Artículo de Carlos Fernandez-Vega
Aferramiento a discursos triunfalistas ante la debacle
Finanzas públicas en estado preocupante
Machaconamente insistió en que esa quimera era una gran verdad. Pero, de repente, de la noche a la mañana y en pleno show del tercer informe de gobierno, reconoció la gravedad del asunto y el lamentable estado de las finanzas públicas, el cual, dice, es verdaderamente preocupante. Valga, pues, un rápido tour por el discurso calderonista sobre el tema, para conocer el desarrollo de los acontecimientos –versión Los Pinos– que lo llevaron a darle la vuelta a la gran verdad.
A finales de septiembre del año pasado, fecal, reunido en Nueva York con empresarios del Economic Club, aseguraba que “en general se dice que cuando a Estados Unidos le da la gripe, en México a la gente le da pulmonía, pero éste no es el caso hoy en día. Ahora estamos sufriendo naturalmente los impactos de la situación aquí, pero los datos nos demuestran que México es mucho más capaz de superar esta situación difícil... la fortaleza de las finanzas públicas en el país evitará una crisis como las que solía sufrir en el pasado y que llevaría a empresas a la bancarrota… en México se ha avanzado a través de tener no sólo finanzas públicas sanas, sino de instrumentar diversas reformas como la fiscal, que permite captar un mayor nivel de recursos... México tiene una de las economías más sólidas del mundo; las finanzas públicas de nuestro país son ahora más fuertes que nunca; tenemos bases económicas sólidas… las finanzas públicas de nuestro país son ahora más fuertes que nunca; tenemos bases económicas sólidas”.
Dos semanas después presentaba en sociedad el llamado Programa para Impulsar el Crecimiento y el Empleo, y subrayaba que “a pesar de este entorno internacional tan adverso y de las consecuencias negativas para nuestro país, quiero decirles a todas las mexicanas y a todos los mexicanos, que el gobierno hará frente a esta situación con diversos instrumentos de política económica. Afortunadamente, en los últimos años, México ha hecho la tarea de fortalecer sus finanzas públicas y estabilizar su economía. Por ello, si bien es cierto que tendremos impactos negativos en crecimiento y empleo en el país, también es cierto que la fortaleza de las finanzas públicas y de la economía mexicana evitará una crisis como las que solíamos sufrir en el pasado y que condujeron al país a la banca rota… Hoy vemos que la responsabilidad rinde frutos. Gracias a las políticas económicas responsables seguidas en los últimos años, hoy, en vez de vernos obligados a recortar el gasto público, somos capaces de proponer medidas para estimular la inversión y así mitigar el impacto negativo de la turbulencia financiera internacional. De no hacer nada el impacto de la situación económica produciría pérdida de empleos y un aumento de la pobreza de la gente… saldremos adelante porque tenemos fortaleza en las finanzas públicas…” (En el último trimestre de 2008 la economía comenzó el pronunciado desplome económico y la pérdida de empleos formales).
Para iniciar bien el 2009, presentó en sociedad el Acuerdo Nacional en favor de la Economía Familiar y el Empleo, y en su discurso destacó: “a diferencia de lo que había ocurrido en crisis anteriores, hoy México está mejor preparado para enfrentar la adversidad que antes, ya que tiene sólidos fundamentos macroeconómicos y financieros. Ello se debe, entre otras cosas, al manejo responsable de la economía… y a las reformas económicas que hemos emprendido. Sé que así como hemos superado desastres naturales, guerras internas, crisis económicas; así como los mexicanos hemos actuado con gallardía ante las mayores adversidades y hemos sabido ser solidarios entre nosotros, así también, estoy seguro, superaremos esta crisis que nos ha llegado de fuera”. Y a finales de mes presumió que en México se ha avanzado a través de tener no sólo finanzas públicas sanas, sino de instrumentar diversas reformas como la fiscal, que permite captar un mayor nivel de recursos... las finanzas públicas de nuestro país son ahora más fuertes que nunca; tenemos bases económicas sólidas.
La economía se desmoronaba, pero el discurso oficial se mantenía: “tenemos las finanzas públicas en orden, y en parte ha sido por la disciplina financiera que ha seguido, no sólo mi gobierno (…) que ha permitido que México corrija el problema estructural de finanzas públicas… no sólo hemos tenido salud en las finanzas públicas, hemos arreglado problemas financieros estructurales que parecía imposible resolver… De manera tal que el gobierno mexicano tiene posibilidad de sostener finanzas públicas sanas y de implementar una política contracíclica…” (Primer trimestre del año: la economía se desplomó 8.2 por ciento).
Aferrado al país de las maravillas, el discurso no se modificó, y todavía en junio resumía: “si México no fuese México, si no tuviésemos las fortalezas que tiene nuestro gran país, y tuviéramos la fragilidad que algunos decían que teníamos; seguramente sí hubiese sido la nuestra una nación más débil, probablemente hubiese sucumbido ante estos desafíos. El que ustedes quieran escoger: el desafío económico, de la recesión más grande que las generaciones presentes tengan memoria; el desafío de la inseguridad que enfrentamos y que estamos, que estoy seguro, superaremos; y el desafío mismo de la existencia no usual de un nuevo virus, que afectó a nuestro país… México es de los pocos países que han resuelto a fondo, por ejemplo, el riesgo actuarial de su problema pensionario; es decir, el haber resuelto el riesgo de quiebra de finanzas públicas por las pensiones de los servidores…” (Segundo trimestre: la economía se hundió 10.3 por ciento).
Así se mantuvo, hasta que, ¡sorpresa!, las finanzas públicas ya no eran robustas como presumió a lo largo de un año, sino que se encuentran en una situación verdaderamente preocupante.
Las rebanadas del pastel
Si esa es su capacidad de análisis y respuesta, entonces no busquen más: estamos fritos… Una limosnita por el amor de Dios (finanzas públicas dixit).
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