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Jaime Ornelas Delgado escribió éste artículo

Jaime Ornelas Delgado escribió éste artículo

Fervor por Buenos Aires / II

 

 

Jaime Ornelas Delgado

Buenos Aires es una ciudad para caminarse. Poco es comparable con las sensaciones que provoca el andar por Corrientes, aquella avenida donde en el 348 “segundo piso ascensor”,  puso un pisito Maple con “sala espera y tocador y un gato de porcelana para que no maúlle al amor”. En Corrientes, encuentra el andante una librería tras otra –dicen que tan sólo en Corrientes hay más librerías que en todo México– y cuando no hay librería se aparece un teatro o salones con varios teatros, o bien un cine a la antigua o un local con varias salas donde se puede entrar a la función de trasnoche que comienza faltando 20 minutos para las 3 de la mañana, y muchos restaurantes en los cuales adquiere un sabor especial el café “cortado”, los “chops” o el bife de lomo, la pizza o la milanesa con ensalada rusa.

A los argentinos les gusta conversar, de ahí que proliferen los llamados “boliches”, cafetines cerrados para protegerse del duro “cierzo invernal” y mantener frío el ambiente en el pesado verano de hasta 40 grados con más de 90 de húmedas relativa, un verdadero baño de vapor, donde se conversa con tranquilidad de lo humano y lo divino. Como en todo el mundo, el clima de Buenos Aíres se ha convertido en algo irregular e impredecible, en pleno invierno hay días con temperaturas superiores a los 30 grados, que al día siguiente pueden aproximarse al cero.

Entre los argentinos con los cuales pude platicar, encontré cierta inconformidad con la gestión de la presidente Cristina Fernández. Sin embargo, nadie me pudo dar razones válidas para tal descontento. Se le acusa de haber atacado al campo (quiso aplicar el 5 por ciento a las exportaciones de soya, que se ha convertido en uno de los principales productos de exportación de Argentina), lo que irritó a la oligarquía, que sigue siendo muy poderosa e influyente, al grado que ha sido ella la orquestadora de una tremenda campaña mediática contra la presidente. Otra cosa que muchos dicen, es que no es ella quien gobierna sino su marido. Ningún otro argumento, aunque uno sabe que irritó mucho a los sectores financieros la nacionalización de los fondos de pensión para evitar su dilapidación por parte de quienes los usufructuaban a cambio de multimillonarias ganancias. Imagínese usted si en México se nacionalizaran esos recursos y pasaran a ser manejados por el sector público, las empresas privadas que hoy los manejan perderían un negocio de aproximadamente 20 mil más millones de pesos anuales. Así, dígame ¿quién de ellas va querer a quien se atreviera a nacionalizar esos recursos? Bueno pues ella se atrevió y por eso no quieren a doña Cristina. Luego todavía alguien la acusó de ser muy amiga de Chávez y eso si que es como el beso del diablo.

Este fue el espléndido marco del XXVII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS), que acogió a más de 2 mil congresistas lo cual hace inmanejable el congreso. Para empezar, no hay un sitio donde puedan sesionar las 29 mesas de trabajo en que se dividió la temática (al mismo tiempo cada mesa se subdividía en varias grupos), de ahí que el congreso se diseminar por varias sitos de la ciudad y que sea muy difícil dar una idea total de las preocupaciones que aquejan a los científicos sociales de América Latina. Lo que pude oír, en la mesa de “Pensamiento Crítico Latinoamericano”, me dejó francamente insatisfecho. Tres personas presentaron su guión de investigación para elaborar su tesis de doctorado y cuatro más lo hicieron con sus propuestas de tesis para obtener el grado de maestría. No era el lugar más apropiado para eso, pero además pude percibir una renacimiento del positivismo y el estudio de caso, con poco o ningún apreció por la teoría. Esto es una mera impresión, difícil de corroborar. Esto significó una gran cantidad de ponentes y la reducción del tiempo de exposición y debate de los trabajos que proponían interpretaciones sobre lo que ocurre actualmente en Latinoamérica, que era la finalidad del Congreso.

La dispersión y la magnitud del congreso, hizo también imposible una reunión plenaria para condensar conclusiones finales. Lo que fue lamentable.

 

Hágame usted el... favor

 

Eso de que los proyectos universitarios en la UAP requieren de continuidad, no significa que se nombre a un “rector vitalicio” ¿o sí?...

Ojalá que al señor Carstens nadie le recuerde que existen ventanas y mascotas, no sea que se le ocurra la brillante idea de imponerles un impuesto...

Se pasan de cínicos varios magistrados del Poder Judicial Federal de diversas materias (civil, administrativa, laboral y penal), quienes en plena época de crisis económica y en un país con 70 millones de pobres se manifestaron inconformes con su salario (196 mil pesos mensuales, incluidas prestaciones), por lo que en julio pasado enviaron una carta al presidente del Consejo de la Judicatura Federal, el también ministro presidente de la Suprema Corte, Guillermo Ortiz Mayagoitia, para solicitarle un aumento de 4 por ciento a su salario base mensual. Su argumento es que en cuatro años no han “recibido nada de incremento salarial, pese a que la inflación sí ha aumentado”, lo que directamente “ha repercutido en una disminución en nuestro nivel de vida”, revelaron fuentes de primer nivel del PJF... Y como esto sí irrita, mejor nos leemos la semana próxima.

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