La Jornada de Oriente publicó éste editorial
EL PAQUETE ECONÓMICO: UNA FÁBRICA DE POBRES
En medio de rechazos, preocupación y cuestionamientos fue recibido el paquete de medidas que anunciaron el presidente Felipe Calderón Hinojosa y el secretario de Hacienda, Agustín Carstens para resolver el hoyo financiero que enfrenta el gobierno federal, que incluye un nuevo gravamen, el aumento de diversos impuestos y un severo recorte de personal.
Dichas acciones que ha emprendido el gobierno federal se pueden calificar de una sola manera: son una fábrica de pobres.
Desde hace varios meses diversas voces, incluida la del magnate Carlos Slim, han señalado que la única opción para sacar adelante la economía del país es fortalecer el mercado interno como una manera de aumentar la producción, la generación de empleos y la inversión pública; sin embargo, ahora el gobierno federal lo que provocará es que se reduzca el consumo con la creación y el aumento de impuestos.
En el caso concreto de Puebla, se estima que medio millón de trabajadores deberán destinar hasta el 50 por ciento de sus ingresos para poder cubrir los impuestos al consumo y con que se graban sus salarios.
Resulta incomprensible que existiendo una de las crisis más severas de empleos en el país se despida a 9 mil trabajadores federales, y que habiendo una caída del consumo se imponga un impuesto del 2 por ciento, que supuestamente será para combatir la pobreza, pero que principalmente dañará a la población de menores ingresos económicos.
Eso muestra que estas medidas no son un alivio a la economía, sino que son acciones desesperadas del gobierno para aumentar sus ingresos sin importar el costo social.
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