ciento. Bueno, los recursos son limitados por abundantes que sean, y una racionalidad económica nos impone la prioridad de invertir mayoritariamente todo lo que se pueda en exploración y extracción, porque además es donde está el rendimiento más alto, es ahí donde está, donde se captura la renta petrolera.

Quisiera también felicitar al ingeniero Javier Jiménez Espríu por su enérgico y elocuente discurso y me pareció muy interesante su analogía con la industria eléctrica, con la reforma del año 92, y esta reforma. Y usted, ingeniero, sentí, a la mejor lo capté mal, pero se lamenta de que el 30 por ciento de la energía eléctrica ya sea producida por particulares, y yo me pregunto ¿por qué se lamenta usted? Son empresas que están ganando una tasa de rendimiento al capital controlado, cuando la venta se realiza a Comisión Federal de Electricidad, son empresas modernas que cumplen con normas ambientales, pagan…..

(Sigue 22ª. Parte)

…con empresas modernas que cumplen con normas ambientales, pagan impuestos, generan empleos, usan tecnologías modernas.

Cuando son plantas de autoconsumo, seguramente les permite producir a un costo menor, al cual…la energía por CFE.

Y cuando es de cogeneración, bueno, es una monstruosidad de energía que podría ser recuperada de procesos industriales, pues se desaprovechase.

Entonces ¿Por qué es una tragedia, señor Jiménez Espriú, esa participación privada en la industria eléctrica?

-EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos mucho al señor rector su intervención.

Y pasaríamos a la segunda y última ronda de intervenciones, en donde, quienes deseen hacerlo, pueden realizar y utilizar su derecho de réplica.

Consulto, en primer lugar, a Claudia Sheinbaum ¿si desea realizarlo?

-LA C. CLAUDIA SHEINBAUM PARDO: Solamente para decir: Cuando yo me refería al 80 por ciento, es decir, el 80 por ciento de nuestro consumo de energía, con el que funciona cualquiera área de la economía, en residencial, en servicio y el comercial, proviene de los hidrocarburos.

Y una parte fundamental, como decía ahora, del incremento de las importaciones, pues proviene directamente de lo que es la producción nacional que tiene a su cargo Petróleos Mexicanos; además las ganancias brutas de PEMEX representan sobre el 13 por ciento del Producto Interno Bruto.

No me molesta tener una investidura nacionalista y soberana, no me molesta, al contrario, me siento muy orgullosa de ello.

Entiendo también que hay que pensar las cosas desde una perspectiva de futuro para el país. Y precisamente en esa perspectiva de futuro y de visión soberana, es que reconocemos la importancia del petróleo y de PEMEX. No solamente en términos de una visión histórica, que es fundamental, por lo que repetí en términos de las empresas trasnacionales, porque ahora resulta que históricamente, en los 60s las empresas trasnacionales no operaban, y ahora en el 2008 tampoco operan; cuando en esa perspectiva, precisamente, está la visión nacionalista con relación al petróleo y lo que implica la participación de las empresas trasnacionales en el mundo con el apoyo, fundamentalmente, de los grandes imperios, y en particular de los Estados Unidos.

 

Pero también estamos hablando aquí de racionalidad económica, que por cierto, hay que poner entre paréntesis, y ahora resulta que la racionalidad económica tampoco tiene ideología, y que aquí, de lo que se habla, es sencillamente de la eficiencia productiva, cuando en realidad en el fondo, de lo que se está hablando es de la eficiencia productiva de los privados, porque supuestamente los públicos no lo tienen, y nada más como paréntesis, pues sí sería importante recordar el carreterazo y la privatización de la banca, y no necesariamente decir: que los privados, necesariamente, son mucho más eficientes que la entidad pública. Porque ahora resulta que tampoco hay historia en el país, en ese sentido.

¿A qué nos referimos con integración vertical?

El petróleo crudo que se extrae del subsuelo, no puede utilizarse como tal, requiere, en el caso energético de la refinación, y en el caso de materia prima de la petroquímica.

 

Lo que estamos buscando es que la entidad nacional sea parte o integre todo el proceso de lo que llaman los ingenieros energéticos y los economistas, de la cadena de valor, que en la medida en que la empresa pública sea operadora, no rectora, operadora de esta cadena de valor, la ganancia para el país, en términos de la renta petrolera, del valor agregado y de la seguridad en el suministro de los energéticos, será mayor.

Cuando nosotros decimos: que los excedentes petroleros se destinen a PEMEX, y con eso iniciaríamos la reconstrucción de PEMEX, la refundación de PEMEX, la restitución de PEMEX, es porque ahora resulta que la productividad de PEMEX se tiene que analizar sin, lo que le ha quitado Hacienda durante los últimos años; en los últimos 10 años se incrementan las ganancias de PEMEX, no solamente por el incremento en la producción, sino por el incremento en el precio del petróleo, e increíblemente se incrementan todavía más lo que el fisco le está quitando a PEMEX. De tal manera, que ahora la productividad de la empresa no se puede evaluar sin esos derechos que le está quitando el fisco.

 

Y sí quisiera hacer una adicional, porque me parece responsable. Aquí, yo sí defiendo PEMEX, y defiendo a los ingenieros, defiendo a muchos operativos de PEMEX, defiendo a muchos de sus trabajadores de confianza. Y el problema aquí es que la autonomía de gestión que se está proponiendo, lo que hace es quitar a esos técnicos, a esos operadores, a esos que se han venido formando y que han desarrollado ingeniería y capacidad de sección nacional por las empresas internacionales.

 

Ahí tiene a Halliburton, operando todo en Chicontepec. ¿Cuál es el problema de que venga la Shell a poner una refinería en México? Que trae todo, desde los ingenieros, hasta incluso los trabajadores, y si no, vayan a ver cómo está operando Halliburton en Chicontepec.

Por eso decimos: que PEMEX, no solamente porque es constitucional, sino porque es benéfico del país, tiene que seguir siendo una empresa integrada. Y que si queremos fortalecerlo, la autonomía de gestión, pasa necesariamente por fortalecer la capacidad de ingeniería y desarrollo de la empresa, y eso no se fortalece privatizando, nada más como posdata, privatizar quiere que los bienes públicos pasen a ser de privados. Si las refinerías y los ductos ahora serán de privados, pues obviamente ya no serán públicos, a eso le llamamos privatización. (Aplausos).

-EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: A continuación tiene el derecho del uso de réplica, si lo desea realizar, el licenciado Porfirio Muñoz Ledo.

-EL LIC. PORFIRIO MUÑOZ LEDO: Cuatro cuestiones puntuales. La intervención de Claudia, impecablemente.

 

No creo, Javier, que haya que trasladar el consenso de Huatulco al de Xicoténcatl. Sólo encontraste un consenso, y es medio que existe en la reforma fiscal.

 

Pero en un país donde más de la mitad le va a la economía informal, hay problema en el módulo de desarrollo.

Y para esto, relacionado con el tema. ¿Qué problema es que la concentración aberrante en México tiene mucho que ver con el régimen fiscal?

El cautiverio de la renta petrolera ha permitido que los ricos no paguen impuestos en este país, por decirlo en una sola frase.

Hay, sí, un concenso, me gusta, la nacionalización de la Secretaría de Hacienda, que habla de fondos petroleros, y de renta. No es un debate técnico. Aquí quisiera detenerme un poco a propósito de la versión… de la renta.

Yo le pregunto. ¿Cuánto pagan de regalías, cuánto pagan en regalías las empresas petroleras extranjeras que trabajan en el Medio Oriente? ¿Es eso la renta, la renta del subsuelo? Entonces, es muy poca cosa.

Aquí se trata de la suma de ganancias de renta. Fondos soberanos, es una fórmula que se dice fácil. Hace poco hubo una publicación sobre las modalidades de los fondos soberanos. Son recursos etiquetados para su conocimiento y estructura, pero primordialmente para el desarrollo del sector energético.

 

Decir que PEMEX no es la nación, no quiere decir que PEMEX no sea parte de la nación, y que debe de invertirse una gran parte en el sector agrícola.

A mí lo que me preocupa más, quiero decirles, es esta ligereza con la que se habla de la Constitución. Aquí ya lo discutimos con el TLC, había que adaptar 27 leyes al derecho corporativo norteamericana, solamente nos topamos en el 27, muy claramente con…

Por ser el único orador de esta mesa, yo quiero adelantar la discusión de mañana, quiero decirles. El punto de vista jurídico, hay coincidencias de que hay decisiones políticas fundamentales en la Constitución o principios…

(Sigue 23ª. Parte)

 

 

…o principios pétreos, para emplear la expresión de Jorge Carpizo, qué son, soberanía popular, democracia representativa, sistema federal, garantías individuales, derechos sociales y dominio a la Nación sobre el suelo de ellos.

Esos principios no pueden reformarse por el Constituyente Permanente, cuidado, requieren un proceso constituyente. En lo que se llama el pacto social.

Esto de decir, ahí que me cambian las leyes, a lo que se necesite, pues, ni los jeques del Medio Oriente.

Por último, energía eléctrica. Tiene razón Javier, doctor, porque hay que ver las cosas con mayor rigor. Cuando se lanzó el programa mundial, de fuentes nuevas y renovables, estábamos apuntando particularmente a la energía eléctrica, que no es una energía, la energía es un vector, como el hidrógeno es un vector.

Y se trata justamente de no agotar las gaseras. La intervención de empresas extranjeras en México, por vía de electricidad. Es política de hidrocarburos, la electricidad por generarse por hidroeléctrica, por energía solar, actualmente por hidrógeno, por energía nuclear, por energía eólica, por energía geotérmica. Aquí se trataba de ir viendo, justamente, a los intereses petroleros más cercanos a la familia Bush, y esto no es demagogia, es absolutamente comprobable, la explotación de las gaseras mexicanas, ése era el problema

Entonces, cuidado, eso también fue política de hidrocarburos.

Y por último, la teoría de los miedos. Si dice, Javier, que lo que le da miedo son tus libros. Ahora resulta que nosotros estamos en el miedo. Nadie piensa que vivimos en 1917, en el 38 o en el 60, hemos corrido mucho el mundo, para saber que no es así; pero también hay que conocer el mundo.

La modernidad, aparte de la versión de Carlos Fuentes, es lo propio de los tiempos. Y lo propio de los tiempos es la recuperación de la energía como política de Estado; como política de Estado que influye sobre los mercados.

Termino nada más, para que se vea el tamaño del problema. Un autor norteamericano refuto que el pueblo, los ciudadanos, que tanto citas de los Estados Unidos, estuviera pagando 60, el año pasado, ó 100 dólares por barril. Digo, si computamos el costo de la guerra de Iraq, este es el único que está pagando 200 dólares por barril.

Tenía razón, las guerras son parte del costo petrolero.

 

Por último, sí, por favor. Para qué más exportación. Tú y yo estábamos descifrando, porque no le entiendo a tantos números, son miles, miles de miles de millones.

 

En 2007, con exportación de un millón 660 mil barriles diarios, recibimos 11 mil por excedentes. El cálculo es que, la producción sería de un millón 432 mil barriles. Si sube a 104, el precio de barril promedio, vamos a ganar casi tres veces más sin producir un solo barril de petróleo más.

¿Qué nos conviene? Contribuir a la caída de los precios de petróleo. ¿Quién escrituró a México el papel de esquirol del petróleo? Eso es lo que yo estoy preguntando en el foro. Y ahora de modo liberado, no de modo occidental, como en 1970.

Y por último, reservas. Tiene razón, pero Javier, Cantarell no hubo inflación de cifras. Tú estuviste en Pemex, sabes que son secretos de Estado. Yo me atengo a las de Paco Rojas, porque fue director de Pemex, que acaba de publicar… que son estimaciones.

Al ritmo actual de explotación, millón 83 de barriles diarios, tenemos para nueve años. El conceder que hay cuatro o cinco años más de reservas probadas, pero no es explotado. Quince años más de reservas probables en aguas someras y en territorio. Y un promedio de 20 a 30, no se sabe, en donde está el tesoro escondido. Casi 50 años.

¿Dónde está la prisa? La prisa lo tienen los norteamericanos, no nosotros. Con esa verdad tan simple, podemos pensar seriamente. (Aplausos)

-EL C. PRESIDENTE LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al licenciado Porfirio Muñoz Ledo, su intervención.

Y a continuación al doctor Luis Rubio, le correspondería hacer uso de su derecho de réplica, si así lo desea.

-EL SR. DR. LUIS RUBIO: Gracias, senador.

Lo hago brevemente.

Me parece que hay un tema central en esta discusión, que hay que rescatar y hay que poner en la palestra. Porque mucho de los peores vicios que padece el país, incluyendo las decisiones económicas fundamentales o muchas de ellas de las últimas dos o tres décadas, que tienen que ver, en muchos casos, pero no exclusivamente las privatizaciones. Tiene que ver con la ausencia de un sistema regulatorio apropiado en el país, con malas regulaciones, con reguladores capturados o con reguladores que no tienen certidumbre sobre su permanencia, lo cual los convierte en empresas fáciles.

Me parece que muchas de las diferencias que se expresan en el ámbito nacional y ciertamente en esta mesa, podrían disminuirse sensiblemente, si tuviéramos una regulación apropiada que fuera adecuada, fuerte e imparcial; capaz que ésta pueda ser una primera etapa de reforma, en ese sentido, que se incorporara en la reforma que se lleve a la práctica.

Sin una regulación adecuada, no hay una economía funcional adecuada. Y sin una regulación adecuada, no tenemos la capacidad de inducir el crecimiento que el país necesita, y mucho menos de hacer funcionar una economía en una industria energética como la que están discutiendo en este momento.

Gracias.

-EL C. PRESIDNENTE LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias, doctor.

Le correspondería, ahora, al ingeniero Javier Jiménez Espriu, hacer uso de su derecho de réplica.

-EL C. ING. JAVIER JIMENEZ ESPRIU: Gracias, senador.

En primero a Porfirio, aunque haya oído momentáneamente. No, los libros de Héctor, no me dan miedo, me dan mucho gusto. Me provocan emociones y a veces nervios, pero me dan mucho gusto.

Estoy totalmente de acuerdo con Héctor Aguilar Camín, en que apoyo las dos expropiaciones de Pemex, que propone.

La de la Secretaría de Hacienda y la de sus propios captores internos. Y también estaría yo de acuerdo, en la tercera, si se aprobara tal como están las iniciativas que presenta el Presidente Calderón.

Y voy a contestarle al doctor Fernández, sobre mi preocupación en relación con la energía eléctrica.

El 30 por ciento de la energía eléctrica lo producen los productores independientes de energía. No me refiero a la autogeneración, eso es correcto, está bien.

Los productores independientes de energía, que le venden a Comisión Federal de Electricidad la totalidad de su producción, trajeron, de donde vinieron, absolutamente todo. Como decía Claudia, ingeniería, piezas, fierros, tablas, gente y, bueno, nos hicieron un favor, trajeron hasta el agua que se tomaban. Ahora que construyen las plantas. Eso se los agradecemos, de todas maneras.

Ellos hicieron la ingeniería; ellos vendieron, se vendieron sus propias plantas; y ellos, como decía Porfirio, utilizaron, porque es la forma más cómoda de producir, y limpia también, utilizaron gas, creándonos un conflicto absolutamente enorme. Estamos ahora importando grandes cantidades de gas, porque es el 30 por ciento es gas.

Pero además hay otro tema. Se vinieron con un contrato verdaderamente fantástico, con un contrato, en el que venden toda la energía que producen. La energía eléctrica, es un bien que se tiene que consumir en el momento de la producción. No lo podemos guardar. Se va por las redes, conforme lo jala la gente que lo usa.

 

Existe en la Comisión Federal de Electricidad, en toda la red, algo que se llama: El Despacho Económico de Carga. En donde, en función de la demanda, empiezan a jalar de las diferentes plantas, las más económicas, la corriente eléctrica para alimentar las necesidades.

Pero en el compromiso que se tiene con estos señores, si les jalamos de sus plantas o no les jalamos de sus plantas, de todas maneras…

(SIGUE 24ª. PARTE)

…..jalamos de sus plantas o no les jalamos de sus plantas, de todas maneras la Comisión Federal de Electricidad les paga. Se llevan, pues, un negocio redondo, se llevan pues, una utilidad fantástica sin ningún riesgo. Y eso es lo que yo me temo lo que sucedería con la refinadoras mexicanas. Traerían absolutamente todo. Traerían sus fierros, su ingeniería, sus gentes, sus trabajadores. Ya dije yo hace un momento que prácticamente se acabó la ingeniería mexicana. Quebraron enorme cantidad de empresas de construcción industrial, desapareció Buffete Industrial y que se redujo porque todos trajeron sus propias compañías de ingeniería. Acabaron con una buena parte de la ingeniería mexicana.

Si se diere este último golpe, por eso lo llamo un golpe letal para la ingeniería, y por lo tanto para el desarrollo tecnológico. Qué bueno que haya ese fondo de desarrollo tecnológico, para el desarrollo tecnológico, pero por lo pronto estamos en la total inopia por decisiones que no tomaron en cuenta. Me lo dijo a mí en un Foro como éste el Secretario de Energía Luis Téllez, eso no se nos había ocurrido pensar en que con lo de la Reforma Eléctrica íbamos a provocar un impacto tan bárbaro en la ingeniería y en la tecnología mexicanas. Por eso lo saco a colación. Por eso tengo por qué. Es una semejanza absolutamente total y desgraciadamente, así, 20 años escribí un artículo que se llamaba “el futuro de México sin ingeniería mexicana” y 20 años después tuve la enorme pena de darme cuenta que le había yo atinado a todo. Falsa modestia. (Aplausos).

 

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Agradeciendo al ingeniero Javier Jiménez Espriú su intervención.

Le solicitaríamos a continuación al licenciado Javier Beristáin que haga uso de su derecho de réplica, si así lo decide.

-EL C. LIC. JAVIER BERISTAIN: Muchas gracias, porque Porfirio ya me dio como tres codazos en los últimos 30 segundo. Es su estilo personal de provocar réplicas.

Yo no le puedo enseñar al Congreso nada respecto a cómo llegar a acuerdos y consensos. Pero yo procuro, he procurado y en el caso de Huatusco tenemos un buen ejemplo de que no es sencillo, pero con trabajo serio se logra. En Huatusco están reunidos economistas de todas las corrientes imaginables, izquierda, derecha, marxismo, liberalismo, con experiencia de Gobierno, sin experiencia de Gobierno; profesores, investigadores y logramos consensos importantes. Y un consenso que viene al caso es el de que las finanzas públicas son precarias y requieren un esfuerzo permanente de fortalecimiento.

Otro consenso que también viene al caso es que la competencia es mejor que los monopolios. Ahora, hay monopolios naturales; hay monopolios legales. Son monopolios que requieren una regulación y muchas veces no se dan condiciones de competencia y hay que crearlas. O sea la competencia no se da, la competencia se crea y se necesita un esfuerzo colectivo y se necesitan leyes y se necesitan condiciones de regulación también, para que se den condiciones competitivas. En este sentido me sumo al comentario del señor Luis Rubio de que hay que fortalecer a las comisiones que pueden crear competencia en muchísimos sectores de nuestro país. Eso es uno de los graves obstáculos que tenemos en crecimiento la oligopolización, la competencia imperfecta, los monopolios privados y públicos son verdaderamente lastres al crecimiento.

Y mi segundo comentario es sobre la prisa. Yo no tengo prisa en explotar petróleo. Tengo prisa en que México crezca. Llevamos 40 años sin un buen crecimiento económico. Hemos tenido crecimiento con inestabilidad, hemos tenido inestabilidad sin crecimiento; hemos tenido estabilidad con estancamiento, pero no hemos vuelto a tener con las deficiencias, que ya Porfirio señaló hoy, el ser investigado “anahucian”, las deficiencias y desarrollo estabilizador, pues lo recordamos como la gran edad de oro de la economía mexicana. Y en esa edad de oro el talento de muchísimos funcionarios, que apreciamos y admiramos, estuvo en reunir lo mejor de la acción estatal con libertad de mercado.

Yo creo que esto es lo que podemos recuperar en estos tiempos. (Aplausos).

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias al licenciado Javier Beristáin por su intervención.

Le preguntaríamos ahora a Héctor Aguilar Camín, tan citado no solo por sus opiniones, sino por sus novelas, si desea hacer uso de su derecho de réplica.

-EL C. HECTOR AGUILAR CAMIN: Bueno, me mira Porfirio y me dice, “y el régimen fiscal mexicano lleno de privilegios”. Porfirio, yo nunca he estado en Gobierno, ¿eh? No tengo responsabilidad ninguna en ninguna decisión que se haya tomado en los últimos 50 años a ese respecto y en ninguna legislación que se haya tomado. Así que esto que estás viendo aquí es un espejo. (Risas).(Aplausos).

Pero, pero voy a esto. Pensando las cosas despacio. Si alguna crítica histórica, profunda, yo podría hacerle hoy al PRI, es que cuando tuvo la hegemonía que tuvo, no construyó las bases institucionales que el país necesitaba. Administró el descontento; hizo una buena mezcla funcional de Estado y mercado con una subordinación corrupta del mercado al Estado, porque en el Estado es en donde estaban los permisos, y otras muchas cosas muy bien hechas. Pero no hizo ésta, fundación básica de la vida del Estado y de los ciudadanos que es el cobro de impuestos, la obligación de pagar, de cobrar y de pagar impuestos, como el sustento mismo de las finanzas públicas y del pacto fundamental de la ciudadanía con sus gobernantes.

Dice Claudia Sheinbaum que a ella no le molesta la investidura nacionalista. Yo le digo que habemos nacionalistas que no vamos investidos, pero que tanto los nacionalistas con investidura, como los nacionalistas que no llevamos vestidura, estamos en la historia.

México, y el Sentimiento Nacional Mexicano, ha existido mucho antes del petróleo; mucho antes de la expropiación, y va a seguir existiendo, después del petróleo, y cuando el petróleo y Pémex sean una reliquia de nuestra memoria.

El vigor, la nacionalidad está en otros lados y entre otros lados está el ser capaz de repensarse y replantearse y adecuarse al mundo. Esto es lo que han hecho al final nuestros Constituyentes.

Nosotros estamos regidos por una mentalidad y por una legislación hecho en 1960, ya la hemos citado aquí, dice, “que no se otorgarán concesiones ni contratos”.

Miren, la de 1917 dice así: “el dominio de la nación sobre el petróleo es inalienable e imprescriptible y sólo podrán hacerse concesiones ----ya no digamos contratos--- por el Gobierno a los particulares o sociedades civiles o comerciales constituidas conforme a las leyes mexicanas, con la condición de que se establezcan trabajos regulares para la explotación de los elementos de que se trata y se cumpla con los requisitos que prevengan las leyes”. Es una Constitución absolutamente liberal. No hace falta nada para obtener concesiones en esa materia, más que cumplir con las leyes mexicanas y ser una empresa una empresa que existe realmente.

Lázaro Cárdenas expropió el petróleo en un momento fundamentalmente pragmático, de gran visión del momento histórico y cambió, desde luego, la legislación y…………

(SIGUE 25ª. PARTE).

… y cambió desde luego la legislación y estableció que no debían, lo mismo que dice ahora, pero sin los contratos, simplemente diciendo que no se otorgarían concesiones y que lo demás se vería en la Ley Reglamentaria.

 

Y en la Ley Reglamentaria permitió los contratos de riesgo que hoy están satanizados.

¿Por qué?

Porque fueron satanizados en la legislación de 1960 cuando le pusieron “no se otorgarán concesiones ni contratos”. Ahí ese es el momento en que empiezan a estar prohibidos en la Constitución los contratos de riesgo.

Bueno, ¿qué es lo importante de esto?

Lo importante de esto son las fechas.

1917 el país piensa y siente de una manera.

 

1939 piensa y siente de otra manera.

1960 piensa más o menos de la misma manera con un agregado.

Y 48 años después mi pregunta es, ¿cómo pensamos nosotros?

El sentido de mi intervención se puede resumir en lo siguiente.

Ahora que estamos en la oportunidad de estar esta soberanía, de una legislación trascendente sobre el petróleo, pensemos libremente, como lo hicieron en su momento los distintos legisladores, pensemos libremente lo que hoy a nosotros en este momento del país le conviene, nos conviene hacer, para que México mejore. Y esta deliberación libre que nos conduzca o a ratificar lo que hemos heredado o a cambiarlo, pero me parece que 48 años después de este artículo que rige todavía nuestra legalidad y nuestras emociones, algo tendríamos que pensar distinto de lo que pensaron en 1960, porque la identidad nacional no es una cosa fija que se va desgastando, es el fruto de la creatividad de los pueblos en movimiento.

Muchas gracias.

(Aplausos)

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le solicitaríamos al doctor Arturo Fernández Pérez, después de dar las gracias a don Héctor Aguilar Camín por su exposición, que hiciera uso de su derecho de réplica.

-EL C. DR. ARTURO FERNANDEZ PEREZ: Gracias, senador. Bueno, quiero referirme a un enfoque interesante del licenciado Muñoz Ledo en términos de ver o mirar a las discusiones constitucionales en términos de aquellas que son fundamentales, fundacionales que requiriera un Congreso constituyente y aquellas que no.

Y bueno, yo coincido con él en que los derechos individuales, la soberanía del pueblo, del estado, el carácter representativo, democrático-federal de nuestra organización política son aspectos fundacionales e incluiría desde luego ahí la propiedad del petróleo por parte del Estado.

Pero yo creo que, digamos, la refinación, la petroquímica, la distribución, no serían aspectos fundacionales, intocables, que cambiarían el pacto social y político que hay en esta nación. Digo, sé que puede haber no consenso de cambiarlos, pero siendo que si lo hubiesen no serían transtornantes, no.

Y en cuanto a su pregunta de por qué no participamos en la OPEC, usted que sabe mejor de política que yo, y desde el punto de vista político hoy no podría decir nada; pero desde el punto de vista económico la teoría económica nos dice que esto es como formar parte, o sea, el no estar en la OPEC es como entrar a un club y no pagar el boleto de entrad, porque ser miembro de la OPEC implica obligarse y someter la soberanía en la decisión de producción a la decisión colectiva del cartel.

México, al no estar ahí, no tenemos esa obligación y, sin embargo, los beneficios del cartel al elevar el precio por una producción restringida los gozamos plenamente sin costo.

Gracias.

(Aplausos)

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Muchísimas gracias señor rector por su intervención. Quisiera comentarles ahora que pasamos a la última etapa de esta reunión. En esta etapa, les pediríamos a los señores senadores y diputados que formularan sus preguntas, hasta por cinco minutos. Conforme al orden que tenemos establecido, son 10 intervenciones. Posteriormente les pediríamos a los señores ponentes que respondieran a dichas preguntas, el tiempo establecido es 5 minutos; pero obviamente si algún ponente se le cargan las preguntas, somos flexibles en el uso del tiempo. Y al final, conforme a las prácticas parlamentarias, los senadores y diputados tienen derecho a replicar hasta por 3 minutos. Iniciamos la sesión de preguntas con la intervención del diputado Jorge Nordhausen.

-EL C. DIPUTADO JORGE NORDHAUSEN GONZALEZ: Muchísimas gracias senador Labastida. Nuevamente celebramos los legisladores de Acción Nacional el hecho de encontrarnos de lleno, a través de este Foro, en el debate de la Reforma Energética.

No cabe duda que el diagnóstico de PEMEX que hiciera con oportunidad la Secretaría de Energía y que incluso se diera el tiempo para acudir a los distintos grupos parlamentarios a comentarla y a explicarla, han sido un muy buen punto de partida para que ahora estemos de lleno en el tema.

Hemos recogido opiniones, recomendaciones, críticas de todos los señores ponentes, muchas de ellas en las que estamos de acuerdo. Quiero decir que en la gran mayoría, algunas en las que no coincidimos, pero que es parte del debate.

 

Y lo que sí les puedo decir es que con mucho respeto les hemos escuchado. Pero ese mismo respeto le pido a la señora Sheinbaum, porque ha venido aquí a este poder, que es parte del gobierno que ella le llama espurio, a decirnos en nuestra cara y en nuestra casa que somos gobierno espurio. Eso no, señora. Usted va a recibir de mi parte todo el respeto como una dama que es y como una ciudadana que es. Aunque no esté de acuerdo con usted, no le voy a faltar yo al respecto, sólo le voy a pedir, porque soy yo uno de los más fieles apoyadores a la equidad de género, que mida su actuación cuando se refiere a uno de los poderes de la unión, el gobierno que es donde nos encontramos el Poder Legislativo. Recibirá usted un trato digno de nuestra parte, de mucho respeto, solamente le reconvengo a que si quiere usar esos términos utilícelos en otro lugar que no sea el Poder Legislativo.

Voy a continuar, si ustedes lo permiten, porque a ninguno de los ponentes e interrumpido ni voy a interrumpir, no es nuestra costumbre, nosotros lo solventamos nuestras diferencias de otra manera.

Quiero decirles que nosotros reconocemos en el agua un bien de la nación, porque está en el subsuelo y este, al igual que el petróleo, pero el agua fue concesionada por el gobierno del Distrito Federal a empresas particulares, francesas e inglesas, tenemos los contratos. Y creo, sospecho que hasta la señora Sheinbaum los firmó, ella podrá explicar mejor la veracidad de esta aseveración en donde yo pregunto:

¿Por qué el gobierno del Distrito Federal donde usted formó parte otorgó en concesión la administración de este servicio público de agua a empresas privadas?

Pero también le pregunto, ¿si acaso perdió usted…

(Sigue 26ª parte)

…también le pregunto ¿si acaso perdió usted nacionalismo por hacerlo? ¿Perdió soberanía el Gobierno del Distrito Federal? ¿Mejoró el servicio del agua en bien de los capitalinos?

Miren, aquí se ha hablado de tantos temas y tan diversos que me llevaría mucho más tiempo del que me queda para exponerlos. Pero sí quiero abordar el asunto de la generación de energía eléctrica, a través de los productores independientes de energía.

Se dijo todo, menos que fue el que resolvió el problema del abasto en ese momento, que era lo delicado. No teníamos electricidad para crecer en nuestra economía, no teníamos electricidad ni siquiera para traer inversiones que generaran empleo y riqueza en nuestro país. Ese problema quedó resuelto.

Yo puedo estar de acuerdo en que ahora es el momento de abordar el siguiente problema que es el de las tarifas, pero mencionemos que quedó resuelto el problema del abasto.

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Agradecemos la intervención del diputado Jorge Nordhausen.

Y a continuación le pediríamos al senador Carlos Lozano de la Torre que pudiera hacer su intervención.

- EL C. SENADOR CARLOS LOZANO DE LA TORRE: Con mucho gusto. Gracias, señor licenciado Labastida.

Mas que una pregunta, quisiera hacer una precisión.

Tanto el martes como el día de hoy, en algunas de las intervenciones que se han dado aquí, se ha hablado como que este foro es producto de la presión o de una decisión que se tomó fuera del Senado.

Aquí estamos prácticamente todos los integrantes de la Comisión de Energía. Tenemos año y medio trabajando este tema todos sentados juntos. Teníamos previstos estos temas de anterioridad hacerlos. Y creo que no se vale que nadie se cuelgue de que estos foros se están dando por una presión o por una decisión externa a las propias decisiones que tomamos en la Comisión de Energía.

Solamente quería hacer ese comentario. Gracias.

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias, señor senador Carlos Lozano de la Torre.

A continuación el diputado David Mendoza Arellano tiene el uso de la palabra.

- EL C. DIPUTADO DAVID MENDOZA ARELLANO: Muchas gracias.

Antes que nada señalar que la doctora Sheinbaum no se refirió al Poder Legislativo como un Poder espurio, se refirió a otro poder. Y, por lo tanto, pues que sea ese poder quien en todo caso contesta, porque nosotros no tenemos el derecho de reconvenir a ningún ciudadano por sus expresiones o por sus opiniones. Me parece que esto es fundamental. (Aplausos).

Este debate tiene su origen en la presunción de que las iniciativas que presentó el titular del Ejecutivo son privatizadoras. Ahí se originó la necesidad de tener este debate. Y entonces, lo que tenemos que desentrañar es dónde se encuentra el aspecto privatizador.

Y quisiera yo comentar, porque Héctor Aguilar Camín nos hizo favor de explicar con toda claridad el significado de la palabra “privatizar”.

Y privatizar es transferir una actividad pública al sector privado. Y yo quiero decirle al doctor Alfredo Hernández que si se revisa la iniciativa que tiene que ver con el artículo 4° de la Ley Reglamentaria del 27, ahí podemos encontrar con toda claridad en qué aspecto se está avanzando en la privatización.

Dice que, en primer lugar, este artículo que se va a permitir que el sector privado pueda operar en las áreas que tienen que ver con la transportación, con la refinación y el almacenamiento. Pero además dice también de manera puntual y clara que este sector podrá ser propietario, podrá construir y operar instalaciones, ductos y equipo.

Si eso no es privatizar, pues entonces la explicación que nos han dado aquí del significado de la palabra privatizar no coincide. Y yo quisiera preguntarle si usted, en primer lugar, coincide con este significado y con lo que está escrito puntualmente en esta iniciativa.

Quisiera también comentar y preguntar, porque aquí se ha afirmado que no se entiende por qué hablamos de autonomía presupuestal.

Cuando hablamos de autonomía presupuestal nos referimos a que Hacienda no le imponga a PEMEX el superávit primario que acumula en la actualidad a la cantidad de 457 mil millones de pesos.

Y quisiera también darle otro dato para después hacer la pregunta.

Solamente en este año PEMEX aportó por ese concepto, al superávit primario, 105 mil millones. Y, además, pagó por intereses que tienen que ver con los intereses de los Pidiregas, 127 mil millones.

Ahí tenemos una bolsa de 222 mil millones que bien pueden ser utilizados en la actividad de construir las refinerías, si somos lo suficientemente capaces, como aquí se ha dicho, de tener la capacidad de orientar debidamente esos recursos. Y sin tocar los otros rubros a los cuales se destinan los ingresos de PEMEX. Es decir, salvando de manera clara y concreta y contundente el dinero que se utiliza para el gasto público de este país.

Por lo que la pregunta es: Si se estaría de acuerdo en que haya un nuevo reparto de los excedentes petroleros y que ese reparto se oriente en vez de la cuestión que tiene que ver con privatizar, pues mejor se oriente a la construcción de las refinerías que como aquí se ha dicho también, son necesarias.

Finalmente, quisiera preguntarle al licenciado Porfirio Muñoz Ledo, porque hizo referencia al tema de la democracia directa en un principio y está relacionado, qué tan importante considera usted que pueda llevarse a cabo una consulta pública nacional que le permita a los mexicanos que no tienen la oportunidad de estar en esta discusión, dar su opinión. Nos parece, en el caso particular nuestro, de fundamental importancia que todos los mexicanos tengan la posibilidad de opinar sobre el contenido de estas iniciativas y sobre cómo debe de reorientarse la situación que priva hoy en día en PEMEX. Y por ello le hago esta pregunta.

Muchas gracias por sus respuestas.

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Agradeciendo la intervención del diputado David Mendoza, solicitaríamos al diputado Alejandro Chanona Burguete que pudiera hacer uso de la palabra.

- EL C. DIPUTADO ALEJANDRO CHANONA BURGUETE: Gracias, Senador.

Bueno, pues yo quiero comentar que este debate nacional no se hubiera dado si hoy en día la conducción de este país y sus élites, las referidas a la clase política y las que tienen que ver con la conducción de la economía y que también tienen el poder político en sus manos, se hubieran puesto de acuerdo sobre qué tipo de modelo de empresa pública que mantuviese la rectoría del estado sobre este recurso natural, que además como riqueza es un principio que está consagrado, inclusive, en las resoluciones de Naciones Unidas desde los años 60’s, en donde se reivindica la riqueza y los recursos naturales en manos de las naciones.

Sobre eso creo que empezamos a tener consensos, pero yo celebro mucho que lo que decanta este encuentro de conferencistas, todos espléndidos, con visiones alternativas y distintas y muchas confrontadas, nos puede llevar a la esencia de cuáles son los principios y el debate toral que en lo sucesivo podrá llevarnos hacia el 22 de julio a conclusiones importantísimas, porque yo sí creo que se está jugando el presente y futuro del país, la nación y las generaciones que podrán, si no nos equivocamos, efectivamente gozar de una riqueza petrolera que todo indica se está agotando y muy rápido, más allá de los diagnósticos oficiales y los diagnósticos autorizados.

Sobre esa base, yo creo que ha sido claro en la retrospectiva histórica que la política petrolera actual es un fracaso de estado. Y que tenemos que regresar a ello y decía Javier…

( Sigue 27ª parte )

...tenemos que regresar a ello, y decía Javier Beristáin sobre el camino de crecimiento, y él sabe muy bien que el desarrollo estabilizador y su período posterior, si en algo fracasó el Estado fue en una política industrial que tuviera, entre otros, acicates o palancas, la política Energética que ahora añoramos y que parece ser que es lo que nos conflictúa.

Pero me voy a los consensos para decantar y llegar a la pregunta concreta a alguno de ustedes. Ya nadie tiene problemas con que hay que defender la soberanía energética, nadie pone en entre dicho que queramos seguir violando la Constitución, sobre todo con el debate que tuvimos con, tuvimos en torno a las expresiones de Héctor Aguilar Camín.

No queremos que sea un auto continuo la violación ya de la Constitución, hubo correcciones, ya se debatió, no me concentro en eso, y fue fundamental el tema de ¿qué hacemos ahora? Primero, para frenar la caída de Pemex, pero no como fracaso de política energética, como un fracaso de la política fiscal del Estado, por eso el ánimo de liberar ya la renta petrolera de manos del monstruo llamado “Secretaría de Hacienda y Crédito Público”.

Y entonces en el caso de la renta lo que va de fondo es cómo mantenemos la apropiación de la renta con, tal como se planteó por Arturo Fernández, y la pregunta es: ¿Lo hacemos, para mí sigue siendo un dilema, con una empresa esencialmente pública que demuestre que no se va a permitir, y lo digo en dos palabras, inversión privada en ninguno de los segmentos de la cadena productiva de la industria petrolera, o sí podemos encontrar un modelo, al que yo me sumo, donde la empresa pública se mantenga de tal manera que seamos lo suficientemente eficaces desde el Estado, porque es un asunto de Estado, no de mercado, para que efectivamente esa renta petrolera se ponga al servicio del desarrollo nacional?

Entonces yo les preguntaría, con base en lo siguiente, primer dato duro y luego las preguntas. Tengo la información de la Secretaría de Hacienda que los ingresos por generados y generados por Petróleos Mexicanos en el período 2000, 2007 suman 4 billones 812 mil 451 millones de pesos que soportaron el 34.58% del presupuesto federal, y representaron el 48.7 de los ingresos del gobierno federal.

Traducido en español quiere decir que en este lustro, más dos años, tuvo ingresos Pemex por 430 mil 500 millones de dólares, de los cuales el Estado confiscó eventualmente alrededor de 153 mil millones de dólares. Creo que queda claro, por lo menos de lo que dicen ustedes, que el problema no es de ingreso, el problema es ¿cómo se genera la apropiación y luego como se aplica al desarrollo nacional?

Entonces yo les preguntaría, dirigiría mi pregunta a Luis Rubio, a Arturo Fernández y a Javier Beristáin, más allá de los atavismos, ¿Si considera, uno, que el problema de Pemex actualmente es un problema para generar recursos o si lo que está en crisis es el modelo de la empresa en donde me voy con lo que dice Héctor Aguilar Camín, tendríamos que hacer un ejercicio en donde si contestamos que hay suficiente riqueza para financiar y financiarse esta renovación, rescate, actualización a favor de los mexicanos de la empresa, para efectivamente ponerla al servicio del desarrollo en donde el tema fundamental es corrupción, opacidad y, el tercer punto que decía Héctor era el de?

Entonces, yo sí les pregunto, porque da la impresión de que la premisa original de la reforma era que tenía que haber asociación para traer tecnología, me queda claro en la expresión del ingeniero Jiménez Espriú, que se puede comprar la tecnología y que no es un problema de asociación. Por lo tanto, yo les pregunto que seamos muy puntuales porque…

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Quisiera hacerle un atento llamado al señor diputado para que respetemos el uso del tiempo.

-EL C. DIPUTADO ALEJANDRO CHANONA BURGUETE: Termino esencialmente pidiéndoles que se conteste si alcanza o no con lo que se genera, porque da la impresión que la única opción es irnos por la apertura a empresas extranjeras. Gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Agradecemos la intervención del señor diputado Alejandro Chanona Burguete, y le pediríamos al señor senador Alejandro González Yáñez que hiciera uso de la palabra.

-EL C. SENADOR ALEJANDRO GONZALEZ YAÑEZ: Gracias, senador Labastida.

Como integrante del Poder Legislativo Mexicano le pido a Claudia acepte nuestras consideraciones de respeto, porque el Poder Legislativo es un poder público, no es un poder privado. Y por ello la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Senadores le extendió una invitación a ella y a otros distinguidos ponentes sin censura alguna. Paso al tema que nos ocupa.

¿Por qué se pretende plantear la privatización como un fenómeno nuevo? ¿Por qué se pretende plantear la privatización del petróleo como un fenómeno moderno, cuando fue precisamente antes de 1938 cuando ya se conocía en este país la privatización petrolera?

¿Qué acaso más bien son premodernos los que proponen la privatización? ¿Qué acaso no son ellos los que están anclados en el pasado con cerca de 70 años de atraso? Y me refiero ahora a las privatizaciones contemporáneas. ¿Dónde está la eficiencia y la competencia en FERRONALES? Se privatizó FERRONALES con la bandera de la eficiencia y la competencia, y ya no tenemos Ferrocarriles Nacionales ni privados ni públicos en este país, salvo excepciones.

¿Qué acaso a nombre de la eficiencia y la competencia no se privatizó Teléfonos de México? ¿Qué acaso no se atacó a Teléfonos de México como un monopolio y ahora simple y llanamente es un monopolio privado, eficiente para cobrar altas tarifas, y para producir no sólo al hombre más rico de México, sino uno de los más ricos del mundo teniendo millones de pobres en esa nación?

¿Dónde está la eficiencia y la competencia en la banca? A nombre la eficiencia y la competencia se privatizó la banca, siendo ahora la banca que está en México extranjera y donde cobran las tarifas más altas por los servicios bancarios. Eficiencia para robar.

Se nos invita y se nos llama a que pensemos libremente a los legisladores. Tengo la impresión que en ese planteamiento hay una profunda dependencia a la iniciativa privada. Hago una pregunta específica a Claudia: ¿Hasta el mes de diciembre la deuda total de la economía mexicana fue…

(SIGUE 28ª PARTE.)

. . . hasta el mes de diciembre, la deuda total de la economía mexicana fue de 3.5 billones de pesos y de ese total 1.6 billones son producto de privatizaciones como los señalados. Dada esta amarga experiencia del pasado, por qué considera ella que se pretende volver a recurrir a la misma medida ahora en el caso del petróleo mexicano. Muchas gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias a usted, señor senador Alejandro González.

Le solicitaríamos al señor senador César Leal Angulo que hiciera uso de la palabra.

-EL C. SENADOR CESAR LEAL ANGULO: Yo tengo la sensación de que somos una familia rica, cuya fortuna tiene en su inventario mayor de un tesoro que nos encontramos en nuestro camino a flor de … y que probablemente por desconocimiento en aquellos tiempos de la enorme trascendencia que iba a tener el petróleo en la era de la imaginación y del desarrollo de las máquinas, nos pusimos eventualmente en las manos de los aventureros de las minas de diamantes y de los traficantes de materias primas, pero vino un día venturoso en el que decidimos que la fortuna la manejara la familia, pero también llegó un día en que esta noble familia mexicana notó que la fortuna experimentaba algún deterioro molesto, dudas de su abundancia y rumores de su manejo, y parece ahora que los que saben de evaluación de los activos denuncian definitivamente que sí, la fortuna empieza a agotarse.

Siempre hemos sabido, yo lo aprendí en el Politécnico hace 50 años, precisamente de grandes maestros de Petróleos Mexicanos, que el petróleo era un recurso que se acababa un día, que se agotaba, ahora nos reunimos como el consejo de la familia de los más sabios, de los más conspicuos para tomar decisiones en momentos críticos, para por lo menos apalear las dificultades que en los próximos años tendrán que sortear nuestros herederos.

Evidentemente el problema es político, no es que se torne político, es político porque concierne a la “pol” que menciona mi amigo Porfirio, al cuerpo de los ciudadanos.

No sé exactamente si por ese sentimiento que menciona Claudia, de la profunda, de ese sentimiento rabiosamente nacionalista de nosotros, alguna, más de alguna vez ofendido y hasta despojado, estamos todos de acuerdo, no nos cabe la menor duda nadie, en que es la nación mexicana y no una de sus partes la que permanezca y siga al manejo de lo que nos queda.

Nos reunimos para buscar caminos, métodos, rutas, para que por una parte paremos eventualmente el daño que la naturaleza eventualmente pueda infringirnos y vayamos juntos, juntos en busca de lo que dicen los que saben que tenemos en el fondo del mar, de nuestro mar, de nuestra reserva eterna, los que por razones académicas o profesionales dedicamos al rosario de la vida, al estudio de las clásicas seis formas de la energía, aprendemos también desde que aprendemos lo relativo, la energía química contenida en los … que es la que siempre en su manejo exige prudencia, mi pregunta aquí es a Claudia, pero ten la plena seguridad de que viene no por nada, sino porque me interesaron muchos puntos de vista que tú planteas con tanta vehemencia, y te aseguro que yo soy tan nacionalista como tú.

Mi pregunta es, Claudia, realmente sabes si nosotros los mexicanos de ahora inmersos, indeclinablemente, inevitablemente que los poderes que gobiernan el mundo, podemos ir solos, el barco del viaje tiene que cargar conocimientos muy especializados, instrumentos, logística de recursos humanos, dinero, mucho dinero que ahora usamos en otros renglones del bienestar ciudadano, educación, salud, seguridad, desarrollo de infraestructura.

Me parece, y esa es una invitación a la que te invito, que fundar la solución sobre un número virtual como son los excedentes, que además se determinan a partir de un supuesto que no tiene consistencia en sí mismo, no es sabio, ni prudente, mi pregunta querida Claudia es, ¿estás segura, patrióticamente segura que podemos ir solos sin ni siquiera negociar inteligentemente desde luego los recursos del mundo del que somos parte nosotros o los recursos de los propios mexicanos que somos nosotros?

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Gracias al señor Senador y paisano César Leal Angulo, le pediríamos ahora al señor Diputado José Murat que haga uso de la palabra.

-EL C. DIPUTADO JOSE MURAT: Bueno, nuestra felicitación a todos y cada uno de los ponentes, a Claudia por su presencia y a todos y cada uno de los ponentes sólidos y consistentes.

El martes pasado escuchamos también intervenciones con la visión ideológica, personal que tienen los que vinieron a hacer sus presentaciones, escuchamos también a los senadores y a los diputados de los distintos grupos parlamentarios de cara al parámetro ideológico en el que se encuentran.

En todos estos foros son saludables para la República y no debe de haber, en consecuencia limitación para decir su verdad, todas las voces evidentemente hasta las voces de la utopía, para que den su punto de vista, saludable entonces para la República porque cuando éstos termine se supone que las Comisiones de Energéticos van a dictaminar en este caso la Cámara origen, el Senado de la República, pero va ir a la Cámara de Diputados, por eso también saludable que nos hubieran invitado así un poco en la presión para hacer reuniones de conferencia entre las dos Cámaras para no tener que hacerlas nuestras en la Cámara de Diputados.

Nosotros invitamos a la Secretaría de Energía, yo propuse su comparecencia en Cámara de Diputados en el pleno y desgraciadamente no aconteció, fue reunión en la Comisión de Energéticos, ahí la Secretaria de Energía dijo que no había intenciones privatizadoras, días después presenté una . . .

(Sigue 29ª parte)

…. Días después presenté una iniciativa sobre el tema del Plan Nacional de Desarrollo para que las cámaras opinarán y, en su caso, aprobaran el Plan Nacional de Desarrollo, y ahí podríamos haber incidido en las políticas públicas, la económica, la social, la cultural de la vida de la nación.

¿De que se trata todo esto? Hay dos proyectos de nación, los que están desgraciadamente al servicio de la clase propietaria internacional, y los que estamos en la idea de que esta riqueza del sector energético de México sirva como palanca de desarrollo.

Los países que apostaron a la inversión en educación, en salud. Yo no he visto en el actual gobierno, ni en los anteriores, y estoy hablando de gobiernos del Partido al que pertenezco, programas a fondo contra la pobreza, contra el desempleo, contra la inseguridad. De eso se trata de que la riqueza sirva como palanca de desarrollo.

Entonces lo que está a debate son dos proyectos de nación. Los que están al servicio de la clase propietaria internacional y nacional, y los que creemos que debe servir para el desarrollo del pueblo de México.

La banca nacional ya no es nacional, el rescate carretero, los aeropuertos, en fin, hemos pedido los documentos de cómo se firmó el acuerdo con “Repsol”, 20 mil millones de dólares, el “Broker”, con que se elevara “un punto por ciento”, estamos hablando de más de 200 millones de dólares.

El contrato de diez mil millones de dólares para la gasolina en dónde quedó el dinero de los excedentes petroleros. Podríamos hablar de las licitaciones, un traje a la medida, como viene en las iniciativas. Las refinerías, el tema de litigio internacional que pega y que es importante dejarlo claro porque efectivamente atenta contra la soberanía en un momento dado.

La pregunta que dejo en el aire es ¿si es buen negocio para la iniciativa privada internacional, el petróleo, porque no hacer el negocio a favor del pueblo de México? ¿Por qué hacer el negocio para los hombres y mujeres del dinero nacional e internacional? ¿Por qué no el gobierno de la República se decide a hacer y dar un paso como el que estoy creyendo que está aconteciendo? PEMEX moderno, condición de futuro, que no siga siendo la caja chica de Hacienda.

Privatización silenciosa, privatización brutal, se está violando la Constitución, se lo dijimos a la señora Ketssel, hoy lo volvemos a repetir aquí. Y si alguien me dice que hay una definición de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tendría que decir que hay una violación a la Constitución General de la República.

Lo que sería derecho era presentar una reforma al 27 Constitucional y debatir los dos proyectos de nación, que es lo que está a debate, no hoy, hace seis meses, hace un año, hace seis años, históricamente está a debate los que creemos que esta riqueza debe servir como palanca de desarrollo para el pueblo de México: caminos, carreteras, educación y salud.

Los países que apostaron por la educación y la salud hoy dictan las definiciones a nivel mundial. El tema es que el petróleo mexicano es parte de la seguridad de Estados Unidos, y que hay quienes tienen prisa de entregar esta riqueza a los hombres y a las mujeres de la entidad privada internacional.

No fueron al 27 constitucional porque no pasa, necesitan muchos votos, fueron por el camino de atrás, por estas iniciativas con el voto simple lo pueden lograr, estos foros entonces deben servir para que haya conciencia en la nación de que podemos trabajar juntas todas las voces, para poner a PEMEX moderno en un planteamiento a futuro, y que sirva como una posibilidad de desarrollo para el pueblo de México. Muchas gracias. (Aplausos).

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Tiene a continuación el uso de la palabra la senadora Yeidckol Polevnsky, si nos hace el favor.

-LA C. SENADORA YEIDCKOL POLEVNSKY GURWITZ: Con todo gusto, gracias, senador, presidente. La estrategia de privatización siempre sigue los mismos pasos. En la historia de nuestro país y de las privatizaciones podemos recordar, observar que siempre se hace lo mismo, se desmantela financieramente a las empresas, se jubila a los expertos, con anterioridad, en forma temprana, se hace toda una campaña de descalificación en los medios, se venden baratas las empresas, se regalan y, luego, obviamente, generamos a los ricos más ricos del mundo.

En el bombardeo mediático que nos dan hoy es el caso, se dice normalmente mentiras, pero con una contundencia para que querer convencer a cualquiera que no tenga memoria, del que no tenga información. En el caso que nos ocupa se dice que PEMEX está quebrado, falso, se dice que somos ineficientes, me niego a aceptar semejante calumnia, hay gente eficiente en este país, y tenemos ingenieros, y aquí la muestra está más que expresada con Javier Jiménez Espríu.

También se dice que son bajas las reservas petroleras, sin llegar al detalle de si son bajas o no, o por qué, o cuánto se han sobreexplotado. Se habla de falta de personal calificado, hay que recordar que lo jubilaron, no lo mataron, lo pueden recontratar.

Se dice que no tenemos capacidad técnica y que tenemos una falta de capacidad de operación. Por otra parte siempre ofrecen lo mismo, la oferta es igual, vamos a acabar con la pobreza, eso ya lo hemos oído muchas veces, vamos a recibir mucho dinero, vamos a generar muchos empleos, ninguna de esas ofertas que nos han hecho constantemente ha sido cierta. Y recordemos cualquiera de los casos ya citados en esta reunión.

Y luego las confusiones. ¿Qué es privatización? Porque efectivamente nos dicen en la televisión, lo dijo aquí la Secretaría de Energía que no se trata de privatización, y yo creo que tendríamos que partir de empezar por un glosario para ver que estemos hablando de lo mismo, porque los conceptos son confusos.

Privatizar, efectivamente puede ser: uno, vender una empresa en su totalidad a los privados, otro es transferir las actividades que hace normalmente el gobierno en los privados, pero también se privatizan los mercados, y eso es lo que más vale, los mercados.

Cuando compró el ingeniero “Slim” Telmex, créanme que no estaba interesado en comprar un conjunto de conmutadores viejos y cables roídos por las ratas, o una fibra óptica que no existía, no, le interesaba el mercado, y muchos privados han comprado en México empresas para cerrarlas y quedarse con el mercado.

El mercado se privatiza, y la parte más valiosa, la que genera los mayores ingresos, en el caso del petróleo es lo que estamos queriendo ceder, para que los ingresos en lugar de que se queden en México se queden en otro lado.

Efectivamente, la iniciativa confunde lo que son áreas estratégicas con prioritarias. Yo a veces me pregunto: ¿Es ignorancia, es que mienten o es un esquema perverso? La historia de la privatización, del sector energético en México es de muchísimos años, y la razón por la que se ha ido cambiando y modificando la Constitución o la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional, es básicamente para defender, porque el interés de las empresas privadas definitivamente ha sido el mismo, y sigue con una acoso importante hacia nuestra empresa.

PEMEX es y debe ser una palanca del desarrollo, y se preguntan aquí: ¿De dónde vamos a sacar el dinero si lo dedicamos a PEMEX, no, en ningún momento hablamos de que todo el dinero se lo quede PEMEX, bajo ninguna circunstancia, sólo es que pueda contar con mayores recursos para invertirlos en investigación de desarrollo tecnológico e infraestructura, y que eso permita una política de desarrollo de proveedores nacionales y de rescate de la ingeniería nacional que exportábamos en el pasado, y que ha formado, además, en el Instituto Mexicano del Petróleo a los mejores ingenieros que hoy tiene Petrobras, o …..

(Sigue 30ª. Parte)

…petróleo a los mejores ingenieros que hoy tiene PETROBRAS o cualquiera de estas empresas de las que tanto se presume.

No se dice nada en esta Iniciativa, de corrupción. A menudo los que tratan de convencernos, nos dicen a solas, hablando: “Con ese sindicato no se puede hacer nada”, pues pónganlo con todas sus letras y sus palabras. ¿Qué parte del sindicato? Porque tampoco creo que sea justo atizarle al sindicato todo. Hay que hablar de qué parte, y hay que decirlo directo, pero no es tratar de ir por la puerta de atrás.

Los pidiregas también, efectivamente, trajeron todo, todo lo que necesitaban, que podrían haberlo hecho aquí.

Voy a la pregunta, antes de que me digan que se me acabó el tiempo, y voy a citar con ello, primero, aquí a mi ilustre compañero que dice: “Que la burra no era arisca, las privatizaciones mexicanas la hicieron”. Efectivamente.

Y aquí la pregunta. ¿Cuál es, quisiera saber realmente, cuál creen que sea el interés de las empresas extranjeras de entrar a México?

También quisiera que me contestaran ¿si saben o conocen cuál es la política energética de Estados Unidos?

Se la abre, igual se pretende que abramos nosotros; si la comparten en la misma forma que nosotros lo hacemos. Creo que es una cuestión de principios. Y termino con lo siguiente:

¿Qué es una empresa que va en contra de la Constitución? Y la Constitución es la ley suprema de todos y cada uno de los países, y es de ella de donde derivan todas las leyes. Y cuando juramos “Juramos cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan”. Es un compromiso.

A mí me hace pensar que cuando se quitó el civismo de la escuela, pues no solamente es que se han olvidado muchos de estos principios, sino que se instauró el cinismo a cambio del civismo.

Muchísimas gracias, Presidente. (Aplausos).

-EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Gracias a la señora senadora Yeidckol Polevnsky.

Le solicitaríamos, a continuación, que el senador Rubén Camarillo, Secretario de la Comisión de Energía, hiciera uso de la palabra para cerrar el ciclo de preguntas y pasar al ciclo de respuestas.

-EL C. SENADOR RUBEN CAMARILLO ORTEGA, Secretario de la Comisión de Energía del Senado de la República: Muchas gracias.

Primero quiero agradecer puntualmente a todos los panelistas del día de hoy, este ejercicio extraordinario. Se los agradezco profundamente.

Y celebro personalmente la presencia de la doctora Claudia Sheinbaum, y de verdad, se lo digo y se lo agradezco profundamente. Es mejor escucharla aquí, aquí es donde podemos platicar, y no en otro lado. De verás, le agradezco su presencia el día de hoy, sobre todo porque le respeto como académica.

Tuve la oportunidad de escucharla hace 10, 12 años, y de verdad la respeto como académica. Aún y no coincida con alguna de sus apreciaciones. Y debo de confesar que sí coincido con otras. Y de ahí la esperanza de que podamos construir consensos.

Por otro lado, y tomando las palabras de mi colega, el ingeniero Javier Jiménez, porque entiendo, que como yo, compartimos en su momento la experiencia de trabajar para Petróleos Mexicanos, la situación que usted dijo: “Las verdades a medias, son mentiras dolosas”, aquí lo dijo usted en su exposición.

Por tanto, me gustaría hacer las precisiones siguientes, algunas aseveraciones que aquí se han hecho, y me parece que son inexactas, y en otras, totalmente equivocadas.

 

Primero.- Que dijo aquí que hay 80 pozos cerrados por falta de una planta procesadora de nitrógeno, y que por tanto, hemos dejado de producir 500 mil barriles diarios. Es una equivocación total. No hay pozos cerrados, ni en Cantarel, ni otros campos, por razones diferentes a los de la operación, no hay producción diferida.

Segundo.- Se dijo aquí que la planta de nitrógeno debió haber entrado en operación en el 2002. Habla de 5 años de retraso. Es inexacto, sólo tuvo 8 meses de retraso por suministro no materializado por parte del constructor.

Tercero.- Aquí se dijo que sólo hemos explorado el 20 por ciento del territorio nacional. Totalmente equivocado. Hemos realizado una exploración de reconocimiento en el 100 por ciento de la República Mexicana; de ese 100 por ciento, se ha elegido el 38 por ciento porque los estudios así lo han indicado, ofrecen un potencial de hidrocarburos importantes en donde se han enfocado las inversiones en proyectos verdaderamente rentables para este país.

Del área restante con potencial, 15 por ciento están en tierra, y 5 por ciento en la plataforma continental; el resto está en aguas profundas.

Cuarto.- Podemos depender de campos maduros. Inexacto totalmente. Los pozos abandonados sólo aportarían 23 mil barriles de petróleo diario, los tenemos que aprovechar, por supuesto, pero esa es una aportación muy marginal.

Quinto.- Se ha dicho que el Presidente Calderón dijo que se aumentaría la producción a 4.5 millones de barriles diarios. Es totalmente inexacto. Lo que él ha dicho, es que si se aprueba la reforma hoy, en el año 2021, se podría tener la capacidad para ir hasta esa plataforma de producción.

Sexto.- No le han permitido, aquí se ha dicho que no le han permitido a PEMEX aprovechar al bum petrolero. La verdad es que en los últimos años se ha multiplicado las inversiones en Petróleos Mexicanos. Pasaron de 2 mil 500 millones de dólares anuales, de la década de los 80, a casi 14 mil en los últimos años.

Y para finalizar. Acabo de estar en Chicontepec, y no coincido con lo que aquí se ha dicho en relación de lo que ahí está pasando.

La participación de los técnicos y de los ingenieros mexicanos, muchos de ellos amigos míos de mis tiempos en Petróleos Mexicanos, es total y completamente determinante.

 

Y también se ha dicho aquí acerca de los excedentes. Y traigo una nota que preparé, porque aquí se han dicho gran cantidad de cosas acerca de los excedentes petroleros.

 

Primero.- La decisión de dónde se gastan los ingresos petroleros y los excedentes, siempre podrá modificarse. Al final del día el tema de los excedentes los define el Congreso, el Congreso, no el Ejecutivo. El Presidente no decide el destino de los excedentes.

¿A dónde están? ¿A dónde se han ido? Bueno, pues yo creo que se han ido a muchas partes, entre ellos, por ejemplo, el gasto federalizado ha crecido prácticamente el doble, y algunos estados les ha ido bastante bien.

En el 2000, al Distrito Federal, por ejemplo, le tocaron 40 mil millones de pesos; y en el 2007, 74 mil millones.

Michoacán, otro ejemplo, 14 mil millones en el 2000; y actualmente poco más de 28 mil.

Y si también nos dicen a dónde se ha ido más, bueno, pues, en Seguridad Pública pasó de 24 mil millones, a 59 mil.

En comunicaciones, en infraestructura, de 18 a 71 mil; y en Salud, de 16 a 52 mil. Y así puedo hacer muchos otros ejemplos, pero me parece irracional lo que aquí se ha dicho, que el Presidente, y que a dónde ha ido la renta petrolera. Ahí está, es cuestión nada más que nos agarremos un poquito el tiempo para leer los documentos, que ahí están a la disposición de todos; ahí está la Ley de Responsabilidad Hacendaria, en donde se puede ver perfectamente, y de una manera muy clara, porque son los diputados los que autorizan cada año a dónde se va cada uno de esos recursos.

Termino, porque sí quiero irme con mi tiempo, simplemente con una pregunta para el doctor Arturo Fernández.

La pregunta que le dejo al doctor es. ¿Si está usted de acuerdo, que al final del día lo que importa, lo que hay que buscar con respecto a la renta petrolera, es decir, al beneficio de este país, es que se potencialice al máximo?

Y la fórmula es muy sencilla de la renta petrolera. Tiene dos componentes: Los ingresos que recibimos por el petróleo, que se divide en dos; la producción, es decir, la cantidad de barriles, y el precio. Si aumenta el precio, aumentan los ingresos; si aumenta la producción, aumentan los ingresos.

Y el otro componente, son los egresos, los gastos, los costos. Entonces, yo creo que para potencializar al máximo esta renta petrolera, y le pregunto ¿si usted estaría de acuerdo con ello, es buscar los mayores ingresos y los menores costos para así maximizar la renta petrolera, que yo creo que es al final del día, lo que le interesa a los ciudadanos de este país.

Muchas gracias. (Aplausos).

-EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias al señor senador Rubén Camarillo por su intervención.

Iniciamos ahora el ciclo de respuestas a estas preguntas que han sido formuladas, con la intervención de la doctora Claudia Sheinbaum.

-LA DRA. CLAUDIA SHEINBAUM PARDO: Bueno, fueron muchas, así que espero que sea un poco flexible con el tiempo de respuesta.

Yo pensé que venía a un debate sobre petróleo y energía, me refiero por la primera pregunta que se me hizo. De cualquier manera, me parece que la voy a contestar, aunque no me parecería, que en todo caso fuera el tema en este foro.

Mire, yo estoy convencida de que hubo un fraude electoral en el 2006, y no sólo yo, sino millones de mexicanos. Por eso hablamos del Presidente espurio y un gobierno de facto. Es un convencimiento que tengo en datos que nosotros obtuvimos en el año 2006.

Siempre he sido consistente. Y si afuera en las calles hablo del Presidente espurio, me parece que la consistencia intelectual y la constancia política me obligan a que frente a los panistas, y si me ponen enfrente a Felipe Calderón, se lo diría: es un Presidente espurio, no es una falta de respeto, desde mi perspectiva es una realidad.

Dos.- El asunto del agua en el Distrito Federal. Cuando yo fui Secretaria de Medio Ambiente, construimos por primera vez un organismo público, el sistema de aguas de la Ciudad de México, sustentado por primera vez en la Ley de Aguas…

(Sigue 31ª parte)

…por primera vez, en la Ley de Aguas del Distrito Federal, que constituía un organismo que desafortunadamente, originalmente lo diseñamos descentralizado y al final tuvo que quedar en desconcentrado.

 

De tal manera que este organismos hace las labores desde la extracción del agua, toda la operación del agua, hasta la comercialización. ¿Qué fue lo que hicimos al final? Dado que desde 1992, se habían otorgado contratos con privados, en particular para la medición y la facturación del agua —fíjense de qué tamaño estoy hablando de la operación de aguas de la ciudad de México— decidimos convertir esos contratos en concesiones, porque se ajustaban más a la ley, en esta partecita. Cabe decir, que esto no es anticonstitucional, porque la Constitución lo permite.

Numero dos. Estamos hablando de la integración de empresa, que es precisamente nuestra propuesta para Pemex, de una empresa pública.

Y número tres, nada más para que lo sepa. Esta nueva contratación permitió el ahorro de 150 millones de pesos. Es decir, se contrataron las mismas empresas para el siguiente año, y en esta contratación se permitió el ahorro de los 150 millones de pesos.

No tiene nada que ver esto, nada, por más que usted haga así, con lo que ustedes están proponiendo en Pemex, qué es, la operación de la refinación; la operación de los ductos e inclusive los contratos de riesgo en extracción. Es totalmente distinto.

Dos. ¿Por qué la prisa en las privatizaciones? ¿Cuál es la prisa para aprobar la reforma energética? Lo dijimos en la calle, y lo digo aquí, en el Senado de la República, ¿cuál es la prisa? ¿Por qué si todos coincidimos, en que es un tema tan de fondo, tan profundo y que toca tantas fibras de la conciencia nacional, y en términos de la economía representa tanto, por qué tanta prisa? Y le contesto, al senador, a lo ya es la prisa de los compromisos establecidos en campaña, antes de que en noviembre de este año, se vaya Bush de la Presidencia de los Estados Unidos.

Tres. Aguas profundas. (Aplausos) El problema de las aguas profundas, no es para mañana, tampoco, ¿cuál es la prisa? Tenemos 45.4000 mil millones de barriles de reservas en aguas somera y en tierra. Después, en reservas prospectivas, tenemos 53.8 mil millones de barriles. De los cuales, 29.5 están en aguas profundas, en efecto —todos son datos de Pemex— y 24.3 en aguas someras y en tierra.

Es decir, tenemos suficientes recursos en aguas someras y en tierra, por cierto, y lo repito, Pemex es líder mundial en exploración y explotación en aguas someras y en tierra; en particular en aguas someras, donde están la mayor parte de las reservas del país. Si tenemos este recurso y Pemex lo puede hacer, ¿por qué la prisa en aguas profundas?

Podemos ir solos, ¿qué requerimos para la industria petrolera? Requerimos dinero, requerimos tecnología y requerimos capacidad humana.

La capacidad humana, estoy convencida que la tenemos. Y al final voy a hacer un comentario en este sentido. La tecnología, si no la tuviéramos, aunque deberíamos de desarrollarla, la podemos adquirir; requerimos técnicos, que nos digan, cuál es la tecnología adecuada para hacer una transferencia tecnológica cada vez mejor para México.

 

Y el asunto del dinero. Yo lo digo en mi ponencia, ¿de dónde va a venir, por ejemplo, el dinero de una empresa privada, para extraer el petróleo o para refinarlo o para operarlo? De lo mismo que para Pemex, del mercado petrolero.

Con una diferencia. El privado se va a llevar, o parte de la renta, disfrazada o no, porque en los contratos de servicios múltiples, disfrazan el que se lleva en la renta petrolera; que es lo que está en la iniciativa, que están proponiendo. ¿Por qué? Porque el contrato de riesgo, y lo que establece, es que una parte de lo que extraigan de petróleo, en especie o en gas, pues se lo v a llevar el privado.

En este caso y en los contratos de los servicios múltiples, no se llevan el petróleo. Pero se llevan el equivalente en el valor en el mercado internacional. O sea, casi más o menos lo mismo.

Es decir, si el mercado de Pemex, es el mismo que del privado. Inclusive si se requirieran créditos, Pemex tiene mejor capacidad de obtenerlos en el mercado internacional, que un privado, y ahí está el ejemplo, de la inversión en producción independiente de Comisión Federal; que además del problema de la importación de gas natural, representa en electricidad más cara, y como bien dijo el ingeniero, pérdida en el despacho de carga, en autonomía del despacho de carga de Comisión Federal de Electricidad.

Es decir, podemos hacerlo solos, tenemos los recursos y si no, los podemos conseguir.

Y déjenme decirle una cosa, yo me dedico en la investigación académica, al cambio climático y la energía. El panel intergubernamental de cambio climático, cuando inició su trabajo, en 1988, hablaba de algo que se llamaba: el principio de precautoriedad para el cambio climático.

Y decía: no estamos muy seguros si va a haber cambio climático, —hoy si estamos— pero en aquel entonces decía, pero vamos a actuar, como si fuera haber.

Y yo digo, aquí también tenemos que actuar bajo ese principio. Mil veces, cien mil, un millón, apostarle a la ingeniería nacional o al desarrollo de la ingeniería nacional, al desarrollo de la tecnología nacional, que privatizar; es decir, ¿por qué? Yo se lo planteó al revés, ¿para qué privatizar? Si Pemex puede desarrollar y tiene la capacidad para hacerlo, mil veces mejor que lo haga la empresa pública; que derrama en la economía nacional, llana en ingeniería, a que lo hagan los privados, que lo único que va a pasar, es que se vayan a unas cuantas manos.

Una más. En la propuesta, lo que decimos es que, si la refinación y la petroquímica no han sido rentables, es porque artificialmente Pemex Exploración y Producción le vende al precio internacional, fijado en los Estados Unidos, el petróleo crudo, a Pemex Refinación y a Pemex Petroquímica. Ninguna empresa del mundo petrolera, los fija en esos niveles.

Si los precios ínter organismos se adecuaran a una… a un valor que tuviera sentido, nadie está diciendo, a un valor que tuviera sentido, de inmediato la refinación y la petroquímica se hacen rentables. El problema, y sí lo sostenemos, es que deliberadamente se ha descapitalizado a Pemex, y deliberadamente se lo ha ido quitando cada vez más de la ingeniería nacional.

-EL C. PRESIDENTE LABASTIDA OCHOA: Doctora Sheinbaum…

-LA C. DRA. CLAUDIA SHEINBAUM: Como último, ya nada más. En el último para la última observación.

Aquí parece un acto de fe, de si están cerrados 80 pozos o no están cerrados 80 pozos. En Cantarell y lo se lo puede decir cualquier ingeniero petrolero, que son los que nosotros consultamos, porque esto no es un asunto de fe.

En Cantarell tomaron la decisión de inyectar nitrógeno, cuando había otras técnicas, que podrían haber permitido una productividad mayor de este enorme yacimiento. Deciden inyectar nitrógeno, y hay una serie de pozos que están contaminados con nitrógeno. Queman entonces el gas natural a la atmósfera, que está contaminado con nitrógeno, en vez de instalar esta planta, y una serie de pozos los tienen cerrados, precisamente por este problema de contaminación.

Y con todo gusto, en otro momento, con suficiente más tiempo, traemos a nuestros técnicos petroleros, para que lo puedan discutir más abiertamente.

Muchas gracias. (Aplausos)

-EL C. PRESIDENTE LABASTIDA OCHOA: Gracias, doctora.

Le corresponde, ahora, al licenciado Porfirio Muñoz Ledo, pasar a responder las preguntas que le han sido formuladas.

-EL C. LIC. PORFIRIO MUÑOZ LEDO: Te lo agradezco mucho.

Son dos interpelaciones, directas y dos preguntas.

Respondo a la interpelación, no a la pichufleta.

Héctor nos ha dado una idea, muy clara de qué entienden por modernidad. Se ha ido al texto original de la Constitución de 1917. Nada más faltaba irse a la del 57, o la Constitución de Cádiz.

Sin ese libro de Pastor Rou, que es el autor del proyecto, la constitución…

(SIGUE 32ª. PARTE)

…..Pastor Roe, que es el autor del proyecto, la construcción, era ingeniero, el origen de los artículos 27 y 123 de la Constitución, ahí está todo. Cuando deja este pequeño margen la redacción es porque todas las empresas que había en este país eran extranjeras. Estaba asumiendo la nación el dominio, no había el asomo de una empresa mexicana. Cuando en 1938, que es la segunda redacción, no sabíamos siquiera, teníamos la confianza. Así no se podían hacer las cosas. Es histórico el recado que dejó el Presidente de Costa Rica, dijo no digo adiós, sino hasta luego, el americano, porque en tres meses regresamos. Entonces sí estaba integrado Petróleos Mexicanos que tuvo dos formas jurídicas previas. Estaba juntando los delitos. Y por cierto quienes no creen que el producto es una cadena productiva, que lean el Decreto de Expropiación del General Cárdenas. Ahí enumera instalaciones, ductos, ahí está la numeración de lo que está expropiando, si hay alguna duda. Se dejó un cierto margen.

En 1960, Héctor, cumple 22 años Petróleos Mexicanos, exitosos. Y cumple 18 años la Comisión Federal de Electricidad. Es ahí donde desarrollo extraordinario de nuevo que se decide en 70 comprar las empresas extranjeras productoras de electricidad, enclusive la “Mexican Life Power”, que es la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza y nacionalizar constitucionalmente la electricidad. Que ya había con qué. Y se resuelve, la redacción actual de Petróleos Mexicanos. Mediados del desarrollo estabilizador. 65. Ell Padre del actual Director de Petróleos Mexicanos, propone, siendo Director de la Empresa, la cancelación definitiva de los contratos de riesgo, riesgo, 65, ¿sí? Entonces vamos para ganar, nada más dame unos segundos, para que veas la historia, la “antihistoriecidad” de tu argumento.

En 1965, estuve consultando con Javier, yo calculo que el número de empresas de estado dedicadas a la explotación petrolera, no pasaba de los dedos de una mano o de dos. El cambio que ha habido de 65 para la fecha es que hay un inmenso número, mayoritario de empresas de estado. Entonces qué es en el sentido de la historia y qué es la modernidad.

El tema constitucional. Hay quien ha propuesto un paso adelante, y no asumo su posición, Arnaldo Córdova, él la expondrá, que el siguiente paso es la constitucionalización de Pémex, para que no sigan diciendo que los monopolios son malos, que evitan la competencia, artículo 28, Banco de México, que permita la competencia en la emisión de moneda del Banco de México. Artículo 41, el IFE, que acepta la competencia en el cómputo de los votos. Entonces la constitucionalización de Pémex no sería una mala idea aunque no es éste el momento de discutirlo.

Respuesta a usted doctor, con todo respeto. Es un gran tema. Y se lo voy a precisar. El debate sobre OPEP sí y OPEP no, deriva de 2 factores. De los compromisos que adquirimos con Argelia y con Venezuela de que en caso de que nos volviéramos un país substancialmente exportador, son compromisos formales, nos codearíamos con ellos. Quien presionaron hacia el no o presionaban hacia el sí, que tenían un lado cínico y un lado práctico. Beneficiémonos de lo que hacen los señores y no adquiramos compromisos.

Quienes estuvimos siempre a favor, el compromiso es parte del ejercicio de la soberanía. Pues con ese criterio no firmaríamos ningún Tratado ni Convención Internacional. De lo que se trataba, como siempre hay en los gobierno, había, de una lucha interna de quienes querían la petrolización y de quienes no la queríamos. Y los que no la queríamos queríamos un valladar, algo que la parara y eso era, entre otras cosas, el ingreso a la OPEP.

Número 2.- La OPEP nos ofreció, términos de asociación sin ingreso, es muy importante, pero quería que estuviéramos del lado del mercado de los productores, nos veían muy tiernos, si no habíamos importado nunca, querían que estuviéramos de su lado y se hizo con Venezuela y con Arabia Saudita después. Pero hubo un impulso. Tiene desde 1978 al querer que no solamente es OPEP, se planteó a propuesta de Venezuela una alianza estratégica entre “Petro Ben”, ahora es “PEDEREKA”, ya cambió, Pémex y “Petrobrack”. Ahí están los documentos. El líder de eso era Alberto Calderón Bertí, Ministro de Energía, en Venezuela. Ahí están los documentos. Pero tampoco se quiso que nos vinculáramos ¿sí o no? Ahí estuvo. Entonces tampoco se quiso que nos vinculáramos porque ya se venía la presión norteamericana. Eso y luego lo de consulta popular, Diputado. Me permite responderle, a mi amigo, al Diputado José Murat, cuando hablé al comenzar, con toda serenidad de los más vertientes debates aquí en Xicoténcatl que están vinculados con él, me refiero a los debates sobre el Tratado de Libre Comercio y sobre las Leyes que modificamos, fueron 29, para adaptar la Legislación Mexicana de la relación norteamericana. Los americanos en su “Filo Suplementetion” no modificaron ninguna. Ahora se trata de modificar disposiciones constitucionales mexicanas al modo del derecho corporativo de los Estados Unidos. Más claro no canta un gallo.

¿Cuál era el tema? Tuvimos en aquel entonces no menos de media docena de reuniones bilaterales, como las sigue habiendo, pero el tema era ese. Era dicho en término norteamericanos “dicho en inglés”, eso es, “petróleo contra migración”. Así es, ese era el fondo del debate. Nosotros, bueno, éramos una oposición muy reducida. Comenzábamos siempre por las cuatro libertades con que se funda en 49, la Comunidad Económica Europa; libertad de comercio; libertad de bienes y servicios; libertad de tránsito para las personas; libertad de establecimiento, que se ha olvidado, irse a vivir a otro lugar, otro país, es la ciudadanía europea en el fondo, y por último libertad de circulación de capitales.

Entonces quedamos en el peor de los mundos, porque ellos lograron el compromiso ----y por eso aquí están las cifras, después del TLC---- sigue aumentando la exportación de petróleo, obviamente. El “Goin Anticristo Plea”, que ellos querían en los hechos, ellos lo aseguraron por medio del resorte a la deuda, ya estaba dedicado al pago de la deuda, es “The Good Plean Becker”. Bueno.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Me permito solicitarle del tiempo al señor licenciado.

-EL C. LIC. PORFIRIO MUÑOZ LEDO: Perdón, déjeme, termino en 30 segundos, si me lo permite, pero es una idea importante y serenamente he dicho.

Entonces, pero nunca logramos nada serio en la migración. El argumento norteamericano. Yo sí quiero, pero mira, el Congreso, pero mira las fueras, pero mira lo otro. Y nosotros nunca hemos estado constantemente ese argumento. El reparo del Congreso no los hubieran querido. Un Presidente mexicano tuvo la ocurrencia de mandar pintar las bardas “Yankees Go Home” cuando lo visita un Presidente Americano para ver que impresión popular. Claro que lo cacharon.

México nunca ha sabido, y esta es una gran oportunidad, este debate y ese asunto manejar, como ellos lo hacen siempre en sus presiones internas. Y es construir un inmenso muro y nosotros seguimos dándole el suministro referéndum en consultas popular.

40 decisiones latinoamericanas fundamental, luego sistema europeo, han sido llevadas a referéndum; 22 de ellas en Uruguay, los últimos 20 años, desde el referéndum de Pinochet.

Esta es la manera natural de tomar decisiones políticas fundamentales.

Recuerdo una de Uruguay que tiene que ver, que perdió por 72 por ciento de la votación, que es nada menos que la Ley sobre Inversión Extranjera de largo Plazo, cuidado.

Aquí hay 2 soluciones, espero que se acuerde Senador Santiago Creel de Referéndum sobre la autonomía del Distrito Federal. Hicimos, en 95, una gran consulta ciudadana que tuvo mucho que ver con la toma de decisiones para la elección libre y directa en la ciudad de México.

Aquí no hay sino de 2 soluciones. Una……

(SIGUE 33ª PARTE).

… aquí no hay si no de dos soluciones. Una, o hacemos… gracias, permítame.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Perdón, discúlpeme usted…

-EL C. PORFIRIO MUÑOZ LEDO: No, yo también, o hacemos una consulta popular…

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le vamos a tener que quitar el sonido, señor licenciado.

-EL C. PORFIRIO MUÑOZ LEDO: No me obligue a decirle otra cosa. O hacemos una reforma constitucional que incluye el referéndum, pero tomemos en serio este debate. Muchas gracias, señor senador.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: A usted, señor licenciado.

Tiene a continuación el uso de la palabra el doctor Luis Rubio.

-EL C. DR. LUIS RUBIO: Muchas gracias, senador. primero, diputado Alejandro Chanona, me parece que sus preguntas específicas no hay duda que el problema de PEMEX no es de recursos, tampoco creo que haya duda alguna que el modelo de empresa que ha seguido está agotado y esto no niega desde luego la calidad del personal que tiene, son dos cosas distintas.

Por supuesto también hay sinergias en una empresa integrada, pero esa afirmación, ese concepto es sólo válido con un modelo de empresa radicalmente distinto. Así que a menos de que se planteó la reforma radical de la entidad quizá sería mejor pensar en esquemas distintos, porque para construir ese esquema nuevo, diferente, radical, tendríamos que pensar en términos que son normales en la industria petrolera mundial, que no son típicos del manejo de PEMEX en México. Me parece que podríamos pensar en un modelo distinto para México, donde hubiera empresas estatales, pero de derecho privado que tuvieran la flexibilidad necesaria para contratar, para asociarse, para financiarse y partir de la tecnología necesaria sin que hubiera un elemento privatizador de ninguna naturaleza en esto.

 

A la senadora Yeidckol Polevsky, me parece que no es tema de fe la evidencia de las privatizaciones es pública, es evidente ahí, hay algunas cuantas que fueron exitosas y un montón que fueron un desastre espantoso desde el punto de vista del consumidor sin la menor duda.

Me parece que el tema de fondo, el problema de fondo no es el hecho de la privatización, sino la falta de competencia y la regulación inadecuada. Creo que eso es lo que tenemos que atender, porque negar la viabilidad de una empresa en un contexto de competencia es negar la… del mundo, simplemente es el mal contexto en el que hemos operado que explica esta realidad.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias señor doctor. El ingeniero Javier Jiménez Espriú tiene el uso de la palabra para contestar las preguntas que le han sido formuladas. Muchas gracias de antemano.

-EL C. ING. JAVIER JIMENEZ ESPRIU: Voy a hacer un par de reflexiones, porque no tuve preguntas concretas, pero el senador y colega Rubén Camarillo, secretario de la Comisión de Energía, señaló que yo había dicho que las mentiras a medias son mentiras dolosas, y lo dije. Y después dijo que aquí se habían señalado una serie de cosas que aparentemente las catalogaba dentro de este paréntesis o de este stand, y mencionó una que yo dije, que era la única petrolera del mundo, a la cual los administradores no le habían permitido aprovechar los recursos del “bum”.

Me dijo que habían incrementado los apoyos de 2 mil 500 millones de dólares hace unos años, a 14 mil en las últimas... Me voy a permitir leer el párrafo completo porque cuando se saca de un contexto una expresión se complican las cosas.

Dije yo que PEMEX es la única petrolera del mundo a la cual sus administradores no le han permitido aprovechar los recursos del “bum” del precio del petróleo para atender sus deficiencias y rezagos, para instalar refinerías, para modernizar y ampliar su red de ductos, para incentivar la investigación del desarrollo tecnológico y para promover la industria petroquímica.

Creo que en esos renglones no cayó ninguno de los 14 mil millones de pesos que le dieron a PEMEX, todo se fue fundamentalmente a la parte de exploración y explotación.

Tengo que hacer otra reflexión y la haré aunque… Ah, no, está llegando el diputado Jorge Nordhausen, quien me dijo que el problema del abasto de energía eléctrica se había solucionado con estas nuevas plantas que ahora nos sobran. Creo que el señor diputado estaba mal informado, porque el gobierno mal informó.

Las tendencias de crecimiento de la demanda que se presentaron para justificar la participación de los productores independientes de energía estaban alteradas.

Yo tuve personalmente la oportunidad de convocar en la facultad de ingeniería a los representantes de tres partidos: el licenciado Bartlett, el licenciado Rodríguez Prats, que no me dejará mentir, pero como se fue a la mejor sí me deja, y el licenciado Demetrio Sodi, que estaban encargados de este proyecto en sus respectivas.

 

Nos reunimos con varios profesores de la facultad de ingeniería que representaban 25 años de gerentes de planeación de la Comisión Federal de Electricidad. Y ahí les demostramos, el señor Rodríguez Prats en la comida dijo: …”llevamos dos años discutiendo y nunca habíamos aprendido tanto como esta mañana”. Demostraron que las tendencias de la demanda que estaban presentando eran exageradas.

No se resolvió un problema de falta de abasto, no hubo nunca falta de abasto, nos dijeron que si no se hacía eso tendríamos apagones en los próximos años, no era cierto.

Hoy tenemos un exceso de reserva y estamos pagando, usemos o no usemos, la energía que producen las plantas independientes, porque se hizo el planteamiento indebido, porque se propuso una tendencia de crecimiento que estaba más allá de la realidad. Resultaron, desde luego, en un gran incremento de la reserva de electricidad, que aún hoy tenemos varios años después y en magníficos contratos y en magníficos negocios para las empresas productoras de energía y que además como usaron gas como combustible, como usan gas como combustible, provocaron un problema en el precio del gas que cuadruplicó el precio del gas en el mercado mexicano. Ese es uno de tantos años de una de estas cosas que se hacen de repente sin ser demasiado objetivos.

Por eso a veces los datos que se presentan no son tan confiables, por eso a veces nos sentimos engañados.

Por eso decía Borges por ahí en algún momento: “Ahora ya creo más en las emociones que en las estadísticas”.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al ingeniero Javier Jiménez Espriú su intervención y le solicitaríamos al ingeniero Javier Beristáin nos haga el favor de hacer uso de la palabra.

-EL C. ING. JAVIER BERISTÁIN: Gracias, senador. Bueno, por varias alusiones el desarrollo estabilizador hace 40 años yo era uno de los críticos más fuertes por el equipo en el que trabajaba, encabezado por Flores de la Peña, del desarrollo estabilizador; pero tanto tiempo ha pasado y los programas posteriores arrojaron resultados tan magros que por eso recordamos o yo recuerdo aquel desarrollo desestabilizador.

Yo no lo recomiendo para los actuales tiempos, simplemente lo recuerdo en contraste con otras etapas de la economía moderna de nuestro país.

Segundo, diputado Chanona hace dos preguntas. La primera acerca de política industrial.

Bueno, en aquel entonces y luego trabajando para Víctor Manuel Villaseñor y Jesús Reyes Heroles, pues me tocó trabajar en un proyecto muy específico de desarrollo que fue Ciudad Sahagún, en la época en la que pues esas cosas se consideraban así como que los grandes casos de intervención de gobierno en la industria política focalizada, en este caso de tipo regional. Pues no quiero recordar las tragedias asociadas, tragedias económicas, no otro tipo, asociadas a Ciudad Sahagún.

En la discusión de política industrial se presentan dos modelos, el de las intervenciones focalizadas y las intervenciones de corte general que pretenden…

(Sigue 34ª parte)

…y las intervenciones de corte general que pretenden establecer reglas más favorables para cualquier tipo de industria.

Mientras las reglas, por ejemplo, se necesitaría una buena política de ciencia y tecnología, estarán buenas políticas fiscales, estarían buenas políticas de comercio exterior, estarían buenas políticas de competencia.

Me parece que lo que se ha escogido recientemente es un modelo de reglas parejas, mas que de política industrial focalizada. Se puede discutir, pero en fin.

Los errores en la focalización o en la regionalización, ha habido éxitos también, condujeron a esta revisión del corte político industrial.

Porfirio habla del “monopolito” que es el Banco de México. Es un monopolio pequeño, pero no por el monopolio que tiene. El Banco de México es monopolio en acuñación de moneda y emisión de billetes. Y ese monopolio participa en uno de los mercados más competitivos que hay sobre la faz de la tierra.

El Banco de México, su fortaleza no está en la acuñación de moneda o en la emisión de billete, sino en la capacidad de regulación del mercado nacional de cambios y de dinero, pero es regulación, no es por ser un monopolio que como monopolio no pinta en la creación de dinero o en el establecimiento de tasas de interés.

Sobre el tema de si hay recursos abundantes. Bueno, es pregunta crucial, diputado Chanona.

Tiene el país recursos abundantes. Pues hay muchos recursos, pero todos cuestan, todos cuestan. O sea, principio no dogmático, no de fe. Principio analítico, científico es que cualquier recurso tiene usos alternativos. Hay un principio de costo de oportunidad.

Entonces, las decisiones en algunos casos de gobierno o legislativas o decisiones de los mercados, esencialmente lo que pretenden es distribuir de manera óptima esos recursos entre distintas posibilidades.

Hay recursos para financiar así hipotéticamente, recursos para financiar todas las inversiones que PEMEX tendría que realizar, posiblemente sí. La pregunta es: ¿Es el uso más eficiente desde un punto de vista social y nacional destinarle todos esos recursos a Petróleos Mexicanos?

Yo cuando menos tengo la duda de que así sea, sobre todo porque Petróleos Mexicanos tiene acceso a distintas fuentes de financiamiento y no únicamente a la fuente petrolera, no únicamente a la renta petrolera. Tiene acceso a cualquier mercado internacional y nacional de capitales y lo viene haciendo desde hace mucho tiempo.

¿Puede PEMEX hacer todo? Yo dije en mi comentario: Bueno, hipotéticamente sí. Uno podría decir, le quitamos restricciones de tiempo, le quitamos restricciones de recursos humanos, tecnología, recursos financieros. Nos inventamos un PEMEX omnipotente.

Pero la pregunta: ¿Aunque pueda hacer todo, conviene que lo haga?

Hay otro principio económico tan viejo como la renta “ricardiana” y de hecho es del mismo Ricardo, que es un principio ventaja de comparativa. Tampoco es dogma, tampoco es acto de fe. Es un principio que lleva a cualquier agente económico a especializarse en aquello en donde tiene ventaja comparativa.

¿Puede hacer todo PEMEX? Hipotéticamente sí. Pero yo no creo que ese sea el camino de Petróleos Mexicanos.

Termino porque estoy abrumado con el tema de la privatización. Aquí se ha hablado de distintas privatizaciones. Para mi la privatización básica, básica, de la que estamos hablando es si se traslada o no la propiedad del petróleo.

En ningún, en ningún punto de las iniciativas que se están considerando, en ninguno se habla del traslado de esa propiedad. No hay privatización del petróleo. Gracias.

- EL C. PRESIDENTE SENADOR LABASTIDA OCHOA: Muchas gracias al licenciado Javier Beristáin por su intervención.

Y le pediríamos a Don Héctor Aguilar Camín que hiciera uso de la palabra.

- EL LIC. HECTOR AGUILAR CAMIN: Muchas gracias, Senador.

En relación con la pregunta sobre la autonomía presupuestal.

Yo no estoy en contra de la autonomía presupuestal ni en contra de la autonomía de gestión.

Yo lo único que pregunto es, primero: ¿Alcanza o no alcanza para que PEMEX tenga lo que necesita para invertir y que el Gobierno Federal tenga lo que necesita para su presupuesto?, primer asunto.

Si no alcanza, nos tienen que decir los legisladores de dónde va a salir el resto del presupuesto federal; o si piensan dejar al Gobierno Federal sin esa parte del presupuesto. No sé si alcanza o no alcanza, pero en todo caso es un problema que se plantea ahí.

Ahora bien, en el supuesto de que alcance. Autonomía presupuestal de PEMEX, mi pregunta es: Quién controla.

Nuevo reparto de los excedentes, mi pregunta: Es quién controla. Quién los otorga.

Digo, sin un sistema transparente de rendición de cuentas y un gobierno corporativo sólido que controle la empresa, autonomía presupuestal sin transparencia, será un nuevo reino mejorado de opacidad, corrupción e ineficiencia.

¿Con las mismas reglas de ahora vamos a hacer autonomía presupuestal, con un consejo de administración, cuya mitad es de funcionarios públicos y la otra mitad de miembros del sindicato? Yo creo que no. Yo creo que no.

Pero dije la palabra sindicato y no quiero dejarla pasar, porque –salvo Yeidckol, creo- es la palabra invisible de esta conversación, no ha aparecido.

Dice Claudia Sheinbaum, y creo que tiene razón, de que ella tiene orgullo por la gente que trabaja en PEMEX, por sus ingenieros, por sus trabajadores. Y yo creo que tiene razón. Hay una zona muy grande en la cual debemos estar orgullosos de la gente que ha construido PEMEX, porque en PEMEX y en la historia de PEMEX hay una épica, hay una épica admirable. Hay una épica del trabajo. Hay una épica de despliegue industrial. Hay una épica de construcción de ciudades. Hay una épica, en suma, de construcción nacional. De eso no hay ninguna duda. Una historia, por cierto, muy mal contada, muy mal recogida, muy mal narrada, hasta ahora.

Pero hay también una zona de sombra. Hay una épica oscura, cuyo eje es la historia del Sindicato de PEMEX. La parte de sombra de la historia del Sindicato de PEMEX.

Esa parte de sombra, créanme, llega a niveles que desafía la imaginación de cualquier novelista. Lo sé y lo puedo decir por experiencia propia.

Y de eso me parece a mi que nadie puede estar orgulloso, ni el Sindicato mismo de PEMEX. Y volvemos, entonces, un poco a la dialéctica infernal de nuestro trato con PEMEX y con sus cosas y con el petróleo. Hay una parte luminosa y hay una parte inaceptable. Y nuestro nacionalismo petrolero no puede incluir las dos cosas, tiene que excluir la parte de sombra.

El Sindicato, creo si recuerdo bien, aunque siempre recuerdo mal las cifras del diagnóstico de la Secretaría de Energía y de PEMEX, es el primer acreedor de PEMEX. Es un acreedor contingente porque tiene que ver con lo que la deuda en el tiempo y lo que le tendrán que pagar en el tiempo.

Bueno, una inquietud que me surgió ahora, ahora que estamos hablando de recursos, este primer acreedor de la empresa qué está dispuesto a darle. Porque hay que quitarlo del yugo de Hacienda, pero hay que quitar a PEMEX también del yugo contingente de su deuda laboral.

Mi pregunta a ese acreedor:…

( Sigue 35ª parte )

...de su deuda laboral. Mi pregunta a ese acreedor, no como sindicato, sino como acreedor de la empresa es que está dispuesto a darle a Pemex.

Gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al licenciado Héctor Aguilar Camín su intervención, y le pediríamos a continuación al señor Rector Arturo Fernández Pérez, que hiciera su exposición y con ello cerramos este ciclo.

Terminando este ciclo le preguntaríamos a quienes han hecho uso de la palabra, tanto de diputados, como de senadores, si desean ejercer su derecho de réplica. Pasado este y recibiendo yo sus pronunciamientos, le solicitaría muy atentamente al Presidente del Senado, a nuestro amigo el senador Santiago Creel, que cerrara esta reunión.

-EL C. ARTURO FERNANDEZ PEREZ: Muy bien. Con respecto al comentario de David Mendoza, efectivamente la palabra privatización se ha convertido, se ha ensuciado por fracasos que no tienen propiamente que ver con el hecho del traslado de ciertas actividades, a coactivos públicos, al ámbito privado, sino que como decía Javier, por fallas en el marco regulatorio en el cual ese proceso se efectuó, que no fueron suficientemente cuidadosos para asegurar una competencia efectiva y la libre concurrencia.

Segundo, en el proyecto de iniciativa que está a discusión en este Senado la pregunta es si hay proyecto privatizador. Entonces, bueno, ¿cuál es la definición de privatización? Si la entendemos como transferencia de activos actuales o sociedades a la esfera privada no lo hay. Ahora bien, ¿qué es lo que se está proponiendo fundamentalmente? Es permitir la participación de los particulares en tres áreas de la industria: en la refinación como maquiladores, en transporte y en el almacenamiento.

¿Cómo se le puede llamar a esto? Bueno, un vocablo simple sería se desreguló ese sector de la industria o si queremos ser más precisos se eliminaron las barreras a la concurrencia de los particulares en esos tres sectores de la industria.

Segundo, el señor diputado Murat, que habla que hay dos visiones: una donde la renta petrolera se quiere usar para el beneficio de México y que otra se quiere dar al extranjero. Bueno, yo realmente creo que ningún mexicano bien nacido estaría por lo segundo; o sea yo creo que más bien el tema, la controversia no está ahí, yo creo que hay una voluntad y una aceptación como mexicanos que queremos que la renta petrolera se aproveche para el beneficio precisamente de los mexicanos.

Yo creo que la discusión está en los medios, ¿Cómo le hacemos para realmente aprovechar el potencial de esa renta petrolera haciendo más eficiente a la empresa o regulando mejor los sectores industriales relacionados? ¿Cómo le damos incentivos a la administración para que proteja los recursos adecuadamente, etcétera? Yo creo que somos personas de buena voluntad y que en realidad nuestro debate está en esos dos aspectos.

Finalmente el comentario del señor Rubén Camarillo relacionado también con lo anterior, ¿Qué significa o cuál es el tratamiento que genera la renta petrolera? Yo creo que son como tres etapas o tiene tres aspectos: uno, tener el marco institucional, la organización de la empresa adecuada, las reglas del juego y las instituciones en su lugar para que Petróleos Mexicanos pueda conseguir, maximizar en términos de valor presente, o sea tomando en cuenta generaciones presentes y futuras, la renta petrolera del país.

Segundo paso. Asegurarse que todo ello también permita que precisamente sea el Estado mexicano el que se beneficie de o capture esa renta económica y la distinga del rendimiento del capital industrial, propiamente que debe generar Pemex como compañía-empresa.

Y tercero, el punto es ¿Cómo distribuir y emplear adecuadamente esa renta petrolera para generar, para el beneficio no sólo de las generaciones presentes, sino futuras del país?

Eso sería todo, señor senador.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Muchísimas gracias señor Rector. Consulto a continuación si alguno de los diputados o senadores desean hacer uso de su derecho de réplica. Entiendo que el diputado Jorge Nordhausen es el único que ha levantado, perdón, Rubén Camarillo, tomo nota.

-EL C. DIPUTADO JORGE NORDHAUSEN GONZALEZ: Muchas gracias. A don Javier Jiménez le digo que tan malo es no tener suficiencia en electricidad como tenerla en exceso, que es el caso que hoy estamos viviendo.

Pero le recuerdo, le digo con mucho respeto, hasta con cariño, ¿Y los apagones “apá” ya se nos olvidaron? Porque a los empresarios, grandes consumidores de aquella época, cortaba el switch programado, pero se les bajaba la corriente y a los obreros que tenían que ser regresados a sus casas ese día porque no iba haber trabajo a ellos no se les han olvidado los apagones.

Miren, aquí se ha hablado mucho de la privatización y ha generado tal expectativa que yo solamente les diría a los compañeros: este foro de hoy es el de los principios que deben regir en la Reforma Energética de México. El que va a tocar lo referente al marco jurídico, donde se va abordar de lleno si es o no reforma privatizadora, ya nos dirá aquí el Presidente de la Comisión de energía en qué momento va ser, creo que es la próxima semana, son dos foros y serán la próxima semana. Así que todos los preocupados por saber si es o no privatizadora la propuesta no vayan a faltar, porque va a estar muy interesante.

Bueno, como este foro es de los principios que deben regir esta reforma yo hice alusión al primero, que es el del respeto, y yo reitero lo dicho, demócrata como soy reconozco en una acta el resultado electoral. No puedo desconocer esa misma acta parcialmente y reconocerla en otro lugar, parcialmente, y nosotros en el artículo 49, señora Sheinbaum, de nuestra Constitución se especifica muy claramente que el Gobierno está compuesto de Tres Poderes de la Unión, y nosotros somos un poder Legislativo que es parte de ese gobierno al que usted se refiere con ese descalificativo.

Fuimos electos en un proceso democrático que fue validado y en la misma acta se eligieron senadores, diputados federales, en algunos casos alcaldes y hasta gobernadores, hasta Jefe de Gobierno del Distrito Federal y Presidente de la República, por lo tanto toda el acta validada para mí tiene el mismo valor.

Y muy rápidamente le digo que yo difiero en que en el agua sí se permita la participación privada, pero en el petróleo no. Yo difiero en que en el agua sí se gane aunque sea poquito, y en donde se gane mucho no. Y termino diciendo que esto no se trata de un medio embarazo o un poquito embarazo o mucho embarazo, eso que usted hizo ahí en el Gobierno del Distrito Federal con el agua fue bueno para todos.

Para terminar, para que se vaya contenta, le voy a decir que no todo es diferencia. Mire, usted trajo aquí propuestas que ya nos había enviado el Presidente Calderón en su iniciativa, por ejemplo, la de instalación de nuevas refinerías, está puesta en la mesa por el Presidente Calderón, coincide usted, perfecto, ahí vamos bien.

Está puesta la transparencia y ahí está la propuesta del Presidente Calderón que crea la Comisión de Vigilancia y al comisario, pero le pido también que nos abra un poquito los libros porque queremos ver también cómo fueron construidos los segundos pisos, en fin, veo muchas coincidencias. Así que no se vaya tan intranquila señora Sheinbaum, la esperamos en el próximo debate de la privatización.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Tiene el uso de la palabra, entendí…

(SIGUE 36ª PARTE.)

. . . tiene el uso de la palabra, entendí que desea hacerlo, el diputado David Mendoza Arellano.

-EL C. DIPUTADO DAVID MENDOZA ARELLANO: Bueno, la privatización en las iniciativas del titular del Ejecutivo, para decirlo en palabras de Héctor Aguilar Camín, es una súper simulación, así lo caracterizó, y para decirlo en palabras nuestras es una violación constitucional vía una ley reglamentaria, esto queremos que quede perfectamente establecido, porque de otro modo pareciera ser que no es parte del debate, y eso es lo que originó el debate.

Si permitimos que privados construyan refinerías, se hagan propietarios de nuestros equipos de instalaciones, la pregunta para, obviamente no tendrá respuesta, pero hay que dejarla para el debate, ¿apoco refinar, transportar y almacenar los productos de gas del petróleo no generan utilidades, el problema es quién va a aprovechar esas utilidades, si la empresa que construye, que se apropia de esa infraestructura o los mexicanos? Esa es la diferencia.

Y finalmente quisiera comentar lo siguiente, si alcanza o no alcanza, el punto es que estamos pagando una deuda de 1.6 billones de pesos, es una deuda contraída con prestadores de servicios privados, solamente como lo dije hace rato, se pagó en el último año 117 mil millones de pesos de intereses de esa deuda. Entonces si somos capaces de contraer esa deuda tan grande, tan numerosa, porque no habremos de, con esos mismos recursos construir nuestras propias refinerías y que PEMEX sea quien las opere y quien las aproveche y utilice esas utilidades para beneficio de los mexicanos.

También es importante decir y reiterarle a Héctor Aguilar Camín, el asunto que tiene que ver con las aportaciones millonarias que le hace PEMEX a el superávit primario, que ya lo dije también, pero hay que reiterarlo, son de 105 mil millones de pesos el último año y nos da una suma de 457 mil millones de pesos, ahí hay recursos, ese es el verdadero tesorito que tenemos y lo único que hay que hacer pues es ponernos a trabajar en ello para de ese dinero, de esos recursos, pues construir la infraestructura que nos hace falta.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Entendí que el diputado Chanona, no sé si me equivoqué, desearía hacer uso de su derecho de réplica.

-EL C. DIPUTADO ALEJANDRO CHANONA BURGUETE: Sí, gracias, senador.

Bueno, a mí me dio mucho gusto la respuesta que le dieron a mis preguntas, tanto Javier Beristáin como Luis Rubio, por una razón queda, en mi opinión queda interobscuros el modelo de empresa que queremos para México y para garantizar que la renta sea a favor del desarrollo nacional y se mantenga como propiedad del pueblo de México, me da la impresión que en lo claro-oscuro, uno de los argumentos que era una de las opiniones sofismas que tanto se argumentaba era que como no había recursos y ya estaba postrado PEMEX había que asociarlo para tener transferencias de tecnologías entre otras cosas.

Ese es un punto que queda ahí, me parece que en un ejercicio de marginación yo no me sentí convencido hoy de que la opción para rescatar a PEMEX y la profesión de la renta vaya por la vía de garantizar el ingreso de particulares, para no entrar en el debate conceptual de la privatización o no, creo que sí hay una privatización de mercado y observen una cosa muy importante, cuando se habla de energía, en los próximos años, y desde hace algunos, nuestra reservas de energía están perfectamente contabilizadas en las perspectivas de consumo, del mercado, de combustibles en Estados Unidos; Estados Unidos tiene el 3 por ciento de las reservas mundiales, consume el 25 por ciento de los combustibles a nivel global y requiere que México abra a la brevedad con eficacia y mantenga su mercado de hidrocarburos de manera eficaz, actualmente el 80 por ciento de la producción nuestra se va a los Estados Unidos, hay una sobrepresión para que nosotros no bajemos la producción de mínimo 3 millones de barriles diarios, y yo les quiero decir una cosa, si quieren ver una réplica de el espíritu de las iniciativas de Felipe Calderón, léanse las conclusiones del Consejo de Competitividad de América del Norte y la analogía, el parecido, por no decir casi el espejo que hay entre esas conclusiones para eficientar que México sea eje de la soberanía energética y la ciudad energética de Estados Unidos es escandalosa, la soberanía y la ciudad energética de México pasa por un replanteamiento de PEMEX como empresa pública sin ningún segmento privatizado, esa es una condición muy importante porque hay suficientes recursos, porque se puede comprar tecnología, porque hay voluntad política y en ese sentido me parece que hay que llevar esto en las próximas sesiones a conclusiones de esta índole, yo creo que muchos expertos que están por venir en las sesiones sucesivas nos van a dar la razón de que privatización o apertura, pero en particulares no es necesario cuando en mi opinión, dentro de las principales empresas a nivel global, las más exitosas son de corte estatal, me refiero en particular a la 1 y 2 que es Arabia Saudita e Irán.

Muchas gracias, senador.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: A usted, señor Diputado, muchas gracias a usted, estuvo muy bien utilizado su tiempo, muchas gracias.

El señor Diputado José Murat nos ha indicado que tiene interés en hacer uso de su derecho de réplica.

-EL C. DIPUTADO JOSE MURAT CASAB: Tres comentarios, uno, ayer entró la Ley, la que tiene que ver con la Ley de Derechos y si hacen una revisión del tema, ahí ya dejé planteado muy claramente la participación de terceros, en exploración y en explotación, y el tema es ese, explotación, y como consecuencia la prestación de ese tipo de empresas de la iniciativa privada internacional, con su litigio internacional en consecuencia y su bono. Entonces, sin duda, una serie de iniciativas, y las digo con toda claridad y con todo respeto, tramposa, es suficientemente tramposa, es violatoria de la Constitución y lo que intentan es regularizar la violación sistemática que se viene dando no de este gobierno y del anterior, sino de los otros tres gobiernos de origen priísta, hay que dejarlo claro, hay que dejarlo preciso y no tiene novedad, en el sexenio pasado intentaron hacer la privatización o el mecanismo con Comisión Federal de Electricidad, ya se les olvidó, no tienen novedad, es parte de un proyecto de nación con visiones muy claras que e tienen, de tal suerte de que lo importante es haber entrado al debate sin miedo, al 27 constitucional y en lo que reflejan los otros artículos de la propia Constitución General de la República, el 28, el 26, de ahí de que este tipo de reuniones serán válidas para el debate en el dictamen, en las Comisiones de Energía, y sin duda no entraron al asunto del 27 constitucional porque no hubiera pasado, entraron como lo comento por la puerta de atrás para hacer la votación en simple mayoría y ese es el riesgo, lo que queremos es de que esta riqueza sirva para el desarrollo nacional, y ahora en la iniciativa de ayer, y nada más lo dejo en la mesa, está claro que dejan planteado la prestación de terceros en explotación y en exploración, en Chicontepec y en aguas profundas, muchas gracias.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Le agradecemos al señor diputado José Murat que haya hecho el uso de la palabra, y a continuación tiene el derecho de utilizar la réplica la senadora Yeidckol Polevnsky, muchas gracias.

-LA C. SENADORA YEIDCKOL POLEVNSKY GURWITZ: Gracias senador.

Hacer tres aclaraciones: la primera es, estoy absolutamente de acuerdo contigo Luis, efectivamente, y hay que diferenciar, empresas privadas de empresas del estado, son dos cosas totalmente distintas, tienen que cumplir con objetivos diferentes, las empresas privadas tienen que generar utilidades y las empresas del estado tienen un compromiso que va más allá, y en el caso de PEMEX, por ejemplo que es el desarrollo del país hasta ahorita mientras no se modifique, esa es su razón de ser, tiene que ver con el desarrollo del país y en empresas privadas, claro que deben de tener absolutamente toda la apertura para la competencia, porque de otra manera pasamos de monopolios públicos a monopolios privados y eso no le beneficia al consumidor. Ahí creo que estamos absolutamente de acuerdo y vale la pena también aclarar . . .

(Sigue 37ª parte)

….ahí creo que estamos absolutamente de acuerdo, y vale la pena también aclarar que PEMEX es una empresa en lo económico, pero no es una empresa en lo jurídico, que es también una diferencia, no es una empresa, y esto lo aclaro no por los que están aquí, sino porque a menudo se dice que ahora sí PEMEX sea una verdadera empresa, pues que PEMEX sí es una empresa, es un organismo público, entonces que sí es una verdadera empresa, ahí tendría que tener un poquito más de claridad quien está haciendo estos planteamientos.

En cuanto al tiempo de la energía eléctrica, efectivamente, como bien lo comentó aquí el ingeniero, se nos vendió que iba a resolverse el problema, que iban a bajar los precios y esto nos generó, voy a decir, al país, hay problemas terribles.

El precio del gas aumentó en una forma desmedida, lo que hizo que muchas empresas de este país cerraran y se tuvieran que ir otros países por falta de competitividad, los precios de la energía eléctrica no han bajado en ningún momento, se ofreció que se iba a acabar con las horas pico, las horas punta, no se ha acabado con ellas, y no se considera esto un tema que afecta a la competitividad de las empresas, y con ello la capacidad de generar empleos, pero sí, claro que nos vendieron una historia distinta; claro que nos amenazaron que e iba a haber apagones y que no era suficiente, hoy tenemos energía eléctrica de sobra, el 30 por ciento se produce por privados, que se los tiene que comprar Comisión Federal de Electricidad, a fuerzas, sino es un esquema que en ningún nos de un beneficio ni nos de ninguna ventaja competitiva tampoco.

Por otra parte, comentar si lo que estamos hablando de abrir es total y absolutamente rentable, si no fuera rentable países como Japón o Italia, que no tienen petróleo, no estarían haciendo refinación. Claro que es un gran negocio, por eso hay tanta presión histórica sobre los energéticos de este país, porque es un gran negocio y yo creo, y estoy convencida de ello, que en esas cinco iniciativas el único objetivo que hay atrás, es un objetivo de negocios, de negocios en la forma más perversa.

Y esto me permite hablar del comentario que hacen de la Ley Orgánica de PEMEX, la Ley Orgánica de PEMEX, efectivamente, diputado, habla de una comisión de transparencia, pero no plantea nada por la transparencia ni la rendición de cuentas. Esa ley es lo más aberrante que existe, porque plantea que haya nuevos consejeros, que tengan una posibilidad por encima de las leyes y por encima de este Congreso, que es al que le toca decidir, sobre las adquisiciones, y ahí plantea que pueda esta gente decidir en forma unilateral a quien le compra y cómo le compra sin apegarse a la Ley de Adquisiciones, la cual, recuerdo, que además se acaba de aprobar, en el caso de la Cámara de Diputados y de Senadores, sin obviamente nuestra aprobación, un esquema para extranjerizar y para utilizar leyes extranjeras en territorio nacional, para hacer compras de gobierno.

Entonces se plantea en esta Ley Orgánica, que vale la pena revisar, que tengan posibilidades, que no sean nada constitucionales, porque todos y cada uno de los funcionarios públicos que están y trabajan en el gobierno, todos y cada uno de ellos tiene que cumplir con la ley, termino con esto, tiene que cumplir con una ley de rendición de cuentas, y lo que plantea ahí el Ejecutivo, que algo debería de saber de derecho, algo debería de saber de derecho, es que sólo no puede haber leyes exclusivas para unos sí y para otros no. Si aquí están haciendo una exclusividad, para que esos señores no tengan que cumplir en ningún caso con ni siquiera la rendición de cuentas. O sea, que se puedan enriquecer, puedan hacer lo que quieran y ni siquiera entregarlos, ¿ese es el respeto a la ley? ¿Ese es el nacionalismo? Y eso es lo que quieren hacer de PEMEX, puros intereses de negocios. Gracias, señor senador.

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Cierra el ciclo de intervenciones, para hacer uso de su derecho de réplica, el senador Rubén Camarillo.

-EL C. SENADOR RUBEN CAMARILLO ORTEGA: Que bueno que vamos a tener el tiempo de los debates para entre senadores, porque se me hace que la Ley que leyó la licenciada Polevnsky es diferente a la que yo tengo aquí. Entonces sí me gustaría ver, porque se me hace que estamos hablando de dos cosas diferentes, y ya lo presentará en su momento, porque aquí claramente dice: las “instrucciones” que emita el Consejo de Administración tomará en cuenta las bases mínimas siguientes: Las adquisiciones, arrendamientos y prestaciones de servicios, así como las obras de servicios relacionados con las mismas, se efectuarán por regla general mediante licitación pública, licitación pública, y establece cuales son los supuestos en donde no es con licitación pública, cuando habla de los vinculados directamente con la prevención o remediación de derrames, emisión de gases tóxicos, etc.

Se me hace que estamos leyendo dos leyes diferentes. Ya habrá tiempo de desglosarla y de debatir entre senadores y diputados. ¿Cuál es la prisa? La producción seguirá cayendo, seguiremos importando 40 por ciento de las gasolinas, las reservas son cada vez más difíciles de conseguir, los proyectos de la industria petrolera son de largos períodos de maduración, y lo que hagamos hoy, o dejemos de hacer hoy, lo gozaremos o lo sufriremos dentro de 10 ó 20 años.

La extracción de petróleo deja 600 mil millones de pesos como utilidades. En refinación, compañero, en refinación perdemos 45 mil millones de pesos, y en petroquímica 15 mil; 60 mil millones de pesos, y es falso eso de que entre empresas se hacen transferencia a precios más baratos desde el petróleo.

Miren, con todo respeto, a mí me ha tocado estar en esa industria durante muchos tiempo, y eso no existe. Lo debatiremos también con muchísimo gusto.

A problemas reales, hay que darles soluciones reales, ese es el gran reto. Algunos le pueden apostar a que alguna mentira verosímil, dicha mil veces, se pueda convertir en verdad, pero algunos le apostamos a que la verdad es tan terca que aunque se le niegue ahí va a persistir, ahí va a estar. Yo creo que la riqueza de las aportaciones supera la tentación simplista de separar por un lado a los intelectuales sin partido, y por otro, a reconocidos militantes de partidos acreditados como intelectuales.

Todos han contribuido a mi juicio, la construcción de un debate informado para escoger el mejor camino para el país. Durante la jornada sin duda se han aportado ideas e información concreta, que sepultan con el peso de la verdad de los hechos, las consignas ideológicas, y las frases propagandísticas con las cuales algunos se oponen a la reforma.

Y termino. Hoy la reforma energética no es una opción, sino una necesidad, ¿seremos hoy la generación capaz de de sacarla adelante? ¿Seremos la generación que no supo ponerse de acuerdo? ¿Nos perderemos en un falso debate sobre una supuesta privatización que nadie ha propuesto? Al final de los 71 días que nos hemos dado para el debate podremos arriesgar una primera respuesta. Creo que muchos senadores coincidirán conmigo y diputados también, en que nos llevamos nuevas ideas para la reflexión.

Ratificamos consensos, porque sí los hay, y mantenemos diferencias, sin duda, pero el debate demuestra también una vez más que la única vía para que el país avance es la verdadera democracia. Muchas gracias. (Aplausos).

-EL C. SENADOR FRANCISCO LABASTIDA OCHOA: Agradeciendo al señor senador Rubén Camarillo, sus palabras, le pediríamos al señor senador Santiago Creel que clausurara la reunión. Y agradezco la presencia del presidente del Senado durante estas largas horas. Muchas gracias.

-EL C. SENADOR SANTIAGO CREEL MIRANDA: Muchas gracias. En virtud de la hora, de lo intenso que ha sido el debate, pero sobre todo de la energía bien invertida el día de hoy en este foro, creo que podemos concluirlo, no sin antes agradecerle a nombre del Senado de la República a todos los ponentes de manera muy particular al doctor Arturo Fernández, a la doctora Claudia Sheinbaum, al doctor Héctor Aguilar Camín, al licenciado Javier Beristáin, al licenciado Porfirio Muñoz Ledo, al doctor Luis Rubio y al ingeniero Javier Jiménez Espríu. A todos ustedes muchas gracias, nos han enriquecido el debate en esta casa, que es la casa del Senado de la República, la casa del diálogo, y eventualmente tendrá que ser también la casa de los acuerdos de este tema. Muchas gracias

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