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Jesús Cantú escribió éste artículo

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Mercadotecnia presidencial

JESúS CANTú

 

Ante su debilitamiento político, en su tercer informe de gobierno el presidente Felipe Calderón apostó otra vez al posicionamiento mediático, con un discurso impactante y efectista, pero plagado de falacias y carente de propuestas concretas.
Abrumado por la ausencia de resultados positivos en los ámbitos político, económico y social, recurrió a lo que mejor hace: la mercadotecnia política. Como hace casi tres años, cuando rindió protesta en San Lázaro, optó por dirigir su mensaje a un público selecto y a modo, frente a una cámara de televisión y un micrófono.
En el bien articulado mensaje, Calderón primero describió la adversidad que le tocó enfrentar y se presentó como una víctima inerme que pese a todo se atrevió a encarar los problemas y evitó que sus consecuencias fueran peores. Después enunció una serie de buenos deseos, incontrovertibles pero muy poco novedosos y en su mayoría irrealizables dada la debilidad política de su partido en la recién instalada Cámara de Diputados.
En la primera parte del discurso, el presidente mencionó los cinco “desafíos históricos que han puesto a prueba nuestro espíritu y nuestra fortaleza como nación”: la crisis económica, la aparición del virus A/H1N1, “la mayor virulencia registrada de los grupos del crimen organizado”, la caída severa en la producción de petróleo y el impacto de una de las peores sequías en décadas. Todos, según él, fenómenos totalmente exógenos, imprevisibles y ajenos al gobierno.
Aquí empiezan las falacias. La caída en la producción del petróleo era previsible, e incluso es consecuencia de los errores y omisiones del gobierno federal, tanto del calderonista como de los anteriores. La reacción de la delincuencia organizada es todavía más atribuible a las decisiones de su gobierno, como lo corroboran las estadísticas, pues fue a partir de su llegada al poder cuando se dispararon las “ejecuciones”. Hasta la sequía era predecible, pues se conoce la existencia de ciclos hidrológicos, que si bien son erráticos, sí permiten anticipar eventos como ese.
Así, de los cinco “desafíos históricos”, los únicos impredecibles y en los que el gobierno mexicano no tuvo ninguna incidencia son la crisis económica y el brote del nuevo tipo de influenza, dos son incluso consecuencia de la inacción o errores del gobierno mexicano, y el otro era presumible que aparecería más temprano que tarde y debió suscitar acciones preventivas. Pero en el discurso presidencial los errores de diagnóstico o de reacción se convierten en desgracias que llegan de fuera.
Luego vienen los dogmas de fe, afirmaciones tajantes de estrategias exitosas, sin argumentos ni estadísticas contundentes, simplemente avalados por la palabra presidencial: “En suma, la Estrategia Nacional de Seguridad no sólo ha permitido revertir la tendencia ascendente de la delincuencia y el narcotráfico, sino que ha debilitado las condiciones que hacen posible su reproducción y su ampliación. Por primera vez en mucho tiempo, el Estado está poniendo un límite a la acción de los criminales”.
Este tipo de frases se repite: “En infraestructura, este año seguimos trabajando muy fuerte, como nunca, a pesar de la crisis”. “Poco a poco estamos terminando con prácticas que obstaculizan el avance en la educación”. “Estamos en la ruta correcta para revertir el deterioro de nuestros bosques y selvas”. Palabra de presidente.
Entre las omisiones destaca el silencio sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas al amparo de la lucha contra el crimen organizado. Calderón se dice “sensible a las voces ciudadanas que, al mismo tiempo que reconocen al gobierno federal los golpes contundentes perpetrados contra el crimen organizado, reclaman también una mayor atención de los delitos que sufren diariamente: el secuestro, el robo, la extorsión”. Pero a quienes denuncian las violaciones a los derechos humanos simplemente “ni los ve ni los oye”, como dijo Carlos Salinas.
Enumeró los 10 elementos del “cambio de fondo” que dice proponerse: combate a la pobreza a través de programas focalizados, lo que se viene haciendo desde el sexenio salinista; cobertura universal de salud, su promesa de campaña; educación de calidad, la continuidad de Alianza por la Calidad de la Educación firmada con la líder magisterial Elba Esther Gordillo; reforma profunda a las finanzas públicas, la cual, en las entrevistas selectivas que dio a los medios electrónicos a partir del jueves 3, precisó que implica la generalización del IVA en alimentos y medicinas y aparentemente la desaparición de algunas secretarías de Estado.
Como el punto número cinco propuso “una reforma económica de fondo, que transforme nuestra economía para hacerla más competitiva, que permita acelerar el crecimiento y la generación de empleo, que lo haga, además, de manera sostenida”. Pero en el mensaje transmitido en cadena nacional de radio y televisión, de acuerdo con la versión estenográfica que se publica en la página de la Presidencia, este aspecto se redujo: “Como quinto punto, habremos de emprender una transformación de raíz de las empresas públicas, con la finalidad de eliminar privilegios, terminar con la opacidad y la corrupción, y orientar su desempeño al servicio público, a través de una profunda reestructuración y modernización”. En el desplegado que la Presidencia publicó en los medios impresos este punto reapareció completo. De manera que según los públicos es el mensaje.
La reforma económica obliga a combatir los monopolios u oligopolios con prácticas monopólicas, cuyos dueños fueron precisamente los que lo apoyaron para llegar a la Presidencia de la República. Por eso es preferible limitar el tema a las empresas públicas, y todavía más a las energéticas: Calderón aseguró que es “necesario avanzar más a fondo en reformas de segunda generación para fortalecer nuestra industria petrolera” a pesar de que la última reforma, que tanto ponderó, todavía no cumple su primer aniversario y todavía no se aplica plenamente, como denunció Fluvio Ruiz, uno de los consejeros profesionales de Pemex.
Lo mismo sucede en mayor o en menor medida con los otros cambios propuestos: una reforma al sector de telecomunicaciones, sin mencionar específicamente la indispensable adecuación de la Ley Federal de Radio y Televisión tras la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que revocó varias disposiciones de la Ley Televisa; la reforma laboral, tan prometida por lo menos desde el sexenio anterior; la reforma regulatoria, que podía haber emprendido desde el primer día de su gobierno sin necesidad de la anuencia o colaboración del Congreso, porque depende de la decisión del Ejecutivo; el combate al crimen organizado, su prioridad desde que rindió protesta; y, finalmente, una reforma política de fondo, que nunca define ni precisa, pero que vuelve a acentuar en su aspecto electoral.
Aunque la mercadotecnia política pretendió convertir al mensaje presidencial de mitad de sexenio en un parteaguas del gobierno de Felipe Calderón, la realidad es que salvo la eventual desaparición de algunas secretarías, que no especificó, no hay novedades relevantes en el tercer informe de gobierno. 

 

Jesusa Cervantes escribió éste artículo

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Arremeten diputados del PRI, PRD, PT y Convergencia contra Calderón

JESUSA CERVANTES

MÉXICO, D.F., 8 de septiembre (apro).- Las fracciones parlamentarias del PRI, PT, PRD y Convergencia cuestionaron duramente a los tres nuevos funcionarios que designó Felipe Calderón Hinojosa, y recriminaron al Ejecutivo federal su falta de respeto al Congreso de la Unión por dar prioridad a la televisión y anunciar ante ella los principales cambios de su administración.

         Jorge Romero Romero, priista hidalguense, fue el encargado de fijar la posición de su partido desde la tribuna. Ahí, en un tono duro advirtió a Felipe Calderón que "la estabilidad política se debe sustentar en el respeto a las instituciones de la República".

         Luego explicó: "Hoy hizo mal el presidente Calderón al presentar el paquete económico a los medios de comunicación, menospreciando la soberanía de la Cámara de Diputados. Aquí está la auténtica representación de la nación, eso dice la Constitución y el presidente Calderón debió apegarse a ella."

         Antes, calificó las justificaciones que dio Calderón para hacer los relevos en Petróleos Mexicanos (Pemex), la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y Alimentación (Sagarpa) y en la  Procuraduría General de la República (PGR), como de "autocomplacencia, engañosos, sin realismo ni objetividad".

         Desautorizó a los tres nuevos relevos y criticó a quienes se fueron.

         El Partido del Trabajo se sumó a la crítica de los priistas, sobre todo en la preferencia que Felipe Calderón ha dado en las últimas semanas al poder fáctico de la televisión.

         "Señores diputados, si todos los aquí presentes estamos enterados en saber qué hace o qué deja de hacer el titular del Ejecutivo federal en este país, es necesario ver la tele. No se presenta ante el Congreso", recriminó la petista Teresa Guadalupe Reyes Sahagún, encargada de fijar el posicionamiento de su partido.

         "Ante el Congreso no nos explica", se quejó para luego recordar que Calderón nunca ha explicado los cambios en su gabinete; el desdén que estos día ha tenido hacia el Congreso de la Unión no es nuevo; y como un ejemplo de ello, se dio medio giro y se dirigió al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el panista Francisco Ramírez Acuña: "Ni siquiera el cambio en la Secretaría de Gobernación, cuando salió el ahora presidente del Congreso, fue explicado. Él cree que no tiene que explicarle nada a nadie."

         Por su parte, las bancadas de Convergencia y PRD manifestaron coincidentemente sus "sospechas" de que tales movimientos se hayan realizado para no ofrecer al Congreso de la Unión una explicación sobre el fracaso en seguridad pública, atención al campo y la caída de producción en Pemex, las cuales se deben dar a partir de la próxima semana, cuando inicie la glosa del III Informe de Gobierno.

         Laura Arizmendi Campos, de Convergencia, comentó: "Sí vemos en estos cambios un falta de coordinación y de respeto del Ejecutivo federal hacia el Poder Legislativo, ya que nos encontramos en la antesala de las comparecencias de estos servidores públicos… Esto pone en tela de juicio la voluntad del gobierno federal de atender el principio de transparencia y rendición de cuentas sobre el uso y m aneo de los recursos públicos."

         Con una posición menos ruda hacia los nombramientos, el perredista Arturo Santana Alfaro cuestionó que los cambios hayan ocurrido justo en la antesala de la glosa del Informe.

"Lo que genera sospechas es haberlos efectuado (los movimientos) antes de que comparecieran ante este órgano legislativo e informar del estado en que lamentablemente dejan estas tres instituciones", reprochó.

 

El nuevo PRI…

El PRI, a través de Jorge Romero Romero, manifestó los cuestionamientos más incómodos para el panismo y Calderón.

         El hidalguense inició lamentando con que los movimientos hayan sido "sólo tres", cuando también están en crisis las áreas de economía, salud, justicia social, "prácticamente en todos los renglones del gobierno federal".

         El priista empezó su reclamo por la "tardía" sustitución de Alberto Cárdenas en la Sagarpa; recordó que un mes después de que el exgobernador de Jalisco asumiera el cargo, en el PRI ya se pedía su destitución debido a que no respetó las reglas de operación de los programas del campo.

         "Pero más nos preocupan las nuevas declaraciones del nuevo secretario, al afirmar que la Sagarpa no utilizará más para acciones clientelares ni como mecanismos de presión electoral y tampoco será dadora de subsidios ni para tapar ineficiencias… Cárdenas demostró durante su responsabilidad más compromiso con su partido que con los hombres del campo.

         "Pero queremos que el presidente de la República nos dé mayor información respecto de estos señalamientos expresos de su nuevo secretario y nos explique también cómo permitió que hoy esta secretaría esté totalmente desmantelada", agregó.

         Romero siguió con el sustituto en Pemex, Juan José Suárez Coppel. Recordó que viene de la "escuela de Chicago", la cual trae como bandera reducción del gasto público y privatización de empresas energéticas. Luego, advirtió: "De una vez le decimos al señor Suárez Coppel que el PRI está pensando en modernizar Pemex, pero no sobre la base de la privatización."

         Sobre el cambio en la PGR, afirmó: "Se va Medina Mora pero nos hereda una sociedad con miedo, profundamente lastimada por la violencia". Y de Arturo Chávez Chávez, el sustituto, fue más contundente: "No nos genera optimismo".

         Para respaldar las suspicacias del priismo, el diputado Romero Romero recordó que, en su haber, la propuesta para la PGR tiene "diversas recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos; falta de resolución de los feminicidios en Ciudad Juárez. Es, por lo menos, polémico".

         Sin embargo, el perredista convertido en diputado por el PT, Gerardo Fernández Noroña, quien, sorprendentemente, en un tono mesurado, sin estridencias y sin victimarse, ofreció mayores datos sobre Arturo Chávez Chávez:

"Fue subsecretario de Gobernación en la época de Carlos Abascal y el negociador en Oaxaca cuando el conflicto con la APPO; ése es más o menos el perfil de diálogo y de negociación que el gobierno de Calderón pretende hacer; un represor encubierto, un justificador de asesinatos de mujeres, un hombre que  permitió la impunidad, que prefabricó delitos y que hizo tropelía y media al frente de la Procuraduría en Chihuahua."

         De Juan José Suárez Copppel, el nuevo encargado de Pemex, dijo que está acusado de otorgar contratos, mediante tráfico de influencias, por cientos de millones de pesos durante su paso como director de Finanzas de la paraestatal en el sexenio de Vicente Fox; que se documentaron hechos de corrupción para favorecer a la empresa Arrendadora Ocean Mexicana con contratos de adjudicación directa por 53 millones de pesos, algunos; otros, por 265 millones de pesos y que, además, "hace negocios al cobijo del poder y que genera corrupción en el gobierno de facto".

         Sin dejar pasar a Francisco Mayorga Castañeda, nuevo titular de la Sagarpa y quien ocupó diversos cargos en el foxismo, Fernández Noroña recordó que la Aditoría Superior de la Federación lo acusó, en su reporte de 2005, de manejar de manera irregular 200 millones de pesos. "Dio apoyos en demasía, pagos improcedentes en exceso y duplicados de recursos depositados en cuentas bancarias improductivas."

         Encarrerado, Noroña consideró que el pueblo de México debe revocarle el mandato a Felpe Calderón, "pero como no hay ese mecanismo, el mayor servicio que le podía hacer a la nación Calderón, es renunciar al cargo que el pueblo de México no le otorgó".

         El común denominador de los partidos que rechazaron los nombramientos fue que Suárez Coppel benefició a los hijos de Marta Sahún en sus jugosos negocios con Pemex; que sobre Arturo Chávez Chávez pesan las más de mil muertas de Ciudad Juárez, y que Mayorga Castañeda tan sólo es el subordinado del subordinado, "gris, inocuo".

         Por su parte, el PAN, a través de Jesús Ramírez Rangel, intentó defender los nombramientos y las decisiones de Felipe Calderón; pero su retórica no dio más que para pedir apoyo a la oposición y no ofreció un sólo dato que justificara la probidad o profesionalismo de los nuevos funcionarios federales.

 

Virginia González Melgarejo escribió éste artículo

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Lo que ocultó Caderón

 

VIRGINIA GONZÁLEZ MELGAREJO

El pasado 1 de septiembre el señor Felipe Calderón envió al Congreso de la Unión su tercer informe de gobierno, y al día siguiente, con un auditorio muy a modo y utilizando los últimos adelantos tecnológicos, así como de pantallas gigantescas dispuestas para su lucimiento personal, pronunció  un mensaje donde debió dar a conocer el estado general que guarda la administración del país.

Ofreció “llamar a un diálogo que no tenga otro propósito que el de analizar y resolver los problemas que el pueblo de México está sufriendo, y cuya solución es impostergable”; “convocar a todas las fuerzas políticas, por el bien de México”; “seguro universal de salud”; “construir infraestructura productiva”; “crear el empleo que demandan los jóvenes que hoy están terminando de estudiar”; “superación de la pobreza extrema”; “orientar el gasto público hacia los que más lo necesitan”; “promover las reformas que requiere nuestro sistema político electoral”; “recibir inversión y generar empleo”; “seguridad para los mexicanos”; “fortalecer el mercado interno para que sea, precisamente, motor de crecimiento”; “un decreto de austeridad en los gastos del Poder Ejecutivo”; “sumemos nuestros esfuerzos, sumemos nuestras inteligencias y nuestras fortalezas como mexicanos”.

Pero por favor no se confunda, no se equivoque, no es el tercer informe de gobierno, sino las promesas incumplidas y ofrecidas por Calderón en su discurso pronunciado del 1 de septiembre de... 2006, en el Auditorio Nacional, el día que usurpó la presidencia de la República. El mensaje más reciente, a tres años de distancia, fue como dar cuenta del tiempo perdido, de renovar promesas no cumplidas y cada vez menos creíbles.

Pero en el último discurso, pronunciado ante mil invitados especiales –nada de pueblo, tal vez por que en el gobierno crean que la gente de la calle no entiende de esas cosas–, hubo notorias omisiones. En materia de seguridad, aparte de las detenciones de cientos de narcos todos con sus respectivos apodos (pareciera que sin apodo no se es mafioso), olvidó Calderón informar de los casi 14 mil muertos en lo que va del sexenio, tan sólo en este año 5 mil, entre ellos civiles, hombres mujeres y niños cuyas muertes han quedado en total impunidad; además, soslayó el fracaso de los llamados “operativos conjuntos”, pues en los estados donde envían mas ejército y policías como en Chihuahua, las denuncias de violaciones a los derechos humanos son una constante y tanto la violencia como el crimen han aumentado, haciendo ver que la solución no es militar; otra gran ausencia en el informe, fue en materia de política social, ya que todos los programas aplicados demuestran su fracaso, pues hoy existen 6 millones de pobres más que cuando inicio su administración y más de la mitad del país no cuenta con los recursos suficientes para satisfacer necesidades primarias, esto es, pobreza patrimonial; tampoco informó Calderón de algunos excesos, como el incremento de 41.1 por ciento en el gasto de las dependencias del Gobierno Federal, y que hemos pasado a ser uno de los países con mayor deuda del mundo, el doble del año 2000, y terminó escondiendo sus pretensiones de aplicar el IVA a medicinas y alimentos, elevar el costo de las gasolinas y los servicios públicos y culminar su viejo anhelo de privatizar Pemex. Finalmente, ocultó cuidadosamente Calderón el que, debido a la incompetencia de su gobierno, el país es hoy la economía latinoamericana con el peor comportamiento y que millones de mexicanos han perdido y siguen perdiendo sus empleos.

En sus discursos, el señor Calderón pareciera que cree dirigirse a un pueblo sin memoria y  formado por tontos, o que todos vivimos en “Calderolandía” y no es así, el debe informar del estado que guarda este país, de la realidad que día a día vemos y sentimos en nuestros bolsillos. Aunque a muchos no les guste, queremos la verdad “haiga sido, como haiga sido”.

 

Artículos de: Jonathan Vázquez Betancourt, de Rafael G. Hernandez García Cano y de Roberto Alonso

Artículos de: Jonathan Vázquez Betancourt, de Rafael G. Hernandez García Cano y de Roberto Alonso

Calderón, reprobado

 

JONATHAN VÁZQUEZ BETANCOURT

Felipe Calderón es como aquel estudiante que presenta en un examen profesional una pésima tesis. Para ello elige a unos sinodales cómplices que no le sepan preguntar; escoge a un asesor condescendiente, y de su familia sólo invita a quienes lo quieran mucho, para que aunque se trate de un trabajo ridículo y de un examen de un estudiante burro, no le digan nada, porque lo quieren mucho.

El programa de televisión Dialogo Ciudadano que se transmitió el domingo 6 de septiembre en el Canal de las Estrellas y en el 13 de Televisión Azteca fue una simulación, una pretensión falsa de un presidente mexicano para decir que se acerca a la ciudadanía, para decir que responde a sus preguntas, para decir que le preocupan los problemas sociales de nuestro país, aunque no los puede resolver, no sólo por su incapacidad para ello, sino porque no ha querido.

¿Dónde la transmisión? Claro, en las corporaciones televisivas, en el duopolio.

Al abanico mediático escapó, no sólo la mención del lamentable hecho, sino el análisis.

Ni en La Jornada, ni en Reforma, Milenio, El Universal. La publicó Excélsior, la retomó el Publimetro –un medio que se distribuye en forma gratuita en el Distrito Federal, un medio que hace un buen trabajo–. En radio la abordó Aristegui, quien se refirió a este remiendo de rendición de cuentas como un espacio en el que el Calderón respondió preguntas “a modo”.

Tampoco hablaron del caso en Primer Plano. Ayer por la mañana Carmen Aristegui lo puso sobre la mesa de análisis que presenta cada martes.  Denise Dresser, Sergio Aguayo y la periodista coincidieron: “opaco, un ejercicio que adolece, preparado”.

Preguntas que no se responderán

¿Cómo se paga ese tiempo en la televisión? ¿Es el tiempo al que tiene derecho el Estado? ¿O es más bien la privatización del espectro radioeléctrico que ejercen el poder fáctico y el establecido?

¿Quién eligió a los asistentes, con qué criterios, por qué moderó Leonardo Curzio y no un periodista que cuestionara, que propiciara la réplica, el debate, la rendición verdadera de cuentas, la transparencia?

¿Por qué en esas teles y no en un programa de radio o en la redacción de un periódico, o en una plaza abierta donde muchos miles le pudieran preguntar?

¿Por qué fue grabado y no en vivo, con 10 líneas abiertas y gratis para que la audiencia inquiriera al mandatario, por qué no hubo más periodistas?

¿Por qué nadie le cuestionó su forma de elegir a los miembros nuevos de su gabinete; de hacer enroques?

¿Por qué nadie le cuestionó su necedad, su exceso de amiguismo y su falta de ánimo para que este país crezca, mejore, avance, y ello por medio de colocar a mejores mujeres y hombres en los puestos clave para impulsar el desarrollo del país?

¿Por qué nadie le preguntó si leyó el informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, para que se diera cuenta que hay documentadas decenas de violaciones en ese sentido?

¿Por qué nadie le preguntó sobre su relación con Elba Esther Gordillo, con Mario Marín,  o con Romero Deschamps”?

Fácil. El presidente Felipe no sabría responder ninguna buena. Tendría tache. Porque después de tres años de su gobierno, ha resultado un presidente burro, ha respondido mal en sus exámenes y ahora su calificación es insuficiente, no satisfactoria, está reprobado.

 

¡Si hay voluntad, se puede empezar ya!

 

RAFAEL G. HERNÁNDEZ GARCÍA CANO

El pasado 2 de septiembre el presidente Calderón, en acto alternativo al otrora acostumbrado en San Lázaro, como parte final de su alocución, afirmó: “Hoy, cambiar de fondo no sólo es la mejor, sino la única alternativa. Ese cambio debe contener, y así lo propongo, cuando menos 10 elementos:...”

Estas propuestas, que están relacionadas con el combate a la pobreza; reformas en materia de salud, educación, finanzas públicas, sector energético, de telecomunicaciones, en materia laboral, lucha contra el crimen y reformas regulatoria y política; constituyeron gran parte de la agenda mediática entre el 2 y el 4 de septiembre. Ya sea abordadas por especialistas, lectores de noticias, pontífices de la verdad y hasta el payaso de peluca verde; los espacios informativos, cubrieron ampliamente el decálogo calderonista. Sin embargo, la propuesta seis, sólo fue mencionada y no tratada a profundidad, salvo el día 3 en la entrevista concedida por el presidente Calderón, a Ciro Gómez Leyva en Fórmula y por supuesto, Carmen Aristegui que el día 4 dedicó prácticamente una hora de su noticiario, conversando con Purificación Carpinteyro ex subsecretaria de Comunicaciones y Transportes, y el doctor Raúl Trejo Delarbre, presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) (www.noticiasmvs.com/ver_noticia.cfm?id=8603).

El sexto punto está relacionado con las telecomunicaciones. Refiriéndose a él, Calderón Hinojosa expresó: “Sexto. Una reforma al sector de las telecomunicaciones, porque México requiere que este sector realmente responda a las necesidades del desarrollo, garantice una mayor cobertura de los servicios, la convergencia de las tecnologías disponibles y la competencia entre los actores. Que sea, precisamente, México un país que pueda acceder para el mayor número de sus habitantes a la telefonía, al Internet, al radio, la televisión, a todos los servicios de telecomunicaciones, que son detonantes de desarrollo. Que lo haga en un ambiente de verdadera competencia, que brinde a empresas y hogares la oportunidad de tener acceso a servicios de calidad y a precios accesibles” (www.presidencia.gob.mx/prensa/?contenido=47973 consultada el 8 de septiembre de 2009) ¿Qué significa esta reforma al sector de las telecomunicaciones, sobre todo cuando el propio titular del Ejecutivo habla de responder a convergencia tecnológica, competencia, cobertura social y calidad?

De entrada, antes de esperar a establecer cualquier pacto o acuerdo, el Ejecutivo federal ya podría, con la ley en la mano, empezar por licitar una nueva cadena nacional de televisión, hacer que el Canal 11 tuviera cobertura nacional, hacer cumplir la ley en materia de publicidad en medios electrónicos, otorgar los permisos correspondientes a radios comunitarias para que estas puedan operar legalmente, reservar parte del espectro radioeléctrico para fines sociales, hacer cumplir la ley en materia de contenidos, particularmente de los programas en horarios para todo público. De hacerlo, esa sería la muestra de que en efecto hay voluntad política para efectuar los grandes cambios que, subrayo, tienen que comenzar por una nueva ley que considere tanto las actividades de radiodifusión como de telecomunicaciones, pues dada la convergencia tecnológica no podemos seguir con leyes separadas. De otra manera, seguiremos en el discurso y la palabrería.

 

“Juanitas”

ROBERTO ALONSO

Cuando se supo de la intentona de Andrés Manuel López Obrador para que “Juanito” cediera la jefatura delegacional de Iztapalapa a Clara Brugada, la maniobra fue censurada en la opinión pública. No menos ha recibido la solicitud de licencia de ocho diputadas y dos diputados discutida apenas en la segunda sesión de la LXI Legislatura a tan sólo 120 horas de haber rendido protesta como legisladores. Sin embargo, llama la atención que representantes de los partidos políticos que ahora se ven implicados en esta artimaña de traspaso de curules a sus suplentes –dos de ellos vinculados a las televisoras– reprueben por un lado y hagan lo propio. Sea como sea, y por predominar el sexo femenino en estas solicitudes, el grupo de diputados en cuestión se ha ganado ya el mote de “Juanitas”.

Sobre el particular me permito hacer dos reflexiones, una de forma y otra de fondo. La primera tiene que ver con la burla que representa esta acción hacia los valores democráticos y hacia el espíritu del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) en su parte relativa a la cuota de género con la que deben cumplir los partidos políticos. Como bien afirma Natividad Cárdenas, integrante del Consejo Ciudadano para la Promoción y Defensa de los Derechos Políticos de las Mujeres, el hecho constituye una afrenta a la lucha de los derechos políticos de éstas.

A través de un comunicado, en el mismo sentido se pronunciaron las legisladoras de Acción Nacional, quienes además calificaron de vergonzoso, ilegal, mañoso e inmoral este proceso de simulación. De acuerdo con el Reglamento para el gobierno interior del Congreso, el permiso para dejar una curul deberá ser otorgado únicamente por causas graves, mismas que no se expresan en las solicitudes presentadas el pasado 3 de septiembre.

Por otra parte, dando pie a la segunda reflexión, vale la pena detallar las cuotas partidistas y las cuotas con grupos de poder que estas solicitudes revelan. De los 10 diputados que podrían dejar sus curules a sus suplentes seis son del Partido Verde: cuatro mujeres y dos hombres, dos son del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y son mujeres, una es del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y otra es del Partido del Trabajo (PT).

Desde el PRI, Yulma Rocha Aguilar cedería su lugar a Guillermo Ruiz de Teresa, quien fuera coordinador de la campaña de Francisco Labastida a la presidencia; en tanto que Ana María Rojas Ruiz dejaría su curul a Julián Nazar Morales, líder de la Confederación Nacional Campesina en Chiapas. Ambos vinculados a Beatriz Paredes.

En el PRD, Olga Luz Espinosa Morales daría paso a Carlos Esquinca Cancino, ex funcionario del gobierno de Juan Sabines. Mientras que en el PT, Anel Patricia Nava Pérez traspasaría su cargo a Primitivo Ríos Vázquez, fundador de dicha fuerza política.

Desde el Partido Verde, Rafael Pacchiano Alamán beneficiaría a Alejandra Lagunes Soto Ruiz, y Raymundo Vargas Sáenz a su madre y ex diputada priista Caritina Sáenz Vargas. Asimismo, Laura Elena Ledesma Romo cedería su curul a Maximino Fernández Ávila, dirigente del Partido Verde en Veracruz, nieto de Maximino Ávila Camacho y con el apoyo del gobernador Fidel Herrera; Carolina García Cañón le abriría las puertas de San Lázaro a Alejandro del Mazo Maza, vinculado a Enrique Peña Nieto e hijo de Alfredo del Mazo, ex gobernador del estado de México; Kattia Garza Romo dejaría su lugar a su esposo Guillermo Cuevas Sada, primo de la hija de Ricardo Salinas Pliego; y Mariana Ivette Ezeta Salcedo pasaría su estafeta a su hermano Carlos Alberto Ezeta Salcedo, ex consejero de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT).

El objetivo de estos últimos, repetir la historia, aquella con la que Javier Orozco Gómez, impulsor de la ley Televisa en la Cámara de Diputados, llegó al Senado hace tres años siendo suplente de Irma Ortega Fajardo, quien cumplía la cuota de género.

Luis Linares Zapata escribió éste artículo

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Calderón y sus fugas al cambio
Luis Linares Zapata
Mientras más débil se siente, el señor Calderón ensaya un enorme salto retórico hacia un increíble futuro de transformaciones y grandeza. La verdad es que no sólo se siente débil sino que la confianza ciudadana en su capacidad para conducir asuntos públicos ha desaparecido: fue malgastada. El límite al que aspira es pasar, con este golpe de timón discursivo, al nivel de visionario, de estadista que se atreve a una enorme aventura fundacional para el país. Partió, para tal empresa de gran aliento, desde un diagnóstico por demás endeble que no describe, ni de cerca, la problemática de los tiempos recientes, plagados de injusticias. Todo el mal vino de fuera (crisis económica o alimentaria) o lo impuso el cielo (sequía, influenza). Nada, o muy poco, le atribuye a su torpe accionar o al de su mentor partidista (Fox) que tanto hizo por él cuando se trató de empujar su tambaleante candidatura.

Basado en premisas tan falsas como las enunciadas por el señor Calderón el 2 de septiembre, su ofrecimiento de un cambio personal para cambiar al país también resulta nebuloso o depositado en manos de terceros interesados. Tres años perdidos de su gestión. Eso quiere decir que el sufrimiento, la desesperación y los horizontes cerrados para millones de sus compatriotas son asuntos transitorios o a medio tranco entre la tragedia y el cuento rosa. Lo cierto es que el discurso empleado por el señor Calderón no modificó ninguna de las condiciones imperantes de gran tirantez entre las cúpulas decisorias o de desengaño y dramas entre los seriamente afectados, que son las mayorías. El escenario empleado (Palacio Nacional) se escogió para regocijo de un individuo que requiere de pétreas muletas para mitigar el menosprecio de su golpeado ego.

El señor Calderón se plantó ante la adversidad con un atavío repleto de valentía, tal como ha hecho desde el primer día de su administración cuando lanzó al Ejército contra el crimen, dicen los nada mesurados difusores. Su visión, de gran envergadura, está atrancada en el conocimiento de la realidad, propalan sus muchos asesores de imagen. La fiereza de voluntad no se acobarda por las duras consecuencias negativas que todo cambio acarrea, dirán también los interesados en los jugosos negocios derivados. El ánimo de trascendencia que lo inspira ya quedó asentado por la lectura, publicada de inmediato, que hicieron los agudos críticos orgánicos, siempre dispuestos a revestirlo con las buenas intenciones que, según ellos, adornan al michoacano, célebre por el haiga sido como haiga sido.

El señor Calderón sabe que el llamado es tardío, pero quiere dejar constancia que no es un político cobarde sino uno que desea despertar y conducir, hasta su mero fondo, la discusión de los asuntos básicos del país. Precisamente una discusión que ha estado ausente, oculta, disimulada, alegarán esos otros, los que corren el riesgo de ser tachados de negativos, ríspidos y hasta mal intencionados. Esos opositores que, claro, no son de las simpatías ni las confianzas del jolgorio que se oye en Los Pinos. Una disputa a cielo abierto que ha estado encubierta por el griterío y las consignas desatadas desde las alturas decisorias; la disfrazada tras las costosas campañas publicitarias a que tan inclinados han sido los mercadólogos panistas.

El señor Calderón dijo que no se arredra ante lo que espera un tanto más allá de las propias responsabilidades para detonar el cambio. Espera que el pueblo, como un solo hombre (o mujer) responda a su llamado de penúltima hora sin requiebros que valgan. Nunca es tarde para empezar la construcción de la propia grandeza: la del político que entrevió la salida, marcó la agenda, concitó voluntades y puso el acento en las debidas reformas que el país requiere para su crecimiento, según rezan sus panegiristas. No cualquiera de ellas, ya no como antes, atorado en las posibles, sino las fundamentales y hasta topar con las imposibles. Al menos eso es lo que le han recomendado hacer críticos audaces, sinceros, desinteresados: atrévase a emprender la ruta hacia la cima de la epopeya constructiva que la nación requiere. No cabe duda que usted es un hombre equilibrado, modesto y juicioso, le dirán sin asomo de pena ni recato.

Pero de inmediato surgen los malos augurios, los contrastes con las realidades que desmienten lo dicho por el señor Calderón y achican ambiciones que alteran planes, cambian de ruta. La campaña publicitaria de acompañamiento sigue su camino, pulveriza el diagnóstico y ensalza los resultados de la gestión anterior del señor Calderón. Las reformas a enviar son, sin titubeos, las continuadoras del más puro patrón neoliberal; de tercera generación, califican; las estructurales, les llaman, nunca las que trastocarían las infames condiciones de injusticia distributiva y los privilegios. Los cambios en el gabinete no traen consigo un bagaje de innovación, sino de mera continuidad.

No se ha oído de algún programa de aliento al empleo a través de pequeñas empresas industriales, precisamente ésas que ampliarían el mercado interno. ¿Dónde está el plan comprensivo, detallado, para el encadenamiento del sector manufacturero para adicionar valor? ¿En qué sectores habrán de converger los esfuerzos y recursos para destrabar la dependencia externa (de EU en particular)? ¿Cuáles son las ramas productivas derivadas de un diseño estratégico, petroquímico por ejemplo, que trabaje con tecnologías propias? ¿Qué sucede con los apoyos (públicos y privados) para los pequeños productores del campo, ésos que aún son millones, que se debaten en la miseria y que podrían aliviar la dependencia alimentaria externa. Éstas y otras muchas más son las acciones necesarias y no las que pretendan volver sobre la intentona de privatizar aún más a Pemex y lancen a los mexicanos a una confrontación mayor.

Carlos Fernández-Vega escribió éste artículo

Carlos Fernández-Vega escribió éste artículo

México SA

Alud de impuestos sobre los de siempre

Los privilegios fiscales, inalterados

Carlos Fernández-Vega
Para despejar dudas, en el lejano caso de que fuera necesario, la propuesta económica calderonista para 2010 ya tiene forma, y a la primera de cambio se constata que el grado de agresión en contra de los mexicanos de a pie hace quedar en mero chipichipi la brutal tromba que el pasado domingo azotó la zona limítrofe entre Distrito Federal y el estado de México. De entrada, queda claro que el cambio una vez más no trascendió el discurso; que dicha propuesta ni con el pétalo de una rosa toca al gran capital y sus privilegios fiscales; que sobre los pagadores de siempre caerá un espeluznante alud de impuestos (incluido IVA disfrazado en alimentos y medicinas) y aumentos en precios y tarifas del sector público; que la desaparición de dependencias del Ejecutivo se limita a tres, con un mínimo ahorro, y que los pobres de México pobres se mantendrán, pues el gran esfuerzo presupuestal del gobierno federal para superar esa lacerante condición no va más allá de 7.79 pesos diarios por paupérrimo.

Así, esfuerzo, lo que se llama esfuerzo, no es precisamente lo hecho por la dupla Calderón-Carstens para reducir el gasto público corriente, ni mucho menos por combatir la pobreza en el país. De igual forma, cambio sólo en los anuncios de la tele, porque, por ejemplo, con la desaparición de tres secretarías del Ejecutivo (Reforma Agraria, Turismo y Función Pública) el ahorro obtenido equivale a 0.5 por ciento del gasto programable autorizado para 2009 (11 mil 373 millones de pesos); a una reducción de 0.3 por ciento de la burocracia federal (7 mil 651 empleados) y a 0.57 por ciento de las erogaciones federales por servicios personales (3 mil 66 millones). La desaparición no es otra cosa que la incorporación de la Secretaría de Turismo a la de Economía, la de Reforma Agraria a la Sagarpa, y la transformación de la relativa a la Función Pública en una contraloría de la nación que dependerá directamente de la Presidencia de la República, es decir, de quien dependía la SFP.

Por el lado del combate a la pobreza, el inquilino de Los Pinos subrayó que su propuesta económica para 2010 trata de contener su crecimiento y mitigar los efectos que las crisis, tanto económica como alimentaria, han dejado en los más pobres. Propongo un aumento sustancial a los Programas Oportunidades y Apoyo Alimentario, que en conjunto pasarán de 49 mil 500 millones de pesos, a 74 mil 500 millones de pesos, es decir, un aumento de más de 50 por ciento, de 2009 a 2010.

Según sus datos, las familias beneficiarias de Oportunidades pasarán de un poco más de 5 millones a 6.5 millones, lo que significa que (...) estará beneficiando a casi 33 millones de mexicanos, casi una tercera parte de la población nacional y que son, precisamente, las familias que menos tienen en nuestro país. De entrada, el cálculo está equivocado; el Inegi informó que en México cada familia se compone, en promedio, por 4.3 integrantes, de tal suerte que las 6.5 millones citadas por el inquilino de Los Pinos suman 27.95 millones de personas, no 33 millones. De cualquier suerte, para contener el crecimiento de la pobreza extrema y mitigar los efectos de la crisis, en 2010 el gobierno federal destinaría 2 mil 844.36 pesos anuales por paupérrimo, es decir, 7.79 pesos diarios. ¡Feliz combate a la pobreza!

No se tocan los regímenes tributarios especiales de los que goza el gran capital, los cuales, según la propia Secretaría de Hacienda, para 2010 serán equivalentes a 4 por ciento del PIB, o lo que es lo mismo, prácticamente la mitad de los ingresos tributarios estimados en la Ley de Ingresos 2009. Entonces, ni esfuerzo ni cambio: los privilegios fiscales permanecen inalterados, a pesar de que un alivio inmediato para las finanzas públicas se concretaría cancelando este injusto renglón, independientemente de que obligaría a sus beneficiarios a obtener utilidades por la vía de la productividad y la competencia.

Calderón y su muy buen equipo económico pretenden obsequiar un alud fiscal a los de siempre, comenzando por el nuevo impuesto para combatir la pobreza (2 por ciento, medicinas y alimentos incluidos), mientras desaparece el subsidio a las gasolinas y a las tarifas eléctricas (léase aumento de precios) y otras tantas gracias que en tiempos de crisis y recesión, lejos de sacar al país adelante, lo hundirán aún más. Eso sí, promete congelar salarios de la alta burocracia, reducir el ejército de servidores públicos, aminorar los gastos de representación y empequeñecer las erogaciones en el servicio exterior y las delegaciones federales.

Según él, la citada propuesta económica implica un ajuste drástico y sin precedentes en el ejercicio del gasto público... un esfuerzo inédito del gobierno federal, por un monto que podría alcanzar hasta los 80 mil millones de pesos, tan sólo en el ahorro y reducción de gasto. En suma, tomando en cuenta el ahorro derivado del esfuerzo de la austeridad de la administración pública federal, y los recursos obtenidos con los cambios en materia fiscal, se generarán durante 2010 recursos adicionales por más de 180 mil millones de pesos, lo cual equivale a 1.4 del producto interno bruto del país (contra 4 por ciento del PIB de los regímenes tributarios especiales que benefician al gran capital, una proporción que en pesos contantes y sonantes supera los 502 mil millones; si se suma 2009, entonces la cifra sobrepasa el billón de pesos).

Lo anterior, y una que otra puñalada adicional, es lo que pretende el inquilino de Los Pinos para, según dice, sacar al país de la crisis y combatir la pobreza (pobres de a 7 pesotes con 79 centavos por día), pero la decisión está en el Legislativo, donde mayoritariamente sus integrantes se han manifestado en contra de más impuestos a los mexicanos. Habrá que constatar si van en serio o, como en el caso de Los Pinos, tal posición no trasciende el discurso.

Las rebanadas del pastel

A 19 meses de distancia, el doctor Carstens ya no menciona el catarrito por él pronosticado. Ahora anuncia que en el presupuesto 2010 el gasto programable se reducirá en 218 mil millones de pesos con respecto a 2009. Menor gasto, más impuestos, mayores precios y tarifas del sector público conforman un explosivo coctel para el próximo año. Sólo por mencionarlo, toda vez que nadie se atreve a tocar los privilegios de los barones: por causa de los regímenes tributarios especiales en IETU e ISR el erario dejará de recibir 296 mil millones de pesos en 2010, monto 36 por ciento superior a la reducción presupuestal ayer anunciada por el secretario de Hacienda. Pero no se preocupen, que Calderón ya anunció el cambio.

El Lic. Andrés Manuel López Obrador en la ciudad de Monterrey hoy martes día 8

El Lic. Andrés Manuel López Obrador en la ciudad de Monterrey hoy martes día 8

 


Con una cascada de aumentos, asestará Calderón un golpe más a los bolsillos de la mayoría de los mexicanos: AMLO

Monterrey, Nuevo Léon
Martes 08 de septiembre de 2009



* Ya no son noticia y son más de lo mismo los cambios en el gabinete de Felipe Calderón, asegura

* Subraya que el encargado de despacho de la PGR es hombre cercano a Diego Fernández,

* Sólo chiflados se le podría creer a Calderón, si ha incumplido sus promesas de campaña, enfatiza

Con los lineamientos que presentó del paquete económico para el próximo año, Felipe Calderón sólo preparó el terreno para dar un golpe más a los bolsillos de la economía familiar, porque propondrá aumento a impuestos y a precios de las gasolinas, el diesel, el gas y la energía eléctrica, alertó Andrés Manuel López Obrador.

En una reunión de evaluación con integrantes de los Comités Municipales del Gobierno Legítimo en el estado, se refirió a una posible reducción salarial, de 10 por ciento, en la alta burocracia panista, anunció hecho por el presidente pelele.

“¡Qué barbaridad. Se van a volver más pobres con esa medida! pero Calderón sólo está preparando el terreno, porque en su proyecto de Ley de Ingresos y de Presupuesto para 2010 vendrá un golpe, que es el aumento a los precios de la gasolina, el gas y la luz”, aclaró.

Luego lanzó una pregunta: “¿cómo creerle a Felipe Calderón, si este hombre dijo que nunca más una crisis, nunca más una devaluación?” y añadió: Sólo si estuviésemos chiflados para creer algo.

Antes, en la asamblea informativa con los miembros de los Comités Municipales del Gobierno Legítimo de México en Coahuila, se refirió a los cambios en el gabinete calderonista. “Es más de lo mismo y ya no es noticia”, comentó.

Al igual que en una entrevista posterior, subrayó que la designación de Juan Miguel Alcántara Soria como encargado de despacho de la Procuraduría General de la República representa el posicionamiento del panista Diego Fernández de Cevallos en la estructura gubernamental.

Mientras que el nuevo titular de Pemex, Juan José Suárez Coopel, es un hombre cercano, de todas las confianzas del salinista y ex secretario de Hacienda, Francisco Gil, el nuevo responsable de la Secretaría de Agricultura, Javier Mallorga, es un personaje cercano a su antecesor, Alberto Cárdenas, explicó.

Los movimientos en el equipo de colaboradores de Calderón representa todo un circo; “es más de lo mismo, son como si no existieran, son como Calderón, que sólo está como florero, de adorno”, añadió.

Ante los representantes del Gobierno Legítimo den Coahuila, el presidente legítimo de México expuso que “la mafia quiere aplicar el Impuesto al Valor Agregado a medicinas y alimentos, porque quiere seguir exprimiendo al pueblo de México”, en tanto que pidió a los comunicadores que informen a la gente que Calderón ya no manda, ni gobierna al país, porque la banda de los 30 resolvieron nombrar como su operador a Carlos Salinas.

“Felipe Calderón ya está arraigado en Los Pinos”, sostuvo a manifestar que Salinas tiene dos cometidos: primero, ayudar al presidente pelele para que termine su sexenio y, segundo, que Peña Nieto gane la Presidencia en el 2012.

“Pero está por verse que el último capítulo de la telenovela protagonizada por la Gaviota, Lucero y Peña Nieto tenga un final feliz en el 2012, porque hay mucha gente que quiere el cambio”, enfatizó.

Cuando los reporteros le pidieron su opinión sobre el encuentro que sostuvieron el jefe electo de Iztapalapa, Rafael Acosta, con la lideresa del PAN-DF, Mariana Gómez del Campo, López Obrador confió en que el llamado “Juanito” cumpla su palabra y compromiso hecho ante el pueblo de Iztapalapa.

“Ojalá y Acosta se dé cuenta que lo están utilizando para afectarnos, para afectar al movimiento. Vamos a esperar, estoy muy consciente de que lo están sonsacando, ya hasta lo convirtieron en otra estrella más del canal de las estrellas”, declaró.

A Rafael Acosta, continuó, Televisa ya le dedicó un programa especial, sin embargo los medios de comunicación no dieron a conocer el contexto del caso Iztapalapa.

Artículo de Ricardo Rocha

Artículo de Ricardo Rocha

Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
08 de septiembre de 2009

Yo soy Jacinta y Teresa y Alberta

Por supuesto que regocija la posibilidad de que pronto pueda repararse una injusticia brutal para la memoria de este país: la prisión a que se ha visto sometida durante tres largos años Jacinta Francisco Marcial. Como saben, una indígena otomí del estado de Querétaro condenada a 21 años de cárcel, acusada por la Procuraduría General de la República de secuestrar a seis gorilones agentes de la AFI.

Luego de un largo y tortuoso proceso, el único secuestro ha sido el de la propia Jacinta, que no entendió nunca de qué la acusaban porque entonces todavía no hablaba español. Iniciándose así una larga cadena de aberraciones jurídicas ampliamente documentadas ante la opinión pública.

Ahora, después de todo este tiempo, la PGR informa en un escueto boletín que en el caso de Jacinta aplica la figura legal denominada “duda razonable” concerniente “única y exclusivamente a la responsabilidad penal de Jacinta Francisco Marcial”, por lo que adelanta que al cierre de la instrucción se presentarán “conclusiones no acusatorias”.

De ello se desprenden una verdad y una amenaza: primero, que la PGR nunca tuvo ni tiene elementos de prueba contra Jacinta; tampoco tuvo ni tiene los tamaños y el valor de reconocer que todo se debió a un capricho para castigar al pueblo de Santiago Mexquititlán por su rebeldía a los abusos de los afis; y que mintió tan flagrantemente que el agente que dio por secuestrado jamás se ha presentado a ratificar su declaración.

Pero, en el colmo de una necedad abyecta, la PGR amenaza desistir de la aberración con Jacinta, pero persistir en el atropello a Teresa González y Alberta Alcántara. También acusadas por los mismos hechos, también mujeres, también pobres y también indígenas ñha-ñhus, que seguirían en la cárcel otros 18 años y cuya única diferencia procesal es que ellas fueron defendidas por abogados particulares y no por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez que asumió la defensa de Jacinta.

Pareciera que el gobierno federal a través de la PGR quiere enviar un doble y absurdo mensaje: a la opinión pública, que no se equivocaron del todo en este vergonzoso episodio; y a sus esbirros, que pueden seguir abusando impunemente de los más desprotegidos.

Se equivocan también por partida doble. Nada de lo que hagan ahora podrá eximirlos del juicio popular que derivará en un juicio penal. Y si alguna vez fuimos Jacinta, ahora también sabremos ser Teresa y Alberta. Y todas las Jacintas, Teresas y Albertas que para vergüenza de este país siguen presas en este México que ya no está para más injusticias. Ni le busquen.