Blogia
pueblapeje

Artículo de Sergio Cortés Sánchez

Artículo de Sergio Cortés Sánchez

Las valoraciones de los priistas

 

SERGIO CORTÉS SÁNCHEZ

Los precandidatos del PRI a la gubernatura del estado de Puebla ya se sienten en Casa Aguayo: a algunos porque les favorece la estructura de su partido, además de tener el aval del fiel de la balanza, otros se atienen a los hechos: están en el liderato de las intenciones del voto sin necesidad de aval, del aparato y remando contra corriente. El prestigio de la máxima casa de estudio de la entidad hace milagros: los dos últimos rectores de la UAP son deseables como candidatos del PRI a la gubernatura. A 15 días de la reciente jornada electoral, Blanca Alcalá, Enrique Agüera, Enrique Doger y Javier López eran los mejores posesionados del PRI para ser candidatos a gobernador; Alcalá y Agüera registraron opiniones favorables hacia sus personas más altas que las opiniones desfavorables; Doger tiene empate, y López tiene más opiniones desfavorables que favorables.

Una de las preguntas convencionalmente usadas para medir aceptación es la asociación que de los precandidatos hacen los encuestados: se les menciona el nombre del precandidato y se les solicita que lo asocie a lo primero que recuerde. Las respuestas a esa pregunta son muy variadas y es posible ordenarla según la direccionalidad en positivas, negativas y neutras.

Entendemos como un atributo positivo la cualidad socialmente aceptada como correcta; por ejemplo, honesto, trabaja, ayuda, apoya, propone, bueno, culto, amable, bienestar, progreso, avance, cambio. Como atributo negativo entendemos aquello socialmente aceptado como incorrecto; por ejemplo, nefasto, corrupto, estafador, traidor, despilfarrador, narcotraficante, falso, demagogo, escandaloso, irrespetuoso, grosero, intolerante, necio, irresponsable, déspota, cínico, autoritario, violento y oportunista. Como atributo neutro, aquellas respuestas que no definen dirección o sentido; por ejemplo, funcionario, rector, ex rector, partido, mujer, hombre, rico, pobre, joven, viejo, guapo, feo, alto, chaparro, conservador y liberal. Jerarquizadas de esta forma las respuestas, Enrique Agüera tiene 21 por ciento de atributos positivos y 15 por ciento de atributos negativos; Blanca Alcalá tiene 27 y 25 por ciento, respectivamente; Enrique Doger tiene 20 y 21 por ciento, respectivamente, y Javier López tiene 17 por ciento de atributos positivos y 33 por ciento de atributos negativos.

Ordenadas las respuestas en positivas, negativas y neutras es posible construir una escala que nos indique la valoración de los precandidatos; a las respuestas consideradas positivas le asignamos un valor de 1, a las negativas de 0 y a las neutras de 0.5; así, si todos los ciudadanos asocian a un precandidatos con atributos positivos, la valoración del precandidato sería de 1; si los ciudadanos lo asocian con atributos negativos, la valoración sería de 0. Con base en esa escala (del 0 al 1), la valoración de las de asociación serían las siguientes: Agüera tiene 0.53; Alcalá, 0.51; Doger, 0.50, y López, 0.42. Una valoración superior al 0.50 significa que los atributos positivos superan a los negativos, y una valoración menor a 0.50 significa que los atributos negativos superan a los positivos. Si comparamos el resultado de hace dos semanas con el registrado a principios de marzo pasado observamos que Agüera pasa de 0.54 a 0.53, Doger registraba 0.51 y ahora tiene 0.50, Alcalá cae de 0.58 a 0.51 y López sube de 0.37 a 0.42, siempre en la escala del 0 al 1. Entre marzo y julio del año en curso, a Alcalá le disminuye en 11 por ciento las valoraciones positivas y le aumentaron en 2 por ciento las negativas; a Doger (el innombrable) y a Agüera (autodescartado)  le bajan las valoraciones positivas y las negativas y a Javier López, el porcentaje de atributos positivos es constante (17 por  ciento), en tanto que los negativos le bajan de 43 por ciento a 33 por ciento.

Para medir las variaciones entre dos periodos o más se construye un índice, siendo el valor de referencia (6–8/03/09) igual a 100; los posteriores (17–20/07/09) pueden ser mayores a 100 (el valor presente es mejor que el del periodo que sirve de base) o menores a 100 (el valor presente es menor al del periodo que sirve de base). El índice de valoración en respuestas espontáneas por asociación fue de 89 para Alcalá, 99 para Agüera, 97 para Agüera y 113 para López. Esto quiere decir que Javier López fue el que capitalizó el proceso electoral; los Enriques salieron a tablas y Alcalá fue la acribillada. Otro ganador del proceso fue el gobernador Mario Marín, quien registró 20 por ciento de valoraciones positivas y 47 por ciento de negativas en marzo, y ya en julio éstas fueron 21 por ciento de positivas y 38 por ciento de negativas; no aumentó la aceptación de Marín Torres, la variación es la disminución del rechazo, situación idéntica a la de Javier López Zavala.

Otra forma de medir la aceptación de los precandidatos es valorarlos en términos específicos, en este caso, en una escala nominal (buena o mala). A la pregunta, “en términos de buena o mala, qué opina de...”, la respuesta para Agüera fue de 52.4 por ciento positivas y 18.5 negativas; para Doger, 48.6 por ciento positiva y 22 por ciento negativa; para Alcalá, 45.9 por ciento positiva y 21.1 por ciento negativa, y para López, 33.2 por ciento positivas y 26.9 por ciento negativas.

Si Agüera se descarta de la precandidatura para reelegirse por segunda vez consecutiva en la UAP; si a Alcalá la fuerzan a concluir el mandato en la alcaldía (fácilmente revertible a través de un referéndum: me quedo o me postulo a la gubernatura) y a Doger le declaran la eutanasia o el ostracismo político, el líder de los precandidatos a la gubernatura de Puebla sería Javier López Zavala, algo tendrán que decir los priistas ante este escenario

0 comentarios